ME PASO A LOS 9 AÑOS
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por vendecidete.
Publicado por vendecidete
Cuando tenía 9 años, vivía con mis padres y mi hermano en un pueblo del interior de mi país
Una vez, viniendo de un tambo donde iba a buscar la leche, un hombre que siempre andaba cerca de la escuela, me saludo.
Mi bicicleta había quedado del lado del tambo y la portera estaba con candado.
Se ofreció para pasar la bici para el otro lado. Le agradecí y lo hizo, luego, se agacho y quedando a mi altura me dio un beso en la frente y me acaricio mi entre pierna diciéndome,
Que lindo que eres, me mostrás tu pitito? A mi me dio pena, y el se sonrió, no tengas pena, solo quiero verlo y darle un besito.
Le dije, bueno, pero en la calle no. Entonces el me invito a ir a un bosquecito que había al lado de la calle, ya estaba oscureciendo.
No había problema por el tiempo, mi mamá sabía que muchas veces me quedaba un rato en el tambo tomando leche recién ordeñada, y muchas veces llegaba de noche
Fuimos hacia el bosquecito y se sentó en el tronco de un árbol caído, me acercó hacia el y me sacó el pantalón , en aquel tiempo no usaba interior, y me puso ahorcajada en su falda, de tal manera que mis piernas rodeaban su cintura, se agachó sobre mi y se puso todo mi pitito y huevitos en su boca y estuvo un rato chupando.
La sensación era muy linda, yo sonreía mientras el acariciaba mi culito con un dedo intentarlo meterlo, no me molestaba, con la saliva que le salía de chuparme, corría por mi entre pierna y me gustaba lo que estaba pasando.
Luego el me bajo y se paró diciéndome
Ahora te toca a ti bajarme los pantalones, besarme y chuparme mi pitito, yo considere que estaba bien, el me lo había hecho primero, porque no, además el era grande y no tuvo asco, así que no sería tan feo hacerlo.
Desabroche su cinto y los botones de su bragueta y baje su pantalón y su interior, y salto como un resorte su pito, era enorme, con mucho pelo, yo la bese en su cabeza, abrí mi boca y apenas entraba en mi boquita, hice eso por unos 5 minutos en que el me dijo sentándose de nuevo, ven vamos a juntarlas para que se conozcan,
Eso fue muy agradable, sentir el calor de tu pito en el mío, entonces el se acercó y me beso en la boca, te voy a enseñar a besar para que puedas hacerlo con tu novia.
Yo me sonreí y respondí a su beso.
Después de unos minutos de estar así, me dijo, te la voy a meter acá, tocándome el culito, y luego tu me la metes en el mío, te gustaría?
No me va a entrar es muy grande,
No te preocupes, acá tengo algo que va a permitir que entre, y sacó un frasco con un líquido que parecía aceite, me pudo en mi culito, relájate, no aprietes, y me metió el dedo bien suavemente, te molesta ahora porque recién se está lubricando, pero vas a ver que en un ratito no molesta.
Y así fue, por eso le permití que siguiera, luego se puso ese líquido en su pito y me dijo, tómalo y ponlo en la entrada de tu culito, cuando esté me avisas dándome un beso como si fuera tu novia, como te enseñé.
Así lo hice, e tomo mi cabeza y la apretó contra su boca con el otro brazo me apretó contra el y empujó hacia arriba con toda sus fuerzas.
Mis piernas que estaban abrazando su cintura se abrieron, mi mano que sostenía su pene se abrió y el brazo se estiró junto con el otro, quería gritar y no podía mi boca estaba contra la de él, me sacudía para zafarme y era peor, porque entraba más, lloraba y lloraba sin poder pedir auxilio ni zafarme; así me tuvo un rato, el dolor pasó, yo me sentía mareado y el me acariciaba y besaba.
Me decía, que rica nena eres, ahora eres mi mujer y yo soy tu marido. Así como tu mamá y tu papá.
Ya no te duele, me preguntó, le respondí con la cabeza que no me dolía, el la saco se puso más aceite y la volvió a meter, y así metiendo y sacando, empecé a sentir agrado, mi pito se paro mucho, el me dijo, veo que te gusta mi mujercita hermosa. Lo hizo hasta que en un momento se puso tenso me beso suavemente y sentí algo que entraba en mis tripas y me ardía.
Ahora si eres mi hembra para siempre. Serás mi hermosa mujer. Le conteste que si con la cabeza.
Me a saco, me dijo que hiciera fuerza como para hacer caca, luego saco un pañuelo y me limpió muy bien, y me dijo
Si dices algo yo lo voy a negar, y vas a quedar como un mentiroso, nadie te va a creer pero a mi si.
Me fui a casa con la leche y la bici caminando, no me podía sentar,
Cuando llegue, me fui al baño y me toque, entraba toda mi mano en mi culito. Le dije a mamá que estaba con sueño, tome la leche y me fui a la cama. Al otro día mi culito estaba normal, solo era la sensación de tener algo grande en el, pero no me dolía
Luego ya sucedieron otras historias mas, pero será para el próximo
A partir de ahí me iba más temprano a buscar la leche
Venia de la escuela y ya corría a buscarla al tambo, no me encontraba con aquel hombre.
No lo veía por los alrededores de la escuela, pero un día que mamá me mando primero a buscar el pan, me tardé un poco, así que llegué al tambo más tarde, estaba abriendo la portera cuando el vino por detrás y me dijo al oído.
Como esta mi mujercita hermosa. Te espero, no me falles y no digas a nadie que te estoy esperando, sino le voy a decir a tus amiguitos de la escuela que me la chupaste.
Me resigné, y luego de cargar la leche, vine a su encuentro, nos fuimos al bosquecito, ahí me dijo, mi amor, no temas, ya no te va a doler, porque yo ya te hice mujer, te desvirgue, y es por eso que eres mi mujer.
Ven, se sentó en el tronco y trajo hacia el, me beso muy suavemente, me acaricio todo mi cuerpo, tomo el aceite y se puso en un dedo lo llevo a mi culito y suavemente me lo metió.
No sentía dolor, abrázame me dijo y lo hice, me besaba en la boca y jugando con otro dedo poco a poco lo metió, tampoco sentí dolor, mi pito se paró y quedo duro, el sonrió y besándome empezó a jugar con otro dedo el cual poco a poco también lo introdujo, jugaba con los dedo dentro de mi culito, viste que ya no te duele, viste que ya no te voy hacer daño, la otra vez fue porque era la primera vez, y siempre que se rompe el virgo de una mujer duele.
Ahí fui yo quien lo bese y le sonreí, entonces me dijo, me besas mi pitito, yo baje sus pantalones y le bese y luego lo metí en mi boca y chupe un buen rato, tratando que entrara todo en mi boca
Me llegó a la garganta e hice arcadas, el me dijo, cuando llegue ahí, tienes que hacer como que tragas algo, lo hice y entró más pasando por mi garganta, pero no podía respirar, entonces me lo saque de la boca. El se rio, pobrecita mi amada mujer se atoró comiendo chorizo, yo me reí con los ojos llorosos por la situación de ahogo que había pasado.
Ahí fue que el se puso aceite en su pene y me dijo, siéntate como la otra vez, no lo hagas rápido. Hazlo suave, yo te ayudo y tomándome de mi cintura mis piernas rodeando su cintura, con una mano sostenía su pito en la entrada de mi culito y con la otra me sostenía de su cuello, iba controlando la penetración, poco a poco fue entrando sin sentir dolor, me sentía bien, estaba tranquilo y en cierta forma estaba feliz.
Nos besábamos en la boca y nos abrazábamos
Apenas me molestaba y se lo decía. Entonces el paraba la penetración y esperaba hasta que le dije ya no me molesta, entonces el siguió penetrándome.
No se por qué, pero me sentía feliz, estaba abrazado de aquel hombre que me acariciaba y me besaba todo mientras su pene entraba y salía acompasadamente de mi culito
Mi pito estaba re duro, y sentía cosquillas en mi interior.
El jadeaba y me decía, mi putita linda. que hermosa eres.
Así siguió hasta que se fue dentro de mi nuevamente.
Te gustaría estar toda una noche conmigo? Me dijo,
No, mis padres no me van a dejar, déjalo en mis manos si tu quieres yo arreglo para que estés toda la noche conmigo. Inocentemente le dije que si. Que quería estar toda la noche con el, no se, parece que cuando uno es niño no tuviera un sexo definido y aprecias todo lo que sea, sin medir consecuencias.
Me sacó su pene, me hizo cagar y me limpió muy bien, me puso un algodón con crema dentro de mi culo y me dijo que cuando llegara me lo quitara y tirara en el baño, sentí un fresco agradable en mi culito, me sentí muy bien.
Ya me fui a casa con una sensación rara pero feliz, no me había dolido y me había gustado, lo que no entendía era por qué me trataba siempre de mujer, pues yo me sentía hombre y deseaba meter mi pito en el culito de algún compañerito.
De hecho lo había hecho con un compañerito en su cuarto un día que fui a su casa a hacer los deberes juntos.
Lo que más me gustaba del hombre, era que aprendía muchas cosas con el y que luego practicaba con este compañerito.
Con el nos chupábamos mutuamente nuestros pitos, hoy se que se llama 69
ASI SEGUIMOS
Así seguimos, yo comencé a decirle que no podía venir a esa hora entonces el me dio donde vivía y me dijo que fuera al día siguiente, Salí de la escuela y me fui a su casa corriendo, mi madre sabía que iba junto a un compañerito a su casa.
Resulta que vivía muy cerca de casa, no fue difícil ir hasta el. Así en su casa donde vivía solo, me recibió, me hizo entrar y al cerrar la puerta me beso, yo respondía a sus besos, porque era bueno.
Me acariciaba mucho, me besaba, me trataba muy bien, diferente a mi padre que siempre me maltrataba.
De inmediato me llevo a su cuarto, me desnudo en la cama y me puso una bombachita y una minifalda que resaltaba mi colita.
Estas hermosa me dijo, me hizo ver a un espejo y yo me reía y movía mi colita, el sonreía y me decía que era bellísima, poco a poco me fue transformando, esa tarde no me penetro. Solo le chupe su pene hasta que termino en mi boca, me dijo que era mi alimento que lo tragara, entre el asco primero y el agradable sabor que sentía de eso que estaba en mi boca, lo tragué.
Luego me puse la túnica de la escuela y sacándome la pollerita y la bombachita me puse el pantalón y Salí corriendo para casa.
Al otro día mi mamá me comento que un Sr. Había venido a pedirle permiso, porque iba al campo y necesitaba un ayudante.
Como yo ya trabajaba en la casa de una señora a la cual ayudaba en los quehaceres, mi madre ya había hablado con ella que por una semana no iba a estar, así fue como me fui con el para el campo.
Viajamos mucho, hasta que llegamos a una casona muy grande en el medio de un campo inmenso donde no se veía una casa más a su alrededor.
Entramos, el se desnudó y me desnudo, entramos al baño y nos bañamos juntos, me limpio mucho, todo mi cuerpo. Luego, sentado en la cama, secos los dos, me beso y me dijo que me acostara boca abajo.
Comenzó besando mi cuello, mis orejas, recorrió toda mi espalda besándome, hasta que abrió mis nalguitas y me beso la colita, media su lengua dentro de mi culito, la sensación era tan hermosa, agradable, no se cómo explicar, pero me enloquecía a tal punto que yo era quien sostenía bien abiertas mis nalguitas para que el hiciera todo lo que quisiera, mi pene estaba durísimo, gozaba al máximo,
El entonces me pidió que hiciera lo mismo con el, no me gustó mucho, tenía muchos pelos en su culo pero por retribución a lo que me había hecho, se lo hice.
Luego el preparó mi culito con una grasa que saco de un pote, poco a poco me penetró, me tomo desde mi cintura y mi pecho y se levantó manteniéndome ensartado.
Se sentó en la cama y se comenzó a vestir quedando yo entre su ropa penetrado. Me daba risa la situación. No sentía dolor y me gustaba mucho ya tener su pene dentro de mi, se puso un calzoncillo donde entrabamos los dos pero que tenía como una especie de sostén que era aguantado arriba por un cinto que ajustó bien a su cuerpo, luego se puso los pantalones y una camisa donde salía mi cabeza a la altura de su cintura.
Salimos, era hermoso sentir como su pene apenas entraba y salía mientras caminaba con migo ensartado. Ensillo el caballo, se subió y salimos al galope por el campo, en el trotar su pene entraba y salía de mi culito, yo gozaba , mi pene estaba re duro y el gemía, anduvimos mucho tiempo, sentí cuando el termino dentro de mi pero seguimos cabalgando hasta llegar a un arroyo donde bajamos del caballo.
Te gusto la cabalgata, si mi amor, le dije. Me Salió del alma decirle así. Ya era yo que me sentía su mujer, no sabía por qué lo había dicho, pero sentí el deseo de decirlo.
El se sacó el pantalón, se sentó en una piedra a la orilla del arroyo se sacó ese arnés con el cual me sostenía y me tenía penetrado aun. Se acostó y me giro en su pene para ponerme de frente.
Me haz hecho muy feliz hoy mi amada me beso y sosteniéndome mientras yo rodeaba su cintura con mis piernas, entramos en el arroyo, era un día muy cálido y el fresco del agua era agradable.
El saco su pene de mi y me limpio muy bien, salimos del agua y se acostó en la arena, me puso sobre el besándome y nos quedamos dormidos los dos desnudos al sol.
Creo que yo ya lo amaba, aunque sentía que lo que hacíamos no estaba bien, pues algunas veces mi madre hablaba de esas cosas con sus amigas y vecinas y se alarmaban diciendo lo malo que eran esas acciones, pero yo me sentía bien cuando lo hacía, así que nunca salió de mi contarle a alguien lo que pasaba entre el y yo, el ya no me amenazaba y yo lo complacía entregándole mi culito el cual también me hacía feliz a mi, porque me sentía bien en esa situación, se podría decir que gozaba y que ya era yo el que quería vivir esos momentos.
Así que esa semana que era de vacaciones de primavera en la escuela, la pase con el pene dentro de mi culito todo el tiempo. Hasta cuando comíamos en la mesa, yo sentía su pene flácido dentro de mi pero ahí quedaba, de la mesa a la cama en la siesta, acostados sentía que su pene crecía dentro de mi, solo me lo sacaba cuando le decía que quería hacer caca, después de hacer, siempre nos bañábamos juntos, el me mantenía bien limpio.
Tal fue así que después me demoró varios días para que mi culito volviera a la normalidad cerradito
Después de cenar hacíamos nuestras necesidades, nos bañábamos y de vuelta en la cama me penetraba y dormíamos así toda la noche varios días en la mañana, nos levantábamos, y el orinaba dentro de mi, mientras yo lo hacía en el wáter, luego el se sentaba en una silla y me la sacaba diciéndome, que apretara el culito bien fuerte, yo apretaba y el la sacaba y me sentaba en el wáter para que echara todo, luego nos bañábamos, paso el tiempo volvimos y cada vez que tenía libre en la escuela me iba con el al campo, y siempre volvía con dinero por la ayuda prestada, mi madre jamás se enteró de lo que pasaba, y yo era feliz con el. Lo que había comenzado a prepo y me había dolido tanto seguía su curso con toda mi aceptación.
Me compraba libros y cuadernos para que estudiara y era su mujer, situación que había aceptado y me sentía feliz de serlo.
Esto duro hasta que cumplí doce años en que estudiaba mucho más, ya comencé el liceo y junto con ello, una cantidad de actividades más.
Mi amiguito, compañero de la escuela con el que también hacíamos estas cosas, me había llevado un domingo a su iglesia, sus padres eran metodistas, de ahí por una tía pase a la iglesia católica. Donde el padre para que le ayudara a misa me enseño todos los pasos.
Ahí comenzó una nueva historia. Porque tuve que confesarme para poder ayudar a misa
DESCUBRIENDO EL ENGAÑO
En realidad lo que paso fue que un dia que yo estaba en la casa de mi “marido”, llegó un chico que tenía 9 años, al igual que yo cuando comencé, aquella tardecita que me violó.
Le pregunte que quería y me dijo que mi marido lo había invitado a su casa.
Y cuanto hace que lo conoces, hacer 4 meses, una tarde en que yo hacía unos mandados para mi mamá, nos encontramos, ya estaba anocheciendo y me invito a ir a las canteras detrás del cuartel, (un lugar donde nunca había personas ni soldados).
Yo fui, porque me gustaba como me había acariciado y me dijo que me iba a enseñar como era estar con una mujer. Después el me forzó y me metió su pija tapándome la boca para que no gritara, fue muy doloroso, pero luego que el dolor paso, me dijo que ahora era su mujer y que si contaba algo el era adulto y le iban a creer más a el que a mi, en realidad tenía razón porque más de una vez mamá me pego por cosas que le contaban las vecinas de mi.
Me dijo que ya tenía una mujer pero que me quería a mi, que deseaba estar toda una noche conmigo.
Al principio lloré mucho y no quería verlo, pero otra vez que tuve que ir al mismo lado para un mandado, el se apareció
Y te dijo que si no ibas con el le iba a contar a tus compañeros de escuela que se la chupabas,
Si, así fue.. como lo sabes?
Porque a mi me hizo lo mismo. Yo soy la otra mujer, y quisiera saber que me va a decir cuando venga.
Bueno, tantas veces lo hicimos, que me empezó a gustar. Me siento bien siendo penetrado por el, además me hace regalitos
Si quieres me voy, pero tengo miedo que comente lo que hacemos.
No, yo me voy a esconder y cuando llegue y estén en lo mejor, yo me aparezco. No te preocupes, tu no tienes la culpa. Disfrútalo, yo desde hoy lo mando a la mierda.
Pero recuerda que a ti te va hacer lo mismo, se ve que le gustan los de 9 años.
Así que me escondí cuando vi que llegaba.
Ah, viniste mi mujercita divina,
Si encontré la puerta abierta y entré, perdona.
No mi amor, está bien, ven vamos a la cama. Sácate toda la ropita, mientras yo hago lo mismo, estas divina, me encanta que hayas venido. Y mejor ahora que estamos solos-
Y tu mujer donde está, se ve que salió pero ya la vas a conocer.
Se acostaron y se besaban mientras el le ponía vaselina en el culito, yo miraba desde dentro del placar.
Parece que estas nervioso, que te pasa,
Lo penetró suavemente como me lo hizo a mi, lo cogía mientras lo besaba, el chico comenzó a gozar y el acelero la cogida, se puso tenso y se derramó dentro de el.
Los dos quedaron respirando agitadamente, con los ojos cerrados, entonces salí del placar y me quede parado frente a ellos, cuando abrieron los ojos se encontraron conmigo parado y de brazos cruzados frente a ellos.
Me di media vuelta y me fui
Cuando salía, le oigo decir, bueno parece que tu serás mi única mujercita divina.
Llegué a casa llorando, mi madre me preguntó que pasaba y le dije que me había caído, me fui a la cama y me dormí llorando.
A raíz de todo eso fue que termine en el templo metodista con los padres de mi compañerito.
Mi tía puso el grito en el cielo, ella era muy católica, un día que su marido salía con el coche le pedí que si me enseñaba a manejar, el me puso en su falda entre el volante y el, yo acomode mi colita en su bulto, y salimos los dos, yo llevaba el volante y el hacia las demás cosas para que el coche marchara.
Yo hacia adelante y atrás mi colita y hacia los costados y comencé a sentir que su bichito se despertaba, el me tomo de la cintura y me bajo el pantaloncito, luego se bajó sus pantalones y sentí como su pene quedaba entre mis nalgas.
Entonces le dije, no, no quiero que hagas eso tío porque después le vas a contar a mamá y ella me va a pegar mucho.
Jamás le diría a tu madre lo que podamos hacer, si tu no le cuentas a tu tía. Claro que no le voy a contar le respondí
Llevó el coche por un camino fuera del pueblo, pasamos para el asiento de atrás y me chupo todo, yo también a el, luego me puso saliva en mi culito y me la metió toda de una, me molestó un poco, pero después solo gozaba, acabó dentro de mi, nos besamos y le dije
Cuando quieras Tiito seré toda tuya.
Hay putita, coges y chupas mejor que tu tía, quiero que siempre seas mía.
Siempre seré tuya le respondí.
Ahí fue que comenzamos a ir a la iglesia católica, un domingo me dijo mi tía, que tenía que confesarme para comulgar.
Me llevo junto al Cura y me dejó con el solo.
Cuál es tu pecado, me preguntó el cura.
Que me gustan mucho las mujeres y me masturbo con ellas, pero también me encantan los hombres verlos desnudos y poderle chupar su pene.
Bueno, esa es otra historia.
DE DIABLO, A SANTO DIABLO
Ahí fue que comenzamos a ir a la iglesia católica, un domingo me dijo mi tía, que tenía que confesarme para comulgar.
Me llevo junto al Cura y me dejó con el solo, me dijo, puedes contarle todos porque queda entre tu y el.
Cuál es tu pecado, me preguntó el cura.
Que me gustan mucho las mujeres y me masturbo con ellas, pero también me encantan los hombres verlos desnudos y poderle chupar su pene.
Bueno, eso tiene solución me dijo el cura, ahora vas a orar 3 padres nuestros y 3 ave María, llamó a mi tía y le dijo que desde el siguiente día, quería que viniera junto a el para enseñarme los pasos del monaguillo para ayudar a misa, mi tía quedó feliz y le respondió que yo no iba a faltar.
Al día siguiente, llegué temprano a la sacristía, estaba el padre, me dio un beso en la frente y me llevo a un cuarto donde había una cama y una biblioteca.
Quiero saber cómo es que quieres hacer con el pene de un hombre. Acá tienes un hombre, haz como si yo fuera lo que quieres.
Lo hice sentar en la cama y comencé a desabrochar uno a uno los botones de su sotana, luego de quitársela, le baje el pantalón, y el calzoncillo, su pene estaba casi parado.
Entonces lo tome entre mis manos y comencé a besarlo, luego a chupárselo, el se echó en la cama suspirando, yo seguía, mientras me saque mi pantalón, en aquella época (50 años atrás) los niños casi no usábamos calzoncillos.
Lo seguía chupando y comencé a subirme a la cama, eche saliva en mi mano me la pase por mi culito y me senté en su pene, suavemente, el movía la cabeza a los lados y decía.
Oh Dios, que hermoso eres, sigue así, y así seguí hasta que se descargo dentro mío.
Eso es lo que siempre quiero hacer, le dije, te gustó.
Mucho, pero quien te enseñó, le conté lo que me había pasado y con quien,
A ti te gusta hacerlo, verdad?
Bueno, yo le voy a contar a tus padres esto.
Empecé a llorar y a pedirle que no lo hiciera,
Entonces, solo lo harás conmigo y con nadie más. Para que nadie desconfíe de mi debemos denunciar al que te inició, entonces yo quedaré bien y tu podrás quedarte conmigo todas las noches que quieras, incluso vivir conmigo e ir a estudiar desde acá, te gustaría?
Le dije que si.
Se armó un revuelo en el pueblo, muy grande, el tipo fue preso, yo quede al cuidado del cura y la iglesia, al igual que el otro chico.
Dormíamos los 3 en la misma cama y mientras yo cogía al chico el me cogía a mi.
Pasaba la noche con su pene dentro de mi, así como lo hacía con el otro hombre.
Gozábamos mucho, hasta que mis padres tuvieron que venirse a la capital y entonces tuve que irme con ellos.
Con 16 años y una súper experiencia sexual, me fue a la capital.
Pero ahí todo cambio, trabaje y estudie hasta conseguir un puesto estable en el estado.
Nunca más estuve con otro hombre, a los 18 conocí a la que hoy es mi esposa, tengo 4 hijos y varios nietos.
Soy feliz con todo lo que he realizado en mi vida. Pero me quedó aun aquello que si tengo oportunidad algún día experimentaré.
Volver a estar toda una noche con un hombre.
Fin de mi historia.
Me gustaría q desarrollarás más lo del amigo de tu edad… cómo empezó, cuándo, cómo fue evolucionando, describir cómo fueron cambiando vuestros cuerpos…