Masajista me acaricia interracial
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi hermana sabia de lo que me hablaba cuando me sugirió ponerme en contacto con Alex.
El personalmente tenia mucha presencia y una soberbia que volvería loca a cualquier pasiva putita como yo.
Me había acostado sobre el piso boca abajo, sentándose sobre mi espalda, sus manos apretaban mi cráneo y el cuello, era muy excitante tenerlo encima mio.
"-Que lindo cuerpo que tenes, ¿sos bien gauchita bebe?" Alex tenia una voz aguda y muy profunda.
"-Haceme lo que creas necesario.
– Mi boca se abrio y mis palabras temblaron
La mano derecha me apretaba el cuello y la izquierda me masajeaba la cabeza y algunas vertebras.
Su entrepierna había alcanzado mi espalda, muy cerca de mis nalgas había quedado aplastado su miembro contras mis carnes, se sentía caliente y pesado, ademas de grande.
Los masajes continuaron de forma que casi me ocasionan un orgasmo, toda mi espalda temblaba al igual que mis nalgas.
A los dos nos dio una erecciones muy fuertes.
"-¡A vos voy a darte un tratamiento especial porque sos una rubia muy dócil!-"
El arrastró sus nalgas por encima de las mías, dejando sus manos sobre el final de mi espalda y el comienzo de mis nalgas.
La inmensa cabeza que tenia su pene me hacia presión desde abajo a mi miembro que estaba muy duro y erguido.
El de el era tres veces mas grande que el mio.
Sus masajes fueron bajando muy paulatinamente, sin mas preámbulos encontraron mis nalgas profundas y carnosas muy blancas sedientas de nalgueadas y cachetazos y cualquier cosa que entrara.
Habia dejado de sentir su pene contra el mio pero sus manos eran doblemente mas grandes y placenteras.
Sus dedos se metían muy lentamente en mi recto, haciéndome girar de placer.
Los primeros tres me entraron rápidamente, los otros dos necesitaron ayuda de la crema base que tenia mi amante Alex.
Cinco dedos ya habían entrado de su mano izquierda y no podía creerlo, era muy placentero.
Si me podía hacer girar así de placer solamente con cuatro dedos, no sabia lo que me esperaba.
Mi pene me chorreaba y mi culo se había abierto bien después de tener la mano enterrada hasta la muñeca.
No podía dejar de gemir un segundo, el hizo entrar toda la mano izquierda en un santiamén.
Mientras la mano estaba totalmente estirada dentro de mi ano, el empezó a cerrarla.
"-No hay vuelta atrás de esto nenita, Luciana sos mi puta ahora.
-"
Luciana era mi nombre de pila de morbo, me calentaba muchísimo.
El sujetaba mi ano con el puño que habría tardado fácilmente tres minutos en terminar de cerrarlo, dejándome la parte mas profunda mas abierta, haciéndome doblarme del placer.
Sacó la mano se la baño en crema metiendola nuevamente al instante empezando a cerrarla muy lento pero un poco mas rápido que la primera vez.
Parecía que no tenia final mi recto, yo lloraba del placer a ese momento.
Saco la mano y me enterró la boca, mi ano estaba dilatadamente abierto, sentía su fría lengua sobre mi caliente recto abierto.
Empezó a masturbarme con su mano y acabe, conté dos veces en menos de un minuto.
"-Bebe acabaste un montón lucianita mi amor, lo que te espera.
voy a llenarte de tanta verga que te va a quedar un tatuaje de leche de mi chota en una nalga.
Pero antes las manos.
"
Su mano entro muy fácilmente por mi ya abierto ano, sin dejarme chance de decir que no.
"-Vamos a darle un respiro a este lindo agujero.
-"
Me puso boca arriba y aproximo su entrepierna a mi cara, sus bolas estaban en mi garganta, mientras que la cabeza de la chota me tapaba la vista.
Era la poronga con la que venia soñando todos mis años como pasiva.
Abrí todo lo que pude la quijada y aun así la venosa y gran verga raspaba contra mis dientes.
"-Tenes que abrir mas la boca lucianita, es como un cañón de los de antes.
-"
Con sus dedos me empujo la quijada hacia arriba y ahí había quedado fijada.
Tome mucho aire y deje a la carne entrar hasta golpear mi campanilla, la cabeza era enorme y se abría camino por mi garganta, cada atragantada que me comí hasta que su negra verga dejo de entrar a mi garganta, valió totalmente la pena.
"-Sabes chupármela muy bien, un poquito mas.
Ya casi esta totalmente dura.
-"
Junte mucha saliva y ni bien entro de un solo intento había encontrado su camino hacia mi garganta en su totalidad.
Sus manos me apretaban la cabeza, mientras tanto mi mano derecha le masajeaba los pequeños testículos que le habían quedado, mi otra mano masajeaba sus muslos.
"-Ahí esta bien dura, ¿como vos la querías no? 24 cm por 10 de ancho.
-"
Me hizo chuparsela hasta que empece a toser porque era muy grande, empezó a sentirse mas estimulado por la saliva que escupía y las vibraciones de todo mi cuerpo el seguía bombeandome la garganta incluso si yo estaba sin aire.
Cuando la saqué tenia muchísimo fluido de su verga en mi boca que iba directamente a la cabeza de esa hermosa polla negra que me ayudaría a girar, sus bolas tocaban gran parte de mi lengua, yo las chupaba con placer.
El acabó dentro de mi garganta, y sacó la cabeza y la dejo dentro de mi boca encima de mi lengua, y continuó acabando mientras se estiraba con las manos el tronco, sacando mas y mas leche, sin lentitud me trague toda la leche caliente de mi macho.
Me levanto de la cama y me llevo a mi mesa, ahí armo una linea de cocaína que me hizo tomar.
Instantáneamente me hizo ir a la cama y me puso en cuatro, estaba tomando merca sobre mi nalga derecha.
Se tomo dos lineas en un instante, luego me mordio las nalgas, me pego unos cachetazos y me metió un dedo, de la mano derecha, el indice.
"-Tenes un culo muy grande redondo y me va a gustar mucho cojertelo seguro.
-" tenia dos dedos dentro de mi ano.
El apoyó la cabeza de su anaconda sobre mi recto, sus dedos me abrieron, para que la cabeza entre mejor.
"-Ahora tenes el profundo bien abierto para que te deje partida en dos con toda mi verga, pocas putitas tuvieron esta suerte-"
"-Cojeme bien fuerte papi.
-" Sin forro sentia la calentura de su verga en mi recto.
Los dedos entraban junto a la verga, estaba subiendo la cabeza lentamente sobre mi ano llegando al recto, dos dedos pasaron a ser 3, y un momento despues 4.
"-Nunca te vas a olvidar de esta cojida mi lucianita puta.
-"
La verga no había entrado ni por la mitad y mi culo ya estaba abierto como el cráter de un volcán.
Siguió metiendola mientras sus dedos dilataban mi recto sin piedad, tenia los cinco dedos y parte de los nudillos, mas unos 20 cm de los 4 que me quedaban.
Mi mente deliraba de placer, mi ano dominaba todo mi cuerpo y solo me dejaba disfrutar de semejante paquete que me habían puesto enfrente.
La degenerada de mi hermana me conocía y Alex también.
Cuando quise darme cuenta la verga estaba totalmente enterrada, me había dejado la cola tan abierta que no volvería a cerrarse.
"-Te gustan mis masajes bebe?-"
Le conteste con varios orgasmos, mi culo se derretía del placer, el me respiraba encima de mio, estábamos muy cerca y el tenia toda su verga enterrada y bombeandome el culo, no podía acabar, y me daba cada vez mas fuerte, mi cola empezaba a arderme pero no importaba porque el placer me hacia perder la conciencia.
Me bombeo el culo lo mas rápido que pudo y sentí una inmensa cantidad de liquido caliente invadir mis nalgas.
Saco en totalidad la verga y sujeto la cabeza con los dedos y me la llevo directamente a la boca, seguí chupándosela y la leche no terminaba de desparramarse por toda mi boca y mi cara, el había acabado varias veces en ese polvo que acabábamos de protagonizar.
"-Haay que linda putita que resultaste ser te tomaste todo por todos lados.
"
Me termine de tomar la leche de mi boca y con un esfuerzo saque la que tenia en mis nalgas y también me la tome con la lengua.
Alex me miraba con una cara de hambre sexual que me dejaba la impresión de que íbamos a volver a quitarnos las ganas, que ahora estaban totalmente apaciguadas.
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