Me cogí a un futbolista
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Andaba por ahí caminando por la unidad deportiva viendo a los chavos que jugaban un partido de fútbol… Cuando el número 5 anotó el gol de la victoria, lo abrazaron de manera triunfal e inevitablemente sensual… Sentí como mi pene empezaba a agrandarse cuando vi a aquellos cuerpos atléticos, jóvenes con piel sudada repleta de hormonas se juntaban y replegaban sus vergas y sus nalgas contra los cuerpos de los otros chicos y yo, de 25 años confundido, aún pensaba en mis días como seminarista y ahora viendo jóvenes de 17 dándose nalgadas en forma de bromas varoniles típicas de los atletas.
No pude evitar mirar fijamente al "número 5" cuando sin ningún pudor, se bajó el short para ponerse sus jeans… Veía un cuerpo moreno, con piernas torneadas, vientre plano, rostro angelical y un culo mediano sudado por los 90 minutos de juego… No podía creer la manera en que la trusa verde que usaba era literalmente tragada por su raya, dejando ver parte de su delicioso trasero lampiño y redondo… Yo, del otro lado de la reja, sólo soportaba el dolor de mis huevos que colgaban hasta la entrepierna llenos de semen, listos para ser derramados en ese culito perfecto que tenía frente a mi… Y justo cuando mi erección no podía ser disimulada, volteó y nuestras miradas se cruzaron!!! Mis mejillas se sonrojaron y los músculos de mi recto se contrajeron, lanzando una mirada de lujuria auténtica a ese rostro moreno con cejas pobladas y boca sexy! Me vio, y se apresuró a ponerse el pantalón haciendo notoria su timidez con sus movimientos un poco torpes que sólo me proporcionaban ángulos todavía más excitantes del inexperto chaval, cuando levantó la pierna y vi su testículo y la zona del escroto con sus primeros vellos de la pubertad…
Cuando estaba completamente vestido sólo se apresuró a vestirse del todo sacándose el calzón de en medio de las dos nalgas duritas que tenía y se marchó detrás de todos sus compañeros viéndome aún de reojo sin voltear a ver la verga tan dura que me había dejado al verlo casi desnudo. Seguí caminando decepcionado por no haber podido haberle aventado mis chorros calientes en su nuca bronceada… Cuando saqué las llaves del auto, lo vi justo en frente de mi pito cuando preguntó; ¿me das un aventón? -si contesté sin pensarlo demasiado, sólo hice a un lado la Biblia que reposaba en el asiento del copiloto para que ahora reposara su culito y se pusiera cómodo, cuando encendí el auto, me dijo que conocía unos baños cerca de ahí… Justificando que quería ducharse, y dándome detalles explícitos de la razón por la cual tenía que lavarse el ano por que "lo traía bien mojado" así dijo.
Le pregunté por que deseaba bañarse con tanta urgencia, sólo llevó su índice al rabo y después de dedearse me dio a oler… No olía a mierda, pero si a culo sudado no pregunté nada y lleve el dedo a mi boca después de oler aquel ano adolescente. Su expresión fue desconcertante pero no dijo stop, lo contrario, aprovechó un crucero solitario para quitarse el pantalón, luego el calzón y lanzarlos a mi cara tapando sus genitales no muy desarrollados con una sola mano, usando luego sus dos manos para tratar de cubrir su erección…
Aparque el carro en una calle solitaria para degustar de aquel pene cubierto por sus dos manos llenas de verga mía, pues ya me había bajado el cierre y se había despachado sobando mis huevos hasta apretarlos soltando un gemido discreto pero sumamente excitante, retiré sus manos para ver su pito parado y al ver su escaso vello púbico y su pene con el prepucio al ras de su erección sólo me incliné para empezar a mamar su sabrosa verga húmeda y punzante, tomó mi cabeza con sus dos manos llevándola arriba y abajo una y otra vez gimiendo de placer para después jadear de manera incontrolada abriendo la pierna cada vez más, invitándome a llevar mi lengua más abajo, pasando por el escroto hasta que con mi lengua enrollada encontró su agujero calientito y arrugado… Llevaba mi lengua más y más adentro hasta que era imposible meterla más sólo lo cogía con mi lengua hasta que a lengüetazos fui dejándole el culo listo para metérsela hasta el abdomen!
Se posicionó de lado y le dejé ir toda la verga hasta que se le salió una lágrima y mi pito de 18 cm se topó con su colon… sólo chillaba de placer poniendo duras las nalgas en posición fetal.
Era increíble la lubricación presente en aquel culito virgen y apretadito… Pues era totalmente varonil…
Vi la luz parpadeando azul y roja de una patrulla que se aproximaba así que sólo con dos movimientos pélvicos gritó ¡ya! ¡¡Haa!! Sentí como se contraía su rabo y vi como sus huevos se plegaban para aventar leche que recogí con la palma de mis manos y los lleve a mi boca… Los dos eyaculábamos hasta que me quede seco…
Cuando acabó vi su cara hinchada y con las marcas del asiento en su cara, sudada y sonrojada, apenado, sacó su short de la mochila, se lo puso, y cuando se disponía a huir de mi carro se escucho como salía aire de su ano dilatado; con el aire, expulsó el semen haciendo un gesto de dolor… Rápidamente bajaron por su entrepierna, al ritmo que pujaba salían aún más apretando y rechinando sus dientes blancos hasta que se le salió un pedo… Con los dedos se "limpió" y en forma de travesura los aventó en el cristal… No le dije nada, sólo lo vi que se alejaba cojeando pero feliz… Me limité a oler sus trusas húmedas por 15 minutos más hasta que eyaculé por segunda ocasión… Tomé las trusas, cubrí con ellas la Biblia
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