Me enamoré y perdidamente de un negro de 32 años y perdí mi virginidad antes de cumplir 5 años, tercera parte ¡HISTORIA REAL!
Aquí está la tercera parte, cuando superemos los 70 votos subiré la siguiente parte, no olvides leer las primeras partes..
¡Hey! Regresé, les dije que es una historia bastante larga ya que antes de que pasarán las cosas con Arnold hubieron una serie de sucesos que me impulsaron a ser el niño pervertido que una vez fui.
En esta tercera parte les contaré sobre mis primeras experiencias sexuales y como me enamoré de aquel hombre al que aún sigo amando… Pese a que se convirtió legalmente en mi papá.
Antes que nada deben saber que es una historia REAL y contiene relaciones sexuales, voyerismo, masturbación abuso sexual infantil, pobreza extrema y muchas cosas más sino te gusta este tipo de contenido entonces ¡POR FAVOR NO LO LEAS!
Desde el día que mi mamá me vió *metiendome ese cepillo de dientes por el culo, adoptó medidas más drásticas para evitar que lo siguiera haciendo y que algún adulto me destrozara mi ansioso culo.
Ella es una mujer con una mentalidad bastante abierta y nunca ha rechazado ni criticado la homosexualidad, de hecho tiene amigos gay, travestís y lesbianas, pero yo era un niño así que su deber era cuidarme y prevenir que alguien se aprovechara de mis deseos carnales.
(Tanto que cuidaba mi virginidad para al final presenciar en varías ocasiones las culeadas que me pegaba Arnold al lado de ella y hablar con nosotros abiertamente sobre el tema e incluso hacer chistes sobre ello jejeje)
Así que amarraba la puerta y le ponía un palo con latas para escuchar si yo intentaba salir, adicionalmente escondía todo aquello que yo pudiera usar para consolar mi ansioso ano y solo me daba el cepillo dental cuando ella estaba conmigo, votó la crema de piel rancia que tenía guardada (por cierto eso me dió mucha *piquiña jejeje), pero tenía dos cosas a mi favor, la primera es que ella siempre llegaba cansada y adolorida por su condición así que se quedaba profundamente dormida al tocar la cama, sus ronquidos eran la señal y la segunda es que yo había arrancado una de las tablas dejando una pequeña puerta por la cual siempre me escapa y la ponía al salir y al entrar por ende no se notaba.
Espere a escuchar sus ronquidos y tan pronto los oí supe que era el momento de escapar, estaba tan deseoso de volver a experimentar la misma sensación de el cepillo entrando en mi culito que salí a buscar algún objeto que lo remplazará y estaba tan decidido que de no encontrar nada iría a casa de don Pedro a que me follara, de repente escuché un poco de ruido en una choza ubicada a un costado del cerro la cual habían construido algunos chicos, allí consumían drogas y era un folladero así que opté por ir a investigar que sucedía, me acerqué con mucha cautela para evitar ser descubierto y empecé a escuchar risas y jadeos así que mi curiosidad creció, cuando llegué por un orificio pude observar a; Mauro de 12 años, José Luis de 7 años, Cristian de 13 años, Alberto (Beto y primo de Cristian) de 6 años y un chico al que no conocía para ese entonces, de aproximadamente unos 15 o 16 años.
Los más pequeños chupaban las vergas de Mauro, Cristian y el chico nuevo, ví sus penes al descubierto y noté que el de Mauro era el más grande pese a ser el menor de los tres mayores, su pene siempre me había parecido muy lindo y en mi despertar sexual añoraba con tenerlo dentro de mí hoyito, en condiciones normales solo me hubiera quedado a observar pero mis impulsos carnales me obligaron a entrar, cuando ingresé todos me volvieron a ver, pero mi mirada estaba clavaba en esas tres vergas paradas y especialmente en la de Mauro estuve así por unos segundos sin decir nada hasta que Mauro me dijo; ¿Quieres? Mi corazón de la nada se empezó a acelerar y mi respiración se hizo irregular, al ver que yo estaba petrificado, Mauro se acercó acariciando su delicioso pene y lo puso frente a mi, yo no sabía que hacer, incluso tuve deseos de salir corriendo pero cuando el tomó mi mano y puso su verga en ella, todo cambio, era la primera vez que tocaba el pene de alguien más, la textura era agradable y además estaba calentito, el hizo movimientos de arriba a abajo guiando mi mano con la suya y cuando la retiro yo continúe haciéndolo, el me preguntó que si ya lo había hecho y con la cabeza le dije que no, me preguntó que si me gusta y moví mi casa indicando que sí, me acerco al tablón sostenido por unas rocas donde estaban sentados los mayores y me agachó al igual que los menores, yo comencé a imitar lo que mis amiguitos hacían, lo movía de arriba a abajo, ellos lo llevaron a su boca y yo hice lo mismo con el de Mauro, este me detuvo y me dijo que cuidado con los dientes, «usa tus labios chupa como si estuvieras absorbiendo» lentamente lo empecé a hacer pero con bastante dificultad, Mauro puso su manos sobre mi cabeza y la empezó a empujar para que su pene entrara más en mi virgen boquita, cuando entro más de la mitad hice fuerza para alejarme y tosi, ¡Todos se rieron!
Jajajaj jajaja jajaja «le quedó grande» . «Lloró la niña», «yo me la trago toda» dijo José Luis.
Sentí mucha pena y me quería ir, Mauro me agarró la mano y me dijo; no les hagas caso, «cuando mi hermano me la estaba empezando a chupar lloraba como una niñita y decía que quería vomitar, ahora se la meto hasta la garganta, solo espera a que te acostumbres y serás mejor que el».
(La gente decía que yo era manipulador, pero Mauro estaba a otro nivel, el sabía cómo persuadir me, así que continúe chupando su pene), luego me dijo; ¿Quieres que te la meta? «Eso te va a gustar mucho, al principio duele un poco, pero después no querrás que te la saque»
Yo le dije que solo me había metido un cepillo y aveces los dedos pero que solo me cabían dos deditos, el me dijo que me quitara la pantaloneta y los calzoncillos, le hice caso y quedé con mi culito expuesto el dijo; «ufff qué culito tan rico, está bien *paradito» y Cristian y el nuevo se peleaban por quién me *desvirgaria, Cristian dijo; «lo tengo más pequeño y le va a doler menos» el nuevo esclamo; «ustedes ya han comido muchos virgos, déjeme este para mí» pero Mauro tan manipulador como siempre expresó; «es mejor alguien de confianza se lo haga con cariño, mi hermano y yo lo conocemos desde antes y nos queremos mucho, pero dejemos que él decida en quien confía más» (el sabía que sería mi elección y sus palabras solo eran para obligarme a escogerlo) así que dije ¡Mauro! Los otros mostraron descontento y me miraron con desprecio, Mauro me acarició la cabeza y me dijo que me pusiera en 4, luego escupió sobre mi culito y empezó a meter uno de sus dedos, el cual entró sin causar mayor dolor, después de unos segundos lo sacó volvió a escupir y metió dos dedos, esto me causó un poquito de dolor pero guardé silencio, estuvo así por unos segundos, retiro sus dedos, escupió tres veces sobre su palma, la llevo a su pene y la saliva restante la untó en mi culito y la empujaba hacia adentro con sus dedos, después separó mis nalgas con sus dos manos y escupió en mi orificio, posteriormente sentí como algo se deslizaba por mi culo causando una sensación de dolor y ganas de cagar, ¡Ay, ay, ay! Grité, ¡Me duele, me duele! Volví a gritar, el acercó su rostro al mío y me dijo en voz baja; «se que eres valiente y fuerte, ¿Vas a dejar que ellos se burlen de ti? Se lo he metido a niños más pequeños que tú y ellos han aguantado como hombrecitos, sin llorar, si quieres te la saco, pero todo el mundo se va a burlar de ti y te dirán gallina, entonces dime, ¿Te la saco?»
(No recuerdo las palabras exactas pero fue algo muy similar lo que dijo ese manipulador jejeje)
Yo le dije, no la saques, pero tengo ganas de cagar.
El dijo; «mi hermano lloró la primera vez que se la metí y me tocó sacarla, si tu te aguantas él sabrá que tú eres más valiente y te podrás burlar de el»
Con eso me convenció así que le dije, ¡Bueno!
El dijo; «solo te he metido menos de la mitad, si te la meto toda te va a doler mucho, pero si te aguantas sin llorar te daré un regalo y todos ellos te van a ver cómo un varón, además después de un rato se te irá el dolor, solo debes decir en voz alta, ¡Métela toda! Y te van a respetar»
Yo dije con voz temblorosa e insegura pero fuerte, ¡Métela toda!
Sentí como todos me voltearon a ver y murmuraban ¡Uy hijueputa, le van a dejar ese culo abierto! Y se reían, lentamente Mauro la fue metiendo y a mi se me escapan unas lágrimas y por más que evitaba gritar se me escaparon unos aullidos; ¡Aush, auhs, aush! Cuando sentí que algo tocaba mi ombligo grité, ¡Aaaaaaaa! Con mucha intensidad, la tenía casi toda adentro, Mauro se detuvo y besaba mi cuello mientras sus brazos me rodeaban, luego escuché un par de jadeos y volteé mi cabeza, José Luis y Beto estaban siendo cogidos a toda marcha por esos chicos que parecían estar emocionados por mis gritos, ambos niños parecían disfrutar con cada embestida que les daban, sin darme cuenta dejé de sentir tanto dolor y lentamente Mauro empezó con el mete y saca, la metía y la sacaba a un ritmo muy lento y yo ya empezaba a sentir placer, y aún eran audibles mis gritos, poco a poco el placer empezó a incrementar al igual que la velocidad de de Mauro, mis gritos ya eran de placer, no comprendía porque paso de dolerme a sentir algo tan rico dentro de mí, al ver que su verga cada vez entraba con más facilidad, Mauro decidió penetrarme con un velocidad que hizo que regresara parte del dolor, pero el me dijo ¡Calma, en un rato se te irá el dolor! Y tenía parte de razón, la mayoría del dolor se fue y se convirtió en un placer descontrolado, recordé sus palabras cuando me dijo que después no querría que me la sacara, a decir verdad quería que me la siguiera metiendo un rato más y así fue, me penetró por casi 20 minutos (creo) y de repente sentí que un líquido se diría a mi barriga, Mauro continuó mientras acariciar mi espalda y mi colita y dijo; «su culito es más rico que el mi hermano» luego retiró su pene el cual salió cubierto por mi mierda con ligeras manchas de sangre, tenían papel higiénico así se limpió y limpió mi culo y el chico nuevo se acercó y dijo, «ufff le dejó el culo abierto al pobre niño» y Mauro le dijo; ”asi deja usted a su primo todos los días» y ambos se rieron, yo seguía en 4 y la verga del chico nuevo estaba parada así que me preguntó ¿Aguanta más verga o le duele mucho? Yo dije no sé, el preguntó ¿Se la meto? , Yo miré a Mauro y me dijo, usted verá, si no le duele mucho deje que se la meta y yo dije bueno, el chico nuevo pese a ser el mayor tenía la verga más pequeña delgada que la de Mauro así que cuando me la metió no sentí mucho dolor, ¡Solo placer! Me penetró por unos minutos mientras yo gemía de placer y poco a poco empecé escuchar un como su cuerpo chocaba con el mío provocando un ruido más fuerte que el que me hizo Mauro (eso me recordó la follada que le dió don Pedro a Pipe) y por fin entendí el porqué de sus gestos, ¡Se sentía muy rico! Después de un rato volví a sentir que un líquido caliente recorría mi intestino, el chico la saco y se quedaron mirando, «ufff qué rico como le sale la leche» su pene ya no tenía tanta mierda y mi sangre ya no era tan visible, mis piernas temblaban y sentí un hormigueo recorrer mi cuerpo, pero me pude parar, me vestí y les dije que me tenía que ir porque mi madre se podía despertar sin más corrí hacia mi casa con mucho dolor en mi ya doblemente desvirgado culito pero logré llegar a casa y para mí suerte ella aún estaba dormida.
Sentí que mis nalgas estaban *peganchentas así que me las lavé y dejé mi ropa interior en la bolsa de la ropa sucia y me dispuse a dormir desnudo.
Tenía ganas de cagar y algo de dolor en mi colita pero decidí aguantar hasta mañana, me quedé dormido han profundo como mi mamá.
Dos días después me encontré con Mauro y este me preguntó que si me había gustado lo que hicimos, le dije que si, entonces me preguntó que si lo quería volver a hacer y con mis ojos brillosos y bien abiertos moví mi cabeza indicando que sí, íbamos a la choza y nos encontramos al chico nuevo (no recuerdo su nombre) así que nos fuimos los tres, al llegar ambos se sentaron, sacaron sus vergas y me pidieron que las chupara, mientras tenía una en mi boca la otra estaba en mis manos y fue así por unos minutos, luego el chico nuevo se levantó, me quitó toda la ropa y acariciaba mi cuerpo con su caliente verga, Mauro se sentó en el piso, yo quedé en 4 patas chupando su verga con una mayor experiencia, mientras el chico introducía sus húmedos dedos por mi aún adolorido hoyo, posteriormente escupe su verga y lentamente me lo empieza a meter, sentí un poco de dolor así que lancé un ligero grito, pero la mirada de Mauro me hizo resistir, el chico cada vez metía un poco más dentro de mí hoyito mientras su ritmo se aceleraba y mi dolor disminuía, pero en un momento sentí su pelvis sobre mis nalgas y el roce de su vello púbico, toda su verga estaba dentro de mí, grité porque sentía un dolor un poco más intenso que antes, pero el chico se detuvo por unos segundos y Mauro sujetó mi cabeza y la llevó nuevamente hacia su pipí, seguí mandando como una ternera y sin darme cuenta ya no había dolor y poco a poco sentía unas embestidas placenteras, era el trozo de carne de aquel chico haciéndome un masaje prostático y yo quería más, el se dió cuenta de mi deseo y me empezó a dar bastante duro y Mauro notaba mi cara de felicidad, pero ¿como no estar feliz?, Tenía un pene en mi boca y otro en lo más profundo de mi intestino, en esa ocasión sentí un placer superior al de mi primera vez y no quería que se terminara, pero después de media hora (supongo) el chico se derramó dentro de mí, esa era la señal de que no me clavaria más y yo estaba apunto de pedirle que siguiera, pero recordé que aún estaba Mauro, el cual continuó con lo que su amigo inicio y ¡Ay dios mío! La cogida que me dió Mauro fue épica, mis nalgas sonaban mientras el me penetraba con locura, lo que había sentido hace unos minutos con el otro chico, no se comparaba con esto, Mauro me daba más duro, con una verga más grande y a una mayor velocidad, luego me voltio boca arriba, puso nuestra ropa debajo de mi y me siguió dando verga por otra media hora creo yo, y mientras sus pequeñas huevas golpeaban mis nalgas el me preguntaba que si quería más, y yo con voz tenue le decía que si, hasta que su semen entró a mi cuerpo, terminé bastante cansado pero feliz por lo que me habían hecho, aunque debo admitir que aún quería más, pero tenía que irme, me vestí y con un poco de tambaleó llegué a mi casa y mi madre aún estaba seleccionando chatarra así que no notó mis ausencia.
Tres días después me volví a encontrar con Mauro el me dijo que nos viéramos en la noche allí en la choza y yo acepté, pero el día se me hizo largo, sentí que el tiempo pasaba muy lento ya que aunque aún sentía un poco de ardor y en la entrada de mi culito se había formado una pequeña bolita, ¡Yo quería más verga!
Por fin anocheció y solo faltaba que mi madre se quedará dormida, me duché como todas las noches y me acosté un rato, al escuchar los ronquidos de mamá me lancé de la cama como una liebre, salí de mi casa y corrí como si alguien me viniera persiguiendo, llegué un poco cansado a la choza pero aún no había nadie, tenía un poco de miedo por la oscuridad y el no saber dónde estaban las velas, pero mis ansias de pene eran más grandes que mi miedo así que decidí esperar y mientras esperaba me empecé a meter mis dedos, después de unos minutos de estar dándome dedo escuché un ruido pero no paré, seguía metiendome los dedos como si estuviera buscando algo en mi ano, me quedé perplejo al ver que el que entraba era el zombie con una linterna el cual se quedó mirandome con deseo y no puedo negar que yo a él también, me saqué los dedos pero no me puse mi pantaloneta y mientras tanto el zombie prendía las velas, una vez iluminado el lugar el me preguntó que si sabía chupar verga, yo le dije que si, el la sacó y yo la lleve a mi boca, era ligeramente más grande que la de Mauro y aunque a simple vista la diferencia no era tan notoria, una vez en la boca si se podía notar, chupé su verga peluda está vez con más experiencia y deseo de que después de una mamada me pidiera que me pusiera en 4 mientras su verga revolcaba mi laringe, llegó Mauro quien se asombró al ver el espectáculo; ¿Que haces aquí? Le preguntó al zombie, el cual le respondió «me vine a fumar un porro y hacerme la paja y lo descubrí metiendose los dedos», me estaba esperando dijo Mauro, ¿El te obligó me preguntó? Sin sacar su verga de mi garganta moví mi cabeza diciendo que no, Mauro dijo a bueno, ¿Me voy? En ese momento solté el pene del zombie y le dije ¡No! Mientras lo miraba, pensé que se había enojado pero preguntó; ¿Aguantas con los dos? Yo agite mi cabeza diciendo que sí, ambos se sentaron en la tabla y yo me turnaba para chupar sus vergas, Mauro se levantó y empezó a meterme sus dedos llenos de saliva, le dijo al zombie que se sentara en el piso y este se sentó, me dijo que la siguiera chupando y acomodo mi culo hacia arriba mientras yo seguía de rodillas atragantandome con el miembro de aquel marihuanero, Mauro me empezó a penetrar lentamente así que por uno momento dejé de chupar mientras su pene entraba, pasaron un par de minutos y entre gritos y gemidos su verga completa ya estaba dentro de mí, yo solo gemía y Mauro grito, ¡Sigue chupando! Así que le hice caso yo chupaba la verga del drogadicto mientras las piernas de Mauro latigaban mis nalgas cada vez con mayor intensidad, en un momento en el ritmo era tan veloz que saqué de mi boca el pene del zombie y lo sostuve entre mi pequeña mano mientras las embestidas de Mauro hacían que mi cabeza golpeara el abdomen de aquel ñero, Mauro empezó a gemir y aquel líquido bombardeo mi estómago una vez más, tan solo unos segundos después Mauro sacó su pene ya con muy poca mierda y sin rastros de sangre y le dijo al zombie, ¡Sigues tú! Este se levantó a toda marcha sin previo aviso la metió toda de golpe, yo me alejé sacando su verga de mi culo adolorido y Mauro le dijo «hágale pasito que usted es muy tosco y el aún no aguanta como yo»
El zombie la volvió a meter está vez más despacio, «Mauro le dijo déjela así por un ratito que el hasta ahora está empezando» pasado un rato me empezó a embestir con una velocidad para la que yo aún no estaba preparado y yo le dije entre gritos y lágrimas; «saquelo, saquelo» pero por más que intentaba separarme sus fuerza era mayor y sus brazos me estaban estrujando; ¡Por favor saquelo, por favor, por favor, por favor! Le gritaba con llanto y lágrimas pero ese parecía no escuchar, Mauro le dijo «marica saquesela que lo está lastimando, no sea abusivo» pero al parecer zombie no nos oía, Mauro intentó separarlo de mi pero el zombie lo empujó, Mauro se levantó y le dijo «vea si quiere metamela a mi que yo si le aguanto, pero el es muy pequeño y lo está lastimando, no sea sí, hágale que yo le aguanto» mis gritos eran más intensos y casi a todo pulmón, el dolor era insoportable y de repente el zombie empezó a temblar mientras bajaba la intensidad y otro chorro recorría mi adolorido culo, para ese momento Mauro tenía dos piedras medianas en sus manos dispuesto a golpear al zombie pero este al verlo le dijo; ¡Baje eso que ya terminé» me la sacó recogió sus cosas y se fue mientras mormuraba, ¡Si es llorón!
Mauro fue y me abrazó intentando consolarme mientras unas lágrimas recorrían sus mejillas, su cuerpo temblaba tanto como el mío y con voz temblorosa me decía; ¡Perdome, perdome, a mí también me hicieron eso cuando era más niño y se como duele, perdome ¿Si?! Mientras me abrazaba y secaba mis lágrimas, me tuvo entre sus brazos por unos minutos mientras yo me calmaba y me murmuraba; ¡Fue mi culpa, el es muy abusivo y no tiene cuidado, no debí dejar que se la metiera! Minutos después me logré tranquilizar y aún con mucho dolor en mi colita y lágrimas en mis mejillas me puse el calzoncillo y la panloneta y le dije me tengo que ir, mi mamá pudo haber escuchado mis gritos y se va a enojar conmigo, Mauro me dijo «tenemos que decirle que el zombie te violó» yo le suplique que no lo hiciera porque se iba a enojar conmigo, el me dijo «puedes estar lastimado y el zombie tiene que pagar por abusivo» pero logré persuadirlo, el dijo; mañana «te reviso y si estás lastimado tienes que ir al hospital» me dió un abrazo y un beso en la frente y luego me acompaño hasta mi casa, al llegar me volvió a abrazar y se fue corriendo, yo entré, me lavé la cola, sentí mucho ardor y puse la ropa en la bolsa de la ropa sucia y me acosté a dormir aún llorando pero intentando no hacer ruido, al día siguiente me despertó un dolor intenso el cual intenté disimular para que mi mamá no sospechara, pero mi forma de caminar y las manos sobre mi colita hicieron que mi mamá sospechara que algo andaba mal, ella me preguntó que tenía y rápidamente le dije que había salido a cagar pero me resbalé y me golpeé la espalda y me dolía un poco ella me dijo que le dejara ver pero le dije que no se preocupara, que ya era tarde y debíamos salir a reciclar, ella aceptó a regaña dientes y con el paso de las horas el dolor disminuyó significativamente pero no del todo, terminamos de reciclar y ya estando cerca de anochecer me encontré con Mauro y este me preguntó cómo seguía, le dije que ya no me dolía tanto pero el me dió unas pastillas para el dolor y me dijo que me la tomara y así lo hice, llegamos a casa, me duché pero no quise hacer del cuerpo por miedo a que algo saliera de de allí causando más dolor, al día siguiente ya me sentía mucho mejor y ese días era de descanso así que mi madre me pidió que fuéramos a pedir agua para lavar la ropa, al regresar a casa ella recogió lo que tenía que lavar y notó unas manchas en mis calzoncillos, inmediatamente supo que era semen así que con ellos en la mano se acercó a mí, me tomó de la mano y llorando muy agita me preguntó; ¿Que es esto? Maicol dígame qué es esto, yo le dije mis calzoncillos y ella enfadada me los restregó en la cara y dijo; ¿Estas manchas de que son? Yo no tenía ni la menor idea pero inmediatamente me imaginé que era aquel liquido que ellos habían derramado dentro de mí culo, me dijo; «esto es semen Maicol y usted todavía no vota eso, dígame de quien es este hijueputa semen, Maicol» yo me quedé callado y ella abrió uno de los calzoncillos y descubrió una mancha de sangre y pegó un grito, ¿Maicol alguien lo violó? ¿Fue don Pedro? ¿Ese viejo malparido le hizo algo?
Yo sabía que ya no tenía sentido seguir negándole la verdad, pero no le contaría todo,
Yo- «fue con unos amigos, pero ellos no me violaron, yo se los pedí»
Mamá- ¿Quienes son esas gonorreas?
Yo- unos amigos.
Mamá – Maicol dígame quienes son o vamos a tener problemas.
Yo- no mamá, yo se los pedí y les dije que no le diría a nadie, fue culpa mía, ellos no me obligaron.
Mamá- ¿Ellos?, ¿Osea que fueron varios?, Cuantos eran Maicol?
Yo- solo dos mamá, solo dos.
Mamá- ¿Cuantas veces has hecho esto?
Yo- tres veces (eran dos calzoncillos con semen, no tenía caso decir que fue una sola vez y si decía que dos pensaría que le estaba mintiendo así que me fuí por el tres)
Mamá- ¿Que edad tienen?
Yo- Uno tiene 13 y el otro 15.
Mamá- Maicol usted es un niño, ni siquiera a cumplido los 5 años y ya está repartiendo culo por el barrio, ¿Usted porque me hace esto, que voy a hacer con usted?
¿Me toca tenerlo amarrado o enviarlo a un internado para evitar que usted siga así?
Yo-mamá no.
Mamá- ¿Donde aprendió esos vicios?
Yo- No lo sé, creo que nací así, (sabía que era el momento de manipularla), nunca pensé en hacer algo malo solo tenía curiosidad, pero yo no tengo la culpa de que me gusten los hombres, ¿Que hago mamá?
Mamá – ¡Ay Maicol! Me abrazó y me dijo que tú no tienes la culpa, la culpa es mía por no estar más pendiente de ti, eres un niño y aún no debes tener relaciones sexuales y menos con chicos mayores que tú, ¿Dime quién te hizo esto?
Yo- Mami, si te digo tu irás a pelear, todo el mundo sabrá lo que pasó y me van a mirar como un maricon y tú tendrás problemas, no lo volveré a hacer mami. (Mentí)
Mi mamá me abrazó fuertemente, secó sus lágrimas y se puso a lavar la ropa, pero duro una par de días sin hablar conmigo, al principio decidí que no volvería a dejarme coger, pero unos días después cuando ya no sentía dolor y al ver el pene del chico nuevo mientras orinaba, comprendí que no sería tan fácil y si, volví a tener relaciones sexuales con Mauro, Cristian y el chico nuevo pero ahora era más cuidadoso con el semen jejeje.
Pasados unos 15 o 20 días y aún con un poco de trauma por lo del Zombi, decidí que aún quería más verga así que continúe teniendo relaciones sexuales con los chicos, pero para no alargar la historia voy a omitir esas escenas de mucho sexo casi a diario y pasaré a la que fue mi primera orgía (3 chicos para mí solito)
Ya había pasado un tiempo desde lo del Zombi y el regaño de mi mamá y ya había tenido una gran cantidad de sexo nuevamente, pero un día me hicieron una propuesta de ir a la choza porque estarían los tres, si Mauro, Cristian y el chico nuevo, yo había sido clavado la noche anterior por Mauro pero aún quería más así que no me resisti y acudí a la cita, cuando llegué sentí un poco de celos porque Cristian y el chico nuevo se estaban cogiendo a Mauro y de una manera apasionada así que pensé en irme pero habían tres vergas allí y tenían que ser mías, el chico nuevo estaba penetrando a Mauro pero al verme se detuvo (sin sacarselo) y me dijo; ¡Por fin! Se sentó y Mauro quedó encima de él mientras yo me acercaba a cumplir con mi deber, se la empecé a chupar a él y a Cristian, y los saltos que daba Mauro sobre la verga del chico, provocaban que la suya entrara mejor en mi ya experimentada boca, así estuvimos por un rato hasta que el chico terminó dentro de Mauro pero este continuó allí sentado, Cristian se levantó me desvistió y quiso meter sus dedos para prepararme pero notó que eso no sería necesario, pues mi culo ya estaba listo para recibir todos esos penes, se echó un poco de saliva y su pene entro con mucha facilidad sin que nada quedara por fuera y sin más me empezó a embestir mientras yo aún chupaba la verga de Mauro, pasados unos minutos este se levantó sin sacar ni una parte de su pito y me llevó con el al otro lado para continuar estimulando mi ano, minutos después el terminó así que Mauro lo remplazó, pero en otra posición, se sentó con su verga dentro de mí y me clavó de esa manera por unos 7 o 10 minutos, luego me acostó y continuó, mientras yo tenía los otros dos trozos de carne en mis manos, me puso en cuatro y lleve la verga del chico a mi boca mientras Cristian golpeaba mi cara con la suya y luego se intercalaban para entrar en mi boca, Mauro termino dentro de mí y fue el turno del chico el cual se acostó y me pidió que cabalgara (ya lo había hecho varias veces así que tenía un poco de experiencia) estuve saltando así por un rato, luego me tumbó y me dió como a rata en balde hasta que se chorreo, pero sentí que no había sido suficiente y pues la vaina se repitió minutos después, ese día fui cogido seis veces, cada uno de ellos me dió dos cogidas y yo por fin me sentía satisfecho y muy agotado, nunca me habían dado tanta verga en un día (hasta ese momento no había pasado de tres cogidas en un día y había sido una sola vez), me fuí para mi casa muy contento y esperando que a se volviera a repetir, por alguna razón me convertí en el favorito de esos tres chicos y efectivamente esto se volvió repetir unas tres veces más.
Dejaré hasta aquí por ahora, pero el la siguiente entrega empieza la historia con Arnold y será el fin de mi relato.
POSDATA; olvidé la mayor parte de los diálogos así que intenté poner lo que creo que se dijo pero es probable que una que otra palabra no sea acordé a lo que se dijo realmente, ya han pasado muchos años así que no me pueden culpar.
Creo que yo me hubiera enamorado de Mauro con esa verga y esa actitud, pero bueno, ya quiero saber qué pasó bien con Arnold.
Ya casi un mes y sin novedades de la historia, esperando aún pacientemente lo que la vergota de arnold te enseño de los negros~
Estoy ansioso de leer la siguiente parte que rico lo que te paso me hubiera gustado que mi amigo me terminara metiendomela y no solo correrse encima de mis nalgas