Me enamoré de mi hermano mayor
Escribo esto para desahogarme de algo que jamás nadie ha crecido: desde niño me enamoré de mi hermano mayor. con él fui feliz como nunca en la vida..
Escribo esto para desahogarme de algo que jamás nadie ha crecido: desde niño me enamoré de mi hermano mayor. con él fui feliz como nunca en la vida.
Mi nombre es Daniel y todo comenzó cuando yo tenia 9 años y mi hermano 16. compartíamos cuarto en un pequeño apartamento. (el otro cuarto era de mi madre y ella trabajaba hasta la noche) mi hermano era quien realmente cuidaba de mi.
En las tardes yo usualmente dormía la siesta. una tarde desperté antes de lo usual y sin que él se diera cuenta lo vi masturbandose en la silla del computador. fue un accidente, pero quedé embobado viendolo. su pene era casi del tamaño de mi antebrazo, era grandísimo, especialmente comparado con el mio que era del tamaño de una de sus uñas.
Recuerdo escuchar su respiración rápida y mi cara de asombro al ver semen salir de su pene y caer en su torso desnudo. él se levantó para limpiarse y yo cerré los ojos pretendiendo estar dormido. esa se volvió mi rutina por los siguientes días. me sentía atraido a él. me encantaba verlo.
Supongo que subconscientemente quería escalar las cosas ya que una tarde, sin pensarlo, mientras él se masturbaba, me levanté de la cama. él inmediatamente guardó su pene en la pantaloneta y me miró enojado. en ese momento sentí que hice algo malo, me dieron ganas de llorar. mi hermano lo notó y me tomó de las manos tratando de calmarme.
Nos sentamos en nuestra cama mientras él me acariciaba el rostro para relajarme.
«Perdón,» le dije aún con lágrimas en los ojos «yo no sabía que estaba mal»
«No tiene nada de malo.» se interrumpió nervioso «ven, mejor vamos a jugar a la play» se levantó de la cama y pude ver cómo su hombría semi erecta se dibujaba en la pantaloneta. lo tomé de la mano.
«Me dejas ver?» le dije, mi mirada aún en su entrepierna.
«Por que quieres ver?» dijo tras dudar unos segundos.
«No se, solo me gusta verte cuando lo haces» le respondí con sinceridad mirandolo a los ojos.
«Dani, tu me has visto hacerlo antes?»
a modo de respuesta puse mi mano sobre su bulto y empece a seguir la silueta de su verga con mis dedos. sentía como crecía con mis caricias. finalmente mi hermano cedió y dejó libre aquél enorme mástil frente a mi cara. quede pasmado admirando su verga. nunca la habia visto tan cerca. de la punta salia un líquido transparente que no conocia. él empezó lentamente a masturbarse para mi. inhale profundo y deje que ese olor a macho invadiera mis pulmones. puse una mano junto a la suya siguiendo los movimientos que él hacia.
«Dejame a mi» le dije poniendo mi otra mano para rodear por completo su verga. entre suspiros mi hermano quito su mano dejandome masturbarlo.
«Mételo en tu boca» ordenó con un tono suave. obedecí. le chupaba la punta mientras masturbaba la base. él me corrigió un par de veces para no lastimarlo. y pronto encontramos un ritmo. el preseminal sabia delicioso. mis brazos empezaban a cansarse pero no me importaba. «espera, para!» dijo mi hermano entre suspiros mientras sacaba su pene de mi boca. acto seguido sobre mi cara cayeron varios chorros de espeso semen tibio. yo solo me reí. «que lindo te ves asi» dijo mi hermano entregándome una toallita humeda para limpiarme la cara. la tomé pero no la usé. sentia los brazos cansados y me gustaba la sensacion de su semen en mi cuerpo. queria lucirlo como el trofeo a un trabajo bien hecho.
Esa fue nuestro día a día por las siguientes semanas. yo le ayudaba a masturbarse y se la chupaba. las primeras veces que probé su semen no me gustó pero al cabo de unos días me acostumbré al sabor. mi hermano ahora lograba meter su pene en mi garganta. y yo ya podia aguantar sin ahogarme tan fácilmente.
Yo sabia del sexo anal. lo habia escuchado de los chicos de la escuela. me daba curiosidad. finalmente el dia que me arme de valor para preguntarle, mi hermano, como si me hubiese leído la mente, me mostro unos cuantos juguetes sexuales que habia comprado para mi: plugs de diferentes tamaños, un dildo vibrador que no era tan grande como su pene, un limpiador anal y una botella grandísima de lubricante. me explicó que eso era para entrenar mi culito con el fin de poder meterme su pene. yo accedí entusiasmado.
Me gustaba como se sentia el limpiador con agua tibia. el lubricante era algo frio pero cumplía su función. Mi hermano me introducía un plug antes de que le comenzará a chupar el pene y lo retiraba despues de correrse. me gustaba empujarlo hasta el fondo, era mi forma de masturbarme. el jugar con mi agujero se convirtió en algo natural para mi. mi cuerpo se adaptó rápidamente al tamaño de los plugs y en cuestión de días ya usaba el mas grande sin el menor esfuerzo.
Decidimos que el siguiente lunes mi hermano finalmente me iba a coger por el culito. ese fin de semana se me hizo eterno. mi mamá estaba en la casa asi que no podíamos hacer nada pero yo estaba tan ansioso que el domingo mientras ellos hacían el almuerzo tome lubricante y me masturbe metiendo 3 de mis dedos simulando que era el pene de mi hermano. no pude hacerlo durante mucho, al poco tiempo me llamaron y tuve que salir del cuarto con la cara colorada. mi hermano al verme se dio cuenta de lo que habia pasado.
Esa noche cuando nos acostamos yo no tenía sueño de lo caliente que estaba. era lo unico en lo que pensaba. salí en ropa interior del cuarto a tomar agua fría para calmarme, vi que mi mamá dormia y regresé a la cama.
«No puedes dormir de las ganas?» me susurró mi hermano al oido con una sonrisa.
«Tu tampoco?»
A modo de respuesta él restregó su verga dura contra mi culo. sentía su preseminal a traves de la tela de su boxer. me di media vuelta, quedamos cara a cara, y puse mi mano en su verga mirándolo a los ojos. me encantaba admirar su rostro. me sentia feliz de verlo sonreir. el me abrazó y me sentí seguro. durante estos ultimos meses mi hermano y yo nos habiamos vuelto muy cercanos. lo extrañaba cuando no estábamos juntos. queria pasar cada segundo con él.
Bajó sus manos jugando por mi espalda y mi piel se erizó. «Que sensible eres.»
«Tu tambien» apreté su erección con mis manos. él tomó su dedo corazón y lo puso frente a mi boca. lo chupe dejando tanta saliva como pude.
«Que ganoso te volviste» dirigió su dedo hacia mi culito. yo me quite la ropa interior entendiendo sus intenciones. él hacía circulos con su dedo en mi entrada.en ese momento hizo algo que no esperaba. acercó sus labios a los mios y nos unimos en un beso lento, romántico. mis movimientos torpes eran guiados por los suyos mas experimentados. sentí como poco a poco su dedo se abría paso en mi interior. dejé escapar un quejido entre el dolor y el placer. era la primera vez que algo entraba en mi interior sin lubricante.
Él se bajó de la cama y con sus manos separó mis nalgas, sentí su aliento sobre mi entrada, seguido de una nueva sensación placentera: su lengua abriéndose paso en mi agujero. lamía los pliegues de mi entrada y volvía a meter su lengua. era un deleite diferente, no tan agudo, mas sutil pero igualmente envolvente. yo arqueaba mi espalda para facilitarle acceso a mi interior. estaba en un trance. no se en que punto empecé a jadear, pero, me di cuenta cuando el alejó su cara de mi culito.
«Quieres seguir?» dijo golpeando mi entrada con su verga, untándome de preseminal. Asentí y me di la vuelta, quedando boca arriba abierto de piernas para que me la metiera de misionero. él regó lubricante en su pene y empezó a hacer presión para entrar. el dolor volvió con cada centímetro que entraba pero lo ignoré. quería ese delicioso pedazo de carne dentro de mi. cuando iba poco mas de la mitad la sacaba y la volvía a meter, entrando cada vez mas profundo, hasta que, al cabo de unos minutos, ya entraba hasta la base, me estaba bombeando con su verga entera. para ese punto el dolor habia sido reemplazado por embriagante placer.
Sentía mi interior completamente lleno. estaba en plenitud con su verga en lo más profundo de mi ser, escuchando su respiración cada vez mas agitada y su ritmo cada vez mas frenetico. me temblaban las piernas. el rebote de su cadera contra mi culo sonaba como aplausos. mi hermano bufaba mientras su sudor caía sobre mi cuerpo culminando en una última estocada que me metió hasta el fondo. podía sentir su verga palpitar en mi interior llenándome de semen. lo abrace entre sollozos. estaba feliz de por fin poder complacer a mi macho.
Al cabo de unos minutos su verga perdio rigidez y me la sacó. sentía como su semen salía de mi interior sin poder hacer nada para evitarlo, de aquella cogida tan fuerte no podia cerrar el culo. estaba exhausto y me deje caer sobre la cama sentí las caricias de mi hermano y asi me quede dormido.
Esa se volvió nuestra rutina por los próximos años. yo vivía para satisfacer a mi hermano. mi cuerpo entendió que yo era solo un hueco para que mi hermano se deslechara. la unica estimulación que necesitaba para correrme era su mástil bombeando en mi interior. nunca necesité tocar mi diminuto pene, se sentia anti natural.
Cuando he contado nuestra historia la gente tilda a mi hermano de manipulador, de abusador incluso. ignorando que muchas veces fui yo quien lo buscaba para tener sexo. que fui yo quien dio el primer paso. ellos no entienden lo que es el verdadero amor. la entrega total. uno no necesita ser adulto para enamorarse.
Hermosa historia. Mientras tú sepas lo que realmente pasó, eso es lo que importa.
gran relato amigo cong anas de leer la siguiente parte
Que delicioso relato uff muy muy rico.
Como sigue??
Excelente relato.. como sigue??
Una historia muy rica muchos buscamos sentir eso desde temprano yo también lo expediente y es rico
Bonita, excitante y tierna historia. Creo que así me gustaría que fuera mi primera vez