Me la mamó un morro de 12 en el gym
El morro me andaba mirando mucho en el área de pesas y me siguió hasta las duchas y le tuve que dar lo que quería .
Desde siempre tuve pegue con los morritos púberes, tengo muchas anécdotas de cómo me perseguían, me miroseaban, se me ofrecían. Por culpa de una educación y adoctrinamiento conservador, no me atrevía a darles entrada. Después, las primeras veces sentía culpabilidad. Y ahora ya me siento completamente libre. Si un morrito me pide, le doy.
En esta ocasión yo tenía 28 años. Iba a un gimnasio familiar donde también había alberca, y otras actividades. Yo siempre he estado en forma. Desde los 16 años voy al gym, practico un poco de natación, ciclismo y lo que se de. Tengo un cuerpo bien definido y estético, digamos fit, no sobre musculoso. Tengo piel morena y un pene de 18 cm.
Desde que estaba en el área de pesas sentí la mirada de este morrito. Ese día estaba haciendo pierna y estaba en la máquina de press inclinada. En esta posición la espalda está casi paralela con el piso y el movimiento es doblar las rodillas hacia el pecho y luego empujar hacia arriba. Supongo que en el momento de tener las rodillas en el pecho, si alguien te ve desde cierto ángulo, puede ver las nalgas estiradas, el culo abierto y los huevotes colgando.
Pues mientras hacía este ejercicio noté que el morrito estaba sentado en otra máquina de pierna. Era un chico delgado, blanco, pelo negro algo alborotado, con sus shortsitos gris y camiseta blanca. Hacía como que hacía extensiones de pierna pero en realidad no sabía lo que hacía. Pero lo que sí hacía bien era mirarme con mucho interés. Y lo que más me rompió la concentración fue lo que hacía con su boca. Se metía el cuello de su botella de agua completamente en la boca, y lo chupaba. No tomaba agua, solo chupaba el cuello de la botella como saboreando la humedad de él. Y cuando cruzamos miradas me da una sonrisita pícara.
No le puse o no le quise poner mucha atención, por precaución de que alguien en el gym se de cuenta de que ando tratando de ligar a un morrito de 12. Pero sí despertó mi interés.
Seguí con mi rutina y el morrito seguía en el gym. A veces salía y regresaba. Lo vi que andaba con un amiguito. Soy muy enfocado cuando voy al gym. Mi rutina es primero y lo demás son distracciones. Así que terminé, me sentí satisfecho, y me fui a darme la ducha.
Está el área de lockers, y una pared a un lado, y detrás de ella están las regaderas. Antes de llegar a las regaderas hay que pasar por dos minjitorios. Hay unas 4 regaderas a cada lado del cuarto, y si caminas hasta el fondo, hay una puerta que sale a la piscina. Son duchas abiertas sin divisiones
Llegué a mi locker, me desvestí y caminé desnudo hacia la regadera. Me estaba bañando normalmente cuando veo que el mismo morrito llega a usar el minjitorio. Pero me miraba a mí más que orinar. Por fin el cabroncito logró lo que quería, verme desnudo. Ahí ya no dudé qué era lo que quería ese morro. Le di una mirada sensual y empecé a acariciarme el pene. El morrito ya no disimulaba. Yo le estaba dando un show y él miraba disfrutando. Mi pene se empezó a poner duro y él se veía más excitado.
Entró un señor mayor, y rápidamente me tuve que voltear y tratar de esconder mi erección. Los dos tratamos de disimular. El morrito se fue. Este señor tardaba, así que mejor terminé y me fui a vestir. Pero el morrito estaba aún ahí. Pude notar que había dos personas hablando en el siguiente pasillo, un señor en la ducha, y un morrito a unos pasos de mi saboreándose con mi cuerpo y mi verga.
No sabía que hacer pero para ese momento ya tenía decidido que sí quería hacer algo con él, ya me había calentado y ni modo de irme con las bolas moradas a la casa. Especialmente después del gym, toda esa actividad física aumenta la testosterona. Pensé que el morro lo necesitaba, sentí morbo. El morro suplicaba con la mirada, sentí ternura, me dieron ganas de hacerlo por él, no tanto por mí. Ya tenía la verga bien parada.
Me puse la toalla y le hice señal de que me siguiera. Fui hasta atrás donde estaban los cubículos de wc. Lo esperé, y nos metimos en un cubículo. El morrito no me llegaba a los hombros, su cuerpito blanco, delgado y tierno frente a mí, tenía sus dientes un poco salidos, todavía no le habían puesto sus brackets. Pelos negros despeinados. Era muy lindo y simpático. Y con esa mirada de excitación y deseo.
Me quité la toalla y quedé expuesto para que hiciera lo que él quisiera. No perdió ni un instante y se arrodilló y devoró mi pene. Sí, eso era lo que quería. El morrito lo hacía con tanta hambre y placer, se notaba que sí lo había hecho antes. Tenía una técnica increíble, creí que me iba a correr inmediatamente. Se la metía hasta la garganta, no dejaba un solo milímetro fuera. Él estaba en otro mundo gozando como loco. Y yo también. Le tomaba su cabeza con mis manos, solo para meter mis dedos entre su pelo, pero no tenía que empujarlo, porque el solo se la tragaba toda. Era tanto el placer. Una mezcla de agresión, control, deseo, ternura, amor, perversión. Además mi verga estaba recibiendo un workout de succión para su agrandamiento.
Se sacó mi verga de la boca, y se metió mis bolas. Mi verga le quedaba sobre su cara. Me di cuenta que esa verga era más grande que su carita. La volvió a engullir y yo solo me dejé llevar y disfrutar del placer que este experto me estaba dando. No duré mucho más y empecé a disparar mis chorros de leche dentro de su boca. El morrito como becerro tomaba todo. No dejó de chupar hasta que lo dejó completamente limpio. Se paró, tenía sus ojos lagrimosos, pero con una cara de felicidad y satisfacción. Lo estrujé contra mi pecho, le di un abrazo y un beso en su cabeza, luego lo miré, como diciéndole, ya le di su lechita, mijo, vaya y tenga un buen dia. Le abrí la puerta y se fue. Esperé un minuto, luego salí a cambiarme y retirarme a casa.
Tengo varias experiencias de ese tipo que me han comprobado que de esa edad son los mejores. Lo dan todo y te hacen sentir en el cielo. Y ahora ya no los cambio por nada.
que buena historia amigo me gustaría leerte mas de todas tus experiencias
Escríbeme en tg @sebalo98 y hablamos
con ganas de leer las siguientes partes
Ufff, menudo relato! ¿ Hay una segunda parte de esta historia? ¿ Escribirás más relatos como este?
Tengo más experiencias, pero este es el primer relato. Escribiré más.
wow que rico mano lo haya disfrutas ojala se dieran ms cosas ufff de echo a esas edades son bien potentes y calentones y vaya que si mano igual te diste cuenta jeejejee
Hola. Que rico relato. Quiero saber a qué gimnasio vas jajaja
Si quieres escribeme a tl:lfgdrs
Qué morbo de historia a la verga, los de esa edad son bieeeeen calientes y aventados, me consta por que lo he vivido con algunos jajja