Me lo cogí porque él quería
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La historia comienza en una ciudad llamada Tuxtepec, siempre que viajaba a esta ciudad me hospedaba en un hotel llamado El Eden, un hotel pequeño pero muy confortable que cuenta con un restaurancito donde se come muy sabroso, el que era atendido por el propierario del hotel y su familia, entre ellos un chavito de 13 años llamado Patricio.
Cuando me hospedaba en el hotel sentía que Patricio me comía con la mirada, y siempre lo cachaba viéndome la entrepierna, lo que no me molestaba y tampoco le daba importancia pues veía al chicuelo en edad de descubrir la vida. Patricio era un chico con un cuerpo muy bien formadito, unas nalguitas bien paraditas, una carita bonita y ya pintaba que iba a ser alto porque estaba casi de mi misma estatura.
Una noche regrese de trabajar y me iba bañar, pero me di cuenta que no me habían dejado toalla, por lo que llame a recepción para que me enviaran una, yo andaba en trusa, ya que siempre que regresaba de trabajar me quitaba la ropa y me quedaba completamente desnudo por el tremendo calor que hace en la zona, en esta ocasión solo me quede en trusa.
Tocaron a mi puerta y me puse rápidamente el pantalón, porque ya sabía que me llevarían la toalla, así que abrí la puerta para recibirla, era Patricio el que llevaba la toalla, el me dijo que si lo dejaba pasar un momento, yo le pregunte que para qué, entonces me contesta que quería preguntarme algo de una tarea que estaba haciendo, lo deje pasar con cierto recelo, pues se podía malinterpretar y yo no estaba para echarme problemas, menos que pensaran otra cosa de mi.
Patricio me empezó a preguntar que si era muy activo sexualmente, o sea si cogía mucho o poco, le conteste que regular, por que cuando viajaba me cuidaba y me portaba bien, hasta que regresaba a mi ciudad me culeaba a mi novia y bien rico, de repente me dice que él no sabía nada de sexo y que quería saber que se sentía, entonces me dice que si yo le podía enseñar mi pene, porque quería saber si su pene era chiquito o de buen tamaño y quería compararlo, le dije que no, pero que no se preocupara por que el estaba en pleno desarrollo y lo más seguro es que no tenía por qué preocuparse, ya que todos los penes son en promedio del mismo tamaño, entonces me dice que cuando me veía, el sentía que un calor le recorría el cuerpo y que se le paraba el pilin y se le humedecía el culo y él deseaba que yo me lo cogiera, que era un sueño que siempre tenía, por eso siempre me andaba espiando el paquete cuando yo llegaba al hotel, por que se imaginaba que mi verga era grande y gruesa, me decía que quería perder su virginidad anal conmigo, me puse muy nervioso y le dije que no pensara eso, yo no tenía esos gustos de andar culeando chamacos calientes, porque para empezar era un niño y eso era un delito, además le dije que a mí me gustaban las viejas y a esas si me las cogía.
Patricio se me empezó a acercar y de repente que me abraza, y me dice… si no me coges, voy a gritar que me quieres violar, y empieza a agarrarme el paquete, lo que empezó a evitarme y se me empezó a para la verga, le dije que se retirara por qué no me interesaba su oferta, el en lugar de irse me sigue abrazando y me dice que si no me lo cojo, va a gritar y va a decir que yo lo quería violar, eso me desarmo y por una vez en mi vida no sabía qué hacer, sobre todo por lo penado que esta coger con niños menores de edad, para entonces el chamaco se dio cuenta que yo no sabía que hacer y me empieza a besar, la neta en verdad que me gusto el dulce sabor de sus labios carnosos.
Como un novato en el sexo me empieza a quitar el pantalón, me abre el zipper y me lo baja con todo y calzón, para ese entonces ya tenía mi verga bien parada, el se agacha y se acomoda en la boca la cabeza de mi pene, me va descubriendo poco a poco el capullo y lo empieza a meter en su boca, yo aun no salía de mi desconcierto y cada vez disfrutaba más de la rica mamada que me estaba dando el pinche mocoso, aunque era torpe, sus gruesos labios compensaban su torpeza y me succionaba como si fuera una pequeña aspiradora humana, trataba de tragársela toda, pero no le cabía en la boca y de repente daba muestras que quería vomitar, pero se aferraba y lo saboreaba como un chango con su banana.
Me empuja hacia la cama, y se acomoda encima de mí, de tal forma que se acomodo bien con su chupón en la boca y después de un buen rato de estármela mamando, ya no aguante y le agarre la cabeza y con todo el vigor posible le avente varios chorros de leche en la garganta, la que hizo que se atragantara y empezara a toser, pero sin sacarse la verga de la boca.
Le dije que ya se fuera, no sea que lo anduviera buscando su familia, y me contesta cínicamente, que solo estaba el encargado de recepción, que sus papas habían salido a un velorio de un pariente, así que no tuviera miedo, que solo me amenazo para que no lo dejara con las ganas de mamar y si se podía, también coger.
Entonces me dio coraje y lo agarre de la cintura y lo bote de espaldas en la cama, me monte encima de él y me empecé a frotar la verga en sus nalgas para que se me volviera a parar y le dije, te ganaste una supercogida pinche chamaco maricon, ahora si vas a conocer una verdadera riata y te voy a convertir en una puta princesa o zorra, como quieras llamarte.
El adolescente en lugar de espantarse se veía muy feliz, con una cara de putita que no disimulaba. Le empecé a meter un dedo en el culo, el cual tenía muy apretado y se notaba que todavía no era estrenado por nadie y eso me éxito mas, le ensalive poco a poco el agujerito, primero le metí un dedo, luego dos y cuando ya le pude meter tres dedos me di cuenta que ese culito ya estaba listo para ser penetrado.
El sin moverse estaba quietecito como un niño bueno, solo pujaba cuando sentía mis dedos entrar en su culo y me decía que cuando le metiera la verga, que se la metiera despacio para que no le doliera mucho y que aunque no sabía en que iba a terminar todo esto, estaba agradecido que el hombre que él había escogido, le iba a ser realidad su sueño.
Al decirme sus pensamientos, se me quito el coraje que tenia y me dispuse a cogérmelo y disfrutar de ese agujerito virginal que se me ofrecía, de esa florcita que iba a deshojar.
Le abrí las nalguitas y vi que su culo estaba bien mojadito, bien húmedo y bien rosadito por el trabajo previo ya realizado, le fui acercando la cabeza de mi pito poco a poco, y se la puse en la entrada de su pequeño agujerito, el que parecía muy pequeñito y al ver la cabezota de mi verga, nadie se podía imaginar que esa boquita se iba a comer tremenda culebra de un solo ojo.
Poco a poco empecé a empujar mi verga y esa boquita de culo se resistía a dejarlo entrar, le dije que se relajara y que aflojara todo lo que pudiera el culo, y así lo hizo, entonces le di un arrempujon fuerte que hizo que la mitad de la cabeza se metiera en su estrecho agujerito, me dijo que le dolía mucho y le conteste que poco a poco le empezaría a gustar, me quede quieto disfrutando como esa boquita de culo apretaba mi cabeza y la sensación de placer que me estaba dando era indescriptible.
Después le di otro arrempujon y sentí como toda la cabeza entraba y le rompía el esfínter de su ano, el grito y le tape la boca y le seguí empujando, ya tenía la mitad de la verga metida y el chamaco lloraba y me decía que ya terminara, que le estaba doliendo mucho, que se la sacara, que no le estaba gustando, pero eso a mí no me importaba, yo estaba enloquecido de placer y le seguí bombeando el pito dentro de su culo, y disfrutaba la estrechez de su entrada, parecía que mi pene era apretado y succionado por una aspiradora, le segui metiendo hasta que sentí que mis bolas se topaban con la nalgas, ahí ya me di cuenta que toda la verga estaba adentro.
Empecé a meter y sacar mi verga , el culito estaba tan rico y apretadito que nunca me imagine el placer que me podía dar, le seguí bombeando y entonces me di cuenta que Patricio se retorcía y empezaba a mover el culo como una puta, me dijo… ya no me duele, ahora me está gustando mucho, quiero que nunca me lo saques, que lo sigas metiendo, después de bombearlo como unos 20 minutos, me di cuenta que estaba por terminar, así que le empecé a dar de manera salvaje las embestidas, hasta que sentí que mi cabeza se hinchaba y explotaba aventándole chorros de semen dentro de sus intestinos, el lo disfruto tanto que se movía como una serpiente antes de ser asesinada, después que eyacule, le pique fuertemente las costillas de tal forma que Patricio dio un apretón de culo impresionante, que aproveche para sacarle mi verga, la que salió toda bañada en sangre y semen.
Vi que el culo de patricio quedo muy destrozado, hinchado y lleno de sangre, con una abertura muy considerable, en cambio mi pito quedo bien colorado, la cabeza rebosante de sangre y se veía que había salido vencedora al romper ese culito tan deseable por muchos.
Patricio se abalanzo sobre mi pito y lo empezó a mamar como un becerro tierno y empezó y comerse todos los residuos de semen y sangre que lo adornaban, yo me deje querer, deje que el chamaco se diera gusto con su juguete nuevo, parecía que una nueva puta llegaba al mundo, ya no era el niño que había entrado a mi cuarto con una carita angelical, ahora ya estaba transformado, ya era un puta que ya había empezado la carrera de comer vergas.
Así fue como Patricio me obligo a que me lo cogiera, y así fue como empezó mi carrera de coge culos, ya que después de haber probado las mieles de un culito virgen, ya nada es igual, ahora ya no se a cuantos putitos me he cogido, pero siempre escojo culitos nuevo, culitos que apenas empiezan a comer vergas, son deliciosos y lo que más disfruto es esa sensación de poder que me da estar encima de ellos y someterlos, volviéndolos mis esclavos del placer.
A Patricio me lo seguí culeando cada vez que me hospedaba en el hotel y con el tiempo se volvió un experto en el arte de mamar vergas y mover el culo, tanto que ahora es uno de mis culos preferidos.
comosigue