Me iniciaron mi amigo y su padre
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Mi primera vez no fue planeada por mí, se podría decir que caí en la trampa de mi mejor amigo que junto con su padre me introdujeron en un mundo de sexo incestuoso, abriéndome a placeres que no había ni siquiera imaginado y de una sola vez borraron de mí muchos prejuicios para disfrutar de mi sexualidad.
Irving era mi nuevo compañero en la escuela, no es muy común ver mulatos en mi ciudad, así que llamaba mucho la atención.
Yo fui el primero en acercase a él y de inmediato nos hicimos amigos.
Debo confesar que para mí fue como amor a primera vista.
En la adolescencia es difícil distinguir los sentimientos y yo quedé cautivado con su hermosa sonrisa, tenía unos ojos que igual podían tener una mirada penetrante de águila que una mirada tierna de cachorrito.
Además tenía unas nalgas redondas muy bien puestas que también llamaban la atención.
Sin ninguna malicia, yo escondí mis sentimientos hacia Irving durante meses, especialmente por miedo al rechazo y me conformaba con ser los mejores amigos.
Él vivía solamente con su padre, ya que su madre había fallecido desde que él era pequeño.
Poco a poco empecé a pasar más tiempo en su casa hasta que finalmente en uno de sus cumpleaños mis padres me dejaron ir a dormir a su casa.
Primero hubo una fiesta con mucha gente y al final nos quedamos solamente Irving, su padre y yo.
Mientras mi amigo y yo jugábamos con sus videojuegos nuevos, su padre se quedó recogiendo y limpiando los restos de la fiesta.
Estábamos solos en la habitación de Irving sin darnos cuenta del reloj hasta que su padre tocó la puerta y nos dijo que ya nos acostáramos a dormir porque era de madrugada.
El señor no se veía muy estricto pero Irving obedeció de inmediato y dio un salto para apagar el juego y meterse a cepillar los dientes al baño.
Yo aproveché para ponerme mi pijama y entré al baño después de que saliera mi amigo.
Al salir del baño vi a Irving acostado en la cama, estaba usando solamente un boxer.
Era la primera vez que podía ver así su cuerpo, no tenía un solo gramo de grasa, tenía marcados todos los músculos del abdomen y yo traté de mirarlo disimuladamente para no hacer el momento más incómodo.
Irving empezó a reírse de mi pijama y me preguntó si iba a poder aguantar el calor, al mismo tiempo que se levantó de la cama para abrir la ventana.
Mi amigo tenía razón, hacía demasiado calor para estar tan tapado, así que tímidamente me quité la playera, no quise quitarme nada más por miedo a tener una erección y no poder ocultarlo, en verdad hubo un momento de tensión sexual.
Ya acostados los dos, yo pensé que íbamos a platicar un poco, pero Irving se dio la vuelta y empezó a roncar.
Hacía tanto calor que no había forma de resistir con los ojos abiertos.
Ya entrada la madrugada me desperté por tanto calor, me levanté de la cama para ir a echarme agua al baño y refrescarme.
Luego me paré junto a la ventana tratando de que me diera el aire fresco y fui a abrir un poco la puerta para que corriera el viento.
De inmediato entró una ráfaga de aire y me fui a acostar.
No me había dado cuenta hasta que estuve en la cama que Irving estaba totalmente desnudo, acostado boca abajo, su piel morena brillaba con la luz de la luna y sus nalgas eran una visión que me volvía loco, yo tenía ganas de tocarlo, agarrarle esas nalgas con fuerza, darle una nalgada, morderlo, no sé.
me empecé a poner muy excitado y mi verga dura hizo una carpa adentro de mi calzón.
Yo ya no podía pensar claramente y se me ocurrió que sería buena idea estar desnudo igual que Irving, de cualquier forma él no iba a poder reclamarme si fue el primero en quitarse la ropa.
Como en nuestra amistad, yo me conformaba solamente con lo que él quería darme, en verdad no era mi intención estar de morboso pero para un adolescente es difícil controlarse.
Yo estaba muy excitado y mi corazón bombeaba muy fuerte dentro de mi pecho, pero hacía demasiado calor y era muy tarde en la noche, así que el sueño me vencía de a poco y yo no podía evitar cerrar los ojos y empezar a soñar con Irving.
En uno de mis sueños, Irving estaba poniéndome su verga en la boca y yo me hacía el dormido y se la empezaba a chupar.
Cuando me desperté, estaba empapado de sudor porque me había recargado sobre la espalda de Irving y estábamos sudando piel con piel.
Sin darme cuenta mi mano estaba rozando sus nalgas y no pude evitar tocarlo más a propósito con mi mano extendida y ver si él reaccionaba.
Irving seguía dormido, o al menos eso me hizo creer, mientra yo empecé a tocarlo con más confianza.
Me di cuenta de que estaba despierto cuando empezó a acomodarse para parar bien las nalgas y a respirar profundo haciendo sonidos de placer.
Tomé un poco más de confianza y me acomodé para agarrarlo con ambas manos y apretar sus nalgas duras, firmes y redondas, mientras mi amigo hacía ligeros ruidos y se contoneaba lentamente.
Levantó un poco su cadera y levantó más su trasero, haciendo que se abrieran un poco.
Yo no pude resistirme y acerqué mi boca para besar sus nalgas y cuando me di cuenta ya se las estaba lengüeteando, de alguna forma se acomodó y sus nalgas se abrieron, dejando a mi vista el interior y lo tomé como una invitación, se me hizo natural meter mi lengua en su rosado culito.
Esto subió más la temperatura, Irving empezó a gemir más fuerte y apretaba sin control su cuerpo cada vez que le metía la puntita de mi lengua hasta el fondo.
Empezó a gemir tan fuerte que me dio miedo que nos fuera a escuchar su padre, así que dejé de hacerlo.
Irving se enderezó y empezó a acariciarme, yo no sabía qué hacer así que agarré su pito y empecé a pajearlo, todavía lo tenia suave a pesar de los gemidos de placer que había estado haciendo, a diferencia de la mía que estaba dura como roca y estaba chorreando liquido por mi calentura.
Entonces mi amigo se flexionó sobre mí y empezó a mamarme la verga.
Yo no sé que hacía con su boca pero sentía como burbujas, sus labios suaves y su lengua rasposa me obligaban a retorcerme del placer.
Empezamos a rodar en la cama y yo quedé sobre Irving con su miembro en mi cara, así que cerré los ojos y me metí su verga suave en la boca haciendo un 69.
En seguida el olor y el sabor de su miembro me inundaron todo y empecé a chupar como si fuera un profesional, su verga empezó a crecer dentro de mi boca y se reveló una verga extra larga y delgada, negra y cabezona que volvía locos a mis labios.
Irving empezó a gemir de nuevo a pesar de que tenía mi verga en su boca y yo me dejé llevar haciendo también ruidos.
Luego Irving empezó a bajar para chupármela y yo me dejé gobernar por el masaje de su lengua y sus labios en mis partes.
Se fue yendo más abajo hasta juguetear mis huevos con la punta de su lengua y así se fue un poco más abajo, la sensación me hizo dar un pequeño gemido y retorcerme de placer.
Irving levantó mis piernas sobre sus hombros y eso me hizo dejar mi culito al descubierto, yo intuía que iba a meter su lengua ahí, pero lo que no pude adivinar fue como se sentía húmeda y tibia ensalivando la entrada de mi cola.
Era tanto placer que trataba de relajarme y dejarlo entrar tan profundo como pudiera pero de pronto mi cuerpo se contraía solo y yo solamente lo tomaba por la cabeza y mordía mis labios.
No me fui dando cuenta que mi culito quedó todo lubricado con la saliva, cuando Irving cambió de posición y se levantó aún con mi piernas en sus hombros pero ahora puso la cabecita de su verga en mi culo y empezó a rozarme.
Yo deseaba que me la metiera sin atreverme a decir nada pero tenía miedo porque era virgen.
Por suerte para mí, yo estaba demasiado excitado, mi ano ya estaba lubricado y su verga aunque era muy larga pero era delgada, así que la fue empujando lentamente, deslizándola dentro de mí.
Yo me agarraba fuerte de la cama, mordía mis labios para no gritar y me esforzaba por mantener mi culo relajado.
Su verga fue entrando despacio y yo sentía que nunca se iba a detener hasta que de pronto empezó a moverse.
Yo grité un poco, más por miedo que por dolor, porque aunque me dolió un poco pero era algo que no había sentido antes y me prendió mucho como Irving se apropiaba de mi cuerpo y me hacía cosas que nunca había imaginado.
Empezó a embestirme más fuerte y mi cuerpo estaba todo confundido entre dolor y placer, se me ponía la piel toda chinita cada vez que me daba un golpe de cadera hasta el fondo y un pequeño grito salía de mi boca.
Irving también se dejó llevar y empezó a gemir fuera de control.
A mí ya se me había olvidado totalmente que la puerta estaba abierta, ni había pensado en su padre.
así que cuando miré hacia la puerta y vi la silueta de un hombre me asusté.
Irving se dio cuenta de mi reacción y me agarró fuerte de las piernas para que no pudiera zafarme mientras me cogía.
De entre las sombras salió el padre de Irving totalmente desnudo, con la verga bien dura y masturbándose.
Yo no estaba seguro que estaba pasando pero entre la confusión y la calentura dejé que las cosas siguieran su curso.
El padre de mi amigo tenía un cuerpo delicioso, moreno, musculoso de brazos y piernas gruesas, con pectorales increíbles que brillaban con su piel morena, su cintura pequeña y unas nalgotas redondas que rebotaban mientras caminaba, además tenía el cuerpo totalmente depilado y su verga se veía todavía más impresionante, como un palo largo y negro.
El padre de Irving puso su verga en mi boca y yo empecé a chuparla, era muy parecida a la verga de su hijo, tal vez un poco más grande y con un olor más maduro.
El señor me acomodó con sus manos y me colocó de tal forma que mi cabeza colgaba, eso le ayudó a meterme la verga hasta la garganta.
Al principio sentí que iba a ahogarme pero agarré el modo para respirar y dejar que me cogiera por la boca.
De vez en cuando sacaba toda su verga y me dejaba tomar aire, solo para volver a meterla y moverla con fuerza.
El hijo me daba por el culo mientras el padre me daba por la boca.
Entonces Irving sacó de golpe su verga de mi culo dejándome el ano totalmente abierto y empezó a chorrearme de semen el pecho y algunas gotas cayeron hasta mi cara.
Yo disfrutaba viendo su hermoso cuerpo delgado y marcado, con su abdomen flexionándose con cada chorro de leche que tiraba y el particular gemido.
Entonces su padre me agarró por la cadera y me ayudó a acomodarme para quedar en cuatro sobre la cama.
Me apretó las nalgas con mucha lujuria, me puso crema en el culito y me dejó ir su verga hasta el fondo.
Yo ya estaba dilatado así que no me costó mucho trabajo tomarla toda pero si llegó tan profundo que me hizo gritar.
Me agarró fuerte por la cintura y me empezó a coger con tal violencia que ya no podía contenerme, de mi boca salían gemidos y gritos mientras me agarraba con fuerza a la cama sintiendo que iba a caerme, llegó el momento en que el papá de Irving movía mi cuerpo como una hoja de papel y yo solamente me dejaba llevar casi desmayado con la cara pegada a la almohada.
Su verga larga me tocaba algo por adentro que me hacía sentir como choques eléctricos que subían desde mi culo por la espalda hasta mi cabeza.
Por un momento me dio miedo pensar que mi culo ya no apretaba y que ya no iba a tener más control.
Después de unos minutos mi culo ya dolía un poco hasta que finalmente el señor se detuvo y empezó a convulsionarse encima de mí, en ese momento no entendí lo que estaba pasando hasta que sacó su verga de mi culo y me dejó chorreando de semen, entendí que se estaba viniendo.
Así de misterioso como entró, volvió a salirse de la habitación.
El señor era todo un semental, varonil, con cuerpo musculoso y un poco velludo.
Nos quedamos solos Irving y yo.
Entonces mi amigo me advirtió que iba a prender la luz.
Yo estaba todo confundido, con algo de pena pero todavía muy excitado por todo lo que había pasado.
Irving me preguntó si me sentía bien y le dije que sí.
Me tomó de la mano y entramos a la regadera, ahí empezó a enjabonarme y a bañarme.
Mi culo todavía me dolía como si tuviera la verga adentro.
Con un poco de pena tuve que checarme y por suerte todo estaba bien, solamente quedaba la sensación de que mi culo se había dilatado.
Me bañé con cuidado y me pasé el jabón entre las nalgas para limpiarme los restos de semen.
Después del tremendo cogidón mi verga estaba noqueada sin siquiera haberme venido, entonces sin entender por qué mi verga empezó a pararse y se puso bien dura.
Yo no quería que Irving me viera pero era imposible ocultarme estando los dos desnudos en la regadera.
Supongo que se dio cuenta y me dijo: está bien, todavía te falta.
Entonces se puso de rodillas sobre el piso y empezó a chuparme el pito, no tardé mucho en empezar a venirme en la boca de Irving y sentí que me vine tan fuerte como nunca, hasta me dolieron los huevos mientras él se tragaba mi semen.
Salimos del baño e Irving me contó que su padre y él habían empezado a tener sexo desde hacía un par de años, que primero empezaron a masturbarse juntos y luego el papá le pidió que le chupara el pito y una noche que el papá estaba borracho e Irving estaba muy caliente cogieron por primera vez.
Ahora Irving tenía la fantasía de ver a su papá cogiéndose a alguien más y le había pedido que nos espiara y que estuviera atento para que si yo aceptaba tener sexo se metiera a hacer un trío.
Yo no sabía como reaccionar, me sentí usado pero al mismo tiempo me había gustado todo.
La verdad es que al final quedé muy satisfecho y extasiado con el curso que tomaron las cosas, fue una sorpresa total y no era como hubiera planeado que me rompieran el culito por primera vez pero fue mucho más cachondo de lo que hubiera imaginado.
Desde ahí empecé a coger regularmente con Irving, a veces con su padre o los tres.
y en una ocasión con un amigo de su padre, se me hizo como una obsesión por los negros y las vergas grandes.
pero esas historias se las contaré después.
Ya quisiera yo estar con negros