Me cogió un profe de Mate
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por kikebr.
Hola a todos! Mi nombre es Luis y este es mi primer relato escrito en esta página.
Desde hace unos años soy asiduo lector de este sitio web, solo que hasta ahora no me había animado a compartir alguna experiencia sexual de las cual he sido partícipe, por lo que pido su comprensión y retro alimentación acerca de éste texto.
Empezaré a describirme un poco.
Actualmente tengo 24 años y vivo en la ciudad de Puebla, México en la zona centro.
Soy originario del sureste del país, pero ya llevo mis buenos años viviendo aquí por motivos de estudio y trabajo.
Siempre he vivido solo ya que no tengo familia en la ciudad, lo cual me ha permitido tener siempre lugar para invitar a hombres y poder tener sexo sin ningún tipo de problema.
Físicamente soy moreno claro, 1,68 de estatura y complexión normal, aunque siempre me ha gustado hacer deporte, ir a correr y al gym regularmente, lo cual me permite estar en forma.
Soy varonil en mi forma de actuar y de expresarme y siempre con barba de 3 días, lo cual me hace verme un poco más grande de lo que soy.
Me considero una persona atractiva y con personalidad.
Actualmente me desempeño en la industria automotriz, lo cual es muy común en esta ciudad al localizarse en ella dos plantas de manufactura alemana muy importantes.
Debido a esto, viví una temporada en Alemania para aprender sobre mi actual puesto de trabajo y mejorar mis habilidades con el idioma, entre otras cosas.
Esta experiencia que les quiero compartir sucedió durante el invierno del 2015, época en la cual me encontraba finalizando las asignaturas de la carrera en ese país.
Durante ese semestre me tocó vivir en una pequeña ciudad alemana ubicada al suroeste del país, cercana a la frontera con Suiza y Francia.
En éste lapso de tiempo yo ya llevaba un par de meses viviendo en esta zona y pasaba la mayoría del tiempo con un grupo de mexicanos que también se encontraban de intercambio académico y con otros estudiantes extranjeros que hacían lo mismo.
Como ustedes saben las diferencias culturales, geográficas y climáticas entre Alemania y México son significativas, por lo cual los inviernos en esas condiciones no son los más amenos que digamos.
Asimismo, yo me encontraba en una situación sentimental un poco complicada ya que acababa de cortar con mi ex novio desde el verano de ese año, por lo cual muchas veces solo salía a clases, al gimnasio y al súper y la mayoría del tiempo me la pasaba encerrado en la habitación del dormitorio que habitaba.
Además, el hecho de vivir en una habitación individual no ayudaba mucho ya que podían pasar días sin que hablara con nadie.
Como les dije con anterioridad, soy originario del sureste del país y provengo de una familia algo tradicional, por lo cual, en ese entonces consideraba que tener sexo con extraños no era una actitud que una persona con valores debería hacer y era un punto que me causaba mucho conflicto, ya que normalmente solo tenía relaciones sexuales con mi pareja; a excepción de algunas experiencias sexuales previas a él que seguramente iré contando en mis siguientes relatos.
Por esta situación yo no me animaba a tener sexo con nadie ya que aún me sentía algo triste por el rompimiento con mi pareja.
Sin embargo, algo en mí me dijo que conocer personas y permitirme soltar un poco la rienda podría ayudarme a acelerar este proceso de recuperación.
Fue así como me decidí a bajar Grindr y ver que con que hombres podía contactar y concretar una cita.
Estuve varios días hablando con gente local, como les dije, era una ciudad no muy grande, por lo cual el tema de las apariencias era un punto a considerar por los chicos de allá.
Había pocos estudiantes de intercambio que utilizaran la app y la mayoría de la gente eran personas algo mayores.
Un punto a destacar para este escenario es que, si a mí ya no me gustaba tener sexo con desconocidos, mucho menos me encantaba la idea de tener relaciones con gente considerablemente mayor a mí, pero sin duda eso estaba por cambiar.
Fue así como un día después de no haber tenido sexo en meses me animé a invitar a uno de los hombres que había contactado por la app.
Su nombre es Marc y ya habíamos conversado en un par de ocasiones y el de verdad tenía muchas ganas de quedar, sin embargo, yo no me animaba a dar el último paso.
Hasta que finalmente el momento llegó y por la calentura me animé a pasarle la ubicación y fue como me dieron una de las mejores cogidas de mi vida.
La noche anterior yo había salido de fiesta y como era costumbre en aquella época yo solía ponerme una borrachera y al día siguiente amanecía con una resaca de los mil demonios.
Pero como muchos de ustedes me entenderán, al día siguiente amaneces con unas ganas de coger impresionantes y para no variar yo solo estaba deseoso de que un hombre me poseyera y me la dejara caer toda en mis adentros.
De esta manera le escribí a Marc y le pedí que me enviara más fotos por la app.
Ya me había mandado algunas de rostro y me parecía atractivo.
No obstante, él no caía en el la categoría del típico alemán rubio y de ojos azules, que hasta ahora no es mi prototipo favorito de hombres, aunque bueno no negaré que después me follé a muchos que correspondían a estas características físicas jaja
Él tenía por la época unos 35 años, de estatura más alto que yo, tez blanca, pelón (o calvo) pero con una actitud varonil que me encanta en los hombres.
Se dejaba la barba y eso a mí me mata y me prende un montón y las fotos que me envío antes de llegar a mi casa eran 100% excitantes, por ejemplo, en la ducha con el chorro de agua cayéndole encima totalmente desnudo y otra donde estaba en la bañera y tenía la verga completamente parada dejando a relucir su cabeza gruesa y rosada que lo único que me provocó fueron unas ganas enormes de comérmela completa.
Así pues, le comparto mí ubicación y llega como a los 10 minutos a la puerta de mi habitación.
Debo confesar que para este punto yo me encontraba hecho un manojo de nervios, ya que era la primera vez que iba a coger con un desconocido, en un país distinto al mío y que era más de 10 años mayor que yo.
Toca el timbre y nos damos un apretón de manos y empezamos a establecer una conversación superficial.
Me preguntó si de donde venía, que sí que hacía en Alemania y si donde había aprendido el idioma, lo cual me hacía sentir cada vez más cómodo.
Él me contó que era originario de la ciudad y que era profesor de matemáticas en el Gymnasium, algo así como la escuela secundaria en México, lo cual francamente me excitó y a mis ojos lo hizo parecer aún más interesante.
Era un tarde fría y recuerdo que iba muy abrigado, y es cuando me pregunta que sí que quería hacer.
Yo un poco torpe le dije que quería que me cogiera ya que tenía meses que no lo hacía y en ese momento se me abalanzó encima.
Me lleva a la cama y nos empezamos a besar poco a poco, muy despacio y disfrutando del momento, sin prisas, como si lleváramos años esperando encontrarnos y fundirnos en ese momento.
Poco a poco sus manos grandes y gruesas empezaron a recorrer mi cuerpo, aún recuerdo un poco frías, provocándome un contraste al posarse en mi piel por debajo de la camiseta.
Yo comencé a hacer lo mismo, tocaba su ancha espalda, sentía su respiración agitada posarse sobre mi cuello y poco a poco mis manos iban bajando hasta sentir su miembro erecto por encima de los jeans.
Tan solo de sentirlo por arriba de la tela ya se dejaba mostrar su gran tamaño y dureza, provocando que mi calentura solo fuera en ascenso.
Después mostrándose más dominante y posesivo (lo cual me fascina) me ordena que me ponga de pie y con sus hábiles manos empieza a despojarme de la ropa.
Primero quita mi camiseta recorriendo con sus dedos mi abdomen y espalda, diciéndome que le encanta sentirme y que lo único que desea en esos instantes es estar conmigo.
Posteriormente comienza a meter sus dedos por debajo de mi pantalón y se avienta a besar y morder mis pezones provocándome unos primeros gemidos de placer.
Paso siguiente desabrocha mi pantalón y lo dejar caer hasta mis rodillas y de una manera impetuosa, pero con habilidad me coloca espaldas a él y se deshace de mi bóxer que para esos momentos ya representaban una barrera que tenía que ser eliminada.
Me guía hacía el y cuando menos me lo espero comienza a comerse mi culo.
Mi culo que no había tenido ningún tipo de contacto sexual desde hacía más de seis meses y que la única cosa que deseaba era se invadido por esa lengua que sabía perfectamente lo que hacía.
Cada movimiento parecía estar magistralmente calculado, cada estocada de placer recorría completo mi cuerpo y yo ya me encontraba en un universo paralelo, indefenso y entregado 100% a sus deseos.
Yo no paraba de gemir debido al placer que mi cuerpo y mi culo experimentaba en esos momentos y el solo me decía que se sentía cerradito y que le encantaba comerse mi agujero totalmente depilado.
El contacto que provocaba su barba con mi piel me hacía sentir que estaba en el cielo y no quería bajar de ahí jamás.
Pasamos como 15 minutos en esa posición y acto seguido sentía la imperiosa necesidad de llevar su pedazo de carne a mi boca.
Me pongo de rodillas hacia la cama y empiezo a desabrocharle los pantalones.
Lo bajo poco a poco y ante mí aparecía un miembro viril completamente erecto, encerrado en un bóxer rojo y que pedía a gritos ser liberado.
Suavemente comienzo a lamer su verga por encima del bóxer, a oler ese aroma a macho que tanto me embriaga y noto una cantidad considerable de líquido pre seminal que se marcaba por encima de la tela y así sin más decido que es momento de llevarme ese trozo a mi boca.
Debía de medir como unos 18 cm de erección, coronado por una cabeza de considerables dimensiones, circuncidada y que desprendía un olor que impregnaba completamente la habitación.
Me la meto a la boca y solo escucho que emite un sonido de placer.
Al principio me costaba meter solo la cabeza a mi boca, pero poco a poco fui recordando cómo hacerlo.
La verdad me encanta chupar vergas y comerme el semen y ya lo había hecho en varias ocasiones, incluso en autobuses, pero esa es otra historia.
Simulaba que era una paleta la que me metía a mi boca y lo lamía desde la base hasta la punta, deteniéndome en la uretra y metiendo mi lengua por ese pequeño orificio mientras no dejaba de mirarle directamente a los ojos.
Para esos momentos el solo soltaba gemidos y me decía que era una puta.
Que le encantaba como se la comía.
Estuve hace por unos minutos y me dice basta, que quiero metértela completita y me vas a hacer venir si no te detienes.
De esa forma yo ya sabía lo que venía, era el momento de la verdad, dejar que el profe de matemáticas me enseñe una lección y que me recuerde como es tener a un hombre de verdad dentro de ti.
En ese momento voy por los condones y los lubricantes.
A decir verdad, estaba un poco nervioso de meterme ese animal en mi cerrado culito, pero sabía que era lo que quería hacer y no había poder humano que me detuviera.
Creo que el a notar mi nerviosismo me abraza y me dice que no tenga miedo, que todo va a estar bien y que va a tener cuidado, que quería que disfrutara al máximo esta experiencia y que haría todo lo que estuviera en sus manos para que fuera así.
Le dije que se sentara al borde de la cama y que yo lo iba a montar, para que yo fuera el que dirigiera el ritmo de la penetración y en caso de dolor poder detenerme.
Fui por el lubricante mientras él se colocaba el preservativo y le unté en todo el pene para que la penetración fuera más fluida.
Poco a poco comienzo a sentarme y siento como esa cabeza enorme va invadiendo mis paredes anales.
Yo sentía mucho dolor y placer a la vez así que fui avanzando lentamente hasta que sentí que mis nalgas reposaban encima de sus piernas.
Ya todo había entrado y le dije que esperáramos un momento mientras mi culito se acostumbraba a su verga.
Pasaron un par de minutos y poco a poco me fui montando sobre él.
Para ese punto el dolor desaparecía y daba paso a olas de placer inmenso que provocaban corrientes eléctricas en todo mi cuerpo.
Yo solo escuchaba a Marc jadear mientras me decía que le encantaba mi culo, que le apretaba muy rico y que me movía encima de él como nadie.
Un poco cansado de la posición le dije que cambiáramos y fue ahí donde la parte dominante de él resurgió nuevamente.
Me tira a la cama, poniendo una almohada debajo de mí y comienza a bombearme reposando todo su cuerpo encima del mío.
Yo para ese momento no podía hablar solo gemía como puta sin importar que mis vecinos me pudieran escuchar mientras ese hombre no dejaba de empujar sobre mí con todas sus fuerzas.
Yo solo le decía que me cogiera más fuerte y más profundo y que me encantaba ser su perra, mientras él mordía y lamía mis orejas.
Acto seguido me levanta y me pone de pie contra la cama y en esa posición empieza a meter y sacar su verga de mi culo.
Cada que sacaba su verga de mí yo sentía un vacío en mi interior y en la volvía a meter provocándome un placer que pocos han logrado conseguir.
Debido a la diferencia de alturas yo debía de ponerme de puntillas para que el alcanzara a penetrarme completamente.
Después de unos 20 minutos en esa posición me dice que se quiere correr.
De este modo yo me apresuro y empiezo a masturbarme ya que me encanta venirme cuando todavía tengo la verga dentro de mí.
Después de unos segundos comienzo a tirar chorros de leche debido a tomar la estimulación prostática de la cual había sido presa esa tarde.
Posterior a eyacular me pongo de rodillas, Marc se quita el condón y le digo que me tire toda su leche en la boca, que me la quiero tragar toda y es así como el empieza a tensar todos los músculos de su cuerpo y mis labios reciben una serie de metrallazos a presión que se depositan por toda mi cara.
Yo comienzo a tragarme todo disfrutando se su sabor y pegándome a la punta de su verga para sacar todo lo que aún buscaba salir de sus testículos.
Nos limpiamos, nos vestimos y fumamos un cigarrillo para celebrar la buena cogida que me había pegado.
Hablamos un poco más y le dije que me había fascinado.
Él me dijo que lo había disfrutado mucho, que era al primer mexicano que se cogía pero que con gusto volvería a hacerlo.
Y por supuesto, esa no fue la última vez que lo hicimos.
Una disculpa por el largo del relato, pero quería incluir todos los detalles de esta experiencia que me ayudó a superar la ruptura con mi ex y que me abrió la puerta a ser más libre y menos prejuicioso respecto a mi sexualidad, permitiéndome tener una serie de experiencias sexuales muy satisfactorias durante mi estancia en Europa y que con gusto compartiré en siguientes relatos.
Agradezco me dejen sus comentarios y calificaciones para animarme a seguir escribiendo en este sitio web que me encanta.
Saludos!!! 🙂
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