Más clases particulares para Tavito
Una breve oportunidad era lo único que Tavito y yo necesitábamos, y la aprovechamos por completo.
Desde la última vez que había tenido sexo con Tavito pasaron 2 semanas, siempre sucedía que su mamá estaba en casa o su abuela estaba más cerca, el caso es que no tenía una buena oportunidad de dejársela ir por el culo y ambos terminabamos muy calientes la mayor parte del tiempo solo tocándonos por sobre la ropa disimuladamente haciendo que mi ropa interior siempre quedara manchada de semen y con unas ganas terribles de solo bajarle el pantaloncillo a Tavito, empinarlo y metérsela de un tirón para darle hasta que su hoyo apretadito rebosara de mi semen, de manera que cada día que iba a darle las lecciones llegaba a mi casa directamente a jalarmela viendo las fotos de Tavito que tenía guardadas.
El día era un domingo, había decidido ir ese día porque no tenía realmente nada mejor que hacer y la mamá de Tavo me había invitado a comer en agradecimiento, así que llegué más temprano de lo normal y comimos platicando acerca de lo bien que había mejorado Tavo con sus problemas de matemáticas. Terminando la comida Tavo y yo nos dirigimos a su habitación para seguir con las clases mientras su mamá se ocupaba de lavar ropa en el patio.
La tarde seguía su ritmo normal, Tavito y yo nos habíamos ubicado en la cama esa vez, y con la libreta en medio de los dos checábamos más ejercicios para reforzar lo que ya había aprendido.
– Tengo un poquito de sed- Dijo Tavito de repente mientras seguía con la vista en el cuaderno.
– Ve a tomar agua y me traes a mí- Le dijo con total naturalidad.
– Se me antoja más tu lechita- Respondió Tavo hablando más despacio soltando una risita. Escuchar a Tavo decir eso hizo que instintivamente mi pene se emocionara un poco.
– No- Le dije cortante con voz baja.
– Ándale- Respondió Tavito estirando su mano poniéndola en medio de mis piernas sujetando mi palanca haciendo que terminara de levantarse.
– No, está tu mamá y se puede dar cuenta- Le dije a Tavo sintiendo como sus dedos apretaban más fuerte mi pene ya completamente duro.
– No se va a dar cuenta, está atrás- Dijo Tavito bajando el zipper de mi pantalón adentrando su mano en él y tomando de nuevo mi pene por entre la ropa interior. Yo jadeaba despacio, en verdad tenía muchas ganas de que al menos su boca hiciera contacto con mi verga dura, tenía días deseándolo así que después de pensarlo y voltear a ver hacia la puerta diez veces acepté,
– Bueno, pero rápido- Le dije a Tavito y el sonrió volteando a ver hacia mi entrepierna. Me recosté en la cama y desabotoné mi pantalón acomodándome, Tavito hizo a un lado el cuaderno y se recostó junto a mí con sus piernas hacia mi cabeza, se acomodó alcanzando con su cara la altura de mi miembro y tomó mi ropa interior del borde para bajarla liberando mi pene haciendo este contacto con su mejilla. Tavito bajó y subió el prepucio un par de veces y mientras yo viendo hacia el techo sentí su aliento en mi glande haciéndome los huevos estremecer para inmediatamente después sentir el calor y humedad de su boca envolviendo mi verga comenzando a mamarla como cachorro hambriento. Tavito le daba unas buenas chupadas a mi verga, sujetándola con su mano desde la base mientras yo epretaba los ojos gozando después de tantos días sin haber podido sentir su calor. Tavito pasaba la lengua por la cabeza de mi barra dura y yo reprimía los suspiros que eso me provocaba, volteando en ocasiones a la puerta y cuidando tener el oído alerta a cualquier ruido sospechoso. Miraba desde mi posición la nuca de Tavo, como subía y bajaba cada vez que volvía a meter mi verga entre sus labios y estiré mi mano para acariciar su cabello mientras él seguía chupando, dejando salir algunos pequeños ruiditos cuando succionaba mi miembro.
Bajé de la cabeza de Tavo a su espalda acariciándolo con los ojos cerrados, me estaba dejando llevar por la pasión sintiendo las gotitas de líquido salir de mi pene y Tavito las recogía con la lengua. Abrí de nuevo los ojos y fijé mi mirada en el culito de Tavo, él traía puesto un short de cuadritos y el resorte de su ropa interior se asomaba un poco en el borde, bajé aún más mi mano posándola sobre el par de montañitas que Tavo tenía de nalgas y las amasé un poco sintiendo su esponjosidad haciéndome calentar más, así que metí mi mano por la pierna de la ropa de Tavo tocando su piel y la deslicé dentro hasta tocar de nuevo su culo por sobre la ropa interior sintiendo un poco mejor lo firmes de sus cachetes y metía la mano en su raya haciendo que su calzón quedara dentro atrapado en sus glúteos y Tavito levantaba más el trasero dejándome jugar con sus nalgas cuando entonces sentí su lengua bajando por mi pene hasta la base y continuando empezó a lamer mis bolas provocando que mi piel se erizara y mis dedos se movieran más en su culo buscando su hoyo obstaculizado por su ropa interior.
Saqué mi mano de la ropa de Tavito, tomé una de sus piernas que estaban a mi costado y lo hice acomodar sobre mí con las piernas a los lados de mi cara y sujetando bien su ropa le bajé los pantalones con todo e interiores dejando su culo a la vista a centímetros de mi cara, separé sus montículos de carne y su ano me dió la bienvenida y como hipnotizado clavé mi cara entre las nalgas de Tavito chupando su ano y acariciando mi cara en sus glúteos, le quería chupar su pequeña verguita pero debido a la posición y la ropa no tenía alcance, así que me conformaba con sus huevos mientras él igual chupaba los míos. Debíamos tener no más de 5 minutos, pero a mí se me hacía eterno, disfrutaba cada lengüetazo y chupada a mi pene como si en cámara lenta fuera, con dos dedos ya adentro del culo de Tavo, cuando de pronto abrí grande los ojos percatandome de algo: había perdido la conciencia y no me había dado cuenta del sonar de pasos aproximándose muy cerca. Sentí que se me bajaba la presión, me sentía frío, los pasos ya estaban prácticamente afuera de la habitación de Tavo, traté de acomodarle la ropa lo mejor que pude, aunque realmente solo le dejé el short mal puesto a medio subir con el interior enrollado, no había manera de que nos reincorporaramos estando los dos en esa situación así que me congelé esperando lo peor cuando el sonido de tacones se escuchó llegar hasta fuera de la puerta,
– Hijo, tu abuelita y yo iremos al súper por unas cosas, volvemos rápido, ok?- Dijo Mayra desde afuera, yo estaba paralizado, sentía como iba perdiendo la erección por el susto.
– Si mamá- Respondió Tavito como si nada.
– Ok, Joel, te molesta si te dejamos un momento a Tavito?- Dijo Mayra, pero yo seguía en shock. Tomé aire y le respondí,
– Si, no hay problema, las espero- Le dije fijando la vista en la puerta rogando por que no la abriera y haciendo a Tavito a un lado tratando de guardar rápido mi pene.
– Muy bien, volvemos en un rato- Dijo, y escuché como platicaba algo con su mamá y segundos después el ruido de la puerta principal cerrándose, dejando todo nuevamente en silencio.
– Ya se te durmió- Dijo Tavito palpando mi pene flácido.
– Me asusté mucho- Le dije, aún sentía escalofríos.
– Si, pero ya se fueron- Me respondió Tavito y volvió a meter mi pene en su boca chupandolo, – Que bueno, para que me cojas, mejor- Agregó volviendo a empuñar mi verga haciendo movimiento de sube y baja. Me sorprendía lo caliente que era Tavito, como parecía compartir el fetiche de excitarse más cuando estábamos por ser encontrados, pero él tenía razón, yo también me lo quería coger con todas mis fuerzas, así que había que aprovechar la situación y superar ese gran susto, así que me volví a dejar llevar por la boca y dedos de Tavo entre mis piernas y mi verga palpitante se volvió a endurecer,
– Ya, quiero metertela- Le dije sintiendome más caliente que antes, e hice a Tavito bajar de mí. Rápidamente me saqué el pantalón y el boxer dejando mi verga babeada al aire, coloqué a Tavo boca arriba y con un poco de dificultad debido a mi desesperado movimiento de manos provocado por la excitación desabotoné su pantaloncillo, encontrándome con un calzoncito mal puesto de Buzz lightyear de resorte morado cubriendo sus partes íntimas pero no ocultando la evidente erección en el pequeño piquito de mi bebé. Le acomodé la ropa interior a Tavito, pues me calentaba mucho como se veía y después tomé su pene entre mis dedos acariciándolo por sobre la tela mientras él deslizaba la mirada de su entrepierna a mi rostro con seriedad y sonrió dejándose llevar por la situación permitiendome tocar lascivamente sus partes íntimas. Acerqué mi cara al interior de las piernas de Tavo y restregué mi rostro en su entrepierna pasando de un lado a otro su pene y huevos deteniéndome momentáneamente para aspirar su aroma y morder despacio su verguita sobre la tela hasta que di paso en mi juego y sujetando su lindo e infantil calzoncillo comencé a quitárselo alzando él un poco la cadera para ayudar hasta que al igual que yo su parte baja quedó al total descubierto y de nueva cuenta mi cara volvió a ese sitio haciendo contacto con sus bolitas aspirando su aroma a niño directamente y mi lengua a la vez comenzaba a lamer el espacio entre sus huevos y su ano para lento subir saboreando sus huevitos y continuar hasta llegar a la punta de su verguita mamandole con la misma pasión que minutos antes lo hizo él conmigo. Mamaba el pene de Tavito como si la vida se me fuera en ello, sorbía sus pequeños testículos metiendolos en mi boca a hacerle compañía a su verguita haciendo que mi saliva bajara desde sus huevos hasta su ano y sin dejar de chupar, mis dedos fueron introduciéndose lento hasta tenerlo completamente penetrado con ellos.
Ya no aguantaba más, debía cogerme a Tavito en ese momento, sentía la verga entumecida e inchada y además debía aprovechar antes que su mamá volviera, así que no perdí más el tiempo, levanté sus piernas, escupí en su culo una buena cantidad de saliva, me coloqué entre sus piernas y apunté con mi barra a su agujerito tierno y caliente, el glande se posó en su ano y Tavito volteaba a ver entre sus piernas como mi verga adulta amenazaba con entrar en su apretado culito caliente de 10 años, y así, viéndolo a la cara se la metí hasta la mitad de un empujón,
– Ahhh…- Exclamó despacio e inmediatamente yo acerqué mi cara a su cuello y comencé a besarlo mientras iniciaba el mete y saca, primero unos cuántos balanceos suaves y después comencé a darle más rápido escuchando de cerca como Tavito soltaba soniditos mezcla de gusto e inconformidad, para segundos más tarde gemir despacio mientras se acostumbraba y mi verga se movía con mayor facilidad por sus tripas y con un balanceo más pronunciado se la terminé de clavar haciendo que Tavito me apretara la espalda con sus manitas y el plop-plop de mi cuerpo golpeando con el suyo comenzó a llenar el cuarto.
– Esto querías, Tavito?- Le decía a Tavo con mi voz más perversa mientras me lo cogía con todo.
– Ay… Si- Decía Tavito con los ojos cerrados.
– Ya ocupaba verga tu culito, verdad?- Le preguntaba viendo como con los ojos cerrados abría y cerraba la boca gozando.
– Si…- Se limitó Tavito a responder.
– Que rico culito tienes, mira como se come mi verga, te encanta verdad? Te encanta mi verga- Le decía a Tavo, cegado por la calentura y la pasión causada por la adrenalina, lo que me hacía tratarlo como una real puta mientras se la metía duro y rápido, si de algo estaba seguro, y era de que jamás me aburriría del culo de Tavo, esa suavidad y a la vez lo apretado me hacía gozar como loco cada vez que me lo cogía.
Estaba a punto de venirme, lo podía sentir, pero yo quería alargar un poco la faena y ver ese culo recibiendo mi palanca, así que en un movimiento rápido se la saqué desconcertando a Tavo para inmediatamente darle la vuelta con algo de brusquedad,
– Ay- Dijo Tavito solamente, y me trepé sin más en él, separando sus nalgas con mis manos viendo su hoyito abierto guíe mi verga de regreso para dejarme caer clavándosela entera de un empujón,
– Auhh…- Se quejó Tavito de nuevo, pero no me importó, regresé al mete y saca viendo mi verga perderse en medio de la raja de Tavo, deseando no haber perdido la botella de lubricante cuando estuvimos en el bosque, me hubiera servido de maravilla en ese momento, pero aún así entre mis jugos y los escupitajos que soltaba en mi verga eran suficiente para que mi pene resbalara delicioso por el culo de Tavo resonando los aplash cada que arremetía contra él.
Apretaba las nalgas de Tavo con mis manos y se las separaba tratando de meter hasta el último milímetro de verga en su ano y él solo movía la cabeza y soltaba el aire acompañado de gemidos ligeritos, música para mis oídos que complementé con el azotar de mi palma en unas nalgadas lo suficientemente fuertes para hacer ruido y dejar su piel enrojecida, pero no tanto como para causarle un dolor fuerte,
– Ay- Decía Tavito cada que le nalgeaba de nuevo, pero sabía bien que le gustaba, su culo me lo confirmaba con unas ligeras contracciones deliciosas que apretaban mi verga cada que mi palma volvía a caer en sus gordas nalguitas que bailaban ante mi montada y los azotes de mi mano. Miraba maravillado como mi pene desaparecía y volvía del interior del culo de Tavo, sus nalgas enrojecidas con mis dedos marcados y sentía el sudor en mis huevos embarrándose en sus nalgas cuando volví a percibir que estaba por acabar y me coloqué tendido encima de Tavo pegando los pelos de mi pecho en su espalda y metiéndosela como si quisiera traspasarlo,
– Te voy a llenar el culo de leche- le dije desde atrás de su nuca, Tavito giró la cabeza viéndome a los ojos con las mejillas ruborizadas y abrió grande la boca cuando su culo comenzó a palpitar estrangulando mi verga y aligerando el meneo de cadera gocé cada apretón y empujándosela hasta el fondo me corrí soltando mis chorros de leche en su interior. Seguía encima de Tavo, ya los espamos habían pasado y mi semen había terminado de salir inundando sus tripas, mis huevos descansaban en las nalguitas de mi pequeño y mi verga aún conservaba su firmeza disfrutando esa sensación de tenersela adentro a un goloso niño culo caliente cuando Tavito se comenzó a agitarse, así que me moví dejándolo salir de debajo de mí sintiendo mi verga deslizar saliendo de su culo y me quedé de nuevo tendido boca abajo en la cama, había sido un gran polvo, aún teníamos tiempo, habría pasado a lo mucho media hora desde que su mamá se había ido, pero quería descansar un poquito del último orgasmo. Tavito miró a la cara y yo le sonríe, el bajó la mirada recorriendo mi cuerpo y se detuvo en mi culo, se movió por la cama y sentí como su mano se deslizaba por entre mis piernas por lo que las abrí dejando que hiciera lo que quisiera y entonces su mano alcanzó mi verga apretándola. La posición era algo incómoda, pero yo levantaba un poco el culo para que Tavito tuviera mejor alcance a mi miembro y con los ojos cerrados me limitaba a dejar que su manita jugara con mis bolas y pene hasta que sentí que Tavito se movía más en la cama y de pronto su lengua empezaba a pasar por mis huevos haciéndome suspirar. Tavito me estaba dando una buena mamada de huevos, bajaba por momentos a mi pene y lo recorría con la lengua, tomaba el glande en sus labios y lo chupaba como pajilla y después regresaba a mis huevos metiéndoselos a la boca, yo suspiraba, me encantaba, y sin darme cuenta de pronto Tavo estaba lamiéndome el culo con sus manos separando mis nalgas, me chupaba los huevos y luego volvía a mi ano, mi verga babeaba y Tavito se encargaba de volver a mamarla limpiándola y en uno de los momentos dónde se dedicaba a mis huevos sentí sus deditos urgando mi culo empezando a meterlos, primero uno y luego dos sin dejar de lamer mi escroto. Ya sabía lo que iba a pasar, Tavito estaba haciendo lo mismo que yo le hacía a él cuando me lo iba a coger, así que ninguno de los dos dijo nada, me dejé llevar hasta que lo sentí encima de mí y de pronto en el culo percibí como algo diferente de sus dedos comenzaba a irrumpir. Esa vez realmente me estaba gustando, no era que el pequeño pene de Tavito me hiciera desprender un gran placer, era la situación, yo un adulto joven, estar con un niño de 10 haciéndolo en su cama, su ropa infantil, su caliente actitud, el morbo de todo eso mezclado. Levantaba más el culo, quería que mi pequeño lo gozara lo más posible y creo si era así, porque no dejaba de mover su diminuta verga cogiéndome como un campeón, jadeaba y me sujetaba fuerte hasta que de pronto dejó de moverse y quedó encima de mí igual como yo había estado en él hace un momento. No duró mucho la cogida que Tavo me dió, pero había sido placentera, él se desabotonó de mí y se acostó a mi lado,
– Te gustó?- Le pregunté viendo sus ojos.
– Si- Dijo él sonriente, y entonces nos abrazamos, estuvimos unos minutos así pero inevitablemente debíamos regresar a la realidad, así que fuimos juntos al baño a limpiar la suciedad que quedaba en nuestros cuerpos y después nos colocamos la ropa de regreso, el cuarto olía a sexo anal, así que rocíe aromatizante y revisé que la cama no estuviera sucia para regresar a terminar lo que estábamos estudiando y acabado eso estuvimos viendo un ratito televisión esperando a su mamá y abuela, las señoras llegaron y me agradecieron de nueva cuenta por cuidar a Tavito y entonces me despedí para regresar a mi casa.
Ese día fué el último de clases que le di a Tavito, él había aprendido todo lo que debía saber y solo quedaba esperar a diciembre que estaba ya a la vuelta de la esquina para hacer el examen previo a vacaciones. Por mi parte debía concentrarme en sacar mis proyectos de la universidad, así que ya no podía seguir instruyendo a Tavito, aunque realmente me hubiera encantado seguir con tal de volver a vivir otro momento así de rico con él.
Mi estimado Sonic13 esta serie la lei en otra pagina, no se si salio de aquella pagina o de esta, pero espero podamos platicar, si tu pusiste la serie en la otra pagina ya sabes cual…..es saludos.
Si no me lo dices no me entero, yo siempre he escrito solo para SST.
Al parecer es una página espejo, pero ahí no está la historia completa desde inicio.
Hola te comento que efectivamente esta completa la historia desde el primer capitulo, pero si no la conoces sera difícil que la pueda mencionar acá. saludos.
Muy bueno como siempre, espero que nunca termine esta historia
Gracias por comentar.
Tenía meses sin saber de Tavito. Gracias por retomar la saga. Lamento que Mario no se les haya unido pero ya eso es criterio tuyo. De verdad sorprende la manera en que cada relato es más exitante que el anterior. No decaigas, sigue adelante.
Me he mantenido con al menos un capítulo al mes después del break que tuve el año pasado.
Hola, me estoy leyendo tus relatos desde el inicio y pues me calientan bastante, ayer estuve toda la tarde leyendo xd. Muy buenos