ME COJÍ A UN HETERO 5 AÑOS MÁS GRANDE QUE YO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por AzaGrimsley.
Todo empezó justamente el 8 de mayo del presente año, era de tarde y como buen chavo de 19 años, tenía mi calentura al máximo, tenia muchas ganas de cojer con alguien, no me había tocado mi pene y con sólo tener un pensamiento erótico, sentí como lubricaba a chorros, deseaba un hombre a mi lado el cual poder cojer.
Para poder contactar a alguien, decidí meterme a internet y buscar una página de chat gay en dónde podía encontrar cualquier persona para tener un encuentro casual y sobre todo, seguro.
En el chat yo leía frecuentemente un comentario algo más o menos así:
"Soy hetero de 27 años de la cdmx y busco experimentar cosas nuevas".
Al momento en que leí ese mensaje, sentí nuevamente la sensación de lubricación en mi pene, así que inmediatamente decidí contactarme con la persona responsable.
No fue difícil convencerlo porque realmente estaba urgido de probar cosas nuevas (yo yo también), en fin, nos pasamos nuestros números de teléfono para enviarnos mensajes de whats app.
Una vez en whats app, empezamos a enviarnos mensajes y empezamos a llamarnos, recuerdo que me había dicho que él no tenía 27 años sino 24 y lo que más me impresiono es que, ¡vamos en la misma universidad pero en diferentes carreras! Lo que me emocionó mucho porque mis salones, quedaban al lado de los de él.
La razón por la que él quiso tener sexo con un hombre es porque su novia nunca le había hecho sexo oral y él había escuchado que los hombres, la chupamos mejor (y si eh!).
Realmente lo escuchaba muy nervioso con todo ésto pero empecé a platicarle cosas para calentarlo, y empecé a describir todo lo que podía hacer con él en su primera vez: lamer todo su cuerpo y hacerlo gozar con un delicioso beso negro, chupar su verga como si no hubiera mañana, que goce y que sienta el verdadero placer del sexo.
Fue tanta su excitación que al día siguiente (9 de mayo) a las 9:30 p.m decidimos vernos en un parque cerca de mi casa, le había comentado que por ahí cerca había un hotel barato, limpio y discreto y sin tanto preámbulo, nos dirigimos al hotel.
Afortunadamente tenía condones y mucho lubricante.
Una vez en el cuarto del hotel, él estaba muy nervioso y empecé a tranquilizarlo con un fulminante beso y en el momento en que lo besaba, me agarraba fuerte del cuerpo y sentía su fuerte respiración; nos recostamos y empezamos a besarnos muy excitantemente.
Empezábamos a desnudar nuestros cuerpos y él, es más pequeño que yo en estatura pero estaba levemente fornido por lo que tenía un muy pero muy buen culo.
Simplemente dejamos que todo sucediera, nuestras lenguas se movían sin cesar en la boca del otro, el magreo y forcejeo no se hizo esperar y lo más delicioso es poder besar sin piedad el cuello de aquél chico heterosexual, que en unos minutos, iba a ser mío.
Mi lengua bajaba lentamente hasta sus pezones y directo a su pene que se veía muy lubricado y ufff, sabía a gloria, le mame la verga como si no hubiera mañana, sus ingles, detrás de sus testículos y directo a su ano, en el momento en que mi lengua rosaba en su raya y tocaba su ano, su cuerpo se ponía rígido y mi lengua trataba de tocar ese ano a como diera lugar, agarré su cuerpo, lo volteé, abrí sus nalgas y chupé su ano; sentía mi pene muy erecto, palpitando y muy grueso.
Me sentí como el macho alfa cuando logré dominar su cuerpo pero no era mío aún.
Para excitarlo aún más decidí lamer desde su ano, pasando lentamente por su espalda, seguir con su cuerpo y terminar en su oreja, lo que provocó mucha excitación en ambos y más porque él gemía demasiado y más aún con el hecho de que acomodé mi pene entre sus nalgas y rosaba en su ano.
Lo más delicioso fue cuando estaba poniéndome el condón y poniendo lubricante y en un momento a otro, él se voltea y agarra mi pene, lo dirige a su ano y mueve sus caderas hacia arriba para meterla completamente de un sólo golpe.
me quedé atónito.
Empecé a hacer el clásico "mete y saca" muy lentamente peor él quería más y más rápido y yo lo movía más rápido, empujaba el colchón para hacer que robote y sea aún más rápido, después de eso lo cambié a posición de perro y ¡vaya sorpresa! Él empezó a mover sus caderas sin necesidad de que yo me moviera, a pesar de ser "heterosexual" hacía un buen trabajo, pasamos a posición de "cuchara", "misionero" y terminamos boca abajo.
En un momento él me dijo:
– Quítate el condón, vente dentro de mi.
En ese momento me aumentó aún más mi calentura y lo cojí muy rápido, abracé su cuerpo muy fuerte y escuchaba sus gemidos y veía su cara de placer y en un momento a otro sentí como eyaculaba en su ano, fue una sensación genial y muy rica.
Estábamos muy agotados y cuando él se pone de pie, vi cómo entre sus piernas se escurría mi semen.
Después de eso nos cambiamos y cada quien se fue a su casa.
Desde ese momento ya no hemos tenido encuentros pero nos vemos en la escuela como su fuéramos dos.
A partir de ese día, marqué territorio en su culo.
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