Me anime a hacer cosas con el vecino gay.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sebas..
No me gusta engañar a los lectores por lo que, nada es verdad, nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira, cada lector puede decidir cuáles son las partes ciertas y las de la imaginación, espero les guste.
Mi familia era de clase media, mi padre trabajaba y mi madre atendía la casa y vendía cosas por catalogo para tener un dinero extra, era hijo único y me consentían, pero también eran estrictos conmigo en las calificaciones del colegio y deberes que tenía que hacer en casa, me gustaba el deporte por lo que jugaba futbol en un equipo y tres veces por semana iba al karate.
En la misma calle donde vivíamos a tres casas adelante en el número diez, vivía una amiga muy querida de la infancia de mi mama por lo que eran inseparables, ella era divorciada pero tenía un hijo dos años menor que yo que se llamaba Omar, a la amiga de mi mama a veces le decía tía y su hijo le decía a mi papa y mama tío y tía aunque no teníamos parentesco.
La relación entre mi mama y su amiga era muy estrecha, conforme crecí fui descubriendo algunas cosas de su relación, era costumbre que los martes ellos vinieran a comer a casa y los jueves nosotros íbamos a comer a la suya, después hacíamos tarea del colegio y mientras ellas hablaban Omar y yo nos poníamos a ver caricaturas, jugar pelota o algún juego en la consola de videos.
Al cumplí los ocho años empecé a darme cuenta que Omar hablaba y se movía como nena, por lo que me entro curiosidad poniendo más atención hasta que un día al jugar pelota en su casa cuando se agacho a agarrarla se le subió la playera, traía el short un poco abajo y vi que traía una panty rosa con estampado de princesas, no le dije nada y continuamos jugando, pero cuando regrese a casa con mi mama le dije riendo
—- Omar usa calzones de nena —-
Ya estaba mi papa en casa, así que me llevo a la cocina y me dijo
—- Omar es tu amigo, no tienes porque burlarte de él, tampoco le digas a nadie que usa ropa interior de nena, eso lo decide él y su mama —-
No entendí muy bien porque no tenía que decirle a nadie que el usaba ropa interior de nena, pero me quedo claro que era algo que no debía comentar con mi mama y mucho menos con mi papa y los otros amigos.
Lo que me dijo mi mama me dejo con muchas dudas, por lo que de curioso de los ocho a los diez años empecé a fijar mas en el cuándo venia a casa y cuando yo iba a la suya dándome cuenta que cuando él estaba en mi casa, traía trusa y cuando estaba en su casa traía panty, la amiga de mi mama siempre le decía a Omar cuando estaba en mi casa que no se metiera en los cuartos sin permiso, así que cuando iba a su casa también solo estaba en la sala, comedor cocina o patio, pero un día cuando ya tenía yo diez años, mi mama y ella estaban muy entretenidas en la cocina hablado y tomando su café le dije a Omar que me enseñara su cuarto, el me llevo y al ir subiendo la escalera tenía una sensación rara como si estuviera haciendo algo malo.
Al entrar a su cuarto vi que era normal, tenía una cama en forma de auto, adornos en la pared de autos y aviones, un mueble donde estaban acomodados sus autos de juguete y aviones, pero sobre un mueble estaba tres muñecas Barbie con otros juguetes relacionados a la muñeca, también tenía otras muñecas y muñecos, varios osos y perritos de peluches y otros juegos de nena, lo mire diciéndole
—— esas muñecas Barbie son de tu mama —
Agarro una dándomela
—- son mías, quieres jugar conmigo —-
Deje la muñeca diciéndole
—- otro día jugamos con las muñecas, si nos encuentra tú mama acá nos puede regañar —–
Bajamos y continuamos mirado caricaturas, pero en la mete me daba vueltas lo que vi en su cuarto y lo que dijo de jugar con muñecas, fue la primer vez que entendí que él era un nene marica como le decían los otros amigos vecinos, por eso se ponía ropa de nena y jugaba con muñecas.
En las tardes al terminar la tarea si no tenia clase de karate salía a jugar en la calle con los otros vecinos, Omar siempre quería hacer lo mismo que yo así que también iba al karate y a veces salía a jugaba futbol o otras juegos con nosotros, los amigos le decían la nena del diez porque vivía en la casa número diez, algunas veces se ponían de pesados y lo molestaban diciéndole nena, marica, puto y otras cosas hasta hacerlo llorar, a veces les decía que no lo molestaran, pero entonces a mi me decían que era mi novia, que por eso entraba seguido a su casa, por lo que a veces no lo defendía y esperaba a que lo dejaran de molestar o él se fuera a sentar a llorar antes de entrar a su casa.
De los diez a los doce empecé a aprender cosas de sexo en el colegio, con amigos y algunas películas porno, desde los ocho me tocaba el pene para sentir cosas ricas pero a los doce ya era un experto en masturbarme, ya había empezado mi desarrollo por lo que los testículos y pene me crecieron en unos pocos meses de medir unos ocho centímetros a casi trece al estar parado, por lo que masturbaba para quitarme lo caliente aunque aun al tener orgasmo solo me salía liquido seminal.
En las noches ya acostado me masturbaba porque quería hacer sexo como lo miraba en las películas porno, así que me imaginaba hacerlo con alguna amiga que me gustaba.
Uno de los días que fui con mi mama a casa de la tía, al entrar vi a Omar que traía un short blanco muy corto y pegado, por lo que se trasparentaba y se le veía la panty bikini anaranjada que traía, además que al quedarle pegado se le veían las nalgas redonditas, en su casa casi siempre vestía así como nena, pero esta vez fue la primera vez que al verle las nalgas sentí como el pene se me fue poniendo duro, después de comer mi mama y la amiga se fueron a hablar y tomar café a la cocina, Omar me dijo si jugábamos un partido de futbol en el video juego, mientras conectaba la consola y ponía el disco no dejaba de mirarle las nalgas, el se dio cuenta que se las miraba y cuando termino me sonrió tocándoselas riendo dijo
—- este short se trasparenta un poco y se me ven los calzones —
Cuando camino hacia mí dándome en frente se notaba en la panty un estampado de Hello Kitty, además se le marcaba que traía parado el pene, me dio un control y se sentó a mi lado a jugar, todo el tiempo que jugamos tuve el pene muy duro y cuando él se paraba le miraba las nalgas, llego la hora de irnos a casa así que antes de pararme me acomode el pene hacia arriba para que no se notara en el short lo parado y duro que estaba.
En la noche ya acostado seguía muy excitado, así que baje la trusa para masturbarme imaginado hacer sexo con una amiga pero en ocasiones recordaba las nalgas de Omar, me decía a mi mismo que a mí no me gustaban los hombres y continuaba imaginando a una amiga, al sentir el orgasmo llego a mi mente las nalgas redonditas de él mientras se me salía el liquido, al terminar me sonreí por mis pensamientos locos con la nena del diez.
Después de ese día no sé si por andar de morboso me empecé a fijar más en el, con cualquier pantalón, bermuda o shorts que se ponía se le miraban las nalgas redonditas, creo a él le gustaba que se las mirara porque cuando se daba cuenta me sonreía, otras veces se me puso duro él pene por estar viéndolo y por las noches terminaba masturbadme recordado sus nalgas, aunque al terminar pensaba que no me gustaban los hombres que solo lo hacía para quitarme lo caliente.
No sé si por curiosidad o morbosidad, seguía mirándole las nalgas si estaba en mi casa o en la calle sobre el pantalón, bermuda o short aunque no le quedaban muy pegados, pero aun así resaltaba su trasero, también me había dado cuenta desde los diez años que cuando salía de su casa usaba trusas para que nadie se diera cuenta que usaba pantis.
Un viernes al estar comiendo con mi mama me dijo
—- recuerda que mañana es el cumple años de Oscar, así que al rato vamos a comprarle su regalo—
Al tener ya doce años con las hormonas corriendo haciendo cambios por el cuerpo y carácter, sin querer se me salió contestarle
—- no quiero ir al cumple de la nena del diez, mejor me quedo a ver el futbol con mi papa —-
Cuando termine de decir eso me arrepentí pero fue tarde
—- ya te he dicho que respetes a tu primo—
Hizo una pausa y corrigió
— sé que es tu amigo, no tú primo, pero no vas a ser más hombrecito comportándote vulgarmente como tus amigos que les gusta moleta a Omar —-
Me quede cayado para no decir otra burrada pero ella continuo
—- tu eres su único amigo verdadero que tiene así que debes respetarlo, recuerda que el tiene un nombre como tú, no es la nena del diez —
Nos quedamos en silencio y le dije
—– se como se llama y es mi amigo no mi primo, pero a su fiesta van como otras veces solo sus amigas de su colegio y pues me aburro —-
Terminamos de comer en silesio, al terminar le ayude a lavar los traste mientras ella se arreglaba y fuimos en auto al centro comercial a comprar el regalo.
Mi mama buscaba en la sección de niños algún pantalón o playera para darle, me lo enseñaba preguntadme si le gustaría, pero otra vez las hormonas me traicionaron, cerca estaba colgada la ropa interior de niñas, sin pensarlo mucho agarre un conjunto de corpiño y panty bikini color rosa con corazoncitos rojos y enseñándosela le dije
—– mira, seguro le gustaría mucho esta ropa de nena que le gusta usar —
En su cara vi que se enojo, sonreí nervioso y la abrace
—- no te enojes, era una broma —
Deje la ropa interior y me puse a buscar entre las playera esperando otro regaño, encontré una color azul claro con un estampado de patos volando, se la enseñe
—- está esta bonita y trae unos patos, a él le gustan mucho los animales, seguro si le gusta —-
La miro mi mama checando la talla, pago pidiendo que la envolvieran para regalo, ya en el auto mi mama solo me dijo
—- ya tienes suficiente edad como para saber que Omar es homosexual, lo conoces desde que era un bebe así que respétalo —
Ya no me dijo mas ni yo toque ese tema, porque algunas veces llegue a escuchar que mi papa le decía a mi mama que no le gustaba que ella me llevara tanto a jugar con el hijo marica de su amiga, aunque nunca escuche que mi papa tratara mal a Oscar, cuando el nos llevaba los domingos para qué jugar futbol él, lo trataba como a mí.
Al otro día a la tarde tuve que ir a la fiesta, al llegar le di su regalo, lo abrace y felicite por su cumple años y mientras lo abrazaba me dijo
— gracias eres lindo, eres buen amigo por eso te quiero —-
Antes de separarse me dio un beso rápido en la mejilla, no lo podía creer mire nervioso a ver si alguien había visto, el estaba rojo como tomate solo dijo
—- discúlpame —-
Y se fue rápido.
La fiesta fue lo que esperaba, me puse una aburrida, él sus amigas y dos amigos de su salón hablaban de cosas de su colegio, pusieron música y bailaron un poco, cuando lo miraba me di cuenta que bajaba la vista y si estaba cerca se alejaba aun apenado por el beso que me dio, me dio lastima así que cuando iba a apagar las velitas de su pastel me puse tras de él algo pegado, no sé porque lo agarre con las dos manos de la cintura y le dije al oído
—no pasa nada, solo fue un beso de amigos —
Al agarrarlo de la cintura sentí como el pene se me fue poniendo muy duro, lo solté y me separe, apago las velas y me senté a su lado a comer el pastel, me di cuenta que estaba feliz por su fiesta.
Regresamos a casa como a las diez de la noche, me senté con mi papa a ver el final de un partido de futbol antes de irme a dormir, acostado no tarde en tener el pene parado, baje la trusa y me empecé a masturbar mientras me llegaban muchas dudas a mi cerebro, como el porqué al verle las nalgas a Omar se me paraba el pene, o el porqué cuando lo tome de la cintura me paso lo mismo, el me beso porque le gusto y quiere hacer algo de sexo, pero también pensaba que el aun era muy chico y seguro no sabía de sexo, pero también recordaba varias veces que estando en su casa y traía sus mini short parecía que me coqueteaba para que lo mirara haciendo que el pene se me pusiera duro, continúe con mis pasamientos y masturbándome hasta que llego el orgasmo sacándome el liquido, subí la trusa y me dormí.
Pasaron unos días en los que cuando iba a su casa a jugar video juegos, ponía atención a lo que hacía más si traía los mini short, nos sentábamos uno al lado del otro a jugar el video de futbol, el era bueno así que siempre las partidas eran difíciles ganando a veces él y otras yo, al estar jugando él se paraba casi frente de mi cómo para que le viera las nalgas, a veces se movía o abría un poco las piernas accionado su control, cuando me metía gol se acariciaba una de sus nalgas mientras lo festejaba, si yo le anotaba se sentaba a mi lado con las piernas abiertas diciendo que le había anotado, me daba cuenta que en el short casi siempre traía el pene parado, así que pensaba que me estaba ofreciendo sus nalgas por lo que terminaba yo teniéndolo dura también.
Una noche mientras me masturbaba recordado como se me ofrecía Omar, decidí darle un calentón a ver si era solo mi imaginación que me ofrecía las nalgas o la nena del diez si andaba de caliente conmigo.
Espere el jueves que era cuando íbamos a comer y mi mama a hablar y tomar café con su amiga, cuando me llamo mi mama para ir, fui a mi cuarto me quite el short y trusa y solo me puse el short, al llegar el traía un mini short azul claro con una camiseta sin mangas del mismo color por lo que se le alcanzaba a ver el corpiño amarillo con los tirantes en naranja que traía, después de comer fuimos a la sala y empezamos a jugar, como otras veces al pararse y verle las nalgas no tarde en tener muy parado el pene, después de dos juegos estaba ya muy excitado pero no me atrevía a pararme para que notara mi pene parado en el short que no era entallado pero si lo levantaba notándose, estaba muy nervioso y algo de vergüenza por dejar que notara el pene, pero cuando anote un gol decidí que era el momento, me pare subiendo los brazos para festejar, sentí como el pene punzaba moviendo la tela del short, dándome cuenta que el estaba mirando ahí, puso una mano sobre de su short sobándose el pene y testículos sonriendo, nos quedamos mirándonos con una sonrisa morbosa como un minuto sin hablar, puse una mano sobre el shorts y me senté para continuar jugando.
Supe que la nena del diez si andaba de caliente tras de mí, cuando anoto un gol, dejo el contaron en el sillón para con una mano acariciarse las nalgas y la otra sobarse el pene y testículos festejándolo, así que cuando anote gol otras veces me pare para que se calentara imaginándose mi pene, cuando salieron nuestras madres de la cocina solo jugamos hasta que ya me iba, aun tenía el pene muy parado así que antes de pararme lo acomode hacia arriba para que no hiciera carpa y lo notara mi mama o la tía, en la puerta al estarnos despidiendo vi en sus ojos como estaba caliente seguro queriendo agarrarme el pene, eso me imagine por estar de morboso poniendo caliente a la nena del diez.
Al llegar a casa fui a ponerme la trusa para que no se diera cuenta mi mama y papa que lo traía parado, ya acostado para dormir baje la trusa y me masturbe recordado lo que paso en casa de Omar hasta sacarme mis líquidos y bajarme lo caliente.
Pasaron unos quince días que cuando nos veíamos solo sonreíamos recordando ese día sin hablar de lo que hicimos, otros días que fui a jugar a su casa se me ponía para que le viera las nalgas a ver si yo dejaba que me viera que lo traía duro.
Por la edad y hablar con amigos de sexo y ver videos porno, todos los días andaba muy excitado, por cualquier cosa se me ponía muy duro el pene y terminaba masturbándome a veces hasta tres o cuatro veces en un día, porque no tenía con quien hacer sexo.
Un sábado fuimos varios amigos a la casa de uno para ver porno, regrese a la casa muy excitado y en la noche me masturbe sacándome dos veces el liquido recordado la película para bajarme lo caliente, al terminar como siempre me untaba mi liquido en el cuerpo pene y testículos, me subí la trusa y me quede dormido, en la madrugada soñé que estaba haciendo sexo con Omar en su cama como en la película, no sé cuanto duro el sueño pero cuando desperté la trusa tenía una gran carpa, me llego el orgasmo y el pene punzando dejo salir los chorros de liquido, fue una sensación increíble lo que sentí, al terminar me quede recostado hasta recuperarme y fui al baño para orinar, al bajar la trusa que era color azul oscuro la vi mojada por algo blanco, por caliente tuve por primera vez un orgasmo con semen, orine regrese al cuarto y como casi amanecía me cámbiela trusa para que mi mama o papa no me vieran mojado.
Al otro día al bañarme me pegue una buena masturbada hasta ver salir el semen comprobado que ya me salía.
Cada vez que me masturbaba recordaba el sueño pero no me animaba ni quería hacer sexo con un hombre, además que no sabía si la nena del diez quisiera hacer algo con migo sin decirle a su mama.
La siguiente semana se fueron dando unas situaciones que me hicieron decidirme bajar lo caliente con Omar, el viernes como a las ocho de la noche me mando mi mama a casa de su amiga porque nos iba a dar unas galletas que había horneado, estaba mirando tv con mi papa así que no fui de muy buena gana, al llegar toque la puerta y salió la tía diciendo que pasara, la seguí a la cocina y al entrar estaba Omar solo con un conjunto de corpiño y panty bikini blanca con estampado de corazoncitos rojos, al verlo de inmediato se me paro el pene, el se acerco a mi salúdame de mano como si nada, creo yo estaba más avergonzado que él, la tía noto que me sentía algo incomodo y solo dijo
—- disculpa a mi bebe, lo encontraste en fachas porque me ayudo a hacer las galletas—-
Lo bueno que traía pantalón de mezclilla por lo que no se noto que el pene se puso duro, no sabía que decir así que solo conteste
—- no se preocupe ya es tarde casi hora de dormir —
Mientras la señora metía unas galletas a una bolsa Omar se paró a mi lado diciendo
— espero si te gusten, le dije a mi mama que me ayudara a hacerte las galletas —
Me di cuenta que también tenía el pene parado y hacia carpa en la panty,
——- si me gustan las galletas que nos dan cuando las hacen, están ricas —-
Al final la señora metió una más grande diciéndome
—- mi bebe te hiso esta mas grande para ti —-
La situación me tenía algo incomodo y nervioso sonreí mirando a Omar
—Gracias, al rato me la como con mi leche —-
Tome la bolsa para salir lo más rápido, me acompañaron a la puerta, me despedí de beso de la amiga de mi mama como siempre, cuando le estire la mano a Omar para despedirme, se pego tanto a mí que por un momento pese que me iba a besar como cuando le di su regalo de cumple años, pero solo dio la mano y se retiro, mire que aun su pene hacia carpa y seguro la señora lo había notado también.
Al caminar a casa me sobe el pene sobre la ropa por lo excitado que quede aun con la situación incómoda que pase.
Al cenar me comí la galleta que me hizo la nena del diez, aun con el pene duro por verlo solo con el corpiño y panty.
Ya acostado me masturbe para bajar lo excitado, mientras lo hacía corrían muchos pasamientos por mi cabeza, porqué la señora dejo que viera a su bebe en ropa interior de nena, aunque creo que ya se imaginaba que yo sabía que su bebe se la ponía al verlo con sus mini shorts delgados cundo iba a su casa a jugar y por eso no le importo mucho que lo viera así, luego pesaba que a lo mejor dejo que lo mirara para ofrecérmelo y le hiciera cosas de sexo, pero no podía creer que ella dejara que su hijo hiciera eso, porque a lo mejor aun no sabía que era hacer sexo.
Continúe pensando otras cosas, algunas muy raras del porque me dejo mirarlo hasta que termine echando fuera el semen y me quede dormido, al otro día al despertar decidí olvidar lo que paso y no estar pensado tanta estupidez por estar de caliente.
El fin de semana salimos, por lo que no vi a la amiga de mi mama y Omar hasta el lunes que coincidimos al regresar del colegio, me sentí algo incomodo y nervioso como cuando fui por las galletas, salude a la tía de beso y a él de mano, mi mama y su amiga se pusieron a hablar, el traía el uniforme de deporte del colegio short y playera blancos, se subió la playera rascándose el ombligo, mas por comezón fue para que le mirara el resorte amarillo con triangulitos negros de la trusa anaranjada que traía, recordé que yo tenía unas iguales de cuando tenía diez años como el
—– te gusto la galleta que te hice —–
Sonreí y le conteste
—– si me gusto mucho, estaba muy rica gracias —
Hice una pausa mirando su cintura y la parte de la trusa y agregue
—- también esta bonita tu trusa, yo tengo una igualita pero ya casi no la uso, ya me queda muy chica —-
Bajo la mano tocándose el resorte y riendo me dijo
—– cuando te la pongas me dejas vértela —-
Cuando dijo eso se me puso duro el pene, al pensar que el muy morboso me quería ver en calzones.
Casi era hora de la comida mi mama y la tía no hablaron mucho así que nos despedimos y fuimos nuestra casa, cuando me cambie el uniforme aun el pene hacia carpa porque la nena del diez me había excitado otra vez, en la noche mientras me masturbaba decidí ponerme la trusa el jueves que era él días que íbamos a casa de la tía a comer, tomaran su café y hablaran mientras él y yo jugábamos video juegos.
Nos vimos el miércoles en la tarde jugando futbol en la calle con los otros vecinos, pero él cuando estaban los otros se controlaba para que no lo molestaran diciéndole cosas por ser homosexual.
El jueves al regresar del colegio al cambiarme el uniforme me puse la trusa anaranjada, como era de cuando tenía diez años me quedaba muy pegada por lo que los testículos y pene hacían un gran bulto, me puse un short azul oscura para que fuera más fácil bajarlo y dejar que la mirara.
Fuimos a su casa a comer, al terminar hicimos la tarea y mientras mi mama y su amiga se fueron a la cocina a tomar su café y hablar, nosotros nos fuimos a la sala para jugar, al sentarme baje un poco el short para que se viera el resorte y parte de la trusa mientras Omar conectaba la consola de video juegos, traía un mini short blanco y se le notaba muy bien la panty violeta con florecitas de colores, jugamos dos partidos en los cuales sentía el pene muy duro atrapado en la trusa, mas porque al jugar se paraba como otras veces para que le mirara las nalgas, aunque estaba muy caliente no me atrevía a dejar que viera que traía puesta la trusa igual a la de él, con algo de nervios me anime que la viera, al estar jugando y le metí un gol me pare subiendo la playera para festejar el gol por lo que él vio el resorte de la trusa, al terminar el festejo baje la playera y me senté para continuar, el se sentó a mi lado
—- traes la trusa que es igual a la amia, ¿me dejas verla? —-
Lo mire y sonriendo le dije
—- a poco quieres que me baje el short para que la veas —–
El movió la cabeza diciendo que si, el caliente con una mano se sobaba el pene sobre el short y contesto
—- bueno, es si tú quieres dejarme verla —-
También yo estaba muy excitado pero tenía temor que su mama se diera cuenta o el fuera a decirle algo, pero gano la calentura y le dije
— te dejo que la veas solo si no se lo dices a nadie —
Note en su cara una gran sonrisa
—- como crees, a nadie le digo —
Mire la puerta de la cocina donde se escuchaba que hablaban, me pare y baje el short ha medio mulo, con las dos manos subí la playera para qué viera, hacia el lado derecho se notaba el pene duro, el seguía tocándose el pene sobre la ropa y dijo
—– si es como la mía, pero si te queda chica —
Después paso algo que no pensé, el dio un paso para quedar mas pegado y me toco el pene sobre la trusa, al sentir su mano en el, sentí corres unas cosquillas ricas por la espalda y abdomen, mientras decía
—- tu pene está muy grande, el mío es muy chico —
Me subí el short para que dejara de tocarlo porque si salía mi mama o tía nos podían a ver, él se bajo el short a las rodillas, su pene levantaba la panty que también se la bajo, con dos dedos se agarro el pene y empezó a masturbase lentamente, diciéndome
—- apoco no tengo el pene muy chico —
La nena del diez estaba muy excitado y me di cuenta que sabia más de sexo de lo que creía, pero le conteste
—- cuanto tenía tu edad también mi pene era chico, cuando empieces a crecer se te va a poner más grande—-
El seguía de caliente jalando lento su pene haciendo que el cuerito tapara y destapara la punta, me di cuenta que quería decir algo y no se atrevía pero al final lo soltó
—– me dejas ver tu pene —-
Aunque éramos amigos desde bebes no recordaba habernos mirado desnudos, nervioso no dejaba de estar atento a la puerta de la cocina y si continuaban hablando, en mi mente caliente quería dejar que me viera, al mismo tiempo sentía un temor como si fuera algo malo, pero otra vez gano lo excitado que estaba, baje el short ha medio muslo con una mano, subí la playera y con la otra baje la trusa del frente dejando fuera los testículos y pene apuntado hacia arriba, a Omar casi se le salían los ojos mirármelo, por un minuto no hablamos nada, solo él me miraba y yo miraba como continuaba masturbándose, tenía muchos nervios que nos encontraran de calientes, así que subí la trusa y short, el estaba muy excitado así que me pegue a él subiéndole la panty
—- ya Omar, si ven lo que hacemos nos van a regañar, hay que seguir jugando –
Sonrió mirándome morbosamente subiendo su short, nos sentamos y continuamos el juego y no hablamos nada de lo que hicimos, estaba tan caliente que el pene punzaba atrapado en la trusa, el también estaba muy caliente y siguió tocándose el pene sobre el short, solo a veces nos mirábamos y sonreíamos por dejarnos mirar desnudos, continuamos así hasta que salieron de la cocina mi mama y la tía nos despedimos para irnos, al ir caminando a la casa estaba tan excitado que me llego el orgasmo, me pare mientras sentía muy rico mientras salían los chorros de semen mojando la trusa, al entrar a la casa subí a mi cuarto a ponerme otra trusa encima para no mojar el short.
En la noche antes de dormir me masturbe recordando como la nena del diez miraba mi pene mientras se masturbaba, estaba tan excitado que me saque dos veces más el semen antes de dormirme.
En otro relato les termino de contar como se fueron dando otras cosas hasta que terminamos durmiendo en la misma cana para después de hacer sexo.
Sebas.
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