Me comí una cosita rica
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me encontraba de visita vacional en el departamentro de mi tia en la capital, retornaba luego de un partido de indor con mi amigo Pedro de 16 años hijo del portero del edificio quien me invitó a tomar un jugo en su cuarto, de pronto a lo lejos escuché un ruido por la bodega de limpieza y observé a mi primo Rubén desnudo con el culo al aire acostado sobre unos cartones y sobre él a Sebastián de 8 años, hermano de Pedro que lo tenía dandole verga por el culito, se notaba claramente que lo penetraba y culiaban rico al mover ambos su caderitas, me quedé un rato viéndolos culiar, se me paró mi pene me puse a masturbarme, hasta que no aguanté más y me les acerqué, ambos se levantaron y se vistieron, Sebastián con cabeza baja salió del cuarto estirándose su pichita y yo abracé a Rubén llevando al departamento.
Me confesó que siempre cuando quedaba solo lo cuidaba o Pedro o Sebastián y que en ambas cuidadas lo culiaban y ya le habían sacado un poco de sangre por el culo, pero de esto no sabía mi tia, y que había sido Pedro y que Sebastián a veces nos veía pero simulaba y salía del cuarto.
Rubén y yo dormíamos en la misma cama, esa noche iba a ser especial, porque recordaba con calentura excitante la forma que había culiado Rubén, él estaba durmiendo de perfil lo sentía por su espaldita que se movía por la respiración, me acerque con mi bulto a su culito punteándolo, subí mi pierna sobre la suya frotándola, mi mentón lo puse sobre su pelo exhalando aliento, mi boca chupaba su pelito lacio, con una mano metí entre su pijama buscando su verguita y la comencé a estirarla, Rubén tenía los ojos abiertos y se dejaba.
Le dije ¡¡déjame culiarte!! él simplemente movió la cabeza afirmando, le dije que le iba a enseñar a culiar mejor, Rubén me respondió con una sonrisa, le encantaba que lo culeen, le dije que se quitara el pijama a lo que yo me quitaba toda la ropa, cerré con seguro la puerta y ya Rubén estaba esperandome boca arriba en la cama, me lencé de un salto y nuestras vergas ya estaban culiando, le besaba sus labios y su frente, unimos nuesrtras manos apretandolas cada vez que nuustras vergas estaban en contacto.
Me senté a filo de cama y le dije a Rubén que se arrodillara al principio con recelo no quería asi que yo lo senté y se la mamé desde sus pelotas hasta pasar por el tronco de su verguita le gustó mucho, Rubén cogió confianza y empezó a mamarme la verga con dificultad a lo quye despacito le iba enseñando el arte de mamar, poco a poco se la fui introduciendo hasta que me salió leché que se estampó en el pecho de Rubén, junté una poca con mis manos para ponerme en la cabecita d emi verga, lo puse en cuatro a filo de cama y el resto de semen se lo mandé por el hoyito de su culito.
Empecé a penetrar de apoquito en su culito, Rubén sólo gemía placer, d epoco en poco entró mi verga y comprobé con admiración que el culito de mi primo Rubén estaba roto, lo culiaba con seguridad y me enamoré desde ese momento del culito de mi primo, estaba tan arrecho que lo tube metiendo y sacando por alrededor de 5 minutos, culiamos a lo loco haciendo en la cama el 69 y luego le volví a introducir mi verga en su culito por un rato más largo quye el anterior.
Nos fuimos desnudos a orinar al baño en silencio, me vió lavarme mi vergota que se la acercaba a la suya, lo voltie lo doblé de espalda y se las sobe por el hoyito y el espinazo, Rubén se limpiaba en cuclillas su culo que tenía semen y agitaba con jabón su verguita coloradita producto de tanto culeo.
Le pregunté si así lo habían ciuliado Pedro y Sebastián y me dijo que no tan rico, nos abrazamos en la cama y así estuvimos dormidos hasta el amanecer que nuevamente culiamos antes desayunar. Esta faena la hicimos todos los 10 días que restaban de mi visita vacacional, ahora Rubén tenía mi mayor atención y cuando salía del departamento a jugar con Sebastián me hacía la idea de que estaban culiando, era verdad porque a través del tragaluz veía cómo Rubén culiaba a Sebastián tal cual le había enseñado a culiar.
Culié con mi primo alrededor de 2 años pese a dormir luego en camas separadas me daba lugar a culiarlo cuando estábamos solos. Ruben, siempre que lo recuerdo, te amo más cada día recordando como me comí tus cositas: Tu culito y tu verguita.
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