Me descubrió su hermano y me cogió.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de aquel evento con las hermanas de Esteban, comenzó un juego diferente.
Hola, soy Dan y quiero contarles lo que pasó después que Esteban me descubrió teniendo sexo con su hermana Mercy, demás está decir que no se si supo lo de Luisa y Mirian, pero nunca me lo dijo, siempre su soborno sobrevenía por lo sucedido con Mercy.
Ese día, después de desayunar nos dedicamos a hacer algunos arreglos en su casa, a él su papá le estaba haciendo un cuarto fuera de las cuatro paredes de su casa, la pieza quedaba en la parte trasera donde tenían un tanque de agua. Ese día le coloqué la electricidad que era lo único que faltaba y pasamos la cama que estaba en su habitación dentro de la casa. Esa habitación sería cedida a Mercy porque el otro cuarto era muy pequeño para las tres chicas.
Hicimos todas las pruebas necesarias, tomamos algunos tragos de cocteles que nos preparaba su papá y el cuarto quedó listo para estrenar, lo que yo no me imaginaba era que Esteban también estrenaría mi culo por primera vez.
Como éramos los barones y ya estábamos algo mareados por los cocteles, decidimos apagar la luz para dormir, yo dormiría con Esteban en su cama porque era matrimonial y para ese momento era la única en la habitación.
Ya acostados, uno con la cabeza hacia los pies del otro, Esteban me pregunta que si estaba dormido y le respondo que no y me dice.
Esteban: ¿Puedes ponerte hacia mí?
Yo: claro, (y me doy vueltas y quedo cabeza con cabeza con él)
E: tienes sueño?
Yo: no y tú?
E: tampoco.
Se queda en silencio un rato y luego lo rompe diciendo.
E: Tú sabes que te vi con Mercy esta mañana.
Yo: Coño Esteban, estábamos jugando a las escondidas.
E: Si, pero tu escondías en ella otra cosa.
Y no se en que momento, me tocó mi pene que ya lo tenía parado.
E: Te das cuenta que no era cierto lo del escondite. Ahora quiero saber cómo vas a pagar mi silencio, porque si yo hablo las cosas se pondrán feas.
Yo: Que quieres para no decir nada.
E: A mí me gusta esto.
Y metiendo su mano por mi short, la dirigió hacia mis nalgas. Al sentir su mano allí, temblé y él apretó mis nalgas.
Yo: Esteban si lo hacemos no se lo dirás a nadie.
E: Tranquilo esos serán nuestros secretos. Tú coges a Mercy y me complaces a mí.
Yo: Está bien, como lo quieres.
E: Quiero que me lo mames primero.
Tomé posición, él se bajó su short y yo me metí entre sus piernas. Aquel pene de Esteban era del tamaño del mío pero algo más grueso y muchas más venas que el mío, el sabor un poco a orines, unos bellos púbicos bien ensortijados, claro, Esteban era del mismo color de piel que yo, trigueño y sus bolas no eran grande. Después del breve examen, comienzo a lamer mi chupeta por la parte del tronco, desde la cabeza hasta la base y sus bolas, cuando miraba a Esteban estaba con los ojos cerrados y los brazos debajo de su cabeza.
Comienzo a meter en mi boca aquella pieza y mientras la mamaba, la pajeaba al mismo tiempo, mis manos se ocupaban de sus bolas y de vez en cuando bajaban hasta su entrada anal, cuando esto sucedía Estaban abría las piernas y su pene crecía un poco más, estuve así unos 20 minutos y luego le pedí que se sentara en la cama y yo me bajé al piso y quedé de rodillas a él. En esta posición Esteban comenzó a tocar mis nalgas y a pasar un dedo por el hueco de mi culo, al sentir aquello mi piel se erizaba y chupaba con más fuerzas a lo que él respondía retirándolo de mi boca diciendo.
E: Hay, aguanta un poco que me lo vas a reventar. Quiero metértelo, ponte en cuatro patas.
Me subí a la cama siguiendo sus instrucciones y me puse saliva en la entrada, él hizo lo mismo con su pene y volvió a escupir en mi culo. Esteban no tenía mucha experiencia y eso se le notaba y yo comencé a guiarlo.
Yo: Esteban pon la punta de tu palo en mi agujero y déjalo allí un rato. Ahora hazle presión poco a poco.
Él seguía las instrucciones y fue metiendo de apoco aquel palo dentro de mi culo, aunque yo no era virgen, pero siempre duele algo. Yo le decía quédate quieto mientras pasa el dolor y el obedecía.
Yo: Ahora dale como quieras que ya no duele.
Esteban comenzó de a poquito a meter y sacar su machete de mi raja, mi pene estaba a explotar la cogida que me daba mi macho del momento me estaba haciendo estallar, él se cansó de esa posición y cambiamos, él se acostó en la cama y yo me senté en su pene, que sensación tan rica cuando lo sentí en las paredes de mis entrañas, comencé a cabalgar sobre él, después de un rato sin sacarlo de mi culo me dí la vuelva girando sobre él y quedé de espaldas, aquello lo volvió loco que agarro mis cintura y comenzó a embestirme salvajemente hasta que sentí sus chorros de leche llenando mis intestinos, yo al igual que él tuve un orgasmo sin tocar mi pene, al sentir los chorros dentro de mí, mí pene hizo lo mismo solo.
Creía que esto acababa allí, me bajé de él y estuve agachado botando leche no sé por cuanto tiempo. Cuando Esteban me toma del brazo y me guía a la cama otra vez, nos acostamos de lado y yo pasé una pierna por sobre la de él y me volvió a meter su verga nuevamente, al comenzar el mete y saca nuevamente, Yo arquee mi espalda y quedamos en forma de ye, él metía su vergota mas adentro y yo solo disfrutaba de aquella cogida, explota nuevamente en leche dentro de mi culo y nos dormimos como estábamos, él con su pene en mi culo y yo atravesado por su palanca. Al despertar en la mañana, sentía que el pene de Esteban estaba duro nuevamente, imagino que era la erección de la mañana, pero estaba dormido, comienzo a apretarle el pene con mi culo y se despierta y sin decir nada y sin sacarlo me gira y queda encima de mí y comienza nuevamente a meter y sacar su verga de mi culo, ya no me dolía, ni ardía, solo disfrutaba de la cogida hasta que llegó nuevamente, nos levantamos y me agache en un rincón del cuarto que solo le faltaba el piso que en ese momento era de tierra y drené toda la leche de la segunda cogida de la noche y la de la mañana.
Yo: Esteban recuerda que no debemos decir nada.
E: Tranquilo que yo menos puedo decir, de todas maneras esto aún no termina y quiero probar otras cosas.
Aquello me dejó pensativo, que más quería probar?
Eso se los cuento en otro relato.
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