Me cogi al chiquillo en el bus, mientras dormían sus padres.

Él se aseguro que sus papás siguieran dormidos y mientras corría el video le iba tocando su penecito por dentro del pants, que ya estaba como roca, se sentía lubricado, ahí le pregunté que qué edad tenía y me dijo que tenía 13 añitos (fuck, por dentro estaba que deliraba jaja, como me encantan los de esa edad).

No me aguanté y le dije que si quería me siguiera a los baños de atrás, primero se la pensó pero a los segundos me dijo: “vamos pero que hay que hacerlo rápido”. Yo por dentro dije, ya chingué, me la jugué por que obviamente sus papás podrían despertar pero soy alguien que si se da la oportunidad la tomo.

Abría puerta del baño izquierdo y el derecho para que apareciera en los letreros que ambos baños estaban ocupados por si alguien quisiera entrar pensarán que estábamos en diferentes baños, por fortuna la puerta de cristal que separa el bus de los baños era muy obscura y casi no se veía hacia afuera.

Él se veía súper nervioso y muy muy excitado, le pregunté que si ya había hecho algo antes y me contestó que sí, que con un amigo era usual que jugaran así. Eso me dio luz verde a mis instintos más cochinos jaja, cerré con seguro y nos metimos medio incómodamente al baño, donde lo comencé a besar y el me aceptó el beso de manera un poquito torpe, pero sabía mover su lengua, yo mientras le bajaba su pants y le sonaba su verga que estaba muy dura, le habría de medir unos 13 centímetros pero me llamó la atención que era un poco gruesa para su edad, así que me bajé rápido a pegarle una rica mamadota a su pito, el solo gemía tímidamente y me sujetaba de mi cabello con sus manitas gorditas, yo estaba en un trance, su presemen era muy dulce y lo tragaba desesperado.

Me tornaba entre sus huevitos que ya tenían vellos muy muy pequeños y delgados, no tenía mucho vello en general y eso me excitó demasiado y a él le prendía como mamaba su verga por qué decía quedito: “Ayyy sí, así así dale” Era todo un morboso ese nene.

Me la saqué de la boca y le dije si quería probar él también y aceptó, rápido cambiamos de posiciones y me bajó mi pantalón, rápido le rebotó mi verga en su cara, ya estaba más que lubricando, mi pene mide 18-19 cm pero es muy gorda, la comparación de su carita con mi verga no tenía precio, lo tomo con sus dos manitas y comenzó a mamar como becerrito, vaya que tenía experiencia por que sabía hacerlo más que bien, supongo que los juegos con su amiguito le habían dado mucha práctica porque yo estaba en el cielo, en ese bus en movimiento.

Se tornaba también entre mis huevos y mi verga, succionaba mi cabeza con mucha lujuria, lo hacía excepcional para su edad, yo casi sentía venirme, el traía su verguita muy dura también a lo que alcanzaba a ver.

Le pregunté si quería sentirla en su colita y me dijo: “Sí, pero porfa no seas muy tosco, por favor, es que está muy grande”

Sus palabras fueron música para mis oídos así que lo levanté y lo incliné sobre el inodoro, le bajé todo el pants hasta los tobillos y le pedí que pusiera sus manos a los lados para sostenerse ya que se movía mucho el bus.

Qué sorpresa me llevé, tenía un culo muy riquísimo, nada de vello, muy redondo como típico niño medio gordito, me agaché hasta el suelo, él no se esperaba esto pero le pegue un mamadon de culo, abriendo sus regordetes nalgas y mamándolo como desquiciado, hundía mi cara en ese culito sudado que por fortuna no olía a caquita o algo así, sino ese sudor característico de los pubertos, le arrancaba unos gemidos queditos, el bajo una mano y mientras se masturbaba frenéticamente yo metía mi lengua lo más que podía en su anito, como me hubiera gustado verlo en luz natural para admirar toda la belleza de su cuerpo.

Me entretuve un minuto o dos y cuando lo sentí muy relajado me levanté y me apoyé con una mano al lado del pequeño baño y con la otra abrí uno de sus cachetes de sus nalgas y apunté mi verga a su orificio, se lo repegué, sobaba su anito de forma dura hundiendo mi prepucio un poco y lo sacaba, volvía a escupir más en mi verga y procedía con lo mismo hasta que el me dijo: “Ya mételo”

No me hubiera dicho eso el pobre por qué le comencé a undir mi verga que estaba más dura que un palo de madera, ahí escuché su quejido/gemido y sentí como se tensó su cola, comencé poco a poco a meterla y sacarla hasta que llegó a la mitad (mi verga es de esas que son más gruesas del medio)

Ahi si pegó un gritito diciendo: “Ayyy ya yaaaa, hasta ahí hasta ahí” con su vocecita adolescente, como me hubiera gustado estar más preparado con condones y lubricante ya que me gusta el sexo seguro, pero con un nene así no había tiempo que perder. Comencé mi bombeo lento pero seguro hasta donde escuchaba su gemido, el seguía masturbándose frenéticamente hasta que sentí como su ano me comenzó a apretar la verga con pulsaciones, supe ahí que se había corrido el chavito este y yo no aguanté más y le comencé a soltar lechazos uno tras otro lo más dentro que pude sin lastimarlo bruscamente, lo tenía agarrado de su cintura y lo apretaba como un cazador toma a su presa.

Por fortuna no salió manchado de popocita pero si salió con hilos de mi semen y un poquito de sangre, no mucha, supongo lo normal en un encuentro niño-adulto.

Rápidamente le pasé unos kleenex que tenía en mi chamarra, y el se limpió su verguita que seguía dura, yo le limpié su colita y mi verga y nos subimos la ropa, cuando se volteó vi su cara ruborizada y con un poco de sudor, lo tomé del mentón y le planté otro beso cachondo y nos despegamos rápido, habríamos durado unos 10-12 minutos en ese encuentro que para mí fue eterno. Mi semen se quedó en gran parte muy dentro de su recto jaja.

Antes de abrir la puerta de cristal de la sección que corta los baños del pasillo, le pregunté si lo lastime y si le gustó, el me contestó que estuvo rico pero que si le dolía la cola jaja, se rió un poco con nervios como es en todo encuentro así de efusivo, más para un adolescente de su edad.

El chavito salió primero y yo esperé un par de minutos dentro y salí, por fortuna afuera todo seguía tranquilo, sus papás jamás se dieron cuenta de su ausencia ya que ambos iban delante de nuestros asientos, él ya estaba sentado en el asiento a un lado del mío e iba con una sonrisa disimulada, un poquito incómoda la situación pero ya había sucedido todo, no podía pasar nada malo.

El viaje continuó su curso y para cuando desperté ya estábamos a una hora del destino, ya comenzaba a salir el sol, yo lo vi dormir, parecía un angelito, quien hubiera pensado que horas antes nos estábamos dando una sesión de sexo a escondidas en los baños de atrás.

Para cuando llegamos al destino, sus papás sacaron sus maletas y comenzaron a bajar ellos primero, en eso el nene este se queda un momento y me dice, escríbeme porfas a mi Instagram, le pasé mi celular y en las notas anotó su usuario.

Debo decir que a pesar de que han pasado un par de años de esto (5 después de lo sucedido) eventualmente nos escribimos y sexteamos, el ya creció y justo acaba de cumplir sus 18, se puso muy lindo y un poquitito más femenino, como deseo que alguna vez de estas volvamos a coincidir y ahora si darle la cogida de su vida.

Llegue a mi destino en la playa y descanse el hotel, pensando en todo lo sucedido, no está demasiado decir que disfruté de la música electrónica con una sonrisa de oreja a oreja.