Me converti en su amante a lo 11 años.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando tenía 11 años, murió mi padre de un infarto, y mi madre que era muy pobre me llevo a un colegio de curas en donde me interno. Yo era un niño tímido pero muy bien formado y bonito. Cuando llegue al internado el director me dijo que como yo era tan bien parecido, alguno de los curas me iba a hacer alguna proposición pero que les dijera que ya él me había escogido, yo no entendí que quiso decir.
Me llevaron al dormitorio y el cura encargado me mostró mi cama que estaba en un cuarto con otros 10 niños más y me mostró también su habitación y me dijo que cuando quisiera fuera a visitarlo por las noches. Igual que con el director no entendí a que se refería.
Esa noche que era mi primera allí, me acosté como todos en el cuarto y apagaron la luz, después de un rato me dormí, no se a que hora sentí que alguien me despertaba y era el cura encargado del dormitorio, me dijo que no hablara y lo acompañara y fuimos a su dormitorio, me dijo que yo estaba muy bien y no podía esperar por que podría perderme con otro cura y que allí se respetaban a sus conquistas. Le pregunté que por que me llevaba allí y que no sabía que quería decir, me dijo que en ese colegio cada cura tenía uno o dos niños y que los otros curas se los respetaban, que esos niños eran sus amantes y por eso la pasaban muy bien. Me dijo que me había escogido por ser tan hermoso y que no podía esperar a que se lo quitara otro cura.
Me pregunto que si me gustaban los hombres y que si ya me había acostado con uno, yo tenía mucho miedo y le dije que no y que me quería ir a dormir, el me abrazo y me empezo a sobar todo el cuerpo diciéndome que me tranquilizara, que él me iba a enseñar.
Me comenzó a desabotonar la camisa de dormir y me la quito, me comenzó a besar el cuello y el pecho, me chupaba los pezones, yo temblaba y comencé a llorar, el no se detuvo y me quito el pantalón quedando yo desnudo.
Me coloco boca arriba en su cama y me comenzó a chupar mi cosita, al tiempo me sobaba las piernas de arriba abajo y me decía que estaba muy bueno.
Apago la luz y se quito la bata que traía quedando también desnudo, por la oscuridad yo no lo ví bien pero lo sentía grande y pesado. Me abrazaba y me refregaba a él.
Yo estaba llorando pero al rato ya no podía por la impotencia que sentía por la situación.
Acerco su boca a mis labios y me besaba, me metía la lengua, él me decía que sacara la mía, no se por que pero yo le hacía caso, me refregaba su lengua a la mía, yo sentía una sensación muy rara. De pronto comencé a sentir que me untaba algo en el culito y comenzó a meterme los dedos, yo trataba de apretar las nalgas pero él se daba cuenta y me decía que soltara, que no me afanara que él sabía como hacerlo y que si le hacía caso no me iba a doler. Me metió un dedo y lo movía dentro de mi culito, de pronto me metió otro y sentí algo de dolor pero podía resistirlo bien, los movía, los sacaba y me los volvía a meter, en una de esas me metió tres dedos y allí si me dolió más, yo gemí y trate de gritar, el me hablo fuerte y me dijo que no se me fuera a ocurrir gritar por que ahí si lo iba a conocer, yo no grite y seguí soportando.
Me puso boca arriba y separo mis piernas y dobló mis rodillas, se me acostó encima y me dijo que ahora si iba a ser suyo, que me relajara y que no fuera a llorar o gritar.
Con las dos manos me separó la nalga y sentí como me puso su cosa en mi culito, comenzó a hacer fuerza para metérmela pero no entraba, me unto más de esa pomada y comenzó a meterme los dedos otra vez, me dijo que era para dilatarme y que así no me iba a doler.
Volvió a hacer fuerza yo trataba de cerrar las nalgas pero no podía por la posición en que estaba y por que me separaba el culito con sus manos. De pronto comencé a sentir un dolor terrible, que me partía y era su cosa que me estaba entando, comencé a llorar y le decía que no más, el me decía que tranquilo que ya iba a pasar, siguió hasta que la tenía toda adentro. Se estuvo un buen rato quieto sobre mi, yo sentía un dolor fuerte pero que fue pasando lentamente. No se cuanto tiempo estuvo quieto pero cuando ya no me dolía tanto él empezó a moverse haciéndome hacia adentro y hacia afuera, de un momento a otro se movía mas lento, jadeaba y decía "que rico".
Me la saco, se quito de encima, me abrazo quedando pecho con pecho, me dijo que le había gustado mucho y que de ahora en adelante yo sería su protegido.
Cuando se quedo dormido me fui al baño, me limpie con agua por que me ardía mucho el culito, llore solo un buen rato y me fui a mi cama.
Al día siguiente nos levantamos y él se comportaba como si nada, yo si trataba de esquivarlo, sin embargo nos veíamos por que era mi profesor.
Como a las dos de la tarde después del almuerzo el director me llamó a su oficina y me dijo que como me había ido en mi primer día, yo me puse a llorar y le conté lo que me había pasado, el director se puso muy bravo y me dijo que si acaso no me había dicho que él ya me había escogido.
Mando a llamar a mi cura profesor y le recriminó el por que me había tomado si yo le pertenecía a él. Mi cura profesor le dijo que yo no le había dicho nada y como era mi primer día, sabía que no tenía dueño. El director se calmó y me dijo que esas cosas eran normales en el internado y que yo nunca debía decir nada a nadie si no iba a recibir todo es castigo de Dios.
Yo escuche cuando el director le dijo al cura profesor, que a pesar del convenio que tenian me compartiera de vez en cuando con él.
A partir de ese día fui el amante del cura profesor y efectivamente más o menos una vez al mes me compartía con el director y el director le prestaba a su muchacho, en alguna ocasión estuvimos los 4 y entre los dos nos violaron toda la noche.
Esto duro hasta los 16 años que salí al seminario a formarme como sacerdote.
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