Los tres alegres compadres.
Que puede salir mal durante una acampada de tres días entre tres amigos de toda la vida???.
Los tres alegres compadres.
Que puede salir mal durante una acampada de tres días entre tres amigos de toda la vida???
Ernesto (Neto), David y León son amigos de toda la vida, nacieron en la misma ciudad y barrio. Se conocieron en la primaria y desde entonces fueron inseparables. Se conocían todo: éxitos y fracasos, gustos y disgustos, llegaron a considerarse hermanos de distinta madre y quien los veía no tenia ninguna duda de eso.
-Se acuerdan cabrones cuando nos fuimos de camping según nosotros al cerro y no bajamos de ahí hasta el dia siguiente? La chinga que nos pusieron en las casas que porque creían que nos habían secuestrado, ya hasta le habían hablado a las patrullas y medio mundo nos estaba buscando!- pregunto León mientras le daba un sorbo a su cerveza clara.
-Si weh, la que nos pusieron… no nos dejaron salir en días, nada más que para ir a la escuela- se reía Neto
-Mi ama se acabó un huarache conmigo- secundo David.
-Fueron buenos tiempos de chiquillos. Traigo un antojo de irme de acampada pero no pal cerro ni a sus alrededores… a un lugar donde me desconecte de la vieja, hijos, jefe… todo!- se rascaba la cabeza León, signo inequívoco de que el alcohol ya estaba haciendo efecto en él.
-Si te vas, yo te acompaño!- le dice David al tiempo que sacaba otro chela de la hielera y la abría.
-Bueno pues si no se rajan yo sé de un lugar bastante alejado de todo. Pero lejos, lejos, lejos…- dijo Neto aventando una lata de cerveza vacía al montón que ya había hecho.
-Que chingue su madre el que se raje- dijeron al unisolo León y David. Era casi su grito de guerra, el que los acompaño en todas sus aventuras y lo que los metía en problemas la mayor parte de las veces que lo pronunciaba.
El viernes por la mañana muy temprano, después de haber arreglado su salida y ausencia los tres compadres salían rumbo a destino solo conocido por su amigo Neto y que según él estaba entre la tierra y el Edén. Ahí iban tres amigos treintañeros con el ímpetu de niños de 1o años
Las horas pasaron en la carretera, el Jeep de Neto iba a buena velocidad y cargado hasta los dientes de comida, cerveza y utensilios de campamento. Neto era un ambientalista egresado de la carrera de ecología así que sabía lo que se necesitaba para armar un campamento y durar días enteros. Sus compadres insistieron en llevar cerveza, según ellos, muy indispensable para acampar.
Cuando el paisaje de carretera ya había cambiado mucho y estaban muy alejados de la ciudad el jeep entró en un camino de terracería bastante accidentado lo cual hizo que bajara la velocidad. El camino los llevo por llanos y veredas poco transitados y en algunos momentos el camino se perdía.
El rio se veía pero solo lo siguieron paralelo una hora. Cuando ya no pudieron seguir Neto lo acomodo debajo de unos frondosos árboles que lo ocultarían. Acomodo un poco de las provisiones y comenzaron a caminar.
-ya cabron cuando vamos a llegar? Traigo un chingo de hambre- interrogaba León a su amigo quitando el sudor de su frente.
-Ya mero llegamos, si dejas de hablar llegaríamos más rápido- contesto Neto mientas David reía detrás de ellos.
Cuando el sol ya empezaba a bajar del cielo y la fatiga de caminar ya estaba haciendo que León se enojara. Neto deja caer su pesada mochila en la que cargaba la casa de campaña, levanta sus manos al cielo y les grita –Llegamos cabrones!-
Los amigos no daban crédito a lo que veían. Era hermoso y a la vez casi irreal.
El rio había creado una especie de playa blanca con la arena que había arrastrado durante sus crecidas, un enorme árbol daba una sombra imponente cerca, el rio mismo corría cerca con aguas tranquilas y cristalinas. Tanto que se podía ver a algunos peces en el fondo de algunas posas. David y León estaban anonadados con la belleza del lugar, caminaron sobre la arena suave en la que se hundían su calzado deportivo. Se acercaron un poco más y con aliento a un fallándoles David le dijo a su amigo –que guardadito se lo tenía este weh!- -Si- acento León tragando la poca saliva que había en su reseca boca.
Lo que los saco de su estado de enajenación fue Neto quien paso corriendo entre ellos dos, golpeando sus hombros. Pero lo que más les sorprendió es que iba completamente desnudo, con sus nalgas contoneándose de un lado a otro. Entra al rio haciendo un gran escándalo, gritando lo fría que estaba el agua, se voltea hacia a sus compadres y mostrando su figura desnuda se avienta de espalda al agua.
-AAAHHHHHH está bien fría- dijo al salir del agua. –Metan se cabrones- grito a sus amigos que aún estaban en la orilla. León rápidamente se quitó su camiseta blanca seguido pos su calzado y short. David al ver eso comenzó a quitarse la ropa pero más lento. Lo cual le dio la oportunidad de ver a su compadre León quedarse desnudo. Vio como ese cuerpo de 1,90 se había llenado de vello (a León le apodaban el árabe por todo el vello que cubría buena parte de su cuerpo y rostro) negro, sus pupilas se dilataron y llenaron de la figura desnuda de su compadre quien ya iba corriendo para encontrarse con Neto quien chapoteaba en el agua como niño.
David solo se había quedado con su trusa color violeta y pensaba dejársela pero la adrenalina del momento hizo que se lo pensara dos veces y al estar cerca del agua, se la quitó y la arrojo a lo lejos. Con lo cual los tres hombres quedaron en igualdad de circunstancias. Fue recibido entre gritos y silbidos por sus compadres quienes también le arrogaron agua… agua fresca y fría que calmaría sus calores.
Su desnudes era distinta entre los 3 amigos: David era musculoso de piernas anchas, con un bigote prominente, una estatura de 1,75cm y cabello negro.
Neto era delgado pero con un cuerpo fibroso por tantas caminatas y ejercicio al aire libre que él hacía. Media 1,65 cm siendo el más pequeño de sus amigos.
León era el más alto y velludo de todos. Todos eran distintos pero esa desnudes los hacia iguales. Sus cuerpos chocaban entre ellos, se arrojaban al agua y salían escurriendo cristalina agua, quienes los hubiese visto creería que se trataban de ondinas de rio, espíritus del agua, míticos seres que se estaban divirtiendo en su elemento.
Al sentir hambre Neto salió del agua primero al ir caminando hacia donde levantarían el campamento vio una trusa color violeta, la levanto y volteando a ver a sus amigos cerciorándose de que lo vieran olisqueo aquella prenda que se encontraba empapada en sudor y aromas masculinos. Sus pulmones se llenaron y sus fosas nasales se impregnaron de ese aroma. Dulce, pesado, enervante…
Los tres amigos estaban comiendo sentados en piedras y ramas que improvisaron como sus sillas. Solo se habían cubierto sus partes desnudas con unas toallas salvo León quien mantenía sus piernas abiertas dejando les ver a sus compadres las joyas de la familia. Colgaban orgullosos ese par de testículos que coronaban con un miembro largo y sin circuncidar, cubiertos por una capa de fino vello recortado. Estaba dejando en claro quién era el alpha y que no sería intimidado por nadie.
Neto en un santiamén levanto la carpa que los acogería las siguientes noches. Sus compadres fueron por más cervezas hasta el jeep y al regresar ya todo estaba hecho.
-Como tardaron, que fueron a hacer las cervezas? Pregunto Neto un poco molesto.
-ya, ya cabron- increpo León. –vamos a meter nos al agua que me quiero relajar.
Al busca rio abajo encontraron unas pequeñas pozas por donde el agua corría tranquilamente. Los compares se llevaron bastantes cervezas para la tarde que ya casi era noche.
Hablaron de todo y nada. El alcohol aflojo sentimientos, ideas, palabras y vergüenzas. David había se quedó sentado a la orilla de la poza y en ese lugar les alcazaba las cervezas a sus amigos. También le dio un masaje a Neto quien le agradecía y le comentaba la buena mano que tenía para dar masajes. León por su parte bebía y bebía como los peces del villancico. La noche ya había caído la luna era lo único que les alumbraba esa noche. Entre David y Neto tuvieron que ayudar a su amigo a llegar al camping. Lo tuvieron que dejar tirado a mitad de la casa de campaña en la cual apenas si cabía de tan largo que era. Por su parte David fue a su mochila y por fin volvió a ponerse una prenda de ropa.
Solo prendieron una pequeña fogata y ellos continuaron hablando mientras adentro de la casa de campaña ya hacia su amigo León dormido y roncando cual oso hibernando.
Cuando por fin decidieron entrar a dormir a la casa de campaña la imagen que encontraron les dejo perplejos: León seguía a la mitad de todo boca arriba con sus enormes brazos extendidos hacia los lados y sus piernas más largas, según ellos y con una erección que desafiaba toda lógica en sus cerebros cargados de alcohol. Los amigos se voltearon a ver y volvieron a ver el cuerpo de su amigo que estaba desparramado sobre la colchoneta de dormir. Su pene erecto alcazaba una longitud de unos 20 cm y según ellos unos 6 cm de diámetro.
Los amigos fascinados se recostaron cada uno a un lado de su amigo dormilón seguían viendo la erección como si se tratase de un espectáculo de circo. –a que no se lo agarras?- dijo David a su amigo que se encontraba embobado con la escena. –Soló si tú te lo metes a la boca- le respondió Neto.
No saben si fue el alcohol en sus venas o los recuerdos de cuando eran chamacos y en casa de David con la ayuda revistas para adultos se masturbaban mutuamente o el tiempo sin estar juntos los tres lo que hizo que pasara…
Neto agarro de la base la verga de su amigo y balanceo de un lado hacia el otro como un metrónomo la seguía con la mirada. David se levanta un poco y acerca el rostro hacia ese falo en erección y sin pensárselo dos veces lo introduce a su boca. El sabor salado fue una explosión en su paladar, sus ojos quedaron en blanco al sentir todo el precum invadiendo sus papilas gustativas. Mientras Neto con una mano sostenía el miembro su boca se apodero de su pezón y comenzó a succionarlo como si de ahí fuese a sacar leche.
Ambos fueron poseídos por la lujuria y siguieron por ese camino. David tragaba con ahínco la verga gruesa de León no podía dejar de hacerlo y no quería hacerlo. Y Neto… Neto de deleitaba lamiendo y mordiendo los pezones rodeados de vellos.
-LOS DOS JUNTOS AHORA…¡- voltearon hacia arriba de donde venía la voz masculina de León quien ya despierto y con el rostro encendido les había ordenado.
-Ahora los dos juntos chupen me las bolas- volvió a decirles y los amigos como fieles amantes se acomodaron cada uno a un lado de las piernas cinceladas de León y comenzaron la faena.
Primero David engullo el glande y lo hizo por un rato a no ser por Neto que lo quito y trago hasta la mitad el miembro de su amigo, lo que hizo que León pronunciara un largo AHHHGGG mientras se pellizcaba las tetillas casi como queriéndoselas agarrar. A dos manos la verga a punto de eyacular era masajeada por los compadres y al mismo tiempo la devoraban con fervor casi religioso.
Así continuaron un rato intercalándose para chupar del miembro de su amigo que se retorcía, jalaba de sus pezones u bufaba como toro de lidia. León quería retrasar el momento unos segundos más, aplazar el orgasmo y continuar con el deleite oral que sus amigos le estaban proporcionado pero fue demasiado hasta para él.
Estirando sus piernas y concentrando su energía en la zona pélvica de su cuerpo, el semen salió disparado de su miembro – ME VENGOOOOO- alcanzo a decir mientras mojaba los rostros de David y Neto quienes al ver eso se abalanzaron sobre el volcán lechero para devorarlo por completo. León con sus ojos cerrados sintiendo como la vida se le escapaba por la uretra. Respiraba hondo por la boca, inhalando tanto aire como sus pulmones podían almacenar y exhalando palabras altisonantes y saliva. Su cuerpo se convulsionaba con cada espasmo cada fragmento de orgasmo hacia que su cuerpo se moviera.
Los amigos con el rostro lleno de leche continuaron masturbando a su buen compadre y volteando se a ver se besaron. Un beso pasional lleno de fuego, semen y complicidad.
espero aya una segunda parte y muy buen el relato…. 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉
eso tenlo por seguro.
Primito
quihubo¡¡¡
Uffff… Excelente!!! Quiero que siga pronto