Malandro y barco atunero.
Soy Tito el de los zapatos con los militares. Sigo contando mis aventuras cuando era adolescente, era adicto al sexo y sobre todo a la leche. Aquí relato dos de los hechos más resaltantes en mi vida de puto, aunque hago una pausa de mi emburramiento (como decían ellos) con dos pescadores, padre e.
Soy Tito el de los zapatos con los militares. Sigo contando mis aventuras cuando era adolescente, era adicto al sexo y sobre todo a la leche. Aquí relato dos de los hechos más resaltantes en mi vida de puto, aunque hago una pausa de mi emburramiento (como decían ellos) con dos pescadores, padre e hijo, por el que a cambio me regalaron una bolsa llena de pescados.
Aquel día, luego de almorzar, me bañe, me limpie bien mi culito por dentro y por fuera, Sali a caminar por la playa, había mucha gente ya que era domingo. Recordé aquellos tres soldados que tomados me cogieron en los matorrales, me gustara el negro porque se portó bien y me beso.
Estaba pensando en eso cuando sentí que me llamaron, volteé y era Santos un malandrito del barrio que me lanzaba piropos y quien hace un año se lo había mamado, un buen guevo moreno y grueso. Se acercó y me dijo: Como estás Carlitos, estás más lindo que antes.
Gracias Santos, ¿estabas perdido? Le preguntaba pues desde hacía tiempo que no lo había vuelto a ver.
Sí carajito, me tuve que ir porque tenía culebra con unos chamos, pero ya la policía lo mato.
Ay que malo, le contesté sin saber que más decir.
Párate carajito, quiero verte bien, estás más crecido, te veo más guapo, que hace un año, hasta tienes mejor culito, me decía manoseando mi culito el cual apretaba con su fuerte mano.
Ay, Santos, nos pueden ver, le dije muerto de vergüenza por ver como me tocaba y apretaba el culito con su mano.
Porque carajito, tienes miedo de que te vean conmigo. Aquella vez no te pude coger porque venía gente. Estoy con dos amigos, pero si tu me dices te llevo a la casa abandonada donde me lo mamaste, me decía esperando a que yo le dijese que sí.
No se Santos, tú eres rudo y me da algo de miedo, le decía yo nervioso como me estaba poniendo.
Tranquilo carajito, te voy a tratar como mi jeva, hasta te voy a besar como querías aquella vez, me decía tratando de convencer, mientras seguía tocándome y manoseando el culito, que al parecer tanto le gustaba.
¿De verdad? Le preguntaba yo nervioso como me estaba poniendo.
Claro carajito, estas muy lindo y quiero probar ese culito. Quieres que les diga a mis amigos o solo tú y yo.
Muerto de nervios, encogí los hombros, ya que no me importaba.
Mejor vamos los dos y después te presento a mis amigos, terminó por decirme Santos.
Caminamos hacia la casa abandonada a donde me llevaba para cogerme, me iba diciendo morbosidades y lo que me iba a hacer.
te voy a romper ese culito que me vuelve loco carajito, quiero que te tragues mi leche como la otra vez. Te voy a poner de todas formas, tengo una semana que no boto la leche así que será toda para ti.
Cuando Llegamos me agarro por la cintura, puse mis brazos en su cuello y me dio un beso lleno de morbo, me chupaba la lengua, mientras metía sus manos dentro de mi short apretando mis nalgas.
Que rico carajito, tienes las nalgas duritas, déjame ver tu culito. Me volteo y me bajó el short.
¡Bufff que culito más rico! Es como para cogerlo todos los días, me decía a la vez que me seguía besando mientras metía un dedo en mi culo.
¿Verga Carlitos tienes el culito bien abierto, te han cogido bastante verdad?
Muerto de vergüenza no Dije nada y fui yo quien lo beso. Tu me gustas Santos quiero que me cojas, le respondí.
Claro carajito, pero antes me lo vas a mamar como aquella vez, me contestaba a la vez que se bajaba el short, pudiendo verle el guevo que tenía ya parado, rico, hinchado con la punta enrojecida, muy sabroso.
Comencé a mamarlo con ganas, haciendo gemir a mi malandro, le mame las bolas un buen rato y allí le solte: Quiero que me mames el culito, eres el mejor que me lo ha hecho, siempre te recuerdo por eso.
¡Jajaja, Carlitos! claro que te lo voy a hacer, y más a este culito tan rico que tienes. Desnúdate que te voy a hacer gozar con mi lengua antes de cogerte.
Me quite la ropa y allí me dijo: Ven pon tu culito en mi cara. El se acostó y yo puse mi hoyo en su boca. Comenzó a darme lengua y de repente lo chupó, sentí un corrientazo de placer y le dije: Siii santos que rico chúpalo más me encanta.
El placer era inmenso, ese hombre era un experto mamando culo, pero ahora quería sentir su guevo dentro de mí. Quédate así, quiero que me cojas. Me fui sentando en su guevo, aunque me dolía un poco seguí bajando, quería sentirlo todo adentro. Al pegar mis nalgas con sus bolas dijo: Uyy carajito eres tragón te lo metiste todo, que rico y de una comenzó a moverse dándome un gran placer.
Excitado le expresé, Sí Santos dame más, me gusta como lo haces, cógeme, cógeme hasta que me preñes.
¡Bufff Carlitos! quiero seguir cogiéndote, eres mejor que una puta, me aguantas todo el guevo, muévete tú ahora carajito, quiero ver como te clavas tu solito en mi guevo.
Quería que se sintiera bien y di mi mejor esfuerzo moviéndome rápido, subía y bajaba, clavándome aquella vergota en lo más profundo de mis entrañas, quería que me preñara, quería sentir como soltaba toda su corrida dentro de mí, quería ser su hembrita.
Joder Carlitos, eres un experto, como mueves ese culo.
Ambos estábamos felices cogiendo cuando sentimos la voz de un hombre que decía:
Joder Santos, tu cogiendo y nosotros esperándote. Quien es ese muñequito al que estás cogiendo.
Me iba a parar, pero Santos me dijo, Tranquilo carajito no tengas miedo que son mis amigos, él es Tony y el otro Darío.
Este es Carlitos, un carajito al que le gusta la verga y que lo preñen.
Tony, era negro como me encantan, mientras que Darío era blanco musculoso.
Bueno muchachos desnúdense, y enséñenle a Carlitos lo que tienen para él.
Ambos se quitaron el short y la camiseta y pude ver esos guevos ricos. El de Darío era largo pero normal, pero el de Tony sí era muy grueso y de buen tamaño.
Alargué mi mano y comencé a pajear a Darío mientras Santos me cogía, mientras Tony acerco su guevo a mi boca y comencé a mamarlo. Que rico me sabía aquella negra macana. Tenía 3 machotes para mí solo y los tres de buen guevo especialmente el de Tony. Los tres suspiraban de placer, era morboso y excitante ver cómo tres hombres de 30 años follaban a un chamito de 14.
Vamos Carlitos ponte en 4 y mama guevo, Darío quiere probar ese culito, me decía Santos. Obedecí y mientras mamaba el guevo de Tony, Darío apunto su guevo a la entrada de mi culito y poco a poco comenzó a meterlo, haciéndome gemir de gusto. Tony me aguantaba la cabeza para que siguiera mamando mientras Santos me pasaba su guevo por la cara y el otro me daba duro.
Hostias, encontramos un culito donde descargar cuando las jevas no quieran, decía Darío mientras me follaba, cuando de repente Tony dijo a ver quiero meterlo yo en ese rico culito, sigue en 4 carajito.
Verga pana, le vas a romper el culo, lo tienes muy grande y Carlitos es un carajito, le decía Santos a su colega.
Yo creo que aguanta compa, ese carajito esta bastante corrido. Verdad que quieres que te coja…
Yo: Si señor métamelo suave, no lo haga rudo que me duele. Tony comenzó a meterlo y a pesar de que me dolía, ya estaba acostumbrado a recibir guevos de ese calibre. Ahora se lo mamaba a Santos y escuche cuando Tony dijo. Coño este chamo, es aguantador se lo comió todo y no chillo. Otros han llorado cuando los cojo, pero este chamo aguanta.
Comenzó a darme duro, me moría de placer con ese guevo negro mientras alternaba la mamada a los otros dos. Fueron como 15 minutos y el primero en correrse fue Darío quien me hizo tragar su leche, y le limpié su guevo. Después Tony dijo, te preño carajito, eres un experto y sentí los chorros de leche que me llenaba el recto. Luego su guevo fue perdiendo dureza y allí Santos dijo:
A ver carajito, bota esa leche que te voy a coger como me gusta. Levante las piernas y los dos dijeron: verga Tony lo dejaste abierto, se le ve todo adentro, pero bueno, yo no lo voy a perdonar. Puso mis piernas en sus hombros y lo metió de una, haciéndome dar un pequeño grito ya que fue rudo, pero me gusto.
Empezó dándome fuerte viendo como los demás se excitaban al ver cómo me cogía salvajemente y como me hacía gemir y retorcer del gusto que me estaba dando.
Santos decía:
carajito eres un putito lindo, estás muy bueno, quiero cogerte más veces.
Su cara estaba cerca de mi cara y traté de besarlo, pero me esquivaba, me imaginé que era porque tenía restos de la corrida de Darío. Siguió dándome verga hasta que se corrió dentro de mí.
Los tres me felicitaron y me dijeron que era muy bueno singando.
Verga carajito eres mejor que una puta y además eres muy complaciente.
Tony dijo: Voy a descansar un ratico porque te quiero romper el culito otra vez. Me rei y puse mi cara en el pecho de Santos quien me acaricio el pelo.
Al rato, Tony me hizo sentarme en su guevo y lo sentí más grande pero más rico, comencé a brincar y nuevamente descargo su semen en mi culo, Después fue Darío y Santo me dio a tomar de su leche la cual me bebi toda. Me quedé un ratico acostado con Santos y les dije:
Me tengo que ir, ¿qué hora es? Las 4. Bufff llevamos tres horas aquí dándote guevo carajito.
Me sonreí y los tres dijeron:
¿Vas a venir otra vez carajito…?
Sí pero ahora tengo que irme, mi Tío debe estar buscándome.
Salí corriendo del lugar, iba satisfecho con esas cogidas que me dieron los malandros, pero aún tenía más ganas de ser follado. Seguí caminando por la orilla de la playa, miraba a los hombres, estaban dos que me miraron, pero estaban con su familia, a uno de ellos lo reconocí era el papa de uno de mis compañeros de clase, quien por dos veces me puso a mamar en su carro haciéndome tragar su leche y una vez me penetró, no fue nada del otro mundo, pero el morbo de que fuera el papa de mi compañero de clase era grande.
Llegué al final de la playa donde había un bote que traía pescado. Me acerqué, eran dos hombres uno joven y el otro mayor con pancita, muy rico y le dije:
¿ay, Señor me regala pescado…?
Bueno agarra esos que están en la esquina del bote, me dijo.
Me subí al bote y para morbosear me puse de espalda y pare mi culito para agarrar los pescados. Le pedí una bolsa y el de 50 años, que era el padre comentó, Hijo dale una bolsa a esta preciosura.
Agarré como 6 peces y le dije, no sé cómo pagarle señor.
Hay una manera de pagarme carajito…
Papa… pero si es apenas un bebe, Y se echó a reír.
Dígame como señor y le pago.
De verdad carajito, ¿no te vas a echar para atrás…?
No señor dígame.
Está bien, quiero que me mames el guevo.
Sabía que era eso y le dije:
está bien señor, pero me tiene que dar más pescado.
Los que quieras, pero mira que llevo como una semana sin soltar la leche.
Bueno, pero no puedo aquí señor, hay gente.
Tranquilo carajito, vamos para el cuartico donde guardo las cosas, allí lo podras mamar tranquilo.
El hijo tenía buen cuerpo, aunque su papa tenia barriguita también se le veía buen cuerpo. Fuimos y apenas llegamos me arrodillé.
¡Uyyy! Ya sabe lo que quiere esta preciosura. Se sacó el guevo, no era grande y me lo puso en la cara, comencé a masturbarlo y luego me lo metí en la boca, estaba salado por el agua de mar, pero seguí con mi mamada. El viejo suspiraba y decía, uyy que buena mamada, hijo sácate el tuyo que este carajito mama muy rico.
Al escuchar lo que le decía al hijo, me levanté sin sacarme el guevo de la boca y puse mi culito en pompa, quería que el hijo me cogiera.
Vamos hijo, mira cómo se puso, bájale el short y penetralo que es lo que quiere.
El joven lo hizo, me bajó el short y expresó:
Hostias papa, que culito más rico, el más lindo que he visto…
Dale duro, hijo, seguro que tiene ganas de que lo cojan.
Yo ya estaba dilatado además que el guevo del hijo no era grande, pero fingí que me dolió cuando me penetró. Ay, suave señor.
al meterlo todo comenzó a darme rico, mientras mamaba al papa. Una escena morbosa, padre e hijo follando a un chamito puto, adicto a los guevos. El padre era rudo, me lo metía todo en la boca mientras el hijo se sabía mover. Hostias papa, este culito está muy rico, me encanta cogerlo, decía mientras me bombeaba una y otra vez introduciéndome su guevo.
Sí hijo, dale duro que le gusta, también mama muy rico, es un experto este carajito.
Al rato el papa dijo: Déjame emburrarlo a mi ahora mijo y ponlo a mamar.
Cambiaron de hoyo y el papa fue rudo, me la metio de una haciéndome gemir. ¡Ohhh! ¡ooohhh! Así así deme más, ¡ooohhh que rico! Gemía yo.
El hijo me agarró la cara metiendo su miembro en mi boca a pesar de que tenía el sabor de mi culo no me importo, me lo metió todo hasta la garganta.
Este carajito sí sabe hacer gozar a los machos papa, deberíamos llevarlo a pescar, debe ser rico emburrarlo en alta mar y de repente invitamos a Tío que también le gustan los culitos tiernos.
Claro hijo, si el carajito quiere lo llevamos, me gusta porque es complaciente y mama muy rico. Pero Rafael lo tiene mas grande que nosotros y le va a romper el culo.
¿Te gustaría carajito venir a pescar con nosotros…?
Sí señor, nunca he paseado en bote y seguí mamando.
Ok nosotros venimos en una semana, te vienes a esta hora y te llevamos, pero tendrás que quedarte un día carajito.
Volvieron a cambiar de hoyo y Al rato ambos me llegaron en el culo y la boca, tragándome la leche del viejo.
¡Uyyy!! Hasta se traga la leche, así deben ser los putos…
Sentí cuando el hijo grito y acabo dentro de mi culo tragón.
bufff papa que rica cogida, tenía tiempo que no follaba un culito blanquito y rico como este.
Me volteé y me lo meti en la boca para limpiarlo. Me pare y Salí a enjuagarme la boca. Cuando iba a entrar escuche que el hijo dijo:
Coño papa, quiero emburrarlo otra vez, este carajito es muy bueno.
Bueno hijo dale duro, yo ya me desleché, voy a prepararle una buena bolsa de pescado, se lo ganó bien. Al entrar el viejo salió y dijo: Carajito mi hijo está encantado contigo, los dejo solos. Apenas entro el hijo me agarro de la cintura y me beso. Me deje llevar, me apretaba las nalgas y me dijo: Me dejas emburrarte otra vez carajito.
Está bien señor, como quiere que me ponga.
Quiero que me cabalgues carajito, quiero ver tu cara cuando te tenga emburrado.
Se acostó en el piso y me fui montando en su guevo, al meterlo todo comencé a moverme, quería hacerlo disfrutar rico.
Bufff carajito que rico culeas, mejor que una puta. Me agarro la cabeza y comenzó a besarme, me metía su lengua, mientras yo seguía moviéndome, clavándome una y otra vez aquella verga. Seguíamos follando cuando escuchamos la voz del papa:
Hostias hijo, ese carajito es una maquina singando, como se mueve rico como una mujer.
Era morboso estar teniendo sexo con un hombre y su papa mirando como me cogía su hijo.
El hijo de repente gritó, joder te lleno el culo carajito, me volvió a besar mientras se corría preñándome otra vez.
Fui a la playa a lavarme el culito, me sentía satisfecho, había singado con 5 machos con buenos guevos. Me puse a pensar en Pedro quien me dijo que se enamoró de mi, aunque yo también sentía algo por él, mi adicción a los guevos no me dejaba aceptarlo. Fui a la cabañita y el papa me dijo: Toma carajito, te lo ganaste con ese culito tan rico que tienes. Era una bolsa de pescado, pero pesaba mucho. Ay, señor no me dé tanto que no voy a poder con ella.
Tranquilo carajito, tú me dices donde vives y voy contigo me dijo el hijo. Salimos me despedí del papa con un beso con lengua. Llegue a mi casa y en pleno jardín, el hijo me dio un beso rápido y me agarró el culito.
Mi Tío se alegró al ver el pescado y me dijo: Seguro que diste culo por esa bolsa d pescado jejejeje.
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