Manuel…el hijo de mi amigo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
No hace mucho me citaron a una entrevista de trabajo, en la capital de dónde soy oriundo. Llamé por mi celular a un amigo que tengo, por esos lares, para que me recomendara, un hotel sencillo y no costoso, dónde pernoctar el fin de semana, ya que la entrevista era lunes y quería estar relax, o sea rel
Cambiaré por cierto los nombres, por que esto es muy verídico y no quiero ser indiscreto. Mi amigo Iván, me invitó a quedarme en su casa, para que no gastara mi dinero en hoteles, por que allí me sentiría como en familia. Nos conocíamos desde la escuela secundaria y aunque no, nos criamos juntos, siempre nos llevamos bien, fuimos muy unidos desde entonces, hasta que un día él emigró a a la capital de San Juan y por allá se quedó, pues tenía familiares allá; se casó e hizo su vida, pero siempre nos manteníamos comunicados y si él venía a mi ciudad de visita, compartíamos antes de él regresar.
Sábado por la mañana, llegué en mi auto a su casa y su esposa y él me recibieron con mucho afécto. Me quedé anonadado, de ver lo mucho que habían crecido sus hijos, dos hembras y un varón, el del medio, al que llamaré Manuel. Todos muy amables y afectuosos, pues ya los conocía. A Manuel que tiene ya, unos 15 ó 16 años, lo toqué por el hombro, y le dije que se había convertido, en todo un guapo jovencito, el se sonrió y me dio las gracias. Noté ciertos amaneramientos en él, y que tenía una estrecha cintura y anchas caderas, como una chica…pero no le di importancia. Almorzamos en la casa y luego nos fuimos juntos en el vehículo de mi amigo Iván a ver el lugar de mi entrevista, para ir a la segura, el lunes. Así pasiamos por la capital, luego hasta que llegó la noche. Iván me indicó que iba a dormir en la habitación de Manuel y que esta tenía su baño y todo.
Le dije que no, que yo dormía en cualquier rinconsito, en un sofá, dónde fuera, pero él me insistió y me dijo que Manuel dormiría, a mi lado en un matre (colchón) inflable que tenían de acampar cuando iban a la playa. Soy un hombre de unos 37 años, pero bien cuidados, voy al GYM tres veces en semana, y no por tener cuerpaso, si no por salud, pero soy alto y mi vientre siempre ha sido muy plano, mis muslos torneados y fuertes. En las duchas siempre me ha sobrecogido, como otros hombres me miran de arriba a bajo, algunos llegan al descaro de bajarse a coger el jabón o a enjabonarse la piernas como insinúandose y ofreciéndome su culo, pero yo soy un poco timido y no he llegado a más, de una rica mamada, que me dio una vez un chico bien caliente y me hizo poner bien lujurioso, a mi también en los baños.
Y ahora voy a lo que esperan. Cuando, nos retiramos a descansar y me fui a bañar, Manuel me llevó la toalla, y todo lo necesario para mi. Entré me bañé, pero olvidé mi ropa interior, que la tenía en la maletita, que llevé, en el suelo de la habitación. Me sentí un poco incomodo, porque el chico estaba, en la habitación, total, es de él, pensé. Salí solo en toalla y Manuel se quedó eleto, mirándome. Que cuerpaso te gastas Javier, vas al GYM? Le dije que sí, que siempre iba y él muy audáz, me pidió que si me podía tocar "la papa" como decimos acá, al músculo que se forma arriba en, los brazos, a los que hacemos ejercicios frecuentemente. Le dije que como no, y doblé mis brazos, formando unos fuertes músculos. Wow, exclamó Manuel apretándolos, y dándome un masaje en su toqueteo. No se por que, pero yo sentí eso en mi pene, que inmediatamente se me comenzó a parar, y me viré de espaldas. Pero él, me dijo: Javier dejáme tocar tu six-pack (los músculos del estómago, que se me marcan) ohhh, me sentí abochornado, no me atrevía virame de frente. Y Manuel buscó la manera de ponerse de lado a mi y sin ninguna pena, me preguntó; que si se me había parado el guebo. Nerviosamente le dije que si, que me perdonara, que era que hacían días yo no tenía sexo, y su contácto, me ocacionó eso, que me disculpe y no le diga eso a nadie. El muy listo en voz baja, me dijo que él jamás, iba a decir eso a nadie, que era muy reservado, pero que si se lo enseñaba. Y para que quieres verme mi guebo le dije? (a todo esto, ya lo que tenía en la toalla, era una carpa, una caseta de campaña) No se curiosidad, me dijo él. Bueno ok, le dije pero pon el seguro, que no valla a entrar tu papá o alguien.
En lo que él fue a poner el seguro, me quité la toalla y me senté desnudo al borde de la cama, me pasaban mil cosas por la mente, me sentía loco, no sabía lo que hacía, pero la erreción no me cedía! Cuando Manuel se puso frente a mi, sus ojos se abrieron bien grandes, Ayyy que clase de guebo grande y venoso tienes Javier! Yo me lo agarré con una mano y toda la mitad sobresalía hacia arriba, ni corto ni perezoso, Manuel me le echó mano. Que haces chico le dije, ya sin voluntad, al sentir aquellas manos tan suavecitas, como de mujer, sobándome mi guebo. Dejáme tocártelo, por favor, esto será un secreto entre los dos. Con voz entrecortada le pregunté si era gay, y me dijo que sí, pero que nadie lo sabía. Que desde pequeño su primo le "hacía cosas" y que ya él grandecito, habian tenido sexo, y que su primo lo había penetrado ya, en unas cuantas ocaciones. Coño, eso me puso ardiendo, sentía que me salia fuego, por las mejillas y los oídos.
Lo dejé que siguiera, recorriendo todo mi guebo que ya botaba mucho precum, ahora una mano me masturbaba y la otra acariciaba mis bolas…y mi mano atrevidamente, ya le tocaba todo su culo por encima de sus shorts. Le metí mi mano por detrás, halándo el elástico de sus boxers, y comenzé a tocar su raja, Manuel suspiraba y se soltó el broche de sus pantalones, dejándolos caer al suelo y se bajó los boxer, rápido quedó todo desnudo, pues no tenía camisa, ni T-shirt puesta. Que belleza de culo tiene Manuel, un culo blanquito, bien parado y lampiño. Le dije que su primo, se habrá dado banquete con ese culito! Sí pero él no la tiene asi de grande y gorda, y aunque me duela, quiero que me la claves toda. Perdí mi cordura, ya Manuel se había metido todo, mi guebo en la boca y lo chupaba como un profesional, se ahogaba, hacía arqueadas, pero no se inmutaba, mientras yo le penetraba la boca, subiendo y bajando mi ingle, y a la vez me ensalibé un dedo y lo pasaba por su hoyito, pero por encima, haciendo circulos en sus pliéguez, que lo enloquecían, lo se por que, lo sentía en la presión de sus labios, sobre el glande, o cabeza de mi pene. Ambos gemíamos, por suerte, él tenía su Ipod, encendido a unas bocinas y la música ahogaba, nuestros gemidos.
Como habíamos subido ya a dormir, y ya no saldríamos de aquella habitación, Manuel ya se había bañado y se disponía a arreglar su matre, para dormir a mi lado y yo en la cama de él. Pero al y salir en toalla, como les he contado, todo cambió. Metémela, metémela, Javier coméme este culo que tanto te gusta. Y yo caliente con muchos deseos lo acosté boca abajo, le lamí toda sus espalda, con la punta de mi lengua, le daba pequeños y suaves mordiscos en sus nalgas, a él se le erizaba la piel, y gimiendo me decía, que sentía escalofríos, que nunca antes había sentido así. Tu primo nunca te hizo esto, le preguntaba yo. No, no, nunca. Que rico, que rico. Cuando le mamé el culo y mi lengua lo dilató por completo, el muy cabrón me movía el culo vertiginosamente, parándolo tanto, que me volví, loquito y me lo mojé bien con saliva y la que él me habia dejado, le pedí que se abriera las nalgas y Manuel, rápido con el culo bien parado , echó sus brazoa hacia atrás y se las abrió…se la fui metiendo poco a poco, él me pedia que parara, en lo que el dolor inicial a la pentración cedía y así estube hasta que le entró toda, empezé mis entradas y salidas lento, de repente sentía que me iba a venir, por la lujuria que me probocaba alquel culo tan divino, aquella cinturita tan estrecha, tan pequeña, que me movía Manuel, encendiendo mi pasión. Él muy sinverguenza tocaba con su mano, hacia atrás, mi verga para probar que la tenía toda, casi hasta el tope de mis bolas, adentro. Seguí entonces más ligero, y mientras más duro la entraba y la sacaba, más Manuel gemía y murmuraba palabras soeces…cabrón que rico coges, puñeta que clavá me están dándo, rómpeme el culo coño, que es tuyo, todito, si, ayy si que rico, que delicia, ahhhhhhh! Les digo que me vine en su culo, como nunca mehabía venido en mi vida, yo que llevaba días sin meter, ni masturbarme, le dejé todo eso acomulado en mis bolas, en los más profundo de los intestinos de Manuel, pues se la hundí hasta lo más hondo, descargando ahí, todo mi semen.
Nos quedamos quietos mucho tiempo, yo encima de él, hasta que recobré el aliento, y me salí de aquel rico culo. Me acosté boca arriba y Manuel bien cariñoso, comenzó a besarme la frente, mi cara y buscó mis labios, yo se lo permití, era la primera vez que un chico y yo nos besabamos, pero Manuel se lo había ganado. Total es una boca y una lengua igual, que la de una mujer, pero los besos de él, superaban a cualquier mujer, con las que me había besado, una boca cálida, de besos suaves y salvajes a la vez. Nuestras lenguas enrredades y mis manos de nuevo apretando y tocando su culo, ya Manuel tenía de nuevo mi guebo…en su mano!
Comprobé lo que se dice, que no hay nada como los besos entre dos hombres, para encenderse de lujuria y placer. Y volví a penetrarlo con las piernas sobre mis hombros, de lado y él montándome a caballito…quedé agotado pero satisfecho. Manuel por su parte se vino dos veces. Al otro día yo me sentía feliz, pero a la vez sentía un terrible cargo de conciencia, me sentía una basura, un sátiro, me sentía sucio a la vez. Iván lo notó y me preguntó que, que me pasaba. Sin mirarlo de frente le dje que me dolía un poco la cabeza. El domingo volvimos a salir, todo normal, Manuel bien atento conmigo y yo bien serio. En una oportunidad a solas, se colgó de mi cuello y me besó, le respondí el beso, pero le dije que cuidado, que nos podian ver. Me dijo que no me sintiera mal, que al contrario, que yo lo había echo el ser más feliz del mundo. Le expliqué por que me sentía así y él, me repitió que él era gay y que él me provocó, por que yo le atraía mucho, pues no le gustaban los jóvenes de su edad, por que todo lo decían, a sus otros amigos, y no eran discretos.
Esa noche fue maravillosa, volví a delinquir y lo follé a mis anchas. Me olvidé decir que el matre inflable, lo llenabamos de aire, y hacíamos como que él durmió en el, y yo solo en la cama, pero no…ambos dormíamos, -si es que dormimos- algunas horas, en su cama bien abrazados! Lunes fui a mi entrevista y aunque no me dieron el puesto…gané algo mejor, el recuerdo de la pasión de Manuel. Ahora viajo más a menudo a la capital a visitarlos, y las cogidas son espectáculares. Estamos planeando que Manuel venga, a pasar la vacaciones acá, a mi ciudad, a mi apartamento! Como será eso, me pregunto yo mismo ansioso ya!
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