Lumière
Un chico albino odiado por el mundo o talvez un chico que necesita obstáculos en su vida para alcanzar la verdadera felicidad..
LUMIÈRE: INTRODUCCION
En un día muy caluroso, en un lugar al azar.
En una villa de tres pisos, rodeada de arboles grandes y exuberante vegetación, se llevaba a cabo una situación común y corriente.
– Ah… Ah… Sigue – Dijo un adolescente entre gemidos profundos.
El adolescente de 15 años era David Lumière, un chico con sangre francesa y mexicana, de cabello castaño oscuro y rizado corto, piel blanca, cuerpo delgado y una altura de 1.65 cm.
Actualmente estaba desnudo de pies a cabeza, revelando un cuerpo muy atlético y fuerte, su abdomen plano esta perlado por el sudor y su pecho bajaba y subía rápidamente.
Tenia un miembro de 17 cm, grande para un chico de su edad.
Engullendo y chupando ese miembro estaba su hermano mayor, Nico Lumière.
Nico era un joven de 18 años recién cumplidos, el más hermoso de la familia Lumière, era el hijo ilegitimo del padre de David.
Nico era un chico albino, de cabello y piel blanca como la leche y ojos grises con un poco de coloración roja, bastante delgado pero su cuerpo ocultaba mucha fuerza y flexibilidad, era alto; 1,80 cm, tampoco tenía vello corporal, su comportamiento era muy sumiso y tímido. Originalmente era un joven excéntrico y animado como el sol, pero vivir en la familia Lumière y mudarse a México con sus hermanos que hacían lo que quisieran con él, lo había vuelto tímido e introvertido a la fuerza.
– Ah… ¡Bébelo todo! – Gimió David, terminando en la boca de su hermano.
Nico podía sentir el abundante y espeso semen llenando su boca, sin sacarse el miembro trago todo el semen, con cuidado de no lastimar a su hermano. Al final, después de sorber cada gota del “jugo”, abrió la boca y se la mostro a su hermano menor.
Este ultimo sonrió con mucho cariño y acaricio con fuerza el cabello blanco de su hermano.
– ¡Bien hecho! ¡Lo hiciste bien! – Elogio David a Nico, como elogiando a un perro.
Nico se sentía muy feliz, aceptando las caricias con gusto. Pero luego se sintió triste.
Nico recordó la sorpresa al salir del orfanato a los 15 años cuando le dijeron que en realidad si tenía familia, fue llevado a la casa Lumière, conociendo al Sr. Fabian, que decía era su padre, Fabian, enfermo y débil le confeso que se había enamorado de su madre y tuvo una relación con ella fuera del matrimonio, teniéndolo pocos años después.
Lamentablemente, como una familia descendiente de la nobleza, los ancianos de Lumière no se tomaron con agrado al niño y la mujer desconocida, aparentemente, su madre fue “persuadida” y tuvieron que romper la relación.
Con el dinero que le dieron a su madre, tuvieron una vida buena y estable por unos años, mismos en los que su madre murió repentinamente en un accidente.
A Fabian se le dijo que ambos; Madre e hijo habían muerto, por lo que nunca lo conoció hasta ahora. Lamentablemente el destino le jugo una mala pasada a Fabian, que había “limpiado” la familia; Contrajo una enfermedad terminal, enterrándose cuando ya estaba en etapa avanzada. Fabian, que estuvo deprimido por mucho tiempo, de repente tuvo curiosidad…
¿Su hijo y amante realmente habían muerto? La respuesta fue que su hijo aún vivía.
Lo lleno de felicidad, rápidamente mando a alguien a por el joven.
Nico pensó que los tres (Fabian, su madre y él) tuvieron mucha mala suerte.
Fabian dejo que Nico pasara mucho tiempo con él, platicando de muchos temas, enterándose que su hijo era bastante inteligente.
Nico paso una semana en la casa de campo de Fabian, en ese tiempo, el ayudo a su padre a tomar sus medicinas y hacer las tareas del hogar, como limpiar y cocinar.
Entonces ocurrió.
Fabian se derrumbo de improvisto, la enfermedad lo ataco de repente en su felicidad, amenazando con llevarse en cualquier momento. Nico, que ya había experimentado algo similar en el orfanato suprimió el miedo a la fuerza y con calma ayudo a Fabian, tomo su teléfono y marco el numero con el nombre de “Mary Esposa”.
Aparentemente, Fabian le dijo a su esposa que tenia otro niño, pero sus hijos no tenían ni idea. Mary, con algo de vergüenza, se los explico a sus hijos mientras llevaban a Fabian al hospital, mirando a Nico que también iba con ellos, cabizbajo.
Leonard, David y Morgan miraban a Nico con diferentes expresiones.
Lamentablemente Fabian murió poco tiempo después, después de hacer que su abogado añadiera a Nico al testamento familiar, confiaba en que Mary cuidaría bien de Nico, pero no confiaba en que Leonard, su arrogante hijo mayor le gustaría un nuevo integrante en la familia.
Y era cierto, Leonard, en cada oportunidad que tenía, molestaba y humillaba a Nico, pero no al punto de golpearlo.
Nico, que había sido insultado desde niño por su apariencia, no sintió nada de la humillación infantil de Leonard.
Afortunadamente, Mary se había encariñado con él, tratándolo como su propio hijo.
Pero parecía que el mundo odiaba a Nico, Mary fue asesinada por un ladrón.
Eso devastó a la familia, Leonard era el nuevo cabeza de familia, después de sentir que el país era bastante peligroso, decidió que se mudarían. Al llegar a una villa que compro con antelación se mudaron juntos, trajo también a Nico con ellos, para sorpresa de David y Morgan. Para bien o para mal, Nico era hijo de su padre y su difunta madre le pidió que lo cuidara y no lo maltratara.
Al llegar a la villa, solo Nico sufrió.
Leonard y David habían quedado cautivados por la belleza casi blasfema de Nico, empezando a tratarlo bien al principio.
Luego siguieron los roces, las caricias y finalmente los actos sexuales.
Aparentemente dos de los tres hermanos se habían “enamorado”, el ultimo era bastante pequeño para entenderlo.
– ¿Qué piensas tanto? – Le pregunto David a Nico aun acariciando su cabello.
La pregunta le permitió a Nico salir de sus pensamientos.
Nico pensó que él era bastante patético, antes se defendía de aquellos que intentaban dañarlo, pero ahora tenía que chupar penes y actuar como ama de casa, se sintió un poco resentido con Fabian por encontrarlo, pero el sentimiento no duro mucho, solo quedando la tristeza y la alegría de ser elogiado.
– Nada… ¿Tienes hambre? Ya es hora del desayuno – Pregunto Nico
David sonrió con cariño, beso a su hermano en la frente.
– Un poco.
Entonces Nico fue a la cocina, el sabor a semen persistía en su boca.
Como sigue?