Matías – de aprendiz a maestro (07) un viaje al pasado… todo empezó un día antes de cumplir los 7 años.
En una seguidilla de relatos les voy a contar parte de mi historia. (07) un día antes de cumplir los 7 años, mi papá despertó mi sexualidad mientras dormía la siesta.
Mi nombre es Matias, tengo 40 años, desde que tengo uso de razón soy amante de la desnudez. Soy sociable, empático, mitómano, manipulador, adicto y bipolar. Pero mi peor enfermedad está en los deseos y las fantasías sexuales.
En este relato voy a viajar al pasado y les voy a contar cómo mi papá me inició mientras dormía.
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Soy hijo único y toda mi crianza la viví con mis padres en un pueblo pequeño donde también se radican mis tíos, primos y abuelos.
Desde que tengo uso de razón, la desnudez nunca fue un tabú… Mis padres me lo permitían, mis tíos se lo permitían a mis primos y ellos se lo permiten, obvio dependiendo del lugar y la ocasión, incluso también se lo permitían a las amistades de ellos y a las nuestras.
Mi casa es grande, tiene varias habitaciones, un gran parque y una pileta de pozo. Por estas razones la mayoría de los eventos familiares se hacen acá, además de que a mis papás les encantan las reuniones y más aún si son protagonistas.
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Después de clases la mayoría de los chicos nos vamos caminando y con Santi (mi amigo) no éramos la excepción.
Cada mediodía vamos hasta el local de su papá que nos espera para irse en el auto hasta su casa que queda a las afueras y de paso me alcanzan las dos cuadras que me faltan.
Mati. Si mis papás me dan permiso, ¿queres venir a dormir esta noche a mi casa y ya te quedas para mi cumple?
Santi. ¡uh, sería genial!… pero no creo que pueda porque estoy en penitencia.
Mati. ¿Que hiciste?
Santi. Después te cuento.
Mati. Ya sé, le voy a pedir a mi mamá que te invite con la excusa de mi cumpleaños
Santi. Bueno, pero que sea después de las cuatro porque tengo que ir al doctor.
Mati. Listo, hablo cuando llego hablo con mamá.
Santi. Ojo que viene papi
Enseguida cambiamos de tema y nos subimos al auto y nos fuimos.
Mati. ¡Hola ma!
Mamá. ¡Hola hijo! estoy en el baño, ya voy.
Mati. Bueno, me voy a cambiar.
Mamá. Cámbiate en el cuarto de lavado así cuando viene papá pongo todo a lavar.
Llevé la mochila a mi habitación, voy al cuarto de lavado, me desnudo, voy a la cocina, prendo la televisión y espero mamá.
Mati. Ma, ¿puedo invitar a santi a dormir?
Mamá. ¿No te olvidas de algo?
Mati. Ah si …
le Doy un abrazo y un beso tipo pico
Mati. ¿Lo podemos invitar?
Mamá. ¿y por qué no decís que venga mañana? que se están tus primos
Mati. Bueno, en realidad te iba a pedir que se quede los dos días
Mamá. Bueno, pero hablá con su mamá antes de decirle a él. No quiero líos.
Mati. Bueno, emmm… también eso te iba a pedir… ¿podes llamar vos?
Mamá. ¿Qué pasó?
Mati. es que está en penitencia y si hablas vos, capaz tenemos más suerte
Mamá. Algo me olía raro… ¿que cagada se mandó?
Mati. No me dijo porque justo llegó su papá
Mamá. Esta bien, pero ustedes no digan nada. Le voy a decir que lo deje porque es tu cumpleaños
Mati. ¡Gracias ma! te amo.
vuelvo a abrazarla y llenarla de besos
Mamá. Si no fuera porque sos tan lindo…
En eso entra papá.
Papá. Epa… no vale eso ¿y yo?
Mamá. llego el celoso … hola amor
A papá también lo saludo con besos tipo pico, sólo que el siempre los hace un poco más largos
Papá. Hola campeón… hola amor…
Mamá. Amor, cámbiate que ya casi esta la comida.
Papá. Voy.. vos ayuda a mamá y dejá de darle tantos besos.
Mati. No seas malo, hay para los dos
Papá. Ya se mati… te estoy haciendo un chiste
Papá se saca la ropa en el cuarto de lavado y vuelve con su calzoncillo tipo slip. Mamá apaga el televisor y sirve la comida.
En casa hay una regla que durante el almuerzo no se ve televisión para charlar como familia. Cuando terminamos, todos ayudamos a ordenar y recién ahí podemos hacer lo que queramos.
Los viernes con papá dormimos la siesta es religiosa para estar con más energía a la noche.
Papá. Mati, ¿le metemos una siestita?
Mati. Dale…
Papá. Bueno, anda yendo que pongo a lavar la ropa y voy.
Mamá. Deja que la pongo yo .
Papá. ¿Vos no tenes una reunión en un rato?
Mamá. Si
Papá. Bueno, anda y acomodate tranquila que yo me ocupo
Antes de acostarse cierra la puerta, baja la persiana, se saca el calzoncillo, se acuesta a mi lado y apaga la luz.
Ambos nos dormimos enseguida.
No estoy seguro cuánto habría pasado, pero me desperté por el calor que me da papá.
Mati. Pa, hace calor…
Papá. Abldasorna…
Hacer que me suelte es una tarea complicada porque tiene el sueño muy pesado.
Intento soltarme pero no puedo, es más, me pega contra él y pasó una de sus piernas sobre mi cadera. Cuando su verga rozó mi culito me dió un escalofrío y me quedé quieto.
Papá. Mmm dofopaps…
Su verga empieza a crecer, hasta que se calza entre mis piernas y la parte baja de mi culo. Al principio me causa gracia, pero cómo sigue creciendo ya me incomoda la presión entre mis nalgas.
En mi inocencia me muevo para ver si zafa, pero no, sólo estoy logrando que crezca más rápido.
De repente papá se mueve y la acomoda entre mis nalgas. Como una salchicha entre dos panes.
Papá. Ma… mmm hllg
Vuelve a moverse hasta que su verga roza mi hoyito lo que me hace sentir algo rico y que mi pito también se ponga duro. Ahora sus movimientos son continuos.
Con una de sus manos baja hasta mis huevitos y mi pito para masajearlos, cosa que me hace gemir con fuerza.
A pesar de que no quiero que se detenga, tengo miedo que se despierte y se enoje, así que hago todo lo posible para no hacer ruido hasta que empiezo contracciones en mi estómago y muchas ganas de orinar.
Mati. Ay paaa…
Intenté salir pero no aguanté y tuve la sensación de orinarme, pero no pasó.
Llegó mi primer orgasmo seco seguido de un gemido incontrolable.
Perdí mi fuerza y me desplomé, solo puedo dejarme llevar por los movimientos de papá hasta que suelta varios chorros de leche caliente entre mi espalda y su panza, al terminar se relaja y quedamos en esa posición por un buen rato.
Papá se despierta y se separa exaltado.
Papá. ¡Que mierda hice!
Le tiembla la voz. Está nervioso y con miedo.
Yo con más miedo que él, me hago el dormido, cosa que lo tranquiliza.
Papá. ¿Mati?…
Al creer que duermo, sale de la habitación y vuelve con una toalla húmeda para limpiarme. Cuando pasa por mi culito se me escapa un gemido.
Papá. ¿te desperté?
Mati. ¿Que paso pa?
Papá. Nada, me olvidé de prender el aire y transpiramos mucho… dormí un ratito más.
Para disimular, me empezó a hacer masajes.
Mati. Mmm….
Papá. ¿Te gusta?
Mati. Si pa… seguí…
Va desde mis hombros hasta mi cintura hasta que junta valor y baja a mi culito.
Mati. Ahí me gusta…
Con sus manos agarra mis cachetes, los aprieta, los cierra y los fruta. Baja a mis músculos y vuelve.
Lo hace con tanto amor que ya no me avergüenza gemir.
Mamá. Hola…
Papá. Mati, llegó mamá… otro día seguimos.
Mati. Si pa…
Él entra al baño y abre la ducha, mientras que yo busco un calzoncillo o pantalón para ocultar mi erección.
Mamá. ¿Dónde están?
Papá. Me estoy bañando
Mamá. ¿y mati?
Papá. duerme
Agarré un calzoncillo tipo slip que encontré arriba de la silla y cuando me lo estoy poniendo entra santi.
Santi. Hola mati…
Por más que intente taparme, no puede evitar que me vea
Mati. Hola…
Santi siempre fue más despierto y no dudó en dejarla pasar.
Santi. Te agarre con el pito duro jaja
Mati. Shhh
Santi. No pasa nada, a mi también se me pone duro.
Mati. No es por vos, no quiero que me vea mamá.
Santi. Ojo que ahí viene
Me lo acomode como pude y me senté en la cama. Mamá se asoma por la puerta y prende la luz
Mamá. Santi, deja tus cosas en la pieza.
Santi. Bueno.
Mamá. Mati, voy a comprar el pollo para la cena. No hagan cagada.
Cuando mamá se fue, con Santi fuimos a mi habitación a acomodar sus cosas.
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