Más que amigos
Ese día acepté que me gustaba un chico, me encontraba confundido. Me gustaba un amigo..
Lucas es un compañero de la universidad, estudiamos la misma carrera. Nos conocimos en febrero de 2017, cuando apenas empezábamos la carrera. Todo comenzó una tarde en nuestra primera clase de dibujo, había una serie de mesas de trabajo especiales para dos personas, yo no conocía a nadie por lo tanto tomé una para mi solo. Pasado un rato, empezó a llenarse le lugar y la clase estaba por comenzar, yo aún seguía solo, esperaba que alguien se sentara junto a mi. Cuando el profesor dio una breve introducción sobre su trabajo, sonó la puerta. Entraron un par de estudiantes, una chica que al parecer su amiga le guardaba espacio más atrás y Lucas.
Parecía desconcertado, pero no se le veía nervioso. El profesor le hizo señas para que se sentara en algún lugar, sin pensarlo mucho se sentó en la banca que sobraba en mi mesa. Apenas me hizo un gesto de saludo con la cara mientras se sentaba, dejó sus cosas a un lado y se giro hacia el profesor. El ambiente estaba tensó, pocos se conocían, el resto eran alumnos de nuevo ingreso y el profesor realizó una actividad para romper el hielo. Consistía en que dibujáramos , lo que quisiéramos, y luego haríamos una exposición de lo que hicimos y a la vez decir algo sobre nosotros mismos para conocernos.
-Esto es una mierda -. Dijo Lucas, mientras levantaba su hoja y me enseñaba. Me reí un poco, tenía una silueta de una estructura pero no se entendía.
–No lo creo -.Cogí mi hoja y le enseñe.- Esto es más mierda -. Ambos nos reímos y seguimos trabajando.
No hubo mucha charla, fue hasta el momento de nuestra exposición cuando supe más de él. Eramos los primeros en empezar.
–Hola a todos -. Todos respondimos .- Mi nombre es Lucas, vengo de Ciudad Capital. Tengo 21 años y este es mi dibujo -. Lo enseñó al resto de la clase. Me levanté.
–Yo me llamo Daniel, tengo 21 años y también vengo de Ciudad Capital -. Enseñe mi dibujo.
Ese es el resumen de como nos conocimos. Con el pasar de los días nos dimos cuenta de que teníamos varias clases en común y se hizo costumbre sentarnos juntos. Poco a poco nos fuimos conociendo, hacíamos trabajos juntos, etc. Resultó ser que el había estudiado en un colegio diferente, por eso a pesar de ser del mismo lugar, no nos conocimos pero teníamos conocidos en común.
He de admitir que nos fuimos haciendo buenos amigos. Más o menos como en septiembre de 2017 me di cuanta de algo: me gustaba él. Anteriormente, había sentido atracción por algún otro chico pero estos no estudiaban conmigo o no había posibilidad de conocerlos, jamás quise admitirlo. Me negaba a hacerlo, pero con Lucas era distinto porque, a pesar de que eramos muy diferentes, el estaba ahí en el mismo lugar que yo, en la misma universidad, en la misma ciudad.
Pero no fue hasta diciembre que sucedió algo más allá de la amistad. Una noche me fui a quedar en su apartamento, teníamos que terminar una investigación, o algo así, para historia e íbamos a terminar tarde. Era viernes y no había problema en que pasara el sábado ahí. Era un lugar bonito, una espacio muy juvenil, un apartamento tipo estudio para dos personas como mucho. Todo estaba en un mismo lugar, bien distribuido y ordenado, a excepción del baño que era otra habitación.
Estábamos cansado, pedimos algo de comer, él sacó unas cervezas y fuimos a la azotea del edifico a comer y charlar un rato antes de irnos a dormir.
–¿Viste la reacción de José cuando la profesora le dijo que mejor cambiara de carrera?-. Se reía mientras comía
-Sí sí-. También me reía.- Pero se pasó, no debió haber dicho eso. José quería insultarla.
–Ya, pues se lo buscó. Es un vago-. Destapó otra cerveza.- Oye, María preguntó por ti.- Me coloqué un poco nervioso.
-Lo sé, también me lo dijo Nicole… es que no me gusta-. Me enderecé.- Además, ella solo lo hace por molestar.
-Sí, claro-. Contestó él.- Mira, te seré sincero Daniel. Hace un tiempo me he preguntado algo y me daba vergüenza decírtelo, pero acá en confianza te preguntaré: ¿Te gusto?.– No sé cual fue mi expresión, pero una leve sonrisa se asomó en sus labio, me sentía muy nervioso, no podía mirarlo.- No pasa nada sí es así, te lo digo porque a veces noto que me miras mucho o lo amable que eres conmigo en comparación a otros compañeros-. Se levantó y se estiro un poco, y se acercó a la baranda de la azotea. No sabía que hacer, pero si él lo había notado, no tendría sentido mentirle. Por primera vez le haría frente a algo que temía, admitiría algo muy personal.
–Sí-. Dije sin mucho rodeo, sentía que me temblaba pero.- No…- Con un todo entrecortado.- No quería admitirlo. No sé como reaccione la gente al saberlo que me gustan los chicos-.Me levanté y me acerqué a él.- Por favor, no le digas nadie.-Pasamos un rato en silencio, pero parecieron horas. Él empezó a calmarme, a decirme que no pasaba nada, que no le diría a nadie y que no me preocupara de nada. Mostraba un poco de interés por saber como me sentir con respecto a eso y hacer preguntas más personales.
–¿Y ya has estado con alguno chico?.-Me miraba a la cara
-No, nunca he estado.-Ambos estábamos apoyados en la baranda, viendo hacia la calle o a edificios cercanos.
-Es difícil que te guste alguien y esta persona no te corresponda. Me ha pasado.- Empezó a contarme mientras se sentaba en el piso y apoyaba su espalda a la baranda.- Fue hace unos años, en el colegio, me gustaba mucho una amiga pero ella no quería nada conmigo. Me acuerdo que me sentía mal, hubiese dado lo que fuese por al menos una beso de ella.-Lo imité y me senté a su lado.
-Sí, supongo. Nunca he estado en una relación como tal, y quizá si he sentido eso que dices pero ya sabes… es diferente-. Dije con un tono de frustración y por fin voltee a verle.
–No es diferente. Quiero decir, chico o chica, es lo mismo-. Con un tono serio.- Mira Daniel, me gustas. O bueno, no sé si es eso, pero algo sucede.- Luego se puso nervioso, bajo la mirada.
–No me jodas, Lucas. No es gracioso, sé que siempre eres directo con lo que dices pero esto…– Me levanté molesto. No quería verle en ese momento. Sentí como una mano en mi hombro, con fuerza, me hacia girar.
Me besó, mi primer beso. No era broma lo que decía Lucas.
–¿Qué haces?-. Preguntaba mientras me besaba por el cuello, la cosa iba en serio.
-Por ahora no hablemos sí.- Me abrazó.
Nos seguimos besando, sus manos me acariciaban mi cara. Por ratos tocaban mi espalda o mi pecho. Yo no sabía bien que hacer, pero a ratos le imitaba. Yo no era experto besador, pero me gustaba como lo hacía. Me sentía bien, por fin algo resultaba bien en este aspecto de mi vida. Nos fuimos a su apartamento, al entrar acomodamos todo. Había un silencio agradable, no era incomodo, por ratos lo veía mientras recogía algo y una sonrisa tímida se pintaba en su rostro. Supuse que nos iríamos a dormir, ya había acomodado el sofá-cama para mi. Al salir del baño, las luces estaban apagadas y solo una lámpara estaba encendida junto a su cama.
Él me observaba, sentía que me analizaba pero en un buen sentido, quería decirme algo pero no se atrevía. Me fui a sentar en el sofá cuando me dice que fuese allá, junto a él. Lucas vestía unos boxers grises y una camiseta blanca para dormir. Sus pies estaban cubiertos por el edredón. Me acercó una almohada y la puso a su lado para que me recostara.
–No me gustan las etiquetas-. Se cubrió un poco más con el edredón.- No lo digo como motivo para suavizar lo que es obvio, lo digo porque es así, también me gustan los chicos.– Me miró.- Tampoco quería admitirlo.
Levantó el edredón y me hizo señas para que me cubriera con él también. Apagó la lámpara, y se acercó a mi. Ambos estábamos acostados de lado viéndonos cara a cara. Se acercó más y me besó.
Cerré mis ojos y me dejé llevar. Mordía mis labios, tocaba mi abdomen, yo acariciaba su cara. Empecé a tocar su pecho, podía sentir su cuerpo. Un momento después, me quitó mi camiseta, y luego la de él.
Estaba todo oscuro, pero podía sentirlo todo. Empezó a besar mi cuello y fue bajando, poco a poco, por mi pecho, mi abdomen y volvió a mi cara. Sus manos tocaban mi pene por fuera de mi short de pijama. Apretaba suavemente mis testículos y trataba de agarrar con la mano el pene que empezaba a ponerse erecto.
Con la otra mano se quitó sus boxers, tomó mi mano y la puso sobre su pene, ya erecto. Dude un segundo en que hacer, pero lo imite. Podía sentir su carne en mis manos. Acariciaba su escroto, podía sentir sus vellos empezando a crecer.
Me besaba intensamente. Empezó a desnudarme por completo, una vez hecho, cogió con sus dos mano mi pene y empezó a masturbarme. Se sentía muy bien, me encontraba muy excitado, más que otras veces. Sentir unas manos que no eran las mías me ponía a mi.
Volví a imitarlo, cogí su pene con mis dos manos y me concentré en hacerlo acabar. Lo hacia un poco con vergüenza pero no me detenía. Nos separamos un poco y continuamos así. Se levantó y fue a por papel al baño, cuando regreso me pidió que me recostara al espalda de la cama y volvió a empezar a besarme y a tocarme todo. El estaba sentado sobre mis pies, cuando llego a mi pene volvió a cogerlo y volvió a masturbarme. Está vez, yo respiraba muy rápido, sentía que iba a explotar del placer. Con una mano lo hacia mientras con otra acariciaba mi abdomen y pecho, y unos segundos después empecé a eyacular. Le cundí la mano, el resto llego a mi abdomen. respiraba con agitación.
Encendió la lámpara de nuevo , me acercó el papel para que me limpiara. Se echó a mi lado, cerró sus ojos y levanto un poco la cabeza, mientras se masturbaba a él. Me excitaba mucho verlo hacer eso, pero no me atreví a ayudarlo. Solo observaba, hasta que un chorro de semen salió disparado a su abdomen y el seguía haciendo sus movimientos pero lentamente hasta que terminó de expulsar todo.
Una vez calmado él, y yo, nos miramos y nos reímos un montón. Fue extraño, pero ninguno dijo nada. Le dije que iba al baño a limpiarme bien para acostarme y me acompaño. Nos limpiamos bien, nos besamos un rato en el baño, y nos fuimos a dormir juntos.
Él se colocó sus boxers y yo mi short, nos acostamos viéndonos de frente hasta que me quedé dormido.
Espero les haya gustado, si quieren seguir leyendo más sobre este relato, dejen sus comentarios.
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