Mario de 16 y Román de 6, incesto cachondo. Segunda parte
Continuó la candente historia de dos hermanos. Abajo les dejo el enlace de la primera parte..
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/mario-de-16-y-roman-de-6-incesto-cachondo-primera-parte/
La sensacional noche de sexo oral con mi hermanito se me quedó grabada en la cabeza. Para cuando mis papás llegaron del hospital con mi abuelo, Román y yo estábamos dormidos y desnudos, afortunadamente mis papás no acostumbran abrir la puerta, solo tocaron y me preguntaron si todo bien, mi perversa mente me hizo decir «de poca madre».
El domingo llevaron a comer a mi abuelo y Román fue con ellos, aproveche el rato solo para pensar (y masturbarme con ese pensamiento jaja), y seguía con sensaciones encontradas. Me entraba la duda de si Román si sería capaz de guardar el secreto, y si podría seguirmela chupando, también me había quedado con las ganas de cogerlo. Ideé una manera de perpetuar nuestra cachondería, me propuse ganarme a ese niño para que ni me delatara, ni me dejara de satisfacer.
En la noche a la hora de acostarnos le regalé uno de mis juguetes de colección que tanto quería y me pregunto ¿por qué?
Mario: Ah, bueno costalito, lo que pasa es que lo que tu ayer y yo hicimos, fue como un pacto de hermanos, que debe ser secreto y esto lo cierra, pero sobre todo para agradecerte porque tu me haces muy feliz. (Lo besé tiernamente en los labios)
Román: ¿Por qué me besas? Solo los novios lo hacen
Mario: No tiene nada de malo, los novios se aman, y yo te amo a ti (lo bese ahora más apasionadamente)
Si señores, mi plan era seducir a mi hermanito, haciéndolo sentir querido, pero sobre todo, que me deseara. Esa noche me desnude delante de el sin ninguna intención, solo para que me viera. Lo acaricié al acostarlo en su cama, y me robó un tímido beso en la boca.
El lunes me hice el desentendido en la escuela (vamos en el mismo colegio) y estuve fuera de casa para que en la noche me extrañara. Me masturbé estando el despierto, pero tímidamente solo volteó una o dos veces a verme.
Finalmente el martes, mis papás y mi abuelo fueron a una cena en casa de unos amigos de la familia. Después de cenar y hacerme el indiferente nos metimos a nuestro cuarto. Mientras yo «dormía», comencé a sentir una delicada y tibia mano entrando debajo de mis cobijas (estaba acostado de lado, dando la espalda a Román), qué con mucha finura y delicadeza, casi en cámara lenta, levantaba la cobija, recorría mi espalda y luego mi abdomen, para tocar ligeramente mi entrepierna. Solo esa delicadeza para tocarme bastó para que se me parara la verga, pero por mi posición no se veía, ni Román la alcanzaba. Así que se atrevió a más, empezó a tirar del resorte de mi short para tratar de hacerlo bajar; sus dedos delgados y calientes me prendían un chingo, quería voltearme y darle mi verga, pero quería morbosearlo para que el me lo pidiera. Fingí despertarme, y cuando sintió que me moví corrió hacia su cama y se tapo.
Me paré al baño, y al acostarme con la luz apagada me desnudé para retarlo a llegar lejos (el fingía dormir). Me acosté boca arriba y me descobijé. Y no pasaron ni cinco minutos cuando la misma mano comenzó a acariciar mi pecho, mis pezones, mis pectorales, mi abdomen. Finalmente tomó con su manita mi verga y la comenzó a jalar despacio, al tiempo que esta se hinchaba, le dio un lengüetazo en la punta, lamió ligeramente el tronco, y después de la base de los huevos a la punta paso toda su lengüita. Hasta que por fin se la metió a la boca, no pude más y me decidí.
Mario: Pinche enano… como me gustas más y más
Román: Buenos noches (me imagino que su nerviosismo lo hizo decir eso)
Mario: ¿Buenos noches?, chingonas noches diría, puta madre que rica forma de despertar
Román ¿te gustó?
Mario: Me encantó, cada vez lo haces mejor… eres una maquina chaparrito te amo mucho
Román: Ya lo se, yo te amo mucho mas
Lo recosté sobre mi pecho, y nos besamos apasionadamente; yo metía mi lengua hasta el fondo y el tímidamente jugaba con la mía. Después coloqué su vientre sobre el mio, para que nuestras vergas se juntaran, automáticamente el empezó a moverse de abajo hacia arriba, tallando su penecito erecto con mi verga hinchada. En un momento acomodé mi verga entre sus piernas como si lo estuviera penetrando por el frente. Ese cachondeo que tuvimos por 10 minutos fue excepcional, no mamen, fue de puta madre.
Al mismo tiempo inicie mi trabajo de dilatarle el culo, moviendo circularmente la punta de cada dedo sobre su anito, lo acomode de perrito y comencé a lamerle el culo, introduciendo mi lengua y dando pequeñas punteadas con mi verga, ya mojada babeante como si estuviera besando el culo de mi hermano. Fui por un poco de aceite de bebé y lo humedecí.
Su culito se abría y cerraba como la boca de un pez en busca de agua, su propio peso lo acercaba más y más a mi verga, y lentamente pero con firmeza comenzaba a entrar en su culo, que gustoso se abría para recibir al hinchado intruso.
Entonces una extraña petición salio de su boca:
Román: No, así no, de frente, te quiero besar.
Me apresuré para no cortar la inspiración y lo puse patitas al hombro, obedecí a mi pequeño amante y lo besé para acallar el inevitable dolor que sentiría; y uno por uno, mi verga fue traspasando cada anillo de su culo. Necesitaba relajarme para no clavársela toda, así no sufriría. Pero la sensación me mataba de placer, sentía toda su carnosidad interna caliente apretando mi verga, succionandola, aplastandola.
Pero de forma sorpresiva, el comenzó a hacer un esfuerzo por empujarse contra mi cuerpo y así introducir más mi verga.
Mario: enano, te la clavaste toda ¿te duele?
Román: Un poquito. Sigue besándome
Mario: Claro que si mi amor, te lo mereces por chingón
Los espasmos de culo apretaban con fuerza mi verga, de tal intensidad que mi verga no resistió más:
Mario: ¡Así costalito… aprieta… así… me vengo aggg ummm hagg, tu culo me está devorando… umm hagggg aaaahh!
Roman: ahhh, ahhh, mmmm, ahhh!!!
Me derrumbé sobre mi hermano con todo mi pito dentro de su culo, después de chorrear con leche caliente su interior.
Mario: ¡Ufff, ay, no mames, no mames (besandolo y mordiendolo). Ay cabrón que rico estas! Ahora si te embaracé jaja
Román: ¿En serio?
Mario: No como crees mi amor, pero ya con esto, ¿que te parece, si somos novios? Para que ya podamos querernos así siempre.
Román: ¡Si, si, para besarnos, e ir al cine, (besándome por todos lados)
Nos recostamos y dormimos desnudos abrazandonos.
Q rico
No dejes de contar está excitante
maravilloso relato
Hola Mario Muy Buenas Tardes…!! Mis Saludos Y Respeto Desde Caracas Venezuela…. Me Gusto A Sobre Manera Tus 2 Historias…. Pero Viejo Quede Picadisimo…. Me Imagino Que Vendran Una 3 Y 4 Parte Todas Las Que Puedas…. Te Lo Tengo Que Escribir Me Daba Bronca Porque Tu Hermanito Tiene 6 Años Pero Quierelo Y Cuidalo Ya Que Tu Eres Y Seras Tu Unico Amor…. Ah Yo Tengo Incesto Con Mi Hermano Por Parte Papa Pero Los 2 Somos Mayores De Edad…. Yo Lo Amo No Se Si El A Mi Pero Bueno.
como continua