Mario de 16 y Román de 6, incesto cachondo. Tercera parte
Disculpen la tardanza con esta y la otra historia, pero por alguna razón no podía entrar a la pagina. Les dejo los enlaces de las dos primeras partes..
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/gays/mario-de-16-y-roman-de-6-incesto-cachondo-primera-parte/
Los siguientes días después de coger a mi hermanito fueron de emoción y tensión; emoción porque tenia una funda de carne, fija para satisfacerme, y tensión porque mi hermoso hermanito no era muy discreto con sus manifestaciones de cariño en público. Ambos estudiamos en un colegio multi nivel, yo voy en la sección preparatoria y el en la primaria, y solo nos cruzamos para los actos cívicos, culturales o deportivos. En una ocasión en un torneo de fútbol corrió hacia mi (ambos con uniforme holgado y delgado, ya se imaginaran) y se me trepó quedando a la altura de mi verga pegada a la suya, se movió intensamente tallando su penecito con mi pito, lo que me provocó una erección, que rápido trate de ocultar. Otras veces era más atrevido y me besaba en la boca, de piquito, pero igual el mocoso me prendía un chingo.
Sus demostraciones tarde que temprano o nos causarían problemas o generarían algo más…
pues paso lo segundo.
En la semana deportiva volvimos a coincidir; en esta ocasión ambos traíamos pants, el mio más holgado, con el típico efecto de ensanchar (jaja, como si me hiciera falta) la parte púbica, haciendo parecer más grande el bulto. En el de mi hermanito, entallado que resaltaba esas preciosas nalguitas, ya mías varias veces, pero que no dejaban de antojarseme.
En fin, se veía tan antojable, que no pude con el morbo y me lo llevé a una bodega en la parte de atrás de la escuela y le pedí que me la chupara. Obvio primero le di unos buenos arrimones y unos ricos y cachondos besos. Poco a poco bajó mi pants encontrándose cara a cara con mi hinchado pito, que estaba muy parado y escurriendo una baba olorosa y caliente, con sus manos sujetó su enormidad y sentía como mi trozo de carne vibraba y latía entre sus dedos, acercó su nariz a mis enormes y olorosos huevos, llenando sus pulmones de su cachondo aroma, deslizó su lengua sobre mi rojo e hinchado glande, para saborear esa baba deliciosa producto de la remanente descarga de la madrugada y la nueva erección.
Sin embargo, justo cuando iba a introducir en su suave y tibia boca mi caliente miembro, se escucho un ruido de unas cajas cayendose.
-No mames (pensé) no mames.
Me asuste y hasta la erección perdí ¿acaso nos habían descubierto?, mi mente empezaba ya a fraguar alguna excusa, incluso el peor de los escenarios, tener que admitirlo. Me asomé lentamente por la puerta y lo que descubrí fue otra cosa.
Se trataba de José Miguel, el amigo de mi hermano, que por su estatura no podía habernos visto, solo había tirado unas cajas cuando nos siguió.
Mario: ¿Que haces aquí Josesito (así le decimos)?
Josesito: Nada, es que me vine a ver a Román para decirle que si me dieron permiso de quedarme hoy en su casa
Mario: Ah, ok. Bueno, ya vamos para las canchas (ni modo, mi morboso plan de echarme a mi hermanito en un lugar público se me cayó)
Josesito era un niño típico de 6 añitos, casi con las mismas características de mi hermano, solo un poco más llenito, lo suficiente para tener nalgas más anchas y unos labios más gruesos. (Si, en eso me fijé).
Ya en la casa, mi hermanito y su amigo se fueron a sus asuntos. Yo me puse a jugar videojuegos en la sala, únicamente vestido con un short, sin playera, ni zapatos, me gustaba mostrar mi físico, por calor o por calentar mi cena jaja (mi hermanito). Pero ese día estaba solo relajado porque con el invitado se suspendía todo.
De ratito mis papas salieron nuevamente a ver a sus amigos, acompañados del abuelo y me encargaron a los niños; Román fue al baño y Josesito que jugaba en el patio se metió a verme jugar, o eso creía yo, porque su mirada no estaba dirigida a la pantalla, ni a la consola, era hacia mi.
Mario: ¿Qué pasó Josesito?
Josesito: Mi hermano también tiene ese short del América (Al menos ahora sabia que veía mi short)
Mario: Ah orales que padre, el si sabe.
Josesito: Pero el esta ñango (flaco), no tiene cuadritos así como tu. (no tengo tantos, pero se notan)
Mario: (Intrigado) Ah, ¿Tu hermano no hace ejercicio?
Josesito: Dice que hace uno pero… (interrumpe abruptamente) ¡A mi me gusta ese juego! ¿me dejas jugar un turno?
Le dije que si y se acercó, yo estaba sentado en el sillón individual y pensé darle el control, pero con la clásica inocencia confiansuda de los niños en casas ajenas, se sentó sobre la orilla del sillón delante de mi y entre mis piernas. Hasta ahí todo normal.
Entonces conforme avanzó su turno se recorría poco a poco hacia atrás, lo que me hacia sentir solo incomodo, hasta que hizo algo inusual, saltó para sentarse directamente sobre mis piernas, tratando de cerrarlas el mismo. Quedando su trasero justo arriba de mi aun flácida verga. El mismo choque eléctrico que sentí con mi hermano lo sentía ahora, pero no por una acción mía, sino suya. Josesito comenzó a mover en círculos sus nalgas al compás de sus manos con el control del juego, pero lo hacia de una manera suave, casi incitadora. Y ahí empezó, mi verga comenzó a crecer, yo no traía calzones, por lo que mi pito crecía sin limitantes, me asuste e iba a quitarlo para evitar problemas, pero entonces el volteó y dijo algo que me prendió
Josesito: Tu pito me hace cosquillas en la cola
¿¡Qué?! no podía creerlo, el niño sabia que pedo con esto y le agradaba.
Mario: No, esperate Josesito, vete para allá
Josesito: Hazme cosquillitas, yo no le digo a nadie.
Sus palabras me provocaron muchas emociones, de momento la que más me importaba era el morbo. Así que solo procedí a a obedecer ese chamaco caliente. Tomé su cintura y dirigí ahora yo el movimiento de su cadera para que sus nalgas quedaran justo arriba de mi verga, y esta entre ellas poco a poco. Cerré los ojos y comencé ese cachondo jueguito del arrimón, tallando mi grueso miembro, apenas aprisionado por mi delgado short, entre la rajadita. apenas separada de mi pito por la tela de su short. Lo moví durante cinco minutos, gloriosos minutos, porque este tremendo mocoso se sabia mover con soltura y morbo, porque acompañaba su risitas con ligeros gemidos.
Super prendido, sujete sus piernas con las mías, para agacharlo (el juego ya no le importaba), y ver su culito, apreté sus nalgas y restregué mis pito en su rajada. Ya entregado yo a la calentura pensé ¿y si me los hecho a los dos?
Por fin salio del baño Román y nos vio
Román: ¡Josesito, Mario!
Josesito: Mira tu hermano también hace cosquillitas.
Roman: Verdad que se siente chido
No lo podía creer (ya luego habría tiempo para preguntas) pero había llegado a la conclusión de que ambos sabían lo que querían y lo que pasaría.
Dejé al pequeño Josesito y con todo y verga parada, fui a cerrar puertas y ventanas. Me bajé el short y les dije.
Mario: Dejen ustedes las cosquillitas, ahorita les voy a hacer algo más rico
Los abracé y les comencé a tocar las nalgas, Román tomó la iniciativa y me beso para calentar la situación. En medio de risas, Josesito me beso también, y sin que yo se lo pidiera agarra mi verga y la empieza a masturbar. Los desnudé y los puse contra en cuatro, para chuparles sus culitos. Amo a mi hermano, pero las nalgas de Josesito eran otro pedo, pase mi verga húmeda ya, por su rajadita y la lamí. Pero lo fuerte era para el final, les pedí que se pararan y me comenzaran a chupar la verga.
Aquí es donde yo les pregunto ¿Que habrian hecho ustedes? jajaja. No mamen, era mágico e indescriptible; dos morritos de seis años mamandome la verga al mismo tiempo, lamiendo mi tallo grueso con sus delicadas bocas. Pero más aun caliente eran sus expresiones y juegos, la inocencia perversa de su morbo, al disputarse mi verga con risas y lenguetazos acompañados de succiones, como si se tratara de un helado o paleta que pelean. Eso es lo más rico de una mamada de morro, el inocente juego de darte placer.
Fascinados con su sabor, textura y calor recorrían con sus lenguas mi palo erecto, llenándolo de saliva sintiendo la suavidad de su piel y el relieve de sus venas, succionando sin prisas su glande y escurriendo su saliva sobre todo el tallo hasta llegar a mis bolas empapándolas con su saliva, estaba disfrutando como chupaban esa vergota.
Josesito colocó sus labios sobre el glande y chupando su roja cabeza, lo deslice entre su boca y trataba de alojar lo mas que fuera posible en su garganta, sin presiones siguió engullendo más de esa mole de carne, mientras Román deslizó una mano sobre mis huevotes, me gusto que enredara sus dedos entre mis peludas bolas, estaban calientes, gordas y suaves. Comenzó a jugar con mis bolas engullendolas, casi como si quisiera hacer gárgaras con ellas, jaja, de la intensidad con la que lo hacia, resbalaba su lengua en mi zona prostatica y eso aumentaba el placer.
Hay quienes cierran los ojos mientras se la maman, yo no podía dejar de ver a esos cuerpecitos debajo de mi disputándose mis genitales, era chingonsisimo.
Mario: Mmm si, así, putitos así, comansela toda, uff que pinches rico.
El placer era demasiado, no necesitaba cogermelos por la boca, sus dos lenguitas me tenían al punto de estallar, sobretodo porque no sabia a quien dejar que me la cromara, porque se intercambiaban, y era muy rico lo de ambos.
Sin embargo, como cortesía a las visitas, recalé mi verga en la boca de Josesito y comencé el entra y saca, siendo extraño que sus arcadas eran más leves que las de mi hermano, como si ya tuviera experiencia. Sin olvidar al rey de la casa (y de mi verga), levante a mi hermanito y lo besé con furia; entonces Josesito aceleró el ritmo, y oh sorpresa, se metió toda la verga en la boca; no pude más, el ardiente calor del momento, mi verga en una funda bucal, mi hermano sudado contra mi pecho mojado. Lancé todos mis mecos dentro del pequeño Josesito. quien, oh sorpresa, se los tragó. Caímos rendidos y los recompensé con un beso, descansé unos minutos, tenia que preguntarle a mi nuevo amante ¿que pasó aqui? Pero esa es otra historia.
Ojala se la jalen con esta entretenida historia, ese es el reconocimiento que busco jaja. Bueno, recuerden contactarme si gustan, pero nada de espantados jaja. Ah y si eres de mi ciudad Celaya, cachondeemos en vivo jaja, este tema me fascina.
sigue contando amigo pero demores mucho ok jejejej tus relatos son muy buenos sale amigo saludos….. 🙂 😉 🙂 😉 🙂 😉
Que ricos tus relatos, que rica paja me he hecho leyendo las tres partes!
solo dejas a Uno con ganas wey, jajajaja excelente relato is felicito
Muy bien continua con tus relatos son exitantes
Muy buenos relatos, espero no demores si hay continuación
Que súper esplendido esos relatos me ponen la pinga tiesa, leo en el carro de mi trabajo con mi compañero al lado y tengo que disimular mi erección porque me pongo con la cabeza a mil así como mi pito. Uff que rico sigue con las demás partes.
Suertudo te, y que dote tienes bb🤤🤤, ya quisiera por lo menos uno de tus nenes, excitante y que deslechada me di, saludos 😁 😁 😁
Hola muy buen relato q suerte tienes para con los morritos pasa el tip
Buenisimos