Me hice puto de un hombre mayor
De Como me entregué a un hombre mayor en mi casa siendo adolescente.
Tenía 14 años, delgado, lampiño porque tuve un desarrollo tardío, parecía casi un niño de 11 o 12 años, me gustaban mucho las chicas de mi edad, tenía un romance con una chica de la escuela, todo era normal en mi vida hasta que llegó a casa un pariente lejano de mi padre, eran amigos de juventud y visitaba mi ciudad por trabajo, tenía yo dos hermanas un par de años mayores, así es que tenía mi cuarto propio, no obstante habían dos camas en mi pieza ya que tengo un hermano bastante mayor que ya no vivía con nosotros pero que llega de vez en cuando a visitarnos.
Bien, todo transcurrió un día en que el tío Carlos llegó de visita, alojo conmigo en pieza, era un hombre de unos 50 años, de buen físico, deportista, trabajaba en ventas y era muy afectivo, me regalaba souvenir de las promociones de ventas y cosas así. Comenzó todo una tarde cuando llegó a casa algo cansado y se dio un baño, llegó a mi pieza solo cubierto por una toalla, hasta ahí todo normal, no coincidíamos mucho en los horarios, yo salía mas temprano que él por las mañanas así es que no había tenido la oportunidad de verlo en esas condiciones.
Tío Carlos: Que bien se siente darse un baño
Yo: que bien tío, seguro muy cansado de tu trabajo hoy
Tío Carlos: sí, fue un día agotador, pero ya me siento bien
De pronto se saca la toalla y queda completamente desnudo, me llamo la atención su pene, no había visto nunca uno de un adulto, no podía evitar mirarlo, él se lo tocaba mientras se secaba y notaba que yo lo miraba con cierto asombro.
Tío Carlos: Te que quedaste pegado mirándome
Yo: lo siento es que no sé
En verdad no sabía que decirle, me gustó verlo y tuve una erección, algo despertó en mi y sentía temor, curiosidad y deseo, una mezcla rara de sensaciones.
Tío Carlos: ¿quieres tocarlo?
Se acercó a mi y me tomo la mano, puso su pene en ella y me dijo
Tío Carlos: No tengas miedo, hazlo con suavidad
Así lo hice, mi excitación era muy fuerte, comencé a sentir que mojaba mi ropa interior, tome ese miembro con suavidad, lo comencé a acariciar como masturbándolo y de pronto por instinto lo introduje en mi boca, jamás había visto un pene de un hombre mayor y de pronto en minutos ya estaba mamando uno y dando placer.
Tío Carlos: que rico me lo mamas, hazlo despacio, así, suavemente
Yo cerré mis ojos y me comencé a masturbar y a disfrutar con mi boca ese manjar salado de sus jugos preseminales, él estaba muy excitado y me acariciaba el pelo.
De pronto sentimos ruido, nos incorporamos, él se vistió rápidamente y salimos del dormitorio a cenar todos juntos en familia.
Todo transcurrió en la cena como si nada hubiese ocurrido, todo normal, terminamos y me fui al dormitorio a acostarme, mis hermanas hicieron lo mismo y mis padres con el tío se quedaron conversando un rato.
Transcurrió un buen rato y se abrió la puerta de mi dormitorio, encendió la luz mi tío, yo algo adormecido seguí en mi intento por dormir, debía salir temprano a clases como todos los días, de pronto siento que la luz se apaga y mi tío entra en mi cama, yo estaba en posición fetal, él se apegó a mi espalda, metió su mano entre mi ropa interior y comenzó a acariciar mi pene, mi reacción fue inmediata, respondí con una erección casi instantánea, siguió acariciando mis nalgas, me besaba el cuello y la espalda, yo no me movía, no sabía que hacer, sentía miedo y placer, tenía susto pero no quería que se detuviera, me comenzó a desnudar, yo lo ayudé, él ya estaba desnudo, sentí su cuerpo y su sudor en mi espalda, su pene entre mis piernas, a ratos entre mis nalgas, sentía placer y ganas de que siguiera, de entregarme, de hecho lo estaba haciendo, no ponía ninguna resistencia, sentí que bajó, comenzó a besarme las nalgas, las abrió, metió su boca y su lengua en mi ano, suspiré de puro gusto, me retorcía de placer, empujaba mis nalgas hacia arriba para que su lengua entrara en mi ano, era una sensación única, no había experimentado algo así, me di vuelta buscando un 69, no me importó nada, metí su pene en mi boca, el me beso el pene y pero se concentro en mi ano, ahora eran sus dedos, yo me levantaba de gusto y placer, estuvimos un rato así hasta que me dijo que me pusiera en cuatro, a lo perrito.
Tío Carlos: ponte en cuatro, como los perritos
Yo: ya tío, ¿así está bien?
Tío Carlos: siiiii, me tienes muy caliente, no tienes bellos, eres lampiño y tu culito está de comérselo, ¿lo has hecho antes?
Yo: no tío, nunca, no sé porque me paso esto de que me calenté tanto
Tío Carlos: no te preocupes, será nuestro secreto ¿quieres que te lo meta?
Yo: síiiiii, si quiero
Tío Carlos: ya mi niño, ya esta dilatado y ahora serás mío ¿quieres eso?
Yo: siiiiii tío
Comenzó a meter de a poco su pene en mi ano, el dolor era mucho, no podía con eso, estaba muy excitado, quería tenerlo adentro pero me dolía mucho, se detuvo un rato, me masturbaba con su mano, empujaba hasta que de pronto siento que entró la cabeza de su pene, casi grito, literamente mordí la almohada para no gritar, él sintió eso y se detuvo, pero no volvería atrás, ya me había pasado lo mas difícil, siguió masturbándome, eso me relajó, comenzó a empujar mas y sentí que ya estaba todo adentro, comenzó el mete y saca muy despacio, comencé a sentir mucho placer, se dejó caer sobre mí, yo quedé acostado boca abajo y él sobre mí.
Tío Carlos: que rico se siente, me estas haciendo gozar mucho
Yo: está rico, se siente rico, me duele pero está rico
Tío Carlos: abre tus piernas putito, así puedo gozarte mas ¿quieres ser mi putito?
Yo: sí tío, metemelo cuando quieras, siento muy rico
Comenzó a bombear rápido, yo me retorcía también, me besaba el cuello y buscaba mi boca, le respondí, nos besamos, metió su lengua en mi boca, se agitó y bombeaba con fuerza, el mente y saca de su pene era acelerado, no me soltó, aguantamos la respiración y acabó, me lleno el culo de semen, se quedó quieto respirando agitado, yo también, así por un par de minutos, descansamos, su pene flácido salió de mi ano, sentía todo caliente, me ardía, descansamos, no dijimos nada mas, hasta que se fue a su cama. Al día siguiente, no saludamos como siempre, me dijo que había sido todo muy rico, algo avergonzado le dije lo mismo, salí rápido a mi colegio, él se quedó ahí.
La noche siguiente no pasó nada, yo estaba adolorido y él sabía eso, sólo me pregunto como estaba y que sabía que me dolería y había que dejar pasar un par de días.
Estuvo viviendo varios meses con nosotros, me hizo su putito, me culiaba seguido, me daba regalos, jamás me negué a hacerlo, yo solo me entregaba, él entraba a mi cama y me tomaba como quería, yo casi no hablaba, solo lo complacía, fue algo extraño porque nunca me llamo la atención algún chico de mi edad, solo él me motivaba a hacerlo.
Dejo de ir a casa, no supimos mas de él, cuando se fue me dijo que había encontrado trabajo en otra ciudad y que vendría a verme, en verdad no volvió nunca mas, no supe mas de él tampoco, yo creo que fue porque se involucro con mi mamá, no sé si alguien mas supo, pero como él se quedaba en casa en la mañana cuando nos íbamos todos incluido mi padre, con mamá tuvieron un romance, yo lo sé porque los vi teniendo sexo y se lo dije a él, no a mamá, me calentaba verlo teniendo sexo con mamá, los miraba y después me culiaba él a mi por la noche, eso me excitaba también, eran nuestros secretos, bueno, eso da para otro relato.
Ser puto es lo mejor del mundo.
Fue una exquisita experiencia, dejarse llevar en forma sumisa