MAMANDO GUEVO EN PARQUE LOS CAOBOS, CONTINUACION
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sucio.
El hombre entro y se dispuso a orinar tranquilamente al terminar me mira y yo lo miro pero yo todo inocente no supe que hacer (recuerden que era mi primera vez en esa movida) hasta que disimuladamente se pasó bueno mejor dicho se restregó su mano por su guevo y él al ver mi reacción de expectativa se lo saco también era todo lo opuesto al anterior era delgado pequeño y aunque se le paró no fue la gran cosa lo que me gusto aparte del color claro esta es que el guevo de él tenía bastante piel no sé si alguno de ustedes lo tiene así o han tenido en sus manos uno como de ese tipo pero bueno igual me lo metí completo a la boca ya que no era grande ni grueso pero no dejaba de ser un guevo y aprovechando la oportunidad empecé mi trabajo de mamador amateur eso fue dale y dale parecía más bien como una gomita de esos masmelos o millows; yo me olvide de donde estaba y me pegue allí hasta que siento que el señor se despega rápidamente y se apresura a salir yo agachado sin saber lo que ocurría cuando alce la mirada vi a dos policías entrando y empujando al señor adentro, empezaron con las preguntas habituales ¿qué hacen aquí, que estaban haciendo, se conocen? Etc el señor saco su cartera y mostro un carnet militar y dijo que estaba retirado y al parecer tenía un buen cargo porque de inmediato se hicieron a un lado.
Me encontraba en esa situación donde mis nervios estaban a millón y nuevamente comencé a temblar me pidieron mi cédula y se dieron cuenta que era menor de edad y esbozaron una sonrisa pícara y maliciosa yo dentro de mi decía y pensaba de todo, desde una violación pasando por una coñaza y terminando en la cárcel en donde sufriría mucho más, y casi que la pego pero antes describo a los oficiales:
Primero: alto moreno muy claro sin llegar a blanco y cuerpo trabajado pero no en exceso y era de esos que les gusta cumplir la ley.
Segundo: un poco más bajo moreno y robusto con cara de pícaro.
El primero arrecho (molesto) le dice al segundo coño debimos esperar un rato más para agarrarlos infraganti y además es hombre tan viejo y con esas mariqueras y por allí se fue el segundo le dice y que hacemos con este refiriéndose a mí no se dice el primero deberíamos joderlo por maricon y meterlo preso para que sus padres lo busquen y sepan lo que hace, yo estaba que lloraba y les decía que no estaba haciendo nada que solo amarraba mis trenzas, claro no me creyeron y dijeron sabemos lo que estabas haciendo y no mientas.
Luego el primero ya calmado me pregunta a ti te gustan las mujeres y yo le respondo que no tanto con la cabeza con la boca y el con una risa irónica dice que bolas con tanta mujer buena y tú eres marico no vale y yo le dije así mejor porque hay más para ti y el sonrió y le hecho una mirada al otro y me dice cómo vamos a hacer yo con cara de ponchao´ le digo que no tengo plata ni nada y que me deje ir pero claro no me la dejo fácil y dijo no te vamos a llevar y yo con los ojos aguados le roque y metí mil y una excusa hasta que se fue dejándome con el segundo y este si de una me dijo bueno si no quieres ir preso empieza a darle esto lo dijo sobándose el guevo y yo decía bueno prefiero hacerlo voluntariamente que forzado y espere que sacara ese pedazo de carne porque era un buen trozo lo que tenía colgando, era moreno y un poquito menos grueso que el primero guevo, el del señor robusto (el del primer relato) pero más grande e igual con unas buenas bolas
yo mamando hasta donde podía debido al grosor en poco tiempo ya me dolía la mandíbula pero este pana (el policía) me la empujaba y me cogió por la boca porque metía su guevo hasta el fondo y lo saca mientras me decía cosas como eres tremenda perra, se nota que aguantas guevo, ya te cogieron yo con la cabeza le dije que no y él me dijo lástima que estoy de guardia sino te reviento ese culo para que aprendas y otras cosas como que rico lo mamas, por una boca como esta pagarían mucho y estuvo en ese mete y saca hasta que acabo en mi cara y aunque no me rompió el culo si me rompió la garganta porque luego de escupir note sangre con la saliva pero no dije nada, el tipo se acomodó el guevo en el pantalón se arregló un poco la camisa y salió, yo luego de lavarme la cara y tratando de controlarme salí del baño y ya estaban los dos, el primero me dijo te voy a dar tu cédula pero si y te vuelvo a ver por estos lados te agarro y te encierro y eso basto para que me alejara de allí por lo menos durante unos meses el segundo por su parte me pico el ojo y paso su lengua por su labio superior.
Casi que corriendo me fui y ya cerca del teatro me doy cuenta que un hombre de lentes me seguía y me llamaba y para hacer corto el cuento parece que esos policías eran investigados pero le dije que todo estaba bien y me fui, claro que segui frecuentando pero solo me dedicaba a observar y si que observe unos cuantos guevos, pero en otro les cuento esa parte.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!