MARQUITOS 4
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ese mismo día mi noviecito, me llamo varias veces a preguntarme como tenia el culito y que si me dolía mucho, hablamos de todo lo que habíamos hecho y no demoro mucho en preguntarme lo que me propuso Diego, parecía muy interesado en saber que opinaba yo al respecto, a la final le dije que no sabia que hacer ya que me gustaba solo el, Javier obviamente me estaba tratando de convencer para que le diera mi culito a Diego, su punto de vista era que si no probaba no sabría si me gustaría, todos sus punto de vista me hicieron pensar que tenía la razón pero yo estaba dudoso.
Al día siguiente mi molestia en el anito era mínima, en el colegio todo transcurrió normal aunque hubo algo que me paso que al final de este relato les cuento.
Ya estando en mi casa en el horario que mi mamá no estaba recibí la llamada de Diego, me saludo muy formal, me cuestiono sobre el dolor en mi anito por la desvirgada, y que si me había gustado todo lo que me hizo Javier, con la confianza de no tenerlo de frente le respondí que el malestar del anito ya estaba desapareciendo y que me había gustado mucho lo que viví esa mañana de domingo, diego empezó a adularme, me decía que era un niño muy lindo y que si me gustaba dar culito iba tener muchos hombres detrás mío, yo reía y le decía que no era para tanto, pero el seguía adulándome, en esa primera llamada no menciono nada sobre tener algún encuentro con el ni nada por el estilo; tola la semana recibí llamadas de mis dos maduros, hablábamos de todo un poco, Javier me trataba muy cariñoso, me decía mi amor, mi vida y cosas por el estilo, y diego me decía bebe algo que me gustaba mucho.
El sábado Javier me pregunto que si podíamos hacer de nuevo lo del domingo pasado, repitiendo el modus operandi, yo estuve de acuerdo, así quedamos, después de la llamada de Javier, recibí la de diego, me expreso que Javier le había pedido prestado el cuarto del chalet, que se alegraba de yo quisiera continuar dando culito, pero esta vez si se atrevió a decirme que si me animaba a algo con el, me decía que hablaría con Javier para que le regalara unos minutos conmigo, yo acepte y quedamos todos ganosos esperando el siguiente día.
Cuando llegamos al chalet y Javier estaciono el taxi, diego nos recibió muy jovial dándonos la bienvenida, diego se acerco a mi y me saludo con un beso en la boca el cual yo respondí gustoso pero avergonzado por la presencia de Javier, diego era la segunda persona con la que me besaba, después de ese beso los amigos se miraron y Javier dio la aprobación con un gesto, diego me tomo de la mano y me llevo a su cuarto que quedaba en el primer piso, mientras caminaba dejándome llevar por diego, Javier me miraba con una sonrisa, llegamos al cuarto principal del chalet ya que tenia toda clase de lujos, sofá cama, televisor grande, equipo de sonido, un sillón reclinable y muchas cosas bonitas de decoración, sin cerrar la puerta diego no perdió el tiempo y se sentó en la cama me atrajo hacia el y empezó a besarme con pasión.
Me abrazaba fuerte y recorría mi espalda con sus manos hasta enfocarse en mis nalguitas, las amasaba y apretaba, paraba su beso para mirarme a los ojos y decirme que rico estas bebe, llego al elástico de mi pantaloneta deportiva y mis bóxer y me los bajo hasta la rodilla, apretaba mis nalguitas desnudas y enfocaba su dedo en mi anito, yo gemía ahogado por sus besos apasionados, igual el gemía como loco también, separo mis piernas un poco y lubrico su dedo para hacerlo ingresar lentamente en mi culito, yo estaba en las nubes, diego me dediaba delicioso, y me besaba fuertemente, me tenía entregado totalmente, las sensaciones eran muy ricas.
Después de un rato haciéndome sentir en la gloria, se separo de mi sin sacarme el dedo de mi anito y mirándome fijamente a los ojos me dijo que quería verme masturbándome mi anito, saco su dedo y me ubico de perrito en el borde de la cama, me acariciaba las nalgas y la espalda hasta que siento su lengua hurgar en mi anito, yo gemía desesperado, me gustaba mucho que me hicieran eso, trataba de meter su lengua lo mas profundo que podía, serpenteaba y chupaba mi culito a gusto hasta que para y me indico que me metiera los deditos yo mismo, empecé con uno, primero suave y fue acelerando, yo solo escuchaba su vos animando diciéndome, así bebe que rico lo haces, me animo a meterme dos dedos y cumplí su petición, seguía diciéndome palabras bonitas y excitantes.
Yo pensé que me iba a penetrar pero en vez de eso se acodo en la cama donde puede ver que estaba desnudo de la cintura para abajo, la sorpresa que me lleve al ver que tenia un pene mas grande que el de Javier me hizo abrir los ojos de par en par, se masturbaba muy cerca de mi cara y tomo posición diciéndome que se lo mamara, ver ese pedazo de pene tan grande me asusto pero me gusto que tenia ese hombre muy excitado, deje de dediarme el anito y tome su pene con las manos y empecé a pajearlo suavemente, el me daba su aprobación diciéndome, así bebe así me gusta, después de unos minutos con mi lengua inicie a acariciar aquel instrumento, sabía bien en realidad, el gemía fuerte con cada lengüetazo, y cuando me lo metí a la boca se tenso y gemía mas fuerte, me animaba a metérmelo mas profundo pero mi boca no podía con la de Javier, ahora mucho menos esta que creo mediría más de 20 cms.
Se lo estuve mamando así por largo rato hasta que el me hizo parar, me acomodo sentado en la cama y él se paró frente a mí para que siguiera en mi trabajo, y así lo hice, esta vez si me tomada de la cabeza, acariciándome el cabello y la cara, seguía con sus palabras dulces animando a seguir chupando como le estaba gustando, cuando ya me estaba doliendo la quijada de tanto mamar, me aviso que se venía, me tomo fuerte de la cabeza y me disparo varios chorros de semen que me trague al instante para no ahogarme, cuando me soltó la cabeza seguí limpiando su pene hasta dejarlo limpio de semen, acción que a diego le gustó mucho y me dijo que yo era un angelito caído del cielo sediento de sexo.
Mas tranquilo por el orgasmo que le acababa de regalar con mi boca, diego me dijo que por hoy seria suficiente, que fuera donde Javier que me estaba esperando, yo me acomode la ropa y el hizo lo mismo, antes de salir del cuarto, sentado en la cama me tomo de la mano y me abrazo, me dio las gracias por la oportunidad de disfrutar conmigo, y me beso en la boca apasionadamente, me miro a los ojos y me pregunto que si algún día le daría mi culito, yo le dije que si sin dudarlo, me abrazaba mas fuerte y me besaba con mas pasión, ahora si se despidió y me hizo volver a donde estaba Javier.
Llegue al lado de Javier que me regala una gran sonrisa preguntándome como me había ido, yo le respondí que bien que quería que me hiciera el amor, me tomo de la mano y nos dirigimos al segundo piso al cuarto 5, el mismo de la vez anterior, cerro la puerta, puso música y abrió la ventana, yo lo esperaba parado en el centro de la habitación, entonces Javier me dijo mi amor quítate la ropa quiero verte desnudo, mientras lo hacia me cuestiono sobre que había hecho con diego, yo le dije que solo se lo había mamado; mientras el se quietaba la ropa, me dijo que me pusiera en cuatro sobre la cama, estando con mi culito al aire, empecé a sentir como me acariciaba las nalguitas y el anito, continuo dándome lengua y termino por meterme dos de sus dedos para dilatar, a todo lo que Javier me hacía yo respondía gimiendo demasiado.
Me tomo de las caderas y me llevo al borde de la cama y así me penetro suavemente hasta tenerla toda adentro, al principio yo me queje, sentía algo de molestia pero el no se detuvo hasta que me penetro profundamente, espero un rato para empezar a moverse, después de unos minutos yo sentía un placer muy intenso, y gimiendo se lo hacia saber, Javier me decía, disfrútalo mi amor que yo también siento muy rico, tomando mis caderitas bombeaba con más fuerza, sentía el choque de sus caderas y sus testículos contra mí, me estaba culiando con fuerza, yo extasiado no gemía gritaba del placer, de vez en cuando lo sacaba abría mi anito con los dedos y me lubricaba con su saliva para volver a follarme salvajemente por muy buen rato.
Se acostó en la cama y me hizo cabalgarlo, al principio dejo que yo mismo me moviera como yo quería, pero después de un rato me tomo de la cadera y empezó a embestirme con violencia haciendo que gritáramos los dos de placer, así se vino dentro de mí, sin sacármelo me abrazo y nos besamos tiernamente hasta que su pene se salió de mi con mucho de su semen.
Descansando de semejante sesión, abrazados uno al lado del otro, después de mucho rato me empezó a besar apasionadamente y guio una de mis manos hasta su pene, entendí que quería seguir y yo me dispuse a complacerlo, cuando lo tenia duro me baje y me metí a la boca su pene, mamaba y chupaba sus testículos, Javier ya estaba punto para volver a penetrarme entonces me dijo que acostara boca abajo y así abrió mis piernas, primero punteaba su pene en mi anito y poco a poco lo fue metiendo, que rico sentía, al principio me lo metía lo mas profundo que podía, y después acelero las envestidas, me besaba la cara y el cuello, yo trataba de acariciarle las piernas pero la velocidad de sus envestidas me lo impedían.
Me volvió a poner de perrito en el borde de la cama y me dio muy salvajemente hasta que se vino, sujetaba muy fuerte mis caderas y con su pene lo mas profundo de mi ser, jadeábamos y sudábamos de tanto sexo, yo estaba en las nubes, me sentía adolorido pero feliz, cuando salió de mi me dijo quédate así hasta que salga todo el semen, trajo una toalla y cuando estaba por limpiarme diego desde la ventana nos felicitaba por tan buena culiada, yo me sorprendí y voltee a ver y efectivamente estaba viéndonos follar desde la ventana, los dos amigos se rieron y yo algo avergonzado intente bajarme de la cama pero Javier me dijo que esperara hasta que me limpiara, cuando lo hacia con sus dedos abría mi anito y le decía a diego que lo tenia super estrecho que le iba a encantar culiarme.
Cuanto termino de asearme me pare y les dije que me sentía adolorido que ese día no podía hacerlo de nuevo, me tranquilizaron y me dijeron que eso quedaba para después.
Fui al baño me lave el culito, me vestí y cuando baja al primer piso los amigos estaban charlando, me acerque a ellos y Javier tomo la iniciativa de despedirnos, diego se aproximo a mi y me dio un beso en la boca y mirándome a los ojos me pregunto que si la próxima vez que viniéramos hacíamos el amor el y yo, yo le dije que sí, volvió a besarme y Javier y yo hicimos la misma rutina, mientras llegamos cerca del polideportivo nos besábamos y yo le tocaba su pene por encima de la ropa.
En el transcurso de la semana hablaba por teléfono con mis dos maduros amigos y ellos cada quien a su manera trataba de hacerme sentir bien.
Entres semana me escape con Javier y culiamos dentro de su taxi a las afueras de la cuidad, pero el próximo relato le cuento como fue la primera vez que estuve con diego.
Como prometí les voy a contar lo que paso en mi colegio, resulta que en mis dos experiencias con Javier y Diego todo empezó con algunas miradas, entonces en el colegio no perdí la oportunidad de buscar si tenia alguna afinidad con algún hombre maduro, y dio la casualidad de que el conserje del colegio me sostenía la mirada, al principio nos buscábamos con los ojos pero después llegaron las sonrisas cómplices, esto me dio pie para avanzar un poco mas pero después les cuento, lo prometo.
CONTINUARA…
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