¡ Me duele !
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
¡Me duele!, me dijo cuando apenas había le había metido la cabecita.
Si, sabía que era un muchacho virgen, pero la calentura es canija.
Me detuve un momento y le dije te la voy a meter toda, se quedó callado unos momentos y asintió en silencio.
Estábamos de pie, así que le pedí que levantara sus nalguitas y entonces se la empuje toda.
Gimió un poco, pero después empezó a gozar y se movía de una manera grandiosa.
En cada esfuerzo me daba apretoncitos en el pene, de tal forma que me vine en abundancia.
Sólo le dije apriétame más y me vine a chorros dentro de su culito.
Me seguía dando apretoncitos hasta sacarme todo el semen.
Yo era responsable de una Planta que fabricaba envases.
Me hacía falta un técnico de mantenimiento, así que entreviste a varios.
Desde que lo vi me gustó.
Era egresado de una Universidad Tecnológica.
Un poco más alto que yo, esbelto, moreno claro, con su pelo ensortijado y sus facciones delicadas, tenía 23 años.
Lo contrate y empezó con mucho entusiasmo.
Me gustaba pero no sabía sus preferencias y no quería asustarlo con alguna propuesta que lo molestara.
La oportunidad se presentó un sábado, ya se había retirado todos los trabajadores y él estaba terminando un trabajo.
Me hablo para que le ayudara a levantar unos cables en lo que ajustaba una máquina.
Así lo hice, pero de tal forma que el quedo inclinado con su trasero de frente a mí.
Al sentirlo tan cerca mi pene se puso rígido en 2 segundos.
Ligeramente lo roce entre sus nalguitas y se detuvo.
Disculpa, le dije pero no me retire y él tampoco me hizo ningún comentario, así que me recargue más y me dio unos apretoncitos llenos de promesas, al momento que me miró y sonrió.
Le dije que fuéramos a un cuarto oscuro donde estaban las computadoras.
En mi oficina tenía condones y crema lubricante para lo que se ofreciera.
Ya en el cuarto lo puse de espaldas a mí, le baje su pantalón y sus calzones y empecé a darle un masajito con mi pene en su agujerito, sin penetrarlo, porque me dijo que era su primera vez.
Me confeso que cuando lo contraté le gusté y que le gustaría perder su virginidad conmigo.
Pues se lo cumplí.
Cuando me vine me quede un rato descansando en su espalda y mi pene se fue saliendo poco a poco.
Después de un momento me dijo ¿me puedes coger otra vez?
Ahora lo puse de perrito y se la empuje toda en un solo esfuerzo.
Ya no hubo contratiempos y nuevamente me saco todo el semen en cada apretoncito.
Que rico cogía y me imagino que sigue cogiendo igual.
Yo salí de la empresa y no lo he vuelto a ver.
No me ha buscado ni yo tampoco.
Me entere que lo ascendieron a Supervisor de Mantenimiento y lo mandaron al extranjero a una capacitación.
Se lo merece.
En ocasiones pienso que lo voy a llamar, pero no me atrevo…
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