ME ENCANTA LA VERGA
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alonso70.
Desde hace poco más de dos semana Saúl y yo, habíamos tenido la fantasía de verme coger o verme mamársela a otros tipos, ya lo habíamos intentado en el cine porno que es lo mas común, y creí que una vez viéndome se le quitarían las ganas de seguir, y si, la primera vez, en el cine, deje que otro tipo empezara a jugar con mi culo, mientras me encontraba empinada en la butaca mamándole su deliciosa verga, mientras esto sucedía alce la mirada como para pedirle permiso, él se dio cuenta de que el tipo me estaba comiendo el culo, y con sus manos abrió mis nalgas para facilitarle el trabajo, después me pidió sentarme en su verga ya con mi culito bien lubricado por la mamada que me habían dado, y una vez ensartadita empecé a moverme en círculos y después adarme de sentones en esa deliciosa verga, el tipo que me estaba comiendo el culo decidió que era hora de devolverle el favor, y puso su verga de buen tamaño por cierto enfrente de mi cara, ya no le pedí permiso a Saúl, la empecé a lamer y después la metí por completo a mi boca, y así, mientras mi macho me cogía vigorosamente un desconocido me daba verga por la boca, hasta que por fin, el tipo se salió y se vació en mi cara, mientras que mi macho se tensaba y clavaba su verga hasta el fondo de mi ano, regalándome su rica leche, cuando el tipo se fue y nos quedamos sentados en la butaca lo note un tanto desconcertado, le pregunte si todo estaba bien y me dijo que no, que la verdad no se sentía bien, que de momento mientras estaba caliente y cogiéndome se sentía bien pero ahora que todo había pasado no.
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– No sé si son celos, pero anímicamente me siento mal, si es verdad, ver cómo te entregas a otro me gusto, de hecho eso hizo que me calentara tanto que me provoco el orgasmo, pero ahora que ya todo paso, no se.
Me siento extraño.
Pensé que hasta ahí llegarían sus ganas de verme o compartirme con alguien más, pero esa misma semana, me pidió lo acompañara a cobrar unas facturas a unas oficinas que estaban en el centro, nos atendió un señor ya grande al que Saúl llamaba Licenciado Miranda, llegamos justo a las 8:30 pm, entro a su oficina y tardaron unos quince o veinte minutos, cuando salió, todas las personas de esa oficina ya se habían ido, Saúl me dijo que tenía que ir a conseguir unas impresiones, porque la impresora del licenciado no tenia tinta, el licenciado Miranda me pidió lo acompañara a su oficina para no dejarme solo en lo que Saúl regresaba, y yo sin pensar lo que ambos tramaban accedí, una vez dentro de la oficina el licenciado empezó a motivar una charla, preguntándome en que trabajaba, y cuanto tiempo tenia de conocer a Saúl, y en cada una de las veces que lo miraba intencionalmente se tocaba el pene sobándoselo por encima del pantalón, tomando una copa se sirvió de una botella que tenía en un libreo ofreciéndome un trago, la verdad, no acostumbro a beber y sutilmente agradecí la atención rechazando el trago, él insistió argumentando que Saúl tardaría algo de tiempo en encontrar un lugar donde imprimir esos archivos, y sirviéndome un poco de lo que el bebía en una copa acepte el trago, se sentó a mi lado sin dejar de sobarse el pene por encima del pantalón, hasta que provoco que mis ojos no dejaran de notar cada movimiento, cuando se dio cuenta de eso, se levanto y sin decirme una palabra se paro frente a mí y se desabrocho su pantalón dejando que cayera hasta sus tobillos, una verga enorme y blanca salió como impulsada por un resorte, yo me le quede viendo como hipnotizado, sin saber qué hacer, pero él tomándome de la cabeza me dirigió a su verga diciéndome que no me preocupara que Saúl tardaría mucho más tiempo aun, abrí la boca y recibí ese trozo de carne blanco y venoso, totalmente circuncidado y con un glande enorme, parecía un hongo que se erguía orgulloso de su robusto tallo, empecé a lamerlo de la base a la cabeza, y luego intentaba meterlo por completo en mi boca, él licenciado se rotorcita de placer, sin dejar de sujetar mi cabeza, controlando mis mamadas, hasta que me sujeto fuertemente de los cabellos diciendo: .
– Esperaaa, espera casi haces que me venga, y te quiero coger, levántate, me ordeno desnudarme, pero yo aun seguía nervioso por Saúl, fue entonces cuando él se acerco a mi oído y susurrándome me dijo: .
– No te preocupes, Saúl sabe que te voy a coger, de hecho está oculto en el armario de ahí enfrente.
Vi la puerta entre abierta y fue entonces cuando supe el por qué mi macho me había pedido que lo acompañara a esa cita de trabajo, ya no dije mas, me quite toda la ropa dejándome solo la tanga que llevaba puesta debajo, me incline para ponerle un condón con la boca al licenciado, y después me hice a un lado el hilo de la tanga y poco a poco me fui sentando en esa verga enorme hasta desaparecerla en mi culo, quede de frente al armario, y seguramente Saúl veía mis caras de placer mientras remolinaba mi culo encima de esa verga, después empecé a darme de sentones y empezar a decir cosas, como: ¡Que rica verga tienes papacito, sigue asiii asiii, no pares! Cógeme duro asiii, húndeme tu verga hasta el fondo de mi culo! Lamentablemente el licenciado no duro mucho tiempo, ya que mientras me movía encima de él me grito: ¡Me voy a venir mami, me voy a venir!
De inmediato me levante y quitándole el condón deje que me echara toda su crema caliente y espesa en la cara, embarrándome su pene por todo el rostro, con calma nos limpiamos y nos vestimos, y cinco minutos después llego Saúl sin copias ni nada, me despedí del Licenciado, y deje que mientras Saúl volteaba hacia otro lado, me tocara las nalgas, una vez afuera de las oficinas, nos dimos cuenta que ya eran poco mas de las once de la noche, le pregunte a Saúl que si le había gustado el espectáculo, trato de fingir preguntando: ¿Que, de que hablas, que espectáculo?
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– Ho vamos el licenciado me dijo que estabas oculto en el armario de enfrente, por eso lo hice, porque sabía que estabas viéndome, bueno ¿ Y te gusto?
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– ¿Que si me gusto? te ves putísima lamiendo una verga, si vieras tus caras de entrega y satisfacción, haces que uno se caliente nada mas de verte, me encanta cuando te veo así, bien puta y entregada.
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– Creí que no te había gustado hacer eso, desde la última vez que fuimos al cine, ya ves que me comentaste que no te sentías bien, no creí que fueras a desear verme coger con alguien de nuevo, de ser así pídemelo, no tienes por qué preparar nada a mis espaldas, yo hare lo que tú me digas, soy tuya, y puedes hacerme lo que se te pegue la gana en cuanto a sexo.
Nos subimos a su auto y no dejaba de hablar de lo puta y rica que me veía mientras me estaba cogiendo el licenciado, fue entonces que le pregunte, ¿Mientras nos veías, te masturbaste? Si me dijo, con un tono efusivo, ¿Y entonces por qué sigues caliente?, es obvio que lo estas porque sigues recordando lo que sucedió en la oficina del licenciado Miranda.
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– Ha es que no me vine, si me empecé a calentar y a masturbarme pero el licenciado termino muy pronto y suspendieron lo que hacían, por eso no me dio tiempo de venirme.
Entonces poniendo mi mano encima de su pene, le pregunte: ¿ Y no te gustaría venirte? No dijo nada, tardamos más de media hora en llegar a un lugar donde solo él sabía, se estaciono, en la primera calle solitaria y poco transitada que vio, una vez ahí se bajo el pantalón y saco su maravilloso trozo de carne que golosa metí de inmediato en mi boca, devorándolo, mi lengua traviesa lamia sus bolas rasuradas también, y jugueteaba con su enorme glande, lo recorría por completo, estaba inmerso en mis acciones que cuando me pidió quitarme el pantalón no le vi objeción, me incorpore y vi que había un tipo parado cerca de nosotros, le advertí a Saúl que había un tipo pero con una sonrisa perversa, dijo: .
– Si tiene rato que está viendo como me la mamas, ¿Qué te parece si le das uno de esos espectáculos que solo tú sabes mami? Anda quítate tú pantalón y empínate a seguirme mamando la verga, totalmente entregado a la lujuria, me empine en el asiento, dirigiendo mi culo hacia la ventanilla, sabía que estaba el cristal y que el mirón solo podía ver a través de el, empecé a lamer y chupar esa verga deliciosa, para luego metérmela en la garganta y tratar de aguantar lo mas que pudiera con ella dentro, entonces escuche el ruido que se oye cuando bajas los cristales de la ventanilla, ya que el auto de Saúl es eléctrico, sentí primero el airecito de la noche, tocando la piel de mis nalgas, y luego una mano sobándolas, luego mis piernas, y después la boca del extraño chupando mi culo, ya no dije nada pare mas mi culo, dejando que ese extraño hiciera lo que quisiera con el, lo chupaba delicioso, no sabía que tan caliente estaba Saúl pero yo estaba ardiendo de lujuria, quería la verga del extraño, si no sentirla cuando menos verla, suspendí la mamada que le daba a Saúl y alzando la mirada le dije, que rico me están comiendo el culo amor, entonces Saúl dijo algo que me calentó aun mas.
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-Deberías salir a mamársela, párate enfrente del coche para verlos bien, obedecía como la puta que era, me levante y me salí del auto solo con la tanga y mi suéter, cerré la puerta y le tome la mano al extraño, diciéndole mi pareja quiere ver cómo te la mamo, nos pusimos frente al auto y ahí me hinque a los pies del desconocido, engulléndome esa verga dura y lubricada, era casi la una de la mañana, la calle estaba vacía y hacia un poco de frio por que recién termino de llover fuertemente, pero no obstante el frio me encontraba arrodillado a los pies de ese hombre metiéndome su enorme pene en la boca y saboreándolo como si fuera una barra de dulce deliciosa y adictiva, dentro del auto estaba Saúl viéndome y masturbándose con la escena, hasta que el tipo exploto en un orgasmos abundante, después de embarrarme su pene por todo el rostro el tipo se limpio y se acomodo la ropa dejándome ahí tirado en el piso lleno de semen, por unos segundos me quede así, hasta que escuche la puerta del auto abrirse y después a mi macho ponerse frente a mí, toma amor toma ya casi termino, me decía efusivo y entusiasmado, de inmediato metí en mi boca su verga para arrancarle ese maravilloso orgasmo, sentí el primer disparo y eso me motivo a chuparlo mas intensamente hasta terminar de exprimirlo, mmm que delicia, que leche tan rica, lo sacaba y metía en la boca lamiéndolo, despacio, poco me importo que alguien fuera a pasar y vernos o peor aún, que tuviéramos un desencuentro con la ley, pero para nuestra fortuna nadie paso, la calle siguió solitaria, incluso volvimos al auto, y estuvimos abrazados varios minutos más, y nadie paso, luego vimos un par de tipos caminando hacia la avenida, sin percatarse de que estábamos dentro del auto, una vez relajados y repuestos, Saúl me miro y me dijo, eres increíble, me haces llegar al cielo, me excitas de manera extrema y luego la forma de comerme, woww, eres única, me encanta que seas así, ¿Y a ti, te gusta?
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– Amor si no me gustara, ¿Crees que me comería tu semen así? ¿Crees que me movería de manera tan convulsiva sobre tu duro pene mientras me penetras? ¡Claro que me gusta, me fascina sentirme así, y también es gracias a ti, no creo que una verga de tamaño normal me caliente de la forma que me excitas tu, gracias a ti haces que salga esa parte de mi que te gusta tanto y que me hace ser tan puta y entregada al sexo, ¡Me encanta tu verga!
Arranco el auto y me fue a llevar a casa, entre a darme un baño, y justo cuando iba a dormir, note que en mi cel.
tenía un par de llamadas perdidas, creí que era Saúl pero al ver que era el licenciado Miranda le respondí la llamada, y escuche su voz.
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-Hola Aly, creí que ya estabas dormida,
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-No Licenciado dígame en que le puedo servir?
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– No he dejado de pensar en ti, creo que me vine muy pronto, y eso me preocupa, no quiero que pienses que soy un eyaculador precoz y no vuelvas a querer coger conmigo, ¿Te puedo ver?
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-¿Ahora?
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– Si ahora, me acabo de tomar un viagra, y necesito meter mi verga en tu delicioso culo, se que eres una putita consumada y que te encanta la verga, no lo creía ya que Saúl suele ser muy exagerado en sus comentarios a veces, pero cuando te tuve ensartadita supe que sí, que eres toda una puta, se que aun tienes ganas por que Saúl solo piensa en él y ¿No te hizo venir verdad?
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– Si aun estoy muy excitada, y si tengo muchas ganas de terminar, pero no quisiera creer que esto es otro acuerdo entre Ud.
y Saúl, para ver cómo me vuelve a coger,
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-Te aseguro que no, lo vi muy feliz cuando te fue a dejar y no creo que te llame hasta mañana, te espero en media hora en el parque que está cerca de tu casa, en la esquina M.
libre y Vertiz, justo donde está el puesto de flores, te estaré esperando con la verga lista
Salí de casa sin hablar con nadie, llevaba solo una tanguita negra y arriba de eso solo un pants y una sudadera, mi cuerpo completamente depilado, hacia que mi piel se erizara con el frio de la madrugada, pero mi temperatura corporal era más alta que el frio de la noche, al llegar y ver el auto del Licenciado Miranda, algo dentro de mí se encendió, abrí la puerta y subí adelante, le extendí la mano, pero él me acerco a su boca y me dio un beso, después me miro y me dijo:
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-Sabría que vendrías, desde que te vi hoy supe que eres una auténtica puta, y que te encanta la verga
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– Ha si? ¿Y por estas tan seguro de eso?
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– Por que cuando te dije que Saúl sabía que te iba a coger y que te estaba viendo, tu semblante y actitud cambio, te veías mas perversa y lujuriosa, casi una hembra que solo quiere ser penetrada, sin pensar en los sentimientos, y eso me ha encantado, porque si estás aquí es porque no te interesan los sentimientos de Saúl, por cierto.
Ya has cogido con un negro?
Entonces sentí unas manos que tocaban mi cuello, y brinque del susto, el licenciado se rio y trato de calmarme
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– Tranquila linda traje a un amigo, se llama René
Me extendió la mano después de que me había acariciado el cuello, disculpándose por el susto, tuve sus dedos en mi cuello por unos segundos y pude sentir que eran enormes, y pensé, si así son sus dedos como será su verga? por lo que de inmediato metí uno de sus dedos en mi boca para chuparlo, entonces el licenciado Miranda se desabrocho el pantalón y sacando el pene dijo:
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-Ho mami si tienes ganas de chupar no lo hagas con sus dedos, empieza con mi verga se que te encanta
De inmediato me prendí a esa verga blanca y venosa, tuve que agacharme y empinar el culo cosa que el invitado aprovecho para empezar a sobar mis nalgas, el Licenciado arranco el auto emprendiendo el camino a un hotel cercano, recuerdo sus bocas recorriendo mi cuerpo depilado y limpio, y recuerdo la mía devorando ambos penes, debo mencionar que no se si lo de el pene de los negros sea un mito por qué no se me hizo nada extraordinario, si en efecto la tenia grande pero no tan descomunal como otras que me he comido, en resumen, me cogieron como se les pego la gana, se turnaron y ambos se vinieron mínimo un par de veces antes de irme a dejar a casa, lo más rico fue cuando me hicieron un dos romano con esas vergotas, aun siento las pulsaciones en mi ano de la sensación, hubiera querido recibirlos dentro pero no los conozco bien y a ambos les tuve que poner condón en todas las formas que me usaron, solo recuerdo que mientras me cogían, me decían lo puta que me veía, y lo rico que lo hacía, y yo solo les respondía que no pararan, que me usaran mucho, que me dieran duro, y claro que sí, soy una puta y me encanta la verga, no deje de repetírselos.
Todo eso paso entre el viernes en la noche y el sábado en la madrugada, la mañana del sábado estuve descansando en casa, y ayer acepte una cita a solas con René el negro que ayudo al Licenciado Miranda a romperme el culo, y quizás no me fije bien pero si, si la tiene muy rica grande y gorda como me gustan, que le voy a hacer.
¡Me encanta la verga!!!
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