Macho, pero no mucho; El camionero.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por ELLECTOR.
Llegue a eso de las 10 de la mañana a el estacionamiento de los camiones, allí estaba mi cuñado esperándome para que lo ayudara supervisando ese día mientras el salía por otros asuntos que tenía pendiente. A eso de las 12 del medio día mi cuñado sale a almorzar y luego se iría en la tarde a hacer las diligencias previstas.
Solo dos camiones estaban en el estacionamiento, uno dañado y otro cuyo chofer aun no llegaba, los demás estaban despachando los alimentos. A eso de las 1:30 estaba yo entretenido con la computadora cuando llega a la oficina un hombre alto de unos 183 cm acuerpado de brazos fuertes y pecho grande, muy blanco, cabello castaño claro, ojos verdes unos labios pequeños pero muy lindos, las facciones de su rostro eran muy marcadas, quijada ancha, pómulos prominentes y una nariz perfecta, pero lo que más me encanto fueron sus piernas grandes que se marcaban en su pantalón de jean ajustado.
-Hola, ¿cómo estás? Soy el chofer del 22 (el camión)
Yo me quede mirándolo como bobo, hasta que pude reaccionar.
-Hola, yo soy el cuñado de Yeferson el me dejo encargado hoy.
Él se dio cuenta de mi nerviosismo pues me miro de arriba abajo y sonrió pícaramente. Yo soy algo alto, mido 1,80 soy delgado, blanco, cabello negro, labios carnosos y buenas nalgas, por correr a diario.
-A ok, perfecto –dijo él- al camión le está fallando un poco la dirección, creo que hay que llevarlo al taller.
-Entiendo, pues de verdad no sé mucho de camiones, pero si quieres esperas a Yeferson y hablas con él. Yo sabía que ese día Yeferson no iría mas al estacionamiento pero quise aprovechar la ocasión.
-Perfecto, entonces lo esperare en el camión-dijo él.
-El acaba de salir tardara un poco, si quieres lo esperas aquí en la oficina, para que no estés incómodo.
-Perfecto, permiso- dijo él y se sentó en una silla cerca de mi silla, la oficina no es muy grande y no había mucho campo.
Prendí el televisor y nos pusimos a ver un juego de beisbol mientras charlábamos de varias cosas, es un hombre muy atento y muy educado, tiene 30 años, se llama Arturo y hablar con él fue muy entretenido.
Ya eran las 2:30 y él estaba un poco angustiado porque no llegaba mi cuñado y yo no sabía qué hacer para retenerlo.
-¿Haces muchos ejercicios?, tienes buenos brazos. Mi pregunta le sorprendió, pues me vio por un momento.
-Sí, algo, intento mantenerme bien- dijo sonriendo.
-Si ya veo, eres muy atractivo la verdad- lo dije sin pensarlo, pero ya no me podía arrepentir- imagino que eres muy popular con las mujeres. Él se quedó mirándome por un momento, pensé que se había incomodado con la pregunta, pero sonrió, se acomodó en la silla abrió sus piernas de par en par.
-Pues la verdad no mucha- dijo mirándome fijamente- Me va mejor con los hombres. Su respuesta me dejo tonto, no supe que hacer, esperaba que fuese un poco más difícil obtener a ese hombre, pero al parecer sería más fácil de lo que pensé.
-Ya imagino, a mí me has encantado, apenas termine de decir esas palabras cuando ya él se levantó de su silla y se acercó a mí, quede sentado frente a su paquete apretado entre sus jean ajustados.
Me levanto con sus brazos y me beso muy apasionadamente, yo estaba sin aire, me sentía en el cielo, le dije que me diera un momento mientras cerraba el portón y la puerta de la oficina.
Cuando llegue este hombre estaba totalmente desnudo sentado en el escritorio, esa imagen me enloqueció, camine (casi corro) hacia él, y lo bese mientras me quitaba mi pantalón y mi camisa quedando solo en bóxer, el me separo un poco y me vio completamente, me dio una vuelta y me volvió a besar.
Yo no aguante más y empecé a bajar lentamente besando su cuello y gran quijada dándole mordiscos bajando por su pecho con un poco de vellos y llegando a su pene.
Sin pensarlo metí esos 19 centímetros bien proporcionados entre largo y ancho, totalmente recto y circunciso en mi boca sintiendo sus venas pronunciadas y su suave piel, su sabor era un poco salado por el sudor, pero estaba totalmente limpio, lo engullí completo, lo chupe, lo bese, lo lamí como si quisiera derretirlo en mi boca.
Luego de estar unos 5 minutos en eso, el me separo, me besó nuevamente, me volteo poniéndome contra el escritorio, quedando mi culito hacia él, bajo mi bóxer lentamente mientras besaba mis nalgas blancas, las mordía, las apretaba y lamia todo mi interior, me dio el mejor beso negro que me hayan dado, era brusco con mucha pasión, me besaba me mordía las nalgas mientras metía su lengua en mi ano y alternaba con uno de sus dedos, llego a meter tres adentro sin dejar de moverlos y besar y lamer mis nalgas, yo estaba realmente en el cielo, era un placer inexplicable lo que sentía y que un macho cómo ese me lo hiciera me prendía aún más.
El busco un condón en su billetera, se lo puso y en esa posición yo apoyando mi pecho sobre el escritorio y el atrás de mí, me fue penetrando lentamente mientras me besaba la espalda y con sus manos abría más mis nalgas.
En pocos momentos ya está el bombeando fuertemente y yo solo gemía del placer que sentía, la imagen de ese Macho total cogiéndome era increíble, casi sin tocarme acabe sobre la mesa, mientras el acabo dentro de mi luego de unos minutos.
Yo aún seguía muy prendido y para mi sorpresa el igual, lo que nunca imagine sucedió a continuación.
Ese macho, con ese porte de empotrador master, se puso en la posición en la que yo me encontraba antes.
-Ahora quiero que tú me cojas- dijo con su rica voz de macho. Yo quede anonadado, pero obviamente no perdería esa oportunidad y sin pensarlo me arrodille a lamer ese rico culo, hasta el momento no me había fijado pero tenía unas nalgas riquísimas, redondas grandes y blancas, y un culo apretadito rosado y rico, con un poco de vellos alrededor, lo lamí y metí mi lengua lo más profundo que podía disfrutando de sus esfínteres, nada me encanta más que un macho que sea bien limpio y le guste que le den por el culo.
Seguí con mi trabajo mientras metía dedos dentro de su culo y los movía, el gemía y se movía como queriendo que le metiera más, por suerte yo también cargaba un condón en mi cartera (el de emergencias) y me lo puse, se la clave toda completa de una vez, y él dio un gran gemido que más de dolor fue de placer (luego descubrí que es un pasivo insaciable). Mi pene es como de 17 cm, es algo grueso y eso le encanto a él, seguimos en eso, yo lo cogía fuerte muy fuerte y el me pedía más y más, me sentó en una de las sillas y sin pensarlo se sentó sobre mi pene sin ningún tipo de reparos ni dolor. Cabalgo allí por unos 10 minutos mientras nos besábamos y yo lo masturbaba, acabo a los minutos y su leche cayó en mi pecho y su pecho, él la recogió con su mano y la puso en su boca, luego me besó, eso me éxito mucho y terminé acabando dentro de él.
Luego de eso nos besamos, nos limpiamos un poco, no hay baño (ducha) en el local por lo cual solo limpiamos un poco con agua del lavamanos y ordenamos un poco. A eso de las 4 dijo que se iba que no podía esperar más, le confesé que realmente mi cuñado no iba ese día que solo quería que estuviésemos juntos, él me confesó que tiene pareja un novio desde hace 1 año, ambos reímos, nos besamos y él se fue.
En ocasiones cuando voy al local lo veo, eh intercambiamos miradas, nadie allí sabe que es el gay y yo no le eh dicho a nadie, a veces conversamos por mensajes, y hemos repetido un par de veces la experiencia, pero es solo sexo y estamos claros en eso.
Me encanta ese camionero que es un Macho pero no mucho.
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