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Bisexual, Gays, Masturbacion Masculina

Martin: Mis inicios Gay con mi Mejor Amigo Mati. CAPITULO 2

Continuando con la historia de cuando con 15 años comencé a enamorarme y tener sexo con mi mejor amigo, Matías. Esta vez con un poco más de contenido sexual y avanzando aún más en nuestra relación..
Al día siguiente después de lo que pasó en el capítulo anterior, amanecí ese sábado en la pieza de Mati, miré mi celular y marcaba cerca de las 8 AM.

A escasos metros, en la otra cama ahí estaba mi mejor amigo Matías aún dormido, boca arriba con las sábanas tapando solamente sus pies, sin remera ni nada más que su bóxer negro, que para mí sorpresa marcaba un bulto inconfundible.

Estaba siendo testigo de una erección mañanera de mi amigo, de esas que cuando sos adolescente son muy comunes y ocurren con frecuencia especialmente en el verano, dónde las hormonas andan como locas.

Ante tal escena mi verga también reaccionó de inmediato y formó como una carpa al levantar el boxer rojo que Mati me había prestado.

En mis 15 años era la primera vez que realmente sentía morbo y me calentaba tanto por otro chico, que era casualmente mi mejor amigo.

Sin importarme los riesgos, me levanté la remera dejando al descubierto mi abdomen plano, saqué mi verga del bóxer y comencé a pajearme nuevamente pensando en Mati, en todo lo que había pasado ayer que me tenía al palo, Pero también disfrutando de la hermosa vista que me regalaba esta mañana.

Mis movimientos se volvían más rápidos a cada momento, mi respiración comenzó a agitarse, el morbo y el riesgo de ser descubierto era cada vez mayor y todo eso logró que no durara mucho y terminé disparando chorros de mi leche en mi abdomen, algo en mi remera y hasta algunas gotas que salieron disparadas a la cama.

Seguí con el movimiento de mi mano sobre mi verga por unos segundos hasta que terminé de vaciarme del todo y mientras mi respiración se normalizaba agarré una media de las que me había quitado la noche anterior y la usé para limpiarme a mi, a mi remera y a parte de las sábanas donde habían saltado gotas de mi semen.

Guardé mi verga, cerré mis ojos por un momento y me quedé dormido nuevamente.

…

Parecieron unos minutos Pero realmente habían Sido como dos horas lo que estuve dormido. Al despertarme, en la cama de al lado ya no estaba Mati. Seguramente ya se había levantado y había bajado a desayunar así que yo me puse un short y bajé también.

Para mí enorme sorpresa abajo estaba Mati solo, preparando el desayuno aún vestido únicamente con su bóxer. Lo cual era extraño porque en su familia siempre fueron bastante «conservadores» en ese sentido y nunca ví que anduvieran en paños menores por la casa.

Abrí los ojos y los cerré varias veces para comprobar que no era un sueño y efectivamente, no lo era (Mejor para mí!), estaba delante de Mati con su abdomen plano y marcado, sus brazos fuertes y torneados al descubierto, sus fibrosas y largas piernas y solamente ese boxer negro que marcaba un poco su paquete.

Él al verme (mi expresión de sorpresa parece que era evidente) se rió y me dijo en broma algo como:

 

-buenaas, al fin apareces… Qué te pasa Marto? te calienta verme así? jajajaja

-no boludo, no soy puto jajaja, solo me pareció raro que andes así nomás- le dije

-Jajaj si, tranqui, mis viejos ya se fueron al trabajo y la llevaron a la Lu a la casa de una amiga creo. Vuelven a la noche recién así que hoy parece q vamos a estar solos nomás

 

Mi corazón dió un vuelco con eso último y más cuando me pareció ver una leve sonrisa de Mati al terminar de decirme eso.

¿Fue mi imaginación? no sé. Lo cierto es que el resto de la mañana, después de desayunar vimos fútbol, charlamos pavadas como siempre hasta que a la hora de comer pedimos un delivery para no tener que cocinar.

Por el calor yo me saqué la remera, quedando únicamente con el boxer y un short.

Habia cierta tensión entre nosotros, charlábamos casi normalmente Pero ambos estábamos algo inquietos, como si ocultaramos algo.

 

Por la siesta, cuando el calor peor se ponía, al punto de que preferíamos estar adentro con el aire acondicionado que ir a la pileta, propuse ver una película hasta que bajara un poco el sol y el calor. Ante la propuesta Mati se mostró a favor y dijo con un aire misterioso y una sonrisa pícara:

-Ya que estamos solos, tengo una idea de una buena peli que yo quería ver

Me llamó la atención y me dió mucha curiosidad saber de qué se trataría y no parecía haber muchas más opciones así que acepté.

 

Subimos al salón que había en el segundo piso entre la habitación de Mati y la de Lu (que mencioné y detallé un poco más en el primer capítulo), prendimos la tele y Mati le conectó su computadora con la película. Nos sentamos los dos a la par en el sillón doble que no era tan grande pues mi pierna estaba rozando la suya y estando así le dimos play a la película.

Para mi sorpresa se trataba de una porno. (Cabe destacar que nunca habíamos visto una porno o algo así juntos, así que era algo totalmente nuevo) No importa mucho de qué se trataba la película pero sí que a los 10 minutos los dos ya estábamos completamente excitados, él ya tocaba descaradamente su verga por encima del bóxer y yo, mirándolo de reojo casi todo el tiempo (noté que él también me miraba pero sólo por momentos) y prestando muy poca atención a la pelicula cada vez estaba más caliente y en un momento dado, ya sin importarme nada, directamente me bajé el shorts y el boxer completamente dejándolos en el piso y empecé a pajearme ahí mismo.

Noté cómo Mati me miraba de reojo y lentamente, imitandome, también se quitaba su bóxer y comenzaba a pajearse también.

Mi pierna derecha se tocaba con la suya pudiendo sentir su calor en aumento, escuchaba que nuestras respiraciones comenzaban a entrecortarse, la intensidad aumentaba y la tensión sexual en el ambiente crecía más y más

-Ufff… buena idea la peli, Mati- le dije pausado

-Ja, si, qué forma de fortalecer la amistad no?

 

seguimos con lo nuestro, el calor en la habitación era cada vez mayor y en un momento fuí atacado por un impulso incontrolable: Con mi mano derecha solté mi verga, lentamente la asenté sobre el muslo izquierdo de Mati, lo que provocó que él detenga su movimiento inmediatamente y comencé a subir hasta su verga la cual el soltó para darme lugar a que comience a pajearlo primero con delicadeza, explorando cada centímetro de su hermosa verga y aumentando lentamente la velocidad. Suspiró hondo, cerró los ojos e inclinó su cabeza hacia atrás disfrutando del momento.

Al mismo tiempo, su mano izquierda buscó mi verga y comenzó a pajearme lentamente, lo que me arrancó un suspiro que seguramente escuchó e hizo que aumentara la velocidad de la paja.

La película seguía rodando pero la verdad que ninguno de los dos le prestaba atención, estábamos disfrutando de un momento único juntos y de un morbo creciente entre los dos: Él con sus ojos cerrados e inclinado hacia atrás, Pero yo aprovechando para explorar con la vista su cuerpo que parecía verdaderamente perfecto: depilado totalmente, un físico marcado y muy bien proporcionado. Su piel momentáneamente roja (al igual que la mía) por la calentura del momento y el calor del día, Su verga circuncidada y delgada, que en ese momento medía unos 15 cm, muy venosa, caliente y largando precum como si de un volcán se tratara.

 

Estuvimos así por tal vez 10 minutos, yo haciendo mi mayor esfuerzo por no acabar hasta que no pude más: llegué al éxtasis y acabé como nunca antes en un gemido que no me preocupé en callar y con 6 o 7 chorros que salieron disparados en todas direcciones y que bañaron mi cuerpo, la mano de Mati, el sillón y hasta el suelo. Casi al mismo tiempo Mati comenzó a jadear emitiendo dos o tres gemidos ahogados y largando su leche en mi mano y su abdomen principalmente.

Luego de semejante intensidad tardamos unos segundos en recomponernos, nos miramos a los ojos al mismo tiempo

 

-Ufff, boludo n…nunca hice a…algo así

dijo Mati

-yo tampoco, hay que repetir

propuse yo aún algo agitado, a lo que Mati asintió inmediatamente y ambos nos reímos descargando la tensión de esta rara situación.

Cuando entramos en conciencia de que la película continuaba Mati se levantó y la pausó. Acto seguido agarró un rollo de papel que había sobre la mesita, sacó un par de vueltas del mismo y comenzó a limpiarse y al sillón. Me dió el rollo y yo hice lo mismo.

 

-Vamos a la pileta?

Me propuso, a lo que yo acepté y así desnudos como estábamos como si fuera lo más normal del mundo juntamos nuestra ropa y fuimos al vestidor de la pieza de Mati, Nos pusimos las mallas (o trajes de baño) y bajamos a la pileta.

 

Las horas siguientes parecía haberse normalizado todo, era una calurosa tarde de sábado y nuestro trato era más relajado pues parecía que la tensión se había liberado gracias a la paja cruzada de hacía un rato.

Pusimos música en un parlante, Hablamos de cosas random como siempre, entramos y salimos del agua varias veces y tomamos sol en las reposeras. Esto hasta que tuvimos hambre y entramos a merendar. Abrimos un paquete de galletas y preparamos un café frío para cada uno, ideal para el calor.

 

Siguió la tarde, fuimos una vez más a la pileta, después jugamos en la play unas horas hasta que llegó la familia de Mati: Sus padres luego de trabajar y Lu de la casa de su amiga. Nos saludamos, charlamos sobre sus trabajos y sobre qué habíamos hecho nosotros en el día (omitiendo la paja cruzada obviamente) y la mamá de Mati se puso a preparar la cena. Dijo que no tardaría mucho así que Mati y yo subamos a bañarnos rápido y así sacarnos el cloro de la pileta.

Obedecimos, llegamos a la pieza, Mati cerró con el pasador lo cual me llamó la atención y propuso bañarnos juntos «para ahorrar tiempo». Yo casi si dar crédito a lo que mis oídos escuchaba, acepté. A lo que Mati inmediatamente respondió dejando caer su malla y quedando completamente desnudo y descubriendo su verga que estaba empezando a pararse. Yo lo seguí e hice lo mismo aunque mi verga estaba ya como una estaca. Mati fue a abrir el agua de la ducha y al darse vuelta y verme se rió Diciéndome:

 

-uhh, Estás al palo Marto, baja el arma jajaja

-Jaja, No soy el único por lo que veo- respondí viendo que él también tenía la verga erecta a más no poder. a lo que nos reímos y entramos a la ducha juntos.

Fue medio incómodo al principio, dos pibes «heteros» desnudos duchándonos juntos, con la verga al palo, mirándonos brevemente por momentos y casi sin hablar…

Yo agarré el jabón mientras él usaba el shampoo. y comencé a enjabonar mi cuerpo, empecé por las axilas, los pectorales, luego bajé por los abdominales y me detuve en mi verga que estaba dura como una piedra y, no sé por qué, con ayuda de la lubricación del jabón empecé a pajearme de frente a él.

-Ah bueno, alguien anda calentito no?

bromeó Mati, que sin obtener respuesta por mi parte, luego de lavarse el shampoo empezó a pajearse también frente a mí y redobló la apuesta:

-Hagamos algo, Si me la chupas yo te la chupo a vos después.

-Bueno pero no, vos chupamela primero- respondí al instante caliente y esperando una negativa Pero, para mí sorpresa, Mati se arrodilló frente mío y sin mirarme ni pedirme permiso agarró mis muslos por los costados y se metió la punta de mi verga en su boca.

No era una sensación nueva porque ya me lo habían hecho varias veces antes, pero si era muy rara porque siempre hasta el momento me lo habían hecho chicas! aparte se trataba de mi mejor amigo, que parecía no tener reparos en lo que hacía y que verdaderamente tenía ganas de comerse mi verga.

El calor y humedad de su boca rodeaba mi verga, se la metía hasta la mitad y volvía a sacarla, lamiendo cada centímetro y arrancándome gemidos que ahogaba para evitar ser escuchados (aunque era poco probable pues todos estaban abajo).

Así siguió por unos minutos, con sus ojos cerrados en un mete y saca hasta que asenté mi mano en su cabeza, primero acariciando su pelo y disfrutando del momento mientras él seguía haciendo lo mismo y luego poniendo mi otra mano sobre su cabeza con la que empecé a controlar el ritmo y la profundidad de las estocadas: cada vez más centímetros de mi pija entraban en su húmeda boca. El parecía resistirse por momentos pero no hacía demasiado para liberarse hasta que en un momento se sacó completamente la verga me miró a los ojos desde esa perspectiva (la cual me pareció increíble, tenía a mi amigo arrodillado delante de mí, con mi verga en su mano, haciéndome una mamada y ahora mirándome a los ojos) y dijo:

-Avisame cuando estés por acabar así la saco

yo asentí, volví a orientarlo a que se coma mi verga y seguimos. La seguí metiendo cada vez más profundo y hasta tocando su garganta, lo que le producía pequeñas arcadas.

 

En un momento se la metí entera, lo que hizo que se ahogara y me soltara un insulto pero luego volvió a su rol y siguió chupando.

Esto estaba siendo demasiado para mí, la excitación me empezaba a vencer y aunque no quería que este momento terminase nunca, sentía que mi corrida era inminente así que saqué mi verga completamente de su boca, y comencé a pajearme delante suyo durante unos segundos y apuntando para abajo acabé mientras suspiraba fuertemente, Esta vez con mis chorros de semen, no muy abundantes dado que mi tercera corrida del día, sobre el pecho de Mati, que hizo una cara de asco pero que verdaderamente estaba disfrutando de esto y no le había disgustado para nada comerse mi pija.

 

Se levantó y se lavó con jabón el pecho, escupió y se enjuagó la boca y me hizo señas hacia abajo indicando que era mi turno.

Yo obediente bajé, tomé con mi mano su verga y la empecé a meter de a poco en mi boca, saboreando ese gusto levemente salado, pasando mi lengua por su glande, succionando suavemente y empezando con el movimiento de mete y saca lo que le arrancó unos suaves gemidos e inmediatamente puso sus manos sobre mi cabeza primero acariciando y luego apoderándose del ritmo con el que me comía su verga.

Rápidamente empezó a metérmela entera, tocaba mi garganta y me producía pequeñas arcadas, yo me esforzaba por no ahogarme y poder respirar bien lo cual era difícil por momentos.

 

El ritmo aceleró más y más igual que los suspiros de Mati que duró bastante menos que yo y que, sin previo aviso, empezó a correrse en mi boca, junto a abundantes gemidos ahogados. Yo me quise zafar Pero él me agarró con más fuerza y terminó volcando sus últimos chorros de semen directo a mi garganta, los cuales tragué obligadamente.

«Enojado» Pero en realidad encantado porque verdaderamente me había gustado el sabor y la sensación del semen en mi boca, me saqué su pija escupí su semen en el piso (ahora me arrepiento de eso😂) y lo insulté recriminandole lo que había hecho a lo que él respondió:

-Vos no me dijiste que te avise cuando acabe ni que te lo saque, yo si- y se rió

Yo fingiendo bronca pero ocultando lo que realmente me había gustado insulté de nuevo, terminé de bañarme agarré el toallón, me sequé, fuí al vestidor y me Mati hizo lo mismo.

 

Nos vestimos juntos, yo otra vez usando ropa de él porque no había llevado ropa mía y la verdad que la «bronca» no me duró mucho y se me pasó rápidamente. Comenzamos a charlar con normalidad como si nada hubiera pasado una vez más, «Fingiendo demencia» cómo diríamos acá.

 

Era una situación rara, éramos dos típicos heteros adolescentes, esos machos que no tenían problemas en cuanto a relaciones con chicas y teníamos al alcance casi a la que quisiéramos. No éramos vírgenes y habíamos tenido varias relaciones con chicas, por lo que nunca hubiera imaginado que ninguno de nosotros pudiera tener una «inclinación gay» por nadie. Pero esto que nos pasaba parecía ser nuevo y diferente. Parecía que no había límites ya que ninguno de los dos estaba interesado en que los hubiera. Que queríamos ver qué tan lejos podíamos llegar en esto que comenzábamos a explorar juntos.

Parecía que bajo la careta de dos machos heteros fuertes realmente habían dos chicos que empezaban a confundirse, a difuminar los límites entre «lo hetero» y «lo gay» tan marcados por nuestras familias tradicionalistas con leyes no escritas pero muy claras sobre lo que significaba ser un chico o una chica. Pero nosotros, lejos de estar bajo esas leyes, parecíamos dispuestos a regirnos únicamente bajo una ley: La ley del placer.

 

Una vez vestidos, bajamos a cenar. La madre nos retó por demorarnos tanto y nosotros solo nos disculpamos y nos reímos, ocultando nuestro secreto.

Cenamos los 5, charlando con normalidad. La verdad que esa familia me quería mucho, tenían un muy alto concepto de mí y estaban felices de recibirme siempre.

Lu seguía medio tímida conmigo pero empezaba a soltarse más, intercambiamos algunas palabras durante la cena y hasta cruzamos miradas más de una vez. Yo mantenía la mirada firme y ella era la que avergonzada dejaba de mirar primero perdiendo ese «juego seductor» conmigo, que me consideraba bastante hábil en la materia y que notaba ciertas cosas en sus actitudes y miradas que me hacían darme cuenta que ella sentía algo por mi (en alguno de los próximos relatos van a empezar a pasar cosas con ella).

Al terminar la cena nos quedamos un rato más en la sobre-mesa, yo ayudé a levantar los platos y luego subimos con Mati a jugar a la play hasta la noche, cuando cerca de las 2AM apagamos todo y fuimos a dormir, ambos únicamente en boxer esta vez y esperando por el día domingo y por el resto de este verano cordobés, que nos deparaba muchos momentos excitantes excediendo límites no imaginados ni por nosotros hacía tan solo unos días.

 

 

Hasta acá el relato de hoy… De a poco vamos avanzando en como empezó mi relación con Mati. Al día siguiente finalmente nos sacamos las caretas y pasó algo que nunca voy a olvidar.

Espero que apoyen este relato. Me disculpo de nuevo si me extendí demasiado pero es que me gusta ser detallado.

Un saludo a todos, gracias por leer y los espero en el capítulo 3!

 

 

Si quieren contactarme para conocerme, charlar, contarnos cosas o lo que sea mi mail para esto es: [email protected]

42 Lecturas/16 julio, 2025/0 Comentarios/por Martinnn10
Etiquetas: amiga, baño, gay, madre, mamada, mayor, semen, sexo
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