Mamada a un hetero en una noche de fiesta
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
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Bueno mi relato comienza aquí, mi nombre es Lucas tengo 19 años y soy moreno 1,75 y cuerpo normal ( no musculitos ni nada). El hetero en cuestión se llama Alberto, rubio 1,80 ojos verdes y un cuerpazo de escandalo.
Era una noche como otra cualquiera, el típico sábado de verano en el que sales de fiesta a los pueblos de al lado, pues ese sábado no iba a ser diferente. La noche comenzó tranquila, haciendo botellón donde estaba la orquesta y pasandolo muy bien. A medida que avanzaba la noche las copas y el alcohol iban bajando y yo ya iba un poco borracho y siempre que bebo me pongo muy muy muy cachondo. Sobre las 4 de la mañana y muchas copas y chupitos a las espaldas, estaba en mi grupo de amigos cuando paso Alberto a mi lado, se paró a saludarme puesto que nos llevabamos bien porque habíamos ido al mismo instituto. No se si sería por el alcohol o porque pero Alberto paso la mano por encima de mi hombro como de costumbre para saludarme, pero esta vez no era igual, notaba algo raro, y tanto que lo notaba. Cuando fue a quitar el brazo de mi hombro lo dejo caer por mi espalda y me sobo descaradamente el culo. Yo fruto de mi asombro pense que sería la típica coña de heteros, pero no.
Volvío a ponerme la mano en el hombro repetiendo la misma jugada y acabando tocandome el culo, la segunda vez que lo hizo le miré incredulo pensando en que esto no podía estar pasando, y el cabrón me sonrío con esos ojazos verdes y me encandiló. Tras aquellas miradas complices ambos sabíamos muy bien lo que estaba pasando por lo que Alberto me dijo que me invitaba a un chupito. Yo me escabullí de mis amigos con aquella excusa por lo que nadie sospecho nada. Yo intuía que algo raro estaba pasando pero por otro lado me resultaba demasiado extraño que aquel pibonazo que parecía hetero se estuviese fijando en mí. Fuimos a por el chupito y yo aún estaba expectante por lo que iba a pasar, el no hacía otra cosa que decirme cumplidos y sonreir. Al tomarnos el chupito me dijo que si le acompañaba a mear, yo obviamente le dije que si que yo también tenía ganas.
Bajamos por una calle solitaria por debajo del bar, y llegamos a un camino oscuro que llevaba a unas fincas privadas, yo que intuía lo que estaba pasando le dije que bajasemos más abajo que no quería que me viesen mear, Alberto me volvió a tocar el culo pero esta vez no retiro la mano.
-¿Que haces? -le pregunte
-Nada, solo quiero acabar bien la noche- contesto
Yo no daba credito a lo que estaba pasando, como ví que la cosa iba en serio saltamos una verja y nos colamos en una finca privada, una vez que estabamos dentro me quede mirandole, y no me dió tiempo a hacer mucho más porque me plantó un morreo enorme en todos los labios. En el mismo instante que sus labios tocaron los mios un bulto en mi pantalón comenzo a crecer ( me mide unos 19 cm). Alberto no paraba de besarme y sobarme todo el cuerpo y yo lo único que podía hacer era flipar, no daba credito a que aquel tio perfecto que me gustaba en el instituto estuviera besando a mí.
Cuando llevabamos un rato besandonos la temperatura había subido demasiado y como había bebido no me pude contener más y metí mi mano por dentro de su pantalón, el calentón que tenía en ese momento es indescriptible, empeze a cascarsela por dentro del pantalón mientras nos besabamos apasionadamente, debe ser que el ya no aguantaba más y rompió el silencio.
-Ponte de rodillas y chupamela -dijo Alberto
Yo que cuando estoy cachondo me transformo en una autentica zorra lo hice, me arrodille ante él , le desabroche el pantalón, y al bajarle el calzoncillo quedo ante mí una perfecta polla de 21cm toda para mi.
-¡MENUDO POLLÓN!- (pense para mi)
En cuanto la tuvo fuera me abalance sobre ella, comence lamiendosela toda mientras le tocaba los huevos y continue haciendole una mamada que le diese ganas de repetir. A medida que iba avanzando Alberto se iba poniendo más y más cachondo, de vez en cuando me agarraba la nuca para que me la metiese hasta el fondo, pero en ese momento me dijo.
– Dejame a mi llevar el ritmo, que vas a saber lo que es que te follen la boca.
Dicho y hecho, comenzo a hacerme una follada brutal en la boca, casi no podia parar para respirar, las arcadas eran seguidas pero joder que cachondo estaba y que pollon tenía. Tras un rato de follarme la boca note como su movimiento de cadera se iba acelerando y me dijo.
-¿Vas abrir tu boquita para recibir toda mi lefa?
-Si – le conteste sin dudarlo ni un momento
Debe ser que eso le puso muy cachondo porque aumento el ritmo de su follada de boca, de repente tras unos minutos me la saco de la boca y me dijo
-Abre bien la boca que va tu premio.
Note como 6 o 7 chorros de lefa que cayeron sobre mi boca , cuando terminó me dijo
-Tragatelo todo no quiero que dejes ni una gota, y después me la lames un poquito para dejarla reluciente.
Alberto era como yo, cuando estaba cachondo se transforma en un autentico salido.
Cuando se la limpie, se abrocho el pantalón y me dió un trago de su cubata para que me enjuagase la boca, después me dió un beso en los labios y me ofreció su teléfono para que le apuntase mi número, cuando lo había apuntado le devolví el móvil.
Salimos del camino y cuando nos ibamos a ir cada uno por un lado para que no nos viesen llegar juntos, me dió un beso y me metió la mano por el pantalón agarrando mi culo.
-La próxima vez no te escapas de que me follé este culito- dijo – Estate pendiente del móvil a partir de hoy porque te va a ser muy util- dijo mientras se alejaba.
Hola a todos, siento si el desarrollo de la historia es un poco torpe pero esque no recuerdo al 100% todos los detalles, espero que me perdoneis que es mi primer relato y espero que dejéis en los comentarios vuestra opinión y si teneis ganas de saber como sige la historia.
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