Me enamoré y perdí mi virginidad a mis 5 años con un negro de 32 ¡HISTORIA REAL! 5° PARTE

Antes que nada deben saber que es una historia REAL y contiene relaciones sexuales, voyerismo, masturbación, abuso sexual infantil, pobreza extrema y muchas cosas más sino te gusta este tipo de contenido entonces ¡POR FAVOR NO LO LEAS!.
Listo, llegó la hora de contar el final de esta apasionante historia.

(Me disculpo por la prolongada ausencia, si está última parte tiene una buena acogida entonces les contaré lo que he hecho estos últimos años, les encantará)

En está quinta parte les contaré que pasó después de esa noche, les adelanto que no todo fue color rosa, hubieron momentos muy difíciles donde incluso deseé morir.

Antes que nada deben saber que es una historia REAL y contiene relaciones sexuales, voyerismo, masturbación, abuso sexual infantil, pobreza extrema y muchas cosas más sino te gusta este tipo de contenido entonces ¡POR FAVOR NO LO LEAS!

Esa madrugada me quedé profundamente dormido, fuí despertado por un beso en mi mejilla, (ya era de tarde pues habían bebido toda la noche hasta la madrugada y después pasó lo que tenía que pasar jejeje), sentí ese beso y una ligera respiración en mi oído, desperté y el me besó.

Arnold- ¿Como estás?

Yo- ¡Bien!

Arnold-¿Aún te duele?

Yo- Si, ¡Mucho!

Arnold- ¿Que sientes?

Yo- Me duele mucho mi colita

Arnold me revisó y dijo;

Arnold- Está hinchado, pero no parece nada grave, ¿Me perdonas?

Yo- ¿Porque?

Arnold- Por lo que te hice, estaba muy tomado y me dejé llevar, pero no quería hacerte daño.

Yo-Pero yo quería que me lo hicieras y me gustó mucho, nuca me había sentido así.

Arnold- A mi también me gustó, nunca pensé que estar con un niño se sentiría tan bien, el primer menor de edad con el que he estado.

Yo- ¡Te quiero mucho!

El me besó, alzó mi maltratado cuerpo y sentí como se le volvió a parar, luego me tiró sobre la cama mientras estábamos abrazados y su pene rozó mis nalgas ¡Me asusté! Y el dijo;

Arnold- Tranquilo, no lo volveremos a hacer por un tiempo, pero será nuestro secreto ¿¡Vale!?

Yo- ¿Por cuanto tiempo?

Arnold- Hasta que te sientas mejor, claro, si tú quieres.

Yo- Si quiero, espero curarme pronto (con una sonrisa pícara)

El se rió y se levantó a bañarse, le dije que me quería bañar con el y aceptó.

El me bañó, lavó mi colita, mi pequeño pene y todo mi cuerpo, me daba muchos besos y yo lo abrazaba con ganas de llorar de la felicidad, me sentía el niño más afortunado del mundo, había tenido sexo y había dormido desnudo con la persona que amo y además el me estaba bañando.

No pude evitar tener una erección al ver su inmensa verga, la forma como me bañaba, como me besaba y como me cargaba, sin mediar palabras agarré su pene y se lo empecé a lamer por todos lados, intentaba llevarlo a mi boca pero no podía, eso me llena de frustración, llevé mis dedos a mi culito con la intención de dilatarlo (si estaba pensando en volverme a meter su verga) pero cuando mi dedito entró sentí mucho dolor, el se rió a carcajadas y me dijo;

Arnold- Jajaja jajaja, aún no estás preparando, toca esperar un tiempo.

Yo- ¿Cuanto tiempo?

Arnold- pueden ser días, semanas o hasta meses, no lo sé.

Yo- ¿Meses…? (Con cara de preocupación)

Arnold- Jajaja ¡Ay mi pequeño! Ya habrá tiempo.

Me sacó cargado del baño hasta la habitación, secó mi cuerpito y me puso la misma ropa del día anterior, me tiró a la cama y me volvió a besar, se emocionó tanto que me quitó el pantalón y empezó y lamer mis huevos, me dió media vuelta y golpeaba mis nalgas con su verga, yo estaba tan caliente que le dije, «si quieres lo intentamos» el se detuvo y dijo «no, podría hacerte daño» me soltó y se vistió.

Cuando salimos mi mamá ya estaba preparando algo de comer, nos volteó a ver soltó una risa burlona y pícara y me dijo; ¿Ya puedes caminar?, ¿Eso es lo que quieras no?, Arnold se sintió un poco incomodo y mi madre le dijo; tranquilo, ese niño llegaba choneto casi a diario y nunca sabía con quién estaba, contigo me siento más tranquila.

Nos dió de comer y nos pusimos a hablar sobre la fiesta.

Pasados unos minutos Arnold al ver que aún caminaba con algo de malestar en el ano, dijo que antes de irse me compraría una crema, mi madre le propuso que me llevara a su casa por unos días mientras me pasaba, pero el dijo que tenía que hacer un viaje de negocios, después de traer la crema se despidió de mi cargado entre sus brazos y con un apasionado beso, no lo ví por varios días y esa espera fue eterna, pero hablamos todos los días por celular (olvidé mencionar que uno de sus tantos regalos de cumpleaños fue un celular, aunque también le dió uno a mi mamá), un día estaba yo jugando canica bolas de cristal/Metras/Bolitas) con mis amigos cuando ví que Arnold llegó en su camioneta (tenía dos carros, una moto y una camioneta, además de unas cuantas propiedades), solté todo y salí corriendo y me lancé sobre el, no lo pude evitar e intenté besarlo pero el me detuvo y me murmuró «nos están viendo» yo lo abracé con todas mis fuerzas y el empezó a caminar llamándome en sus brazos, mientras yo le decía que lo había extrañado mucho, mis amigos se acercaron a saludarlo así que el me bajó, noté que Mauro lo abrazó con mucha confianza y lo volteó a ver con picardía mientras su brazo rodeaba la espalda de Arnold quien reposó sus manos sobre su hombro, no pude evitar sentir celos así que fuí y lo tomé de la mano, Arnold nos invitó a todos a comer y nos llevó en su camioneta hasta un restaurante y ví que Mauro estaba muy coqueto, incluso ponía su mano sobre las piernas de Arnold y Arnold tuvo una erección pero en ese momento llegó la comida, al terminar nos llevó de nuevo y cuando todos se bajaron me pidió que le ayudara a llevar el mercado, Mauro se ofreció a ayudar y yo le dije que nosotros podíamos solos pero me ignoró.

Llegamos a la casa y Mauro fue a orinar, en ese momento aproveché para besar a Arnold y Mauro nos vió pero no dijo nada y se sentó a nuestro lado, Arnold le pidió que no le dijera nada a nadie y este le dijo;

Mauro- No se preocupe, a mi también me gustan los hombres y yo fuí quien inició a Maicol.

Arnold- ¿En serio? No sabía que habías sido tú.

Mauro- Si, tengo mucha más experiencia que el, pero me gustaría algo como lo de ustedes.

Mi mamá nos trajo café con galletas y se sentó a hablar con Arnold por una rato y yo salí con Mauro, antes de anochecer se fue para su casa pero el venía o nosotros íbamos constantemente, ya había transcurrido poco más de un mes desde que hicimos el amor y Arnold subió con el alcalde de la ciudad, varios funcionarios y algunos periodistas, iban a inagurar el primer parque de nuestro barrio al igual que una iglesia católica, todo el barrio estuvo en la inauguración y agradecían a Arnold ya que todo eso era gracias a él, ya estaban construyendo el colegio, adecuando el terreno para un puesto de salud, y habían empezado a arreglar algunas calles y estaba la promesa de un caí de la policía, además iban a legalizar el barrio (el cual era una invasión), terminado el evento todo el mundo se retiró pero Arnold guardó la camioneta y se fue con nosotros, uno oficiales de la policía se acercaron y le dijeron; ¿Doctor, quiere que deje a unos oficiales para que lo cuiden? El se negó y se fue con nosotros, nos invitó a cenar en un restaurante y mientras íbamos apareció nuevamente Mauro, está vez se saludaron con mucha más confianza y hablaban como si fueran amigos, lo invito a cenar con nosotros y al terminar se despidieron nuevamente con mucha confianza.

Llegamos a la casa y yo estaba muriendo de celos, pero cuando entramos al cuarto Arnold me empezó a besar y todo se me olvidó, nos desnudamos, tuvimos mucho morbo, pero no me quiso penetrar, yo me enojé un poco y le dije que ya no me dolía nada y que tenía muchas ganas y el me dijo que después lo haríamos a diario.

Al día siguiente recordé lo de Mauro, así que le dije mamá que me quería ir a vivir con Arnold, mi madre habló con el y lo convenció (al principio se negó y eso me dió mucha rabia), pero al final aceptó así que desde ese día me fuí a vivir con el, los primeros tres días solo me deja chuparle la verga y el me chupaba el culo, nos besábamos, nos vayamos juntos y dormíamos completamente desnudos, pero yo ya quería volver a estar con el así que en el cuarto día me volvió a desbaratar el ano.

Me besó con la misma pasión de siempre, me desnudo y besaba todo mi cuerpo, me puso a chupar y pues ya mi boquita aceptaba una mayor parte de su verga hasta tal punto que me cabía un poco más de la mitad, la cual sentía golpeando mi laringe, por primera vez hice el 69 y mientras su anaconda estrujaba mi garganta, su lengua remojaba mi ano, sacó unos juguetes eróticos que había comprado, metió un acostumbrador anal en mi culito para que me dilatara mientras se lo chupaba, después unos minutos lo sacó y empezó a meterme un vibrador anal, eso me hacía revolcar, lo sacó, me limpió la cola y volvió a introducir su lengua, sacó un lubricante anal el cual adormese un poco para facilitar la prestación, la untó en mi culito y lentamente me empezó a penetrar, llegó a la mitad y empezaron mis gritos, el puso su mano en mi boca y me murmuró; «aquí no puedes gritar así», yo asentí, el me lo sacó, busco entre los productos que había comprado y sacó lo que parecía un collar de cuero con una bola en medio, la cual puso en mi boca y la abrochó, luego me lo volvió a meter y mis gemidos pese a ser muy fuertes no eran tan audibles, me dió media vuelta, me puso en cuatro y empezó a meterlo y sacarlo todo, lo metía y lo acaba, con su verga golpeaba mis nalgas y me lo volvía meter, después empezó con su característica follada, me daba tan duro que mi cuerpo se estremeció y perdí el control sobre mis primeras así que quedé acostado boca abajo y el me siguió clavando, esa cama resonaba, y unas lágrimas me salían, me lo sacó un rato y me giró, me quitó lo que había puesto en mi boca y me empezó a besar y me dijo que aún le faltaba mucho para terminar, que si quería que parara o si quería más, yo a pesar de ese dolor intenso también sentía un placer indescriptible así que le dije quería más, me preguntó que si me sentía capas de sentarme y saltar y le dije que aún podía mover las piernas así que me senté quedando casi arrodillado, el tomó mi cintura y me jalaba para arriba y abajo haciéndome brindar sobre su pene, cuando me soltó yo ya le había agarrado el hilo así que continúe brincando sobre su pene y esa pose a partir de allí sería mi pose favorita, yo saltaba con una mano en su pecho y otra en su pierna e instintivamente lo empecé a acariciar y aruñar (en ese momento me acordé de Pipe saltando sobre la verga de don Pedro), en ocasiones paraba un rato para besarlo, luego quedamos sentados, yo sobre él y con mis piernas apretando su espalda lo besaba y lo mordía de manera involuntaria mientras mis caderas se seguían moviendo solas, en serio se movían solas, el arañaba mi espalda y con sus dedos consentía mi culo empalado, eso provocó que yo me moviera con más intensidad, después de un rato me puso de cucharita, luego en el borde de la cama, después me cargó, luego me puso en 4 y cuando vió que mis piernas ya no me respondían, me acostó boca arriba, puso unas almohadas en mi espalda y mis pies sobre sus hombros y me taladro por al menos unos 10 minutos más, mis gemidos cada vez eran más y con mis manos intentaba jalar su cuerpo hacia mi, deseo de más verga pero después de un rato volví a perder el aliento, ya no podía gritar, no tenía aire, sentía que me iba a desmayar, el dolor no era tan fuerte como el de la primera vez, pero en esta ocasión me dió con más fuerza, se vino dentro de mí y me besó por unos minutos sin sacarla, cuando la sacó su leche empezó a escapar de mi culito y yo aún veía todo borroso, no lograba modular bien las palabras, sentía un cosquilleo desde la planta de mis pies hasta la coronilla de mi cabeza, sentía que mi cuerpo ardía de calor, estaba empapado de sudor, mis piernas temblaban y en mi culo había un hormigueo, el se levantó secó su sudor, me secó a mi, limpió mi colita y me preguntó cómo me sentía, yo con frases entrecortadas logré decirle que igual que la otra vez pero con menos dolor, el sonrió y dijo que ya sabía que me iba a orinar así que por eso había comprado un protector para el colchón (Si, en medio de su impresionante culeada me volví a orinar), me cargó y me sentó sobre su pierdas en un sillón de su cuarto mientras me regresaba el aliento, sin darme cuenta me quedé dormido pero el me despertó después de casi 40 minutos (estoy seguro que me desmayé, no recuerdo haberme dormido jejeje), me llevó a su ducha la cual tiene una tina de baño, y en bañó mientras me besaba, luego me secó, me puso en el sillón, cambió las cobijas y me llevó a la cama, fue a la cocina, trajo comida, me dió de comer (y yo a cada segundo estaba más perdido por ese hombre).

Duré dos días adolorido pero al tercer día me volvió a dar esa paliza sexual.

Ya tenía una semana en casa cuando desde nuestro cuarto escuché que alguien tocó y Arnold bajó corriendo, yo tenía sed así que bajé a beber algo (también a ver quién era), pero mi sorpresa fue mayúscula cuando ví que hablaba con Mauro.

Arnold- ¿Que haces aquí?

Mauro- Usted no me había contestado desde hace tres días.

Arnold- Maicol no te puede ver, se va a dar cuenta.

Y yo que estaba en las escaleras entendí la conversación y bajé con mis ojos aguados, le dije;

Yo- me quiero ir para donde mi mamá.

Arnold- Espera, te contaré todo.

Mauro- Hola Maicol, ¿Porque lloras? Arnold nos va a regalar unas cosas así que vine por ellas, ¿Cuando irás a casa?

Arnold- No Mauro, no me siento bien con esto, lo mejor será decirle la verdad.

Mauro- Pero..

Arnold- Hace unos días cuando salí de tu casa y fuí por el carro, ví a Mauro quien me saludó y lo noté muy triste, me dijo que había tenido problemas en su casa y que pasaría la noche en la calle, me pidió que lo dejara quedar contigo por uno o dos días, le pregunté que harán tus padres y el me dijo que ya se ha quedado hasta 5 días en la calle y que en su casa siempre habían peleas así que decidí traerlo conmigo a la casa, llegamos y mientras preparaba algo de comer el me abrazó, hacia unos días yo había tenido mi primera experiencia sexual con un menor de edad y desde entonces empecé a ver a los niños de otra manera y cuando Mauro me abrazó, no pude evitar tener una erección, pero pude resistir, le dí de comer y al terminar me fuí a duchar, el me dijo que también se quería bañar y lo dejé entrar a la bañera a yo terminar, acomodé el cuarto de huéspedes y me acosté a la espera de que el saliera para indicarle cual sería su dormitorio, pero cuando salió del baño estaba completamente desnudo y me dijo que había olvidado que no tenía más ropa y que había mojado su ropa interior, tú sabes que yo duermo desnudo, siempre, así que al verlo a el sin nada se me paró y pues solo tenía una sábana encima así que mi erección era visible, Mauro se acercó y se acostó a mi lado y se quedó mirandome fijamente y tocó mi pene, me dijo «uffff la tienes muy grande, nunca me han metido una de ese tamaño, se debe sentir muy rico» yo me quedé frío y el me la empezó a chupar y pues esa noche tuvimos relaciones sexuales, pero el no quedó tan mal como tú, sus piernas le temblaban un poco y tenía muy poco aliento, pero minutos después ya estaba bien, por la madrugada lo volvimos a hacer, luego por la tarde y ví que él tenía mucha resistencia y experiencia así que me gustó, se quedó por cuatro días y lo hicimos varias veces, pero le dije que yo te quería es a ti y que no te quería hacer daño, pero que nos podíamos seguir viendo, que tendría sexo con el pero mi novio serías tú y que trataría de evitar penetrarte porque a ti te quiero de otra manera, Mauro vino un par de veces más y en ocasiones salíamos por allí, (el continuo contándome mientras yo experimentaba una serie de sentimientos y emociones que no entendía).

Arnold- Esto es completamente nuevo para mi, yo soy mayor que ustedes y tengo más experiencia de vida, pero en lo concerniente a sexo entre adultos y niños, ustedes me llevan una amplia ventaja, no obstante yo soy muy viril, me gusta mucho sexo y también soy fetichista, me gustan los tríos, las orgías, los juegos de roles, que usen disfraces y lencería sexy, además me gusta follar por todas partes, en cada rincón de la casa y también que me vean mientras lo hago, por esa razón evito tener una pareja fija, porque no van a aceptar todos mis fetiches y ahora descubrí una nueva faceta que jamás había imaginado, tener relaciones sexuales con niños, pero quiero mucho más, quiero experimentar mis fetiches con niños, pero no los voy a obligar ni a presionar, Maicol, a ti te quiero y te quiero mucho más de lo te imaginas, te quiero tener a mi lado por siempre, te quiero cuidar y proteger, pero debes entender quien soy y si me puedes aceptar así, entonces intentaré hacerte feliz todos los días, Mauro, sabes que amo a Maicol y que nunca podré sentir lo mismo por ti, pero me gusta tener sexo contigo y quiero seguir haciéndolo, si aceptas te ayudaré a ti y a tu familia, te podrás quedar en mi casa el trompo que desees, no me gusta saber que lo pasas mal con tu familia, pero entonces no podrás volver a estar con otro hombre sin mi consentimiento.

Ambos aceptamos sus condiciones (me pareció un poco extraña la historia que le contó Mauro a Arnold porque Mauro es realmente quien manda en esa casa, incluso sus padres le obedecen, con los años entendí que fue una más de sus tantas manipulaciones, pero también me dí cuenta que Arnold es el único hombre del que el realmente se enamoró), cuando terminamos de hablar Arnold y Mauro entraron al cuarto de huéspedes y los vi teniendo sexo, yo subí a mi habitación y lloré durante todo el tiempo que estuvieron juntos, me quería morir, pensé en lanzarme por la ventana, sentía algo atado a mi garganta, mi corazón me dolía en ese momento sentí incluso mucho más dolor que en la violación o mi primera vez con don Raúl o Arnold, nunca me había sentido así, cuando terminaron de follar subiendo al cuarto desnudos y me vieron a mi tirado en el piso con los ojos y todo mi cuerpo rojo, mis mejillas empapadas de lágrimas y moscos y temblando de la rabia, Arnold intentó consolarme y se puso llorar a mi lado pidiéndome perdón yo alejé de mí y el duró un rato insistiendo, luego Mauro le dijo que nos dejara a solas y el tristemente aceptó.

Mauro- Sé como te sientes, he visto a mamá llorar por las infidelidades de mi padre, pero con el tiempo aceptó que el no cambiaría y ahora cada quien hace lo suyo, sé qué lo que sientes por el es grande, pero debes ponerte en sus zapatos, aún siendo como es quiere estar contigo, el puede pagarle a muchos niños y nosotros por dinero haríamos todo lo que nos pida, no tendría que dar explicaciones ni aguantar el berrinche de nadie, es un hombre rico y puede hacer lo que quiera, pero te quiere a ti, puede culearse a cualquier niño incluso tener varios viviendo con el, en el barrio todos queremos vivir con el y que nos dé lo que a ti te da, pero el te eligió a ti, evita tener sexo contigo para no hacerte daño, a mí solo me quiere para tener sexo, yo no le importa como tú, pero me gustaría que alguien me quisiera como el te quiere, pero el solo te quiere a ti, si tú te vas yo haré lo posible por quedarme con el y los demás chicos harán lo mismo, incluso mi mamá dice que tienes mucha suerte.

Me abrazó y me dijo que no fuera bobo y que con el tiempo lo entendería, bajamos a buscarlo y el estaba con una botella de licor, bebiendo y llorando, una toalla era lo único que lo cubría, al verlo así me lancé sobre el y le pedí perdón, le dije que lo aceptaría como es.

Nos besamos y el me llevó cargado hasta nuestro cuarto, cuando llegamos vimos que Mauro se estaba arreglando para irse y lo convencimos de quedarse y esa noche hicimos nuestro primer trío con Arnold (el cuál ya estaba pasado de copas).

Arnold estaba acostado y Mauro me convenció de darle un regalo, me dijo que follaramos entre los tres para que él se sintiera contento y pues no existe nada en el mundo que yo no hiciera por ese hombre así que acepté.

Yo empecé besándolo, el se despertó y Mauro empezó a chupar su verga, en ese momento me quedé mirando lo fácil que era para el, se la tragaba casi toda y a mi me costaba trabajo llegar a la mitad, Mauro me dijo «ponlo a que te chupe el culo» así me acomodé de tal modo que casi estaba sentando sobre su cara y el me chupó el culo con frenesí, después Mauro me pidió que se la chupara a él mientras él se la chupaba a Arnold y así lo hice, Arnold le pidió a Mauro que me penetrara para prepararme y este lo hizo mientras yo intentaba chuparle la verga a Arnold, después este se paró, me acomodó boca arriba, puso una almohada bajo mi cola y le dijo Mauro que me lo metiera, mientras tanto el chupó el culo de Mauro y lo empezó a penetrar, le daba más duro que a mi, Mauro termino tumbado sobre mi cuerpo penetrado por su verga mientras la de Arnold atravesaba su culo, jamás podré olvidar las expresiones de su rostro ni sus palabras mientras gemía con una gran sonrisa «uffff si, que rica verga, uhhhh, uhhhhh, que rica verga» me empezó a besar y morder mi abdomen y yo sentía que Arnold nos penetraba a los dos al mismo tiempo ya que sus movimientos los sentía en mi culo el cual aún tenía la verga de Mauro, Arnold le dijo que ahora me la metería a mí y Mauro le dijo «metamela otro ratito ¿Si?» ¡Por favor!, Maicol no se enoja, ¿Cierto? Yo lo vi tan feliz y deseo que le dije que se lo metiera otro ratito, Arnold se acostó boca arriba, Mauro me lo sacó y se sentó sobre la verga de Arnold y saltó sobre ella, hacia lo mismo movimientos de las películas porno y yo lo miraba para aprender, sus saltos eran tan intensos que entre saltos alcanzaba a ver casi la mitad de la verga de Arnold la cual se le metía cuando baja y gran parte salía cuando el subía, estuvo así por varios minutos hasta que yo dije que también quería, Arnold me empezó a penetrar, está vez con mayor facilidad que antes y le pedí que me dejara saltar como lo hizo Mauro, me senté sobre su pene y empecé a brincar, pero mis saltos no eran tan altos como los de Mauro ni tampoco pude igualar su velocidad, no obstante noté que Arnold disfrutaba más de mi culito así que me emocioné y empecé a acelerar sin llegar al nivel de Mauro, cuando sentí que mis piernas no me daban más me bajé, pero Mauro ágilmente me tiró boca abajo, me lo metió y le dijo a Arnold que lo siguiera follando y Arnold quedó sobre los dos, se movía tan rápido que pese a que para mí la verga de Mauro ya era muy pequeña, la lograba sentir gracias a las embestidas que Arnold le daba, Arnold se vino dentro de Mauro pero se la sacó casi de inmediato, lo movió y terminó penetrando me por unos cuatro o cinco minutos, de esa manera los tres terminamos satisfechos.

Esto continuaría y poco a poco fueron llegando más chicos y hacíamos tríos con chicos nuevos, niños de mi edad, otros bastante mayores a mi etcétera.

Arnold me follo en cada rincón de su casa y de la casa de mi mamá, incluso ella llegó a ver unas cuantas veces como Arnold destrozaba mi culito con su inmensa verga, ella hablaba con nosotros con mucha confianza y sin pena me decía; ¿Como es posible que a usted tan niño eso le pueda entrar? «Yo ni loca me metería una cosa tan grande, ni porque me paguen» a Arnold me decía que su verga era del tamaño de un brazo mío y que ya me tenía destrozado todo por dentro y a menudo se hacían bromas así, ella sabía que a Arnold le gustaba que viera como me follaba, el era tan fetichista que a veces me culeaba en a fuera de mi casa en horas de la noche, también compró lencería femenina para follarme así a mí y a los otros niños, a los 7 años cuando empecé a estudiar le gustaba follarme con el uniforme puesto, tanto así que no se en donde, pero mando a hacer uniformes y ropa interior con huecos en la parte del ano y de vez en cuando me lo hacía colocar para cualearme así, con ropa y el solo se baja el cierre, hacia lo mismo con los demás chicos, ente ellos Pipe y José Luis el hermano de Mauro ya que le gustaba mucho el incesto.

Nuestra relación continuó, yo fuí creciendo y al llegar a mis 14 años ya había hecho casi todo lo que se puede hacer en el sexo, hasta orgías con más de 7 chicos, ya había follado con Arnold en ríos, piscinas, carros, barcos, playas, centros comerciales, en un bar que tenía Arnold, en mi colegio (me follo en los baños y en mi salón del colegio donde yo estudiaba), en montañas, en tiendas de acampar, en fincas y la lista sigue con un gran etcétera, me follo varias veces yo vestido de mujer, con un vestido de novia que me mandó a hacer, con los disfraces de Halloween.

En fin ya habíamos hecho casi de todo, pero me presionó para que consiguiera una novia, hasta ese momento ninguna había sentido atracción por una mujer pero como les dije, no había nada que yo no hiciera por el, descubrí que también me gustaban las mujeres así que tenía una novia, Arnold pago los estudios de Mauro y este ahora estaba estudiando fuera del país pero en un principio se negó porque no se quería alejar de Arnold.

Pasaría el tiempo y yo ya tenía 17 años, Arnold tenía a un niño de 9 años que vivía con nosotros y las cosas iban mejor que nunca, pero yo rompí una de las regladas sagradas.

Reglas.
Nada de drogas.
Nada de robos.
No obligar a nadie.
Ningún delito (a parte de la pederastia claro está jejeje)

Yo en medio de mi juventud y ya en la universidad (fuí muy bueno para los estudios) me dejé llevar por unos «amigos» probé las drogas y me vi involucrado en un delito que por poco y me envía a la cárcel, gracias a sus influencias y su dinero no me llevaron preso, pero desde entonces no me volvió a dirigir la palabra, puso la casa a mi nombre, me dejó una camioneta que me había comprado, me dejó dos de sus discotecas, una cuenta bancaria y se fue con Miguelito, su nuevo novio.

Ya ha pasado más de un año sin saber de él y yo me intentado quitar la vida en dos ocasiones pero gracias a mi madre sigo con vida, amé, amo y amaré a ese hombre hasta el final de mi vida.

Con el solo tuve felicidad, alegría, el fue mi novio, mi padre y mi mejor amigo, me enseñó a besar, a jugar fútbol, a afeitarme, a cocinar y casi todo lo que se lo aprendí de él.

Solo espero algún día volverlo a ver.

Muchas gracias por leer mis relatos, probablemente creerán que es ficticio y están en su derecho, pero cada historia y cada personaje es real, en mi antiguo barrio existen algunos parques, calles y hasta un pequeño colegio con su nombre real y es muy querido por todos, pero creer o no es desición de ustedes….

Me faltaron muchas cosas por contar, si quieren que las cuente, hágamelo saber…

No se imaginan las cosas que he hecho últimamente…