Me hizo su mujer y esclavo (parte I )
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Coseguí su número a través de internet, éste decía: Juan activo, número ……
Estaba en Maracaibo por trabajo, aunque ese día estaba muy caliente y loco por mamar guevo (como le decimos en Venezuela al pene).
Al terminar mi reunión, me fuí al hotel, eran como las tres de la tarde; y como dije antes, estaba loco por una verga. Llamé a ese número que conseguí y me dijo que estaría en el hotel en 30 minutos.
Estaba esperandolo en el Lobby cuando aparece un hombre de piel oscura, ojos claros y un paquete que se le notaba a cien metros de distancia. Me quedé congelado, no podía apartar mis ojos de ese guevo que se veía tan prometedor.
Subimos a mi habitación, apenas cerré la puerta, cuando Juan me tomó por la cabeza y me la llevó a su entrepierna. Comencé a mamarsela a través del pantalón. Me dijo:
-Sacame el guevo y mámamelo
Yo le bajé los pantalones y él desesperado me apretó la cara contra sus boxer. Tenía un olor a hombre macho que me excitó demasiado. Al bajarle los boxer, apareció la verga más gruesa que jamás haya visto, no era tan larga (aprox. 17 cm) pero muy gruesa y cabezona.
El parecía muy caliente, ya que de una, me la metió en la boca hasta la garganta y comenzó a cogerme la boca como loco. Casi no podía respirar y sus bolas golpeaban mi cara. Así duró como media hora, ya mi mandibula me dolía y Juan no acababa.
Al rato me la saca de la boca me pide un condón (que casi lo rompe por lo grueso de su pene) y me dice:
-Ponte en cuatro que te voy a clavar
Yo le digo:
-Coño, me vas a reventar, eso no cabe en mi culo
-Claro que cabe, ya te toqué el culo y si estira. Además, se vé que lo has usado bastante.
-Si, pero no un guevo tan grueso
Al final me dice:
-Cállate y aguanta
En eso pone la cabeza de su guevo en el ojo de mi culo y comienza a empujar, lentamente pero fime hasta el fondo. Yo sentía que me partía en dos.
Esperó un momento y comenzó a bombear como loco. Después de 15 min. de darme con mucha fuerza, me cambió de posición y me puso boca arriba con mis piernas en sus hombros.
Allí me hizo ver estrellas, ya que la penetración era mucho más profunda. Sus bolas golpeaban mis nalgas y me daba tan duro que la cama se movía.
Después de casi una hora dandome por el culo, me lo sacó, se sacó el condón y me metió el guevo en la boca soltando chorros de leche que me obligó a tragar.
Se quedó un rato largo con su pene en mi boca, hasta que se le volvió a parar. Esta vez, me cogió por la boca como media hora, hasta que volvió a acabar, tragandome toda su leche de nuevo. Allí se quedó dormido con su guevo en mi boca.
Cuando despertó, me dijo:
– Prepárate que esta noche vienen mis amigos a cogerte…..
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!