MARQUITOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Allí me encontraba yo, en la esquina acordada con un vacío en estomago muerto del miedo, pero con las ansias al límite de probar lo que tanto quería en ese momento.
Imaginaba estúpidamente que todas las personas que por ese lugar caminaban sabían con que intenciones me encontraba allí, un pequeño alivio a mi preocupación se disipaba al ver que por ese sitio no pasaban personas conocidas, la espera se me hacía eterna ya que Javier no pasaba a recogerme, las 10 de la mañana de un día domingo era la hora y el día acordados y como estaba tan nervioso salí mucho antes de mi casa después de dar la escusa a mi mamá de que iba a el polideportivo a jugar baloncesto con unos amigos.
Mis pensamientos se dirigían hacia unos meses antes donde todo empezó, y debo confesarles que todo ha sido muy emocionante porque a mis 10 años iba a perder mi virginidad anal con un hombre de 50 años, se que la diferencia de edad es demasiada y también que todo lo que les relate puede ser poco creíble, pero todo queda a consideración del lector.
Mi tío Leonardo tiene un taller mecánico muy cerca a la casa de mi madre, ella es separada y con mi padre tengo muy poco contacto; en la época de vacaciones y algunos fines de semana mi tío me pedía que si podía ayudarlo en algunas labores de taller y por eso me daba algo de dinero, el personaje principal de la historia se llama Javier, un hombre alto y fornido sin ser gordo, de piel morena, ojos y cabello negros, bien presentado, supe su edad después de conocerlo bien, el era taxista y a menudo iba al taller de mi tío Leonardo, desde la primera vez que me vio allí, se quedó mirándome fijamente de arriba abajo sin inportarle que yo me diera cuenta y eso me hizo poner colorado de la vergüenza, después de sostenerle la mirada un rato seguí haciendo mis labores de recoger herramienta y organizar un poco el desorden el en cual vivía mi tío, pregunto por mí y mientras charlaba con el no perdía oportunidad de buscarme con la mirada, después de un rato empezó a sonreírme e increíblemente el efecto que causo eso en mi fue responderle, yo también lo empecé a buscar con la mirada y a lanzarle pequeñas sonrisas cómplices de ese nuevo juego para mí, como todo niño inocente no tenia conocimientos del tema sexual ni nada por el estilo, a esa edad mi madre nunca me había hablado de eso; una oportunidad única se presento para los dos y creo que eso fue el destino; pienso que la vida nos pone cosas y situaciones para nosotros las vivamos o las dejemos pasar.
Mi tío tenía que ir a traer un repuesto y un aceite para vehículos para el taxi de Javier, le pidió a Javier que si lo esperaba allí mientras se ausentaba, que entre los dos cuidábamos el taller, procedió a darme dinero para traerle un café de la panadería de la esquina para nuestro primer cliente del día, al llegar con el café mi tío se había marchado y Javier me estaba esperando dentro del taller con una gran sonrisa, nuestras miradas se encontraron de frente y la verdad no pude resistir y agache mi cabeza algo avergonzado, su mirada era penetrante y me hacia sentir cosas que yo ignoraba aun, me recibió el café y rompió silencio que había entre los dos, preguntando mi nombre y mi edad; me llamo Marcos y tengo diez años, le conteste, dio un paso adelante me extendió la mano para presentase, muchísimo gusto marquitos me llamo Javier dijo, en el momento que nos tomamos de las manos a mi me paso un corrientazo por todo el cuerpo y el con un movimiento suave de sus dedos como queriendo acariciar retuvo mi mano por unos largos segundos, sin dejar de mirarme a los ojos , había pura química entre este señor y yo, lo de química ahora lo sé, porque en ese instante no entendía que me pasaba; no tenia mucho contacto con personas mayores, salvo con los profesores del colegio y uno que otro vecino pero de saludo formal y ya.
Nos soltamos de la mano y sin dejar de mirarme me dijo que yo estaba muy lindo, me sonroje mucho y agache mi mirada, no demoro en tomar mi barbilla con uno de sus dedos para hacerme levantar la cabeza y decirme que era cierto y que no tenia que avergonzarme por eso, nos quedamos mirando directamente a los ojos y hubo un lapsus donde todo estaba en silencio, yo sentía miles de cosas dentro de mi cabeza y de mi cuerpo, primera vez que sentía eso y me gusto mucho esa sensación, Javier sin dejar de mirarme a los ojos me dijo que si podíamos charlar mas al fondo del taller y yo sin pensarlo asentí, su taxi quedo estacionado dentro del taller tapando un poco la visibilidad, yo entre y me pare frente a su auto y el me siguió, continuaron las preguntas de su parte, referentes a las escuela, mi familia, y por ultimo me pregunto que si tenia novia, no como cree, le respondí yo, estoy muy pequeño para esas cosas, el abrió los ojos como platos y me dijo que para eso no hay edad, además que yo estaba muy lindo y muy apetecible para él, de nuevo sus palabras me avergonzaron y agache de nuevo la cabeza, el volvió a tomar mi barbilla con sus dedos pero esta ves se agacho un poco y cuando mire de frente, su cara estaba a centímetros de la mía, nuestros ojos se encontraron y en un segundo me beso en los labios por unos segundos, un corrientazo de grandes proporciones recorrió todo mi cuerpo pero no me quite, me quede quietecito y cuando se apartó de mi se dio cuenta que yo tenía los ojitos cerrados, cuando los abrí me pregunto que si me había gustado, yo no era capaz de responder nada, estaba bloqueado, era mi primer beso, nuestros ojos bailaban en una danza tratando de encontrarse, y de nuevo me volvió a besar, esta vez fue más allá, mordisqueaba mis labios y trataba de meter su lengua en mi boca; yo estaba inmóvil, aunque quería responderle no sabia como pero el me guiaba, los segundo eran eternos y yo estaba en las nubes sentía ese beso en todo mi cuerpo, mi poros se erizaron mi respiración se aceleró y empecé a sentir un nudo en el estómago que me gustaba, termino ese grandioso segundo beso y se separó de mí, cuando volví en si me pregunto que si me había gustado y por fin pude hablar para decirle que sí, me regalo una gran sonrisa y me dijo marquitos te gustaría ser mi noviecito??
Yo me sorprendí demasiado y no entendía lo que él me quería decir, y se lo exprese, entonces me dijo que los noviecitos hacen lo que acabamos de hacer y otras cosas mucho mejores, pero que no debía contárselo a nadie, la verdad no sabia que decir, eran muchas cosas por procesar, cuando me vio pensativo saco su celular y llamo a mi tío, en la conversación le pregunto que si demoraba en volver, hablaron del precio de los repuestos y colgó, vino hacia mi y me dijo marquitos tenemos unos 15 minutos solitos, quieres que sigamos dándonos besitos, y asi te convenzo de que seas mi noviecito, entenderán que, a tan grande proposición no sabia ni que decir ni que hacer entonces el se acerco a mi me tomo de la mano y nos adentramos un poco mas en el taller en el cuarto de herramientas, debo confesar que yo parecía un muñeco de trapo sin capacidad de hacer nada, me gustaba mucho la situación, el beso me encanto y quería seguir haciéndolo pero para un niño de 10 años esto es un golpe fuerte.
La diferencia de estatura se hizo notar cuando nos adentramos en el cuarto de herramientas parados frente a frente mirándonos a los ojos pero el media un metro ochenta más o menos y yo ni alcanzaba el metro cuarenta, para solucionar esto, me abrazo y me alzo hasta sentarme en una mesa para poder quedar casi a la par, cuando me agarro de la cintura para subirme en la mesa, un nuevo escalofrió recorrió mi cuerpo pero esta vez sentí algo muy diferente que con el beso, se sintió mas electricidad, el contacto de sus manos con mi cuerpo me gustó mucho, me sentía raro y algo mareado.
Ya con nuestras caras mas cerca el tomo mi cara y me beso despacio al principio, cuando yo empecé a frotar mi lengua con la suya acelero el beso, su respiración y ya no tomaba mi carita con su mano, una frotaba mi espalda y la otra una pierna, yo ese día tenía puesto unos chores azules hasta la rodilla y una camiseta negra, sentía una mezcla de sensaciones indescriptibles, nunca antes sentí algo así y me encantaba, en medio de nuestro espectacular beso, me abrazo fuerte hacia él y como yo tenía las piernitas abiertas sentí su bulto rozar mi entrepierna, claro que yo también estaba con una erección a mil pero él quería mostrarme como lo ponía ese beso.
Después de unos excitantes minutos se separó un poco de mi y me pregunto que si quería ser su noviecito, a lo que yo le respondí que si sin dudar, me sentía extasiado y muy entregado; me regalo una genial sonrisa y siguió besándome pero esta vez me levanto de la mesa tomándome de las nalguitas, Javier me ayuda a que lo rodeara por la cintura con mis piernas y después se dedicó a tocar mis nalgas alternando apretones fuertes y suaves, esos apretones me hacían sentir super bien, me hizo excitar mucho, su bulto lo sentía en mi pansa y al parecer quería escapar de su prisión, lo rozaba contra mi buscando placer y empezó a respirar más fuerte, sus besos se intensificaron durante largos minutos pero de repente paro, me volvió a depositar en la mesa y me daba piquitos suaves en los labios, me dijo que no podía decir nada de esto a nadie y que estaba feliz de que haya aceptado ser su noviecito.
Me pidió el número telefónico de mi casa yo que no tenía celular en esa época, que le dijera donde vivía para estar pendiente de mí, todo esto me lo preguntaba acomodándose su bulto que se notaba muy grande dentro del pantalón, nos dimos un ultimo beso y salimos a esperar a mi tío.
Mientras los dos terminaron de hacer la reparación y nadie lo veía me tiraba besitos y me guiñaba el ojo, este hombre me hacia sentir muy especial, cuando se fue me estrecho la mano y me dijo que en la noche me llamaba que estuviera pendiente del teléfono que inventara que estaba hablando con un compañero del colegio y así fue, hablamos muchas cosas pero siempre me decía que me estaba pensando mucho que le encantaba y que se sentía feliz de haberme conocido, yo sin tenerlo de frente también le dije que me gustó mucho todo lo que me hizo sentir.
Javier y yo nos seguimos comunicando por ese medio, hablábamos de todo un poco, por medio de nuestras conversaciones supo mi horario escolar, en que horario mi mama se ausentaba de la casa para poder llamarme a gusto.
Como entenderán no nos podíamos ver muy seguido, situación que el soluciono esperándome a veces una cuadra mas abajo de la escuela y mientras me daba vueltas en su taxi me besaba y me acariciaba, así pasaron varias semanas hasta que un día sábado me propuso que en vez de ir al polideportivo me escapara con él y yo acepte gustoso.
Sali de mi casa y me fui a la esquina del polideportivo y cuando lo vi llegar en el taxi me acerqué y me dijo que entrara como si fuera un pasajero, se dirigió a las afueras a una carretera destapada solitaria paro y me hizo pasar al asiento de enfrente.
Sin perder tiempo me abrazo y nos empezamos a besar, el me tocaba por todas partes y siempre me preguntaba que si me gustaba, a todo yo le respondía que si, en un momento dado me empezó a besar el cuello y eso sí que me gusto, me hacía brincar de gusto y como sintió que mi respuesta fue positiva subió mi camiseta y empezó a acariciar mi vientre desnudo, todo esto mirándome a los ojos sonriendo fascinado de mis reacciones, sus caricias eran suaves y muy deliciosas, se agacho un poco y empezó a besarme el vientre y el ombligo, su lengua transmitía un calor increíble mientras recorría mi piel, alzo más mi camiseta y llego a mis tetillas se alternaba entre ambas chupando y serpenteando su lengua yo estaba en las nubes, no era consiente de nada solo era placer, mis gemidos le gustaron porque me lo dijo al oído cuando se levantó a besarme de nuevo en la boca.
Se me quedo mirando y me dijo que me iba a pedir algo que si no le gustaba se lo dijera, igual era su noviecito y lo entendería,
me dijo que quería que le tocara el pene, yo acepte y pensé que él lo sacaría de sus pantalones pero me indico que lo hiciera yo, pude ver un bulto tremendo que tenía en su entrepierna temblando por la excitación y por el miedo de la primera vez lleve mis manos a su cinturón, lo solté y desabroche el pantalón con su ayuda, baje la cremallera y su bulto entres sus bóxer parecía muy grande, Javier se levanto un poco y se bajó un poco el pantalón, cuando tome el elástico del bóxer y lo empecé a bajar su pene salto disparado, me sorprendí mucho para mi era muy grande además no tenia como compararlo ya que era el primer pene adulto que veía, era más oscuro que su piel, la cabeza grande y lleno de venas, Javier también se bajo un poco los bóxer y me dijo, tócalo mi amor, esa palabra me gusto, entonces lleve mi mano derecha lo empecé a tocar primero sentí su suave textura y después a recorrerlo en toda su dimensión, me dijo que subiera y bajara mi manito para pajearlo acto que aprendí de inmediato, tomo mi manito y me guio de cómo debía hacerlo, en este momento su pene ya tenia gran cantidad de líquido presencial, se acomodó frente a mí y me empezó a besar de nuevo pero me indicaba que no dejara de pajearlo, entre besos gemía fuerte y pedía que lo hiciera mas rápido, yo me sentía feliz de complacerlo, cuando nos besábamos frenéticamente y mi paja lo estaba haciendo sentir bien, separo su boca de la mía y me miró fijamente a los ojos y me dijo que quería que se lo chupara, al ver que yo no entendía lo que me dijo, me explico que quería que le diera placer con mi boquita, sin dejar de pajearlo le pregunte que como se hacía, se sentó bien en la silla del auto y me puso su mano en mi cabeza y me hizo inclinar hasta que mi boca tenia a plena disposición su pene, me dijo dale besitos y mueve tu lengua como chupando un helado, empecé a besarle el tronco y cuando llegue a la cabeza probé el líquido que desprendía su pene, tenía un sabor desconocido para mi pero no me detuve, con mi lengua le acariciaba la cabeza, el gemía fuerte y con su mano en mi cabeza trataba de guiarme, después de un rato de hacerlo de esa menara me dijo que lo metiera en mi boca, que la abriera y tratara de meterla hasta donde pudiera, al empezar a hacerlo gemía muy fuerte yo estaba feliz de complacerlo, me tenía agarrado de la cabeza y guiaba mi mamada, me decía que moviera mi lengua acariciando la punta de su pene, supe que le estaba gustando lo que hacia porque con la otra mano empezó a acariciar mi espalda y mi pierna, yo estaba tan encantado mamando su delicioso pene que no escuche que me decía que me acomodara de rodillas sobre el sillón del auto, cuando lo hice se ladeo un poco para tener acceso a mis nalguitas, primero me las masajeaba por encima de la ropa, las apretaba y con su dedo buscaba mi anito, a todo esto yo también gemía con su pene en mi boca, estaba super emocionado, todo era nuevo para mí, una explosión de emociones, pero el más fuerte detonante para llegar al clímax de la relación y el objetivo de este relato fue cuando bajo mi pantaloneta deportiva y mi ropa interior, con mis nalguitas al descubierto sus caricias me hacían sentir mas cosas, pero cuando empezó a dediar mi anito fue como un detonante, yo gemía tanto que pare mi mamada pero no dejaba de pajearlo, al sentir mi gusto el lubrico sus dedos con su saliva empezó a meter la punta, cuando me bajo un poco las sensación de sorpresa proseguí mamando y él intentaba hacer ingresar mas su dedo, esto era genial, aumento el ritmo de su dedo y yo hice lo mismo con mi mamada hasta que me aviso que se venía, me sujeto la cabeza y me dijo que me tragara lo que iba a salir de su pene, fueron como 5 espasmos donde un líquido desconocido para mi chocaba con mi paladar, el gemía como loco sosteniendo mi cabeza para que no me quitara, me lo trague y soltó mi cabeza, me incorpore aun jadeando por la excitación mirándolo a los ojos me regalo una bella sonrisa, y me beso.
Yo me encontraba en canclillas con mis ropa casi en las rodillas y el empezó a tocarme las piernas y las nalgas desnudas hasta que me dijo ven voltéate y muéstrame tu culito me indico como acomodarme en posición de perrito pero mirando hacia la puerta del auto, así empezó a tocarme las nalgas y el anito son sus dedos, yo gemía de la excitación hasta que inicio a besar mis nalguitas, me hacia sentir de todo, mientras me besaba me apretaba los glúteos y de repente sentí su lengua en mi anito, con cada movimiento de su hábil lengua me daba corrientazos en todo mi cuerpo, fue indescriptible, con sus manos abría mis nalguitas e intentaba meter su lengua, yo estaba en el cielo, después de mucho rato me bajo de mi paraíso haciéndome voltear, me toma la cara y me dijo que como noviecitos algún día haríamos el amor, que un día no muy lejano el iba a meter su pene dentro de mi anito, yo lo bese y le dije que sí, que quería hacer todo lo que a le gustara, nos dimos muchos besos apasionados, el me manoseaba las nalgas y yo instintivamente agarre su pene y lo empecé a pajear como el me enseño.
Esta sesión termino acomodándonos la ropa y dirigiéndonos en las cercanías del polideportivo, durante todo el camino me decía cosas bonitas y acariciaba mis piernas, ya casi llegando a nuestro destino me pregunto que si me había gustado que me metiera el dedo por el culito, yo le respondí que si mucho, entonces cuando te estés bañando o solito en tu cuarto, metete tus deditos me dijo, para que tu culito se vaya acostumbrando y pueda meter mi pene con más facilidad algún día, yo le respondí que si lo haría, me decía mucho que esto era un secreto y que nadie se podía enterar, antes de bajarme del auto me dio un beso rápido y me dijo mi amor nos vemos pronto, te llamo en la noche.
Este primer relato es de como recordé como había conocido a Javier y como empezamos a tener encuentros muy calientes, mientras lo esperaba en la esquina de siempre, en los próximos se desarrolla mucho más la historia.
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