Me dejo meter la verga del albañil de al lado.

Un idiota que ya traía ganas de meterme la, le di el placer de llenarme con semen..
Como ya les había contado, tuve una experiencia con uno de mis vecinos, el menor de ellos.

Pero esta relato sucedió mucho antes que ellos se vinieran a vivir aquí.

La casa de ellos apenas se llevaba en construcción, teniendo como 5 albañiles trabajando todo el día.

Nosotros podíamos ver el duro trabajo que les tocaba, pues era la casa de nuestros futuros vecinos que estaban trabajando.

Siempre trabajando duro,  colocando bloques, moviendo la arena, preparando el cemento.

Así estuvieron 8 días terminando la planta baja.

Ya hasta nos habíamos hecho amigos de los albañiles. Sólo uno de ellos caía gordo a mi familia.

Y era el que lucia más joven. Se llamaba German, era el albañil más joven con 32 años, siendo los demás de 39 para arriba.

Este albañil llamado German, tenia mala popularidad pues era un bromista pesado, y decía cosas pasadas de tono.

La verdad caía mal.

Mi mama lo había tachado de vago. Por lo que nos dijo que lo ignoraramos.  Lo que se me hizo difícil porque aveces me lo topaba en la tienda y molestaba diciéndome si no era que le llevaba a las vergas. Porque le recalque, que me molestaba que le dijera cosas perversas a mi hermana, como llamarla ramera.

Yo solo lo ignore, pero eso se volvía difícil porque se ponía más y más insoportable.

Llegando al día 12 de la construcción. Ya la parte de arriba estaba casi terminada. Por lo que los albañiles se tomaron 3 días de descanso. Sólo que uno de ellos se procuraria de estar verificando que las cosas no se vayan a dañar en esos 3 días.

Y adivinen a quien le tocó, al mismísimo German.

Y ahí comenzó todo.

El primer día lo vi ahí, revisando aver si una de las paredes de bloques estaba bien colocada.

La ventana de mi cuarto estaba pegada justo al lado de la segunda planta de la casa de mis futuros vecinos. Así que aproveche esto para probar a German.  Cerré medio la cortina de mi ventana para que solo del lado de la casa pudiera ver dentro de mi cuarto. Y cerré mi puesta con seguro.

Me quite mi ropa, y me acosté en la cama comenzando a masturbarme solo para que el idiota de German me viera desde la segunda planta de la casa en construcción.

Así fue, no tarde nada en notar que el me estaba viendo desde el otro lado con la boca abierta. Yo solo seguí masturbandome, apresurando el ritmo, hasta que ni aguante más y me corrí en mi pecho. Yo tome mi semen con mis manos y me los chupe.

Notando que German aun me veía.

Después de eso, me levante haciendo el que ignoraba que German estuvo viéndome todo el tiempo y me vestí.

Al día siguiente hice lo mismo, y al parecer le había gustado. Pues volvió al mismo puesto de antes, solo para poder ver como me masturbava en mi cama.

Hice lo mismo, pero esta ves en el patio. Lo vi viendo entre el muro que corta mi casa con el lado del terreno del vecino. No había nadie en mi casa así que aproveche ese día a provocar a German. Lo cual resultó pues se quedo en todo el show que le mostré en el patio.

Al día siguiente vino lo demás.

Venia de haber salido con unos amigos al campo, cuando regresaba German llamaba mi atención desde la casa en construcción.

Me dijo que me acercará lo cual hice.

Cuando entre a la casa, el me guió a una sala en la cual no se podía ver desde afuera. Era el comedor, oh donde hiba ser el comedor.

Había un colchón tirado todo sucio, en donde había periódicos manchados de pintura. Y había un baño sin terminar de construir.

Cuando le pregunte a German para que me nesecitaba.

El se bajo el pantalón y el bóxer,  dejando ver una verga bien grande y curvada. De unos 18 cm

German era un hombre medio fornido, porque si tenia algo de panza,  tenia piel bronceada, cabello liso color negro, barba recién saliendo y ojos castaños.

Le dije, » ¿ahora quien es el que le va a la verga? » el solo rodó los ojos y me pregunto si la hiba chupar o no.

Yo al final acepte.  Después de todo no iba dejar pasar gran oportunidad.

Tome esa verga peluda y curvada. Y la metí a mi boca, chupandola con la lengua y besándo le la cabeza a su polla. Comense a jugar con ella cuando intentaba meter la lengua en el prepucio. Le había encantado, pues su cara de satisfacción no tenia precio.

Al final termine metiéndome toda esa verga en la boca, costo pero a besos y chupadas lo hizo más fácil. El me jalo del pelo y me la metió de golpe en la boca, dejando todo su semen en mi garganta.

Sus bellos en el pene me hacían cosquillas algo que no soporte y empecé a toser y babear todo aquel semen, tras casi ahogarme.

El me dijo que me quitará la ropa, y así lo hice me quite mi camisa negra con mangas, y mi short verde,de este saque mi botecito de lubricante y le pedí que se lo echará.

El se quitó su chaleco para tener más movilidad, aunque dejo sus pantalones y bóxer aun puestos pero ya tirados en sus piernas. El tomo su polla y empezó a llenarla de lubricante, desde el hoyito de su pene, Comenzó a bañarlo en todo eso.

Cuando esté termino. Me pidió que me sentará en la taza del baño, me senté en ella, dejando mi piernas abiertas, dejando mi culo a la vista.

El me tomo las piernas en su brazos. Mientras con su mano metía esa rica verga en mi ano.

Literal se sintió tan rico. No podía creer que me estaba metiendo una verga doblada.

Cuando por fin pudo meterla por completo, este se agachó un poco y empezó a sacarla y meterla, lenta mente, que rico sentía como esa polla de 18 cm, se movió dentro de mi recto.

Era una gran sensación, sentir como los huevos de ese idiota golpeaban con mi culo cada que German,  me la sacaba y me la metía con fuerza.

» aAh,  si que rico se siente, mierda, que rico se siente meterte la. » me dijo mientras continuaba sacándola y metiendo la de mi.

Yo tome mi pene y comencé a masturbarme, pues estaba recostado en el baño y tenia en sima un hombre urgido.

» mira justo como cuando me la jale en el cuarto. » le dije yo.

» Oh; si mierda ¿que rico se sienta va? » dijo el apresurando las embestidas.

Yo sentía como mi recto era violado por la verga doblada de German era la mejor sensación  de todas.

Yo me agarre de su cuello, y este me levanto como si nada, con mis piernas me sostenía en su espalda. Mientras que este con sus manos me levantaba el culo, haciéndome dar saltos en el aire para que su verga pudiera entrar y salir.

Este me pego a una pared. Y yo lo acerque a mi para empezar a besarle.

Mientras que este continuaba violandome, subiendo me arriba y abajo para que su verga pudiera entrar a la perfección.

Yo metí mi lengua y la junte con la de el, intercambiando saliva cada uno.

Algo que tengo que recalcar es que la barba de este, me molestaba porque me picaba mis cachetes. Pero eso no evitó la gran excitation que teníamos.

El metiéndome su verga y yo explorando su boca con cada beso con lengua que le daba.

Ya para acabar, este nos tiro en el colchón con polvo que había ahí.

La verdad que si me dolió pues el peso de el me había caído todo ami, más que aún tenía su verga adentro.

Este comenzó a meterme la más duro, probando que sus caderas con las mías empezarán a sonar con aplausos.

Después de un beso corto donde juntamos nuestras lengua por última ves.

Este grito diciendo mierda cuando de pronto sentía como el pene de este dejaba aquel famoso líquido caliente dentro de mi. Yo lo tome con más fuerza de su cuello, sintiendo aquella rica Leche dentro de mi.

Se sentía tan bien, el respirando agitada mente acostado sobre mi, mientras yo era aplastado por ese gran hombre sudoroso y su verga seguía dentro de mi.

Lo cual no duró mucho, pues en seguida este empezó a levantarse y empezó a sacar su verga de mi, lo cual dolió porque no lo hizo con ningún cuidado.

Después de esa gran escena de sexo. Nos limpiamos lo mejor que pudimos. Me puse mi ropa y antes de irme me acerque a el. Para darle el último beso que tantas ganas le quería dar.

Tome esa cara con barba fea y le di un beso, metiendo le la lengua jugando junto a la de el con la mía.

Después de eso el me pidió que no le dijera a nadie de esto.

Yo acenti y me retire.
Después de eso, era raro verlo en la construcción.  Tal vez por temor a que yo hubiera dicho algo. Que mal que no pudo haber segunda vez.