Me meti con el cuidador de carros
Le di algo de dinero, para que me partiera el culo.
Mi nombre es Adrián
Tengo 30 años, cuando inicio la pandemia, deje de tener sexo, tenía que quedarme en casa y casi no tenía dinero para salir o socializar o por lo menos darme una vuelta, mi cabeza estaba en otro lado, cada noche me masturbaba eso si, para poder tranquilizar mi ser.
Después de un tiempo, me solicitaron regresar a la oficina, y me empecé a arreglar más, me pagaban más. Pero cada mañana, en la esquina de mi casa, veía a un chico que cuidaba los coches en un restaurante. Una mañana pase fumando un cigarrillo, y él me vio y se acercó a mí a pedirme uno, se lo di, y de ahí nada paso, ni siquiera lo había pensado alguna vez.
Paso tiempo, lo seguí viendo, todo como de costumbre. Una tarde, un viernes, un chico estaba en la calle, drogándose, y me saludo, me pidió una moneda, se la di, y me empezó a hacer la plática, me quede platicando unos minutos con él, le dije que si quería le podía dar más dinero si me dejaba agarrarle la verga, y no quiso, se alejó, pero me quede con ganas.
Ese fin de semana, fui al mercado que se ponía por mi casa, y pase por donde estaba el cuidador de coches, me regrese, y le regale un cigarrillo, sabía que iba a aceptar. Empezamos a platicar, su nombre era Pedro, me dijo que vivía con sus hermanos, y que había estado en la cárcel, que hace no mucho había terminado con su novia, que lo dejo por otro tipo de su calle, después de unos minutos me despedí, y me dijo, «cuando quieras estoy aquí para lo que gustes» y le dije «para lo que sea» se rio, y me dijo, si, si quieres te puedo dar duro, y me das unas mamadas, pero ahorita no, porque ando trabajando, venme a ver el próximo fin.
Toda la semana estuve pensando en él, y empece a planear el encuentro. El siguiente domingo, tome mi mochila, traía puesto un suspensorio negro, tome un lubricante, y unos condones. Tome algo de dinero, y me fui para buscarlo. Lo encontré, y no había tanta gente en el restaurante, por lo cual no tenía trabajo, y estaba ahí parado sin hacer nada.
Le propuse que nos fuéramos y accedió. Tomamos un taxi, y nos fuimos a un hotel cercano. Subimos al cuarto, y estaba algo nervioso. Se quitó la ropa, y me pidió que encendiera la televisión y que pusiera una película porno. La puse, baje su bóxer, la tenía regular. Él era de complexión muy delgada, moreno, un poco más bajo que yo, yo creo que le media unos 15 o 16 cm.
Se la empece a mamar, y se le empezó a parar, mientras me bajaba mi pantalón, seguía chupando su pene hasta que se puso duro, me dijo, ponte en cuatro. Le puse el condón, y el lubricante, y me la metió. Me la metió muy fuerte, y me empezó a coger, Podía sentir como sus caderas pegaban a mis nalgas, se sentía muy bien.
Se le bajó, saco una pipa de su pantalón, y empezó a fumar piedra. Le quité el condón, y se la volví a chupar. Se le paró de nuevo, le puse un nuevo condón, y me empezó a coger de nuevo. Después de unos minutos, sentí que el condón se rompió, pero él no se detuvo, él siguió, le dije que parara, pero no me hizo caso.
Sentía tan rico, que lo deje, estaba muy caliente. Se le bajó otra vez. Le quité el condón roto, y se la volví a chupar. Le dije que se acostara en la cama, se le volvió a parar, y me le monte, así a pelo, me agarro de las caderas, y le empece a acariciar el pecho, en serio se veía que lo disfrutaba mucho.
Se vino dentro de mí, y me bajé de él. Me vestí, le di algo de dinero, y me fui. El siguiente fin de semana, lo vi, ya era de noche y el restaurante ya estaba cerrando, era domingo y casi no había tanta gente en la calle. Le dije que si no quería que le diera una mamada, o si no me quería poner en cuatro, se rio, y me dijo, vente vamos acá, nos metimos atrás de unos camiones, y me baje mi pantalón, se ensalivó la verga y me la empezó a meter.
Un vago nos empezó a ver, y se sentó ahí cerca de nosotros, para ver como me metían la verga, me empezó a decir que si me gustaba que me hiciera su putita, Pedro le dijo que si no quería que también podía ser su putita, el vago solo se rio, Pedro se vino dentro de mí, y me fui para mi casa. Esa fue la última vez que lo vi, el restaurante cerro en esa semana, y pues ya no tenía empleo ahí, supongo que se buscó otro.
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