Mamá no lo pude saber, ni nadies 2
Una costumbre de niño, pero no fue mi culpa. .
Hola amigos, nuevamente estoy acá para continuar la segunda parte de mi historia vivida, hace tiempo atrás. Para que entiendan lo sucedido y el ilo de la historia, deberían leer la primera parte. Estando yo por primera vez en esa situación incomoda, donde al estar abrazado a mi madre, le daba la espalda a mi padrastro que pensaba que yo estaba durmiendo (pero no, yo fingía), comenzó a frotarme mis nalgitas con sus enorme bulto y luego metió una mano por debajo de mis prendas interiores y me manoseaba mí tierno culito y con un dedo jugaba en mí hoyito, de forma que me hacía estremecer de un leve cosquilleo y a la vez sentía que mí anito palpitaba de un rico gusto, que me comenzó a aflorar. No pude aguantar más y como fingir que dormia hice un movimiento para que él paré de seguir con sus toqueteos, que cada vez se me hacía difícil disimular mi agrado. Entrando en razón seguro, él no siguió con su juego osado que pretendia, y me dio la espalda y después de un rato noté que se quedó dormido, por sus ronquidos. No comprendia porque de su accionar y también del mio, porque de alguna manera yo le permití que me toque y no hice nada. Dormí casi poco esa noche y muy temprano, sin que ellos se despierten me fui a mi habitación y ai, me dio unas ganas enormes de masturbarme, pensando en lo sucedido, pero esta vez también me ensalive un dedo y me frote mí anito ya que noté que me daba un gusto riquísimo al hacerlo. Durante ése día, no podía verle la cara directamente a mi padrastro y a pesar que él comenzó a tratarme con más atención y cariño, yo sabía de lo que hizo y eso me hacia tenerle un poco de miedo acompañando de vergüenza. Pero al transcurrir las horas me ponía más nervioso y ansioso porque ésa noche mí madre estaba de turno, así que me quedaría a solas con él. Mí mente volava de muchas imaginaciones, pero no sé porqué sólo eran prohibidos, y mí corazón me palpitaba más de prisa. Llegó la hora que mí madre se despidió y se fue a su trabajo, y como sabiendo que me quedaba a su merced y antojo opté por no dirigirle una palabra y me fui a mi habitación y me encerré por dentro sintiendo miedo, pero una parte de mi interior me decía que no haga resistencia al nuevo sentimiento que nacía en mi. Paso un rato y mi padrastro tocó mi puerta y me dijo que si tenía miedo, podía ir a dormir con él y que no le tenga miedo o vergüenza. Sus palabras retumbaba en mis oídos y mi corazón quería salirse de la exitacion y mis piernas temblaban como si supera que si iría él me tomaría sin reparó y me aria presa de su venganza por arruinar su noche de pasión que estaba teniendo con mi madre. Pero no sé por qué me vino a la mente, como él follaba a mí madre y que ella gozaba como una putita desenfrenada de placer y comencé a sentir una ansiedad por ser yo el que reemplazaría a mi madre y gozar también como ella. A ésa edad yo ya estaba sumergido en un profundo dilema y que por mí inocencia, no me daba cuenta lo muy peligroso que podía ser para mí culito virgen y muy tierno, y que como una persona en trance y salido de la realidad y con una fuerza inexplicable, opté por darme el gusto de experimentar a donde me llevaría mi loca decisión de ir a la habitación donde estaba mi padrastro. Haciéndome el inocente y disimulando que yo no sabía de sus intenciones, toque su puerta para entrar, por formalidad ya que estaba como siempre semi cerrada, y fingiendo tener miedo le dije que si podía dormir con él. Clarito noté su alegría al verme y su sonrisa lujuriosa aparecía, pero como queriendo fingir ser muy bueno y bondadoso me dijo: pasa Javi no tengas vergüenza y acuéstate en el lado de tú madre. Destapando la sabana para que yo entre a la cama. Pude notar de inmediato que él, solo estaba con su bóxer puesto y me deleite ver su fornido cuerpo, bien musculoso y enorme. Yo estaba con mi pillama y por dentro también con mi calzoncillo amarillito. Me metí tímidamente a la cama y luego me tapo con la sabana y me dijo que sino me importa sí él me podría abrazar, así como lo hacía con mí madre, yo que estaba casi al borde del extasis de estar ahí, resistiendo para no dejar ver mi exitacion y como si mi corazón se trasladó a mi anito, comenzó a palpitarme sin cesar. Yo le dije que preferiría que no, porque tenía sofocación y un poco de calor, entonces sácate el pillama paraque estés más fresco, me dijo. Haciéndome el difícil para todo le decía no, y no se porque, ya que por dentro mí cuerpo estaba en llamas de pura exitacion. Bueno como quieras, hasta mañana, me dijo. Apagó las luces y me acomodé dándole la espalda como invitandolo a tomar la iniciativa, como la noche anterior y decidí fingir estar dormido nuevamente y esperar lo que pasaba. Él también me dio la espalda y hizo como también dormir. Cuando creí que nada pasaría, porque paso varias horas y sin darme cuenta me quedé dormido, y como en la noche anterior me hizo despertar un fuerte apretón, y desperté y sin moverme fingi seguir durmiendo, cuando siento sus brazos en mi pecho y un tibio calor en mi culito, y ahí me di cuenta que tenía mí pillama y mí calzoncillo bien abajo, por mis rodillas y lo que me producia ese tibio calor, era nada menos que su enorme verga negra que me estaba puntiando mí culito desnudo, por debajo las sábanas. Por Dios que estaba sintiendo en ese momento, quería decirle que ya no me haga sufrir y que me haga gozar como a mi madre le hacía. Pero me controle y seguí haciéndome el dormido, y esperar que haga realidad su propósito y por fin saber como uno también podría gozar como una putita. Y sin darme cuenta yo me hacía para atrás y paraba mi culito, invitándolo a penetrarme de una vez. Y por fin….. explotó su desenfreno y salvajismo, porque con fuerza me tomó de mis hombros y me voltio y lo que me dijo me sacó de la imaginación: Ahora verás putita que es un hombre de verdad y nadie se burla de mí, crees que no me dado cuenta que estabas fingiendo estar dormido?? Crees que no me di cuenta que siempre nos observabas cuando hacíamos el amor con la puta de tú madre y te gustaba ver como lo hacía gritar y gemir de placer y que tú también quieres sentirte una puta como tú madre?? Dime que no es verdad!!!! Yo atónito y sorprendido por escuchar lo que me decía, no tuve más reparo que negar lo que me decía y muy asustado por su reacción que trate de salir corriendo de ahí. No tú no te vas a ningún lado, me dijo. Crees que me vas a dejar así de nuevo??? Con las ganas de follar??? Ahora veras lo que te voy hacer, serás mí otra putita y calmaras mi deseo cuando tu madre no pueda. Y ya verás que después me rogaras que te haga mí mujer a cada rato!!!. Totalmente impactado y como un maniquí me quedé dominado por la impresión y sumisamente acepté por dejar a que haga de mí lo que quiera y sin presagiar el sufrimiento que sentiría… Me tomó de mis hombros y me puso de rodillas y me ofreció ésa enorme anaconda negra que estaba como piedra, para chuparlo y hacerle un oral. Lo tome con mis dos manitos y me lo metí en mí boquita, pero nunca pude hacerlo ya que solo me entraba su enorme cabeza y una nadita de su largo tronco lleno de inchadas venas. Pero ahí estaba tratando hacer bien mí trabajo y poco a poco me iba entusiasmando y ya gozaba lamviendo esa rica verga. Luego como un loco me tiro en la cama boca arriba y me tomo de mis piernas y me las abrió, dejando a su merced y me comenzó a comer mi culito blanquito y pasar su lengua por mi anito virgen que ya palpitaba sin cesar. Estaba ya en las nubes gozando y gimiendo como una putita y recordaba la cara que ponía mi mamita cuando gozaba también y que de seguro yo también estaba poniendo esa misma carita de putita arrecha. Después de sus ricas lamidas en mí ansioso y dilatado anito, untó un dedo con su saliva y un líquido que le emanaba por su capuyo de cabeza y me lo introdujo por mi anito y eso me hizo soltar un pequeño grito de dolor que de inmediato se desvaneció porque pasó a darme mucho placer, sobre todo cuando su dedo lo movía en círculos con si estuviera buscando halgo, luego metió otro y luego otro y ya eran tres dedos que me las tenía en mi, ahora si, muy dilatado anito. Después de un rato de tenerme jugando con sus tres dedos y viendo que yo ya no me producia dolor y al contrario mi cara de putita arrecha le decía que ya estaba lista para perder mi virginidad, es cuando saco sus dedos y me dio el último beso en mi anito ambriento y pudo meter una buena parte de su lengua por lo dilatado que estaba mí anito. Después puso mis piernas en sus hombros y tomó su enorme verga negra y me lo paso por mi rajita y lo ponía por encima de mi diminuta vergita que también estaba a mil por reventar, cuando levante mi cabeza para ver como el tamaño de su verga cuando lo ponía por encima, llegaba esta mas alto de mi ombligo y pensar que todo esa monstruosidad lo iba a tener dentro, me daba miedo, pero a la misma vez me daba una riquísima exitacion por verme bien destrozado y bien atravesado por esa hermosa verga negra, que sin más perdida de tiempo le dije que por favor me mate con esa verga que si moriría lo hacia con gusto. No podía creer el grado de exitacion que estaba en ése momento que me atrevía a decir semejante disparate. Así que vi su rostro como se lucia en un gesto de lujuria y de deseo por querer ser el primer hombre que me destrozaria mí anito virgen, hasta que tomó su enorme verga con una mano y la dirigió a mi entrada de mi hoyito y después de sobarlo por mi anito por un momento, decidió por fin cacharme (penetrarme), haciendo mucha presión esa enorme cabeza en mí dilatado anito es cuando de un solo empujon me la clavo y solo entro su cabeza y una pequeña parte de su tronco, esa estocada me hizo soltar un grito desgarrador de inmenso dolor que me parecía de verdad me moriría ahí bien atravesado, y comencé a llorar porque no podía aguantar semejantes verga y clarito sentía desgarrandome por dentro y mi anito estaba destrozado y me parecía que me partiria en dos, también sentía como unos líquidos tibios caían por mís nalgitas y que era ilos de sangre que salía por los costados de mi anito. Nunca me imagine el gran dolor que me estaba produciendo sentirme una hembra y que por no aguantar más ya el dolor inmenso que tenia, es que llorando le suplicaba que me lo saque, que me estaba matando de verdad. Él muy pendejo, sabiendo lo que hacía me decía que aguante un poco más y que después yo le iba a suplicar que nunca se la saque. Teniendome así clavado bien quieto y tomado con fuerza de mis caderas, de poquito a poquito hacia leves movimientos de pelvis, muy suaves que pasado unos dos o tres minutos, como él me dijo, poco a poco el dolor desaparecia y daba lugar a unos tímidos gusto de placer, que a la medida que mí destrozado anito se acostumbraba a su grosor, era cada vez más los gustos que crecían dejando el dolor a un segundo plano que a la vez fucionadoos los dos, daban lugar a una exquisita delicia de placer inexplicable, y ya, viendo que yo deje de llorar y cambiar mi semblante , es cuando mí padrastro comenzó a meterme por completo toda su enorme verga hasta que no quedó ni un milímetro afuera, y al sentir que estaba totalmente bien relleno, comencé a gozar cómo toda una putita y como él me dijo, comencé a suplicar que me folle de verdad y que nunca deje de hacerlo. Al ver que yo ya pedía a gritos , como un loco comenzó a embestirme más rápido y con mucha fuerza y profundidad, y que con cada clavada me hacía saltar mis ojos y que me hacían ver oscuro y a la misma vez delirar de placer infinita. Me tuvo así follandome salvajemente muy profundo que por tanto placer que sentía me hacía tener ricos orgasmos acompañados alaridos y gemidos interminables, que por ratos en cada embestida me hacía orinar de gusto. Ahora comprendí a mi madre, porque se fijó en este hombre y porque gritaba y gemia como una verdadera putita, cuando la follaba, y también lo estaba gozando, como toda una putita. Luego me hizo suplicarle que solo él tenía que ser mí macho y nadies más, y así lo hice y también me pidió que a partir de ese momento, era nuestro secreto y que nadies tendría que saber lo de nosotros y mucho menos mí madre. Me tubo follando casi toda la noche y en diferentes posiciones y me empeñaba tantas veces que termine casi por desfallecer de tanto placer y note que Él gozó como nunca ya que me dijo que mi culito es especial y muy rico y todo mí cuerpo, que al igual que mí madre lo era, y eso me hizo sentirme alagado y muy feliz. Dormimos poco ya que mí madre llegaba temprano de su trabajo, así que teníamos que limpiar todo bañarnos y no dejar ningún rastro de nuestro salvaje sexo que tuvimos y era el comienzo de mi experiencia sexual que apesar de terminar muy destrozado y muy adolorido de mí anito, me encantó mi primer vez. Pero eso no es todo, porque viene un desenlace de este triángulo de amor que duró poco, por culpa de un protagonista, no se pierdan la última parte de esta historia que viví y cambio el rumbo de mi vida . Hasta pronto y espero sus comentarios. Bay.
Espero y no demores mucho con la siguiente parte me gustó mucho