Mauricio el inolvidable
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Saludos, mi nombre es Rosendo, tengo 31 años, esto ocurrió una mañana de fin de semana agosto de 1994, mi madre era empleda en la casa de Mauricio que por ese entonces tenía casi 7 años, tenía poca fiebre y estaba al cuidado de mi madre, se encontraba dormido en su cama y mi mamá me dijo que lo cuidara porque iba a ser unas compras, los padres de Mauricio estaban en el trabajo, en ese entoneces Mauricio era hijo unico.
Vi su rostro que era muy bonito, su piel muy blanca y suave, sus labios carnudos bien formados que algo de saliva sobresalia, sus mejillas rosadas de la temperatura, le toqué la frente y estaba disminuyendo su calor, observé que estaba un poco destapada su cinturita, quise cubrirlo pero algo inesperado cambio mi forma de sentir hasta ese momento de Mauricio: Estaban abiertas sus piernitas, su pijama se encontraba bien abajo de las caderas, se podia notar las lineas de su pelvis descubierta y apenas se notaba la cabecita forrada su penecito salir por el elastico del pijama. Me quedé contemplando ese pene, senti una angustia con mi corazón acelerado y una necesidad de tragar saliva que me explicaba el por qué de todo ello viendo ese pene tan grandecito para su edad, tan rojito y su piel tan bien cuidada.
Con mis dedos bajé un poco más su pijama de tela fina, no tenía calzoncillo asi que su pene salió totalmente para ser visto, use dos dedos para sobarle en circulos la cabecita de su pene para posteriormente estirarselo me gustaba tocarselo, era tan suave y tan bien formadito que desde ese momento sentí una atracción hacia su pene y hacia todo su cuerpo.
Mauricio abrio los ojos mientras le sobaba su pene, creí que se iba a asustar pero nada, se dejó, creo que ya se había despertado antes al sentir el primer contacto, y creo que como le froté muy seguido sintió un gustito y se despertó más aún cuando su pene lo vi parado.
Me sonrió, le pregunté si le gustaba, me dijo que si, le dije que si queria probar algo más rico, me volvió a contestar que si, a esa edad se le estaba formando la exitación y lo podía notar con sus manos estirándose su pene.
Me arrodillé al filo de la cama, lo senté sobre la cama, le saqué suavemente con mis manos su pijama al hacerlo senti lo suave de su piel rosada del calor, le abrí las piernitas dejandome Mauricio todo su pene al descubierto, estaba locamente enamorado de su piel blanca y suave y la temperatura de su cuerpo me exitaba asi que no lo pensé mas, estire mi lengua lambiendo la cabecita de su pene, el apretaba sus manos en las sábanas mostrando placer más aun cuando empecé a mamarsela, sus piernitas comenzaron a moverse para adelante y para atrás, Mauricio se estaba exitando cada vez más.
Le cogi los hombros con mis manos y lo acosté lentamente sobre su cama, su pelo castaño claro se amoldaba al colchón, me gutaba su pelo porque tenia un perfume especial del shampoo que usaba, sus piernas quedaron dobladas sobre el filo de la cama y su verga punteada al aire, rapido me bajé el pantalón y el interior y le mostré mi verga bien parada, Mauricio desde la cama la veía asombrado, le dije que sintiera mi verga en la suya, que lo iba a culiar, creo que no enetendió el significado de esa palabra, Mauricio estaba resignado a que le haga todo lo que quisiera porque estoy seguro que esta era su primera asi que le puse mi verga sobre la suya, empezó a sentir gustito, mi verga se movia más y más ya sentía yo que quería botarle me leche pero en segundos pensé en otra cosa más rica, si, pensaba en su culito virgen del cual me había enamorado por ser tan ovaladito, tan bien formadito y por ser tan suavecito.
Lo puse en posición cuatro a filo de cama le besé su culito, ya en mi cabecita de pene tenía liquido preseminal y con la punta de mi cabecita de pene se lo sobé por la rajita de su culito, al hacerlo sentía el gustito y la sensación de penetrarlo fue asi que le dije que esto que le iba a ser era muy rico pero que aguante, no dije más y en silencio se la mandé la cabecita, le escuche un ¡ahh!, se la segui metiendo y sacando penetrando tantito tantito hasta que le escuche un ¡ayy! por mi experiencia eso era señal de que debería parar, se la puse mi verga a lo largo de la rajita de su culito y mientras más se la movia en su culo mi exitación se incrementaba, le decía que esto es culiar, que tenía un culito rico inolvidable, que lo quería mucho y cuando le dije ¡¡mi amor!! ¡¡Aaahh!! hice para atrás el cañón de mi pene, salió mi leche despedida hacia sus nalgas y hueco exterior de su culo.
Lo senté y le pregunté si le había gustado, Mauricio me dijo sonriente que sí, aunque lo noté algo apenado con mirada gacha, por lo que habíamos hecho, le hice entrar en confianza diciendo que eso era normal en dos personas que se querian, que desde ese momento ambos teniamos un sentimiento muy especial, tanta fue mi confianza que me acoste boca abajo a filo de cama mostrandole mi culo, le dije que me culiara que me sobara su verga en mi culo, asi lo hizo, senti su piel calurosa sobre mi espalda y el gustito de sentir su pene rozar la raja de mi culo, me di la vuelta me acosté en la cama, me abri de piernas y lo atraje hacia mi, pego su pene al mio y graciosamente movia su caderita para arriba y para abajo culiandome, su movimiento era cada vez más rapido, notaba que se exitaba, que habia aprendido a gustar del manjar del sexo.
Ambos nos sentamos con nuestros penes descubiertos le estiré su pene y apenas se lo mamé, le dije: Ya vez, es rico, pero debemos hacerlo en silencio, es nuestro secreto, me dijo si, moviendo su carita, escuchamos la voz de mi madre que se acercaba, rapido Mauricio se subió el pijama y yo mi ropa, Mauricio se hizo el dormido, en eso llegó mi mamá, nos vio y se salió.
Mauricio abrió los ojos, sonriente le dije que si deseaba que lo culiara más veces, aceptó, me despedí con un beso en su frente y la abri su boquita, le di por primera vez un beso largo de lengua dejandolo acostado con sus exitación y la promesa de volverlo a culiar.
Su piel, su pene, su culito, significaron desde ese dia una necesidad recurrente de culiar, Mauricio despertó en mi con su inocencia el deseo de sentirlo parte de mi cuerpo, hacerme con él uno solo. Y sucedió cuando lo desvigué totalmente.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!