Me volvi una puta
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Alonso70.
Si alguien me hubiera dicho hace 17 años que a mis 45 iba a estar mamándole la verga a alguien y que me iba a encantar que me cogieran como una puta seguramente me hubiera burlado y jamás lo hubiera tomado en serio, pero…es verdad me volví una puta y me encanta la verga.
Todo comenzó hace poco mas de 15 años, casi al cumplir los 30 empecé a tener problemas con mi pareja y no tenía nada que ver el asunto sexual, ella y yo teníamos una muy satisfactoria intimidad, más bien los problemas fueron por dinero, decidió dejarme y después me mando los papeles del divorcio, en ese entonces era empleado de una empresa de publicidad, y apenas cubría los gastos más necesarios con mi sueldo, y rara vez teníamos la posibilidad de darnos algún lujo, solo cuando tenía tiempo extra y me pagaban bien.
10 años antes de casarme conocí a Beto, era un maduro bohemio pero claramente se le notaba su lado gay, pero a mi en lo personal eso no me importaba, ambos cantábamos en la hostería de su hermano y nos llevábamos muy bien, además de bohemio era médico cirujano, y me llevaba como 15 años, cuando mi divorcio se dio, me puse muy mal anímicamente, y él como buen amigo me daba consejos, y me daba ánimos para sobrellevar mi perdida, una ocasión que estábamos en su casa ya con unas copas encima, se ofreció a darme un masaje para reducirme el estrés, como yo ya sabía para donde iba, muy cortésmente rechace su ofrecimiento y me despedí dirigiéndome a casa, y el noto porque, había sido mi sutil rechazo pasaron un par de semanas y el ofrecimiento se volvió a dar y antes de que lo rechazara me miro y me dijo. Se lo que piensas, pero créeme es solo un masaje, es para que te sientas, mejor, si sientes algo que no te guste en ese momento me lo dices, paramos y tan amigos como siempre, pensé que me estaba viendo mal prejuzgándole, y decidí dejarme dar el masaje, me pidió que me desnudara y me acostara boca arriba sobre una mesa de trabajo de madera robusta que tenia, y solo me cubriría mis partes intimas con una toalla, empezó a masajearme desde los pies, un haaaa, se salió de mi boca, y es que en verdad se sintió rico y relajante, ¿Ves, relájate, y disfrútalo, cuando termine seguramente te sentirás mucho mejor, y si, pero no tenía yo ni la menor idea de cómo.
Siguió sobando mis pies, mis piernas, y después subió a mi cintura y mi pecho, después mi cuello, y la sensación que tenia me dio la confianza de relajarme y dejarlo hacer su trabajo, después me pidió, voltéate por favor, me puso boca abajo, y coloco la toalla encima de mis nalgas que modestia aparte están muy bien, bueno eso me han dicho, empezó de la misma forma con mis pies, después mis pantorrillas, y mis muslos, y antes de tocar mis nalgas, subió a mi cintura y de ahí a mi espalda, y mi nuca eso me dio más confianza, el me pregunto ¿Cómo te sientes? ., Muy bien le dije, ves y apenas estamos empezando, estira los brazos hacia adelante, así lo hice, empezó de nuevo con mis pies, y subió por mis pantorrillas, y después mis piernas, y ahí tardo algo, y en cada deslizamiento de su manos sentía como uno o dos de sus dedos rozaban la entrada de mi ano, y casi de manera natural abrí un poco el compas, el aprovecho y subió mas sus manos masajeándome las nalgas, y de repente como si se le resbalara la mano pasaba por mi ano y lo lubricaba con el aceite, como note que no pasaba de ahí, me relaje, afloje los músculos de mis piernas y mis caderas dejándolo masajearme, de repente sentí sus manos abriendo mis nalgas, pensé que era parte del masaje, y en eso, sentí como su legua se hundía en mi ano, wowww jamás había sentido algo así, en toda mi vida de hetero con ninguna mujer, quería rechazarlo, bajarme de la mesa, y salirme de ahí pero la verdad era que lo que estaba sintiendo era lo más rico que me habían hecho jamás, empine mi culo y ya no supe mas, me mordisqueo las nalgas, y casi sin notarlo empecé quejarme muy rico, haaaa, haaaaa, que haces? ¿Te gusta Alonso? no, por favor no sigas, en serio quieres que pare? si por favor, quise zafarme pero su peso encima de mi me lo dificultaba, aunque en realidad no me movía por lo rico que estaba sintiendo, con sus manos abrió mas mis nalgas, y hundió su cara, wowww, no pude mas y me vine en la mesa, él se dio cuenta, y fue cuando se levanto
Yo confundido, me levante de la mesa como pude me vestí y salí de ahí lo mire y no le dije nada, me sentía muy mal, él me dijo disculpa pero yo vi que te sentías bien, lo retire y le pedí que me dejara salir, me fui a casa y no pude dormir esa noche, él me llamo los 4 días siguientes y no le tomaba las llamadas, porque sentía mucha pena, ¿Qué pensarían mis amigos si supieran?, ¿Qué pensaría la que fue mi mujer?, ¡Dios!, ¿En que pensaba yo cuando me deje llevar? Una semana después de eso lo encontré en la calle, me pidió que por favor le diera la oportunidad de hablar que se sentía mal porque éramos amigos y que no deseaba perder mi amistad, que quizás yo creía que me había agarrado vulnerable por lo que sentía pero que el quería lo mejor para mi, recordé nuestras noches de bohemia y las veces que me había ayudado y acepte platicar con él esa noche llegue a su casa, y nos sentamos, me dijo que lo sentía mucho y que no iba a hacer nada que yo no hubiera querido, ¿Por qué lo hiciste? Le pregunte, es que vi que te estaba gustando y la verdad tienes unas nalgas riquísimas, ya las quisiera cualquier mujer joven y esas piernotas, de la cintura para abajo si no fuera por el pene créeme serias mujer, cálmate, no empieces, es en serio estas bien bueno, entre broma y broma reímos y me ofreció algo de beber, a la segunda copa, ya me sentía más relajado, entonces me miro y me pregunto, que sentiste cuando hundí mi legua en tu…ya no sigas con eso o me voy, es que te vi tan entregado y caliente que creí que te estaba gustando
Entonces lo mire y le dije, pues siiii, me estaba gustando pero me sentí mal, porque yo no pienso ni siento como tú, ¿Pero te gusta no? yo no te juzgo por eso, y nadie tiene que saber lo que paso pero no te tienes que sentir mal porque algo te gusta, no es que sea malo es solo que es diferente a lo que has experimentado, su mano se poso sobre mi muslo, disculpa es que en verdad me gustas siempre me has gustado desde que te veía con ella, me gustaban tus piernas tus nalgas, tienes unos labios carnosos, ricos con ganas de…. ya no siguió, poco a poco se fue acercando a mi y me planto un beso largo y su lengua se hundió, yo confundido con los ojos abiertos no sabía que hacer, tomo mi cara con sus manos y siguió besándome, después bajo a mi cuello y termino por encenderme, volvió a subir a mi boca y le correspondí plenamente, seguimos besándonos, hasta que poco a poco nos quitamos la ropa no se cuanto tiempo paso acariciándome y besándome las piernas y las nalgas, y en cada beso y caricia me hacia retorcerme de placer, después volvió a hundir su lengua en mi culito, y fue cuando quise probar sin limitaciones lo que sentía, me deje llevar, te gusta, preguntaba él, siiiii, siiiii me gusta mucho le decía yo, no te vayas a venir aun, quiero que goces mas que la otra vez, siiiii siiii abría mis piernas al máximo, y el las recorría con sus manos, con su boca, desde mis nalgas hasta mis pies, y luego de regreso, hasta ese momento no me había percatado de lo que Beto se cargaba, y de repente agache la mirada al tenerlo enfrente y vi su pene, enorme, gordo, y grande, mucho más grande que el mío, no deje de mirarlo, el se dio cuenta y dijo tócalo, si te da curiosidad, sentía que el corazón se me salía del pecho cuando puse una de mis manos en él y empecé a subir y bajar el cuerito
Él se estremeció, y siguió besando mi cuello, mis manos no dejaban de sobar su pene y el metió uno de sus dedos en mi culo lubricado por su saliva, cuando lo hizo una descarga eléctrica paso por mi espina dorsal y se perdió en mi vientre, empecé a mover mis caderas en círculos, el me jalo al borde de la cama levanto mis piernas sujetando mis tobillos con sus manos, y así como estaba frente a él volvió a hundir su cara en mi culo, esta vez lo tome de la cabeza con mis manos para no dejarlo ir, y entre cada metida de lengua que me daba, metía uno o dos dedos en mi culo, hasta que claramente sentí tres, entonces se separo de mi y mirándome a los ojos, me dijo me gustas mucho, desde hace mucho quiero hacerte mía, déjame entrar en ti, yo no le respondí nada, sujete mis tobillos con mis manos y abrí mis piernas lo mas que daban cerré los ojos y espere, sentí la punta de su pene, y me tense un poco contrayendo mi esfínter, el me beso el cuello y las mejillas y mirándome me dijo lo hare despacio, para que te guste, tomo un poco de un liquido que olía a frutas y me puso en la entrada de mi ano, y poco a poco me fue enterrando su enorme verga, sentí dolor mucho dolor y él permaneció quieto, pero sin salirse, yo sudaba y mi respiración se hacía mas intensa, no supe en que momento hundió toda su virilidad en mi, pero sentía su vientre pegado al mío, y sus labios buscando mi cuello y mi boca, de repente empecé a sentir como movía su cadera entrando y saliendo de mi, haaaa espera, espera, despacio por favor, haaaa, él me obedecía y disminuía los embates, hasta que poco a poco el dolor desapareció y era yo quien necesitaba pegarme a él, sus movimientos se hicieron mas fuertes, y yo gemía y le decía siiiii asiiii sigueeee, hooo que rico siento, que rico es esto, ¿Te gusta mami, te gusta mi verga?, Siiiii siiiii me encanta siento riquísimo, haaaaa no pares,
Después me volteo me empino y me la volvió a clavar pero ya sin tanto cuidado, al final se acostó boca arriba y me senté en el cabalgándolo hasta que se vino, con cuidado me salí de él para no sacarle el condón, y me recosté a su lado, nos besamos mas tiernamente y a partir de ahí fue mi amante durante casi 8 años.
Con él aprendí a quererme y cuidarme y descubrir ese lado femenino que llevaba y que hasta antes de él no sabía que tenía, me decía que mi culo y mis nalgas eran maravillosos y por agradarle hacia lo que me pedía, rasurándome todo el cuerpo, excepto la cabeza hasta que después de varias rasuradas, decidí mejor por depilarme, total ya no vivía con nadie y con la única persona que tenía que quedar bien era con él, mi hombre, mi macho, me compraba lencería y hacia que se la modelara, bodys con liguero, medias al muslo y tanguitas chiquitas, a veces me hacia ponerme la lencería debajo de la ropa normal y así salíamos a la calle hasta altas horas de la noche en ocasiones nos quedábamos a platicar en algún parque y cuando ya no había gente me empezaba a fajar y cachondear como cualquier pareja, metía mano, o yo me bajaba a lamer su pene, todo era como una especie de juego para incrementar nuestro deseo ayudado por la adrenalina del momento, una noche me pidió que me pusiera un body con liguero negro, medias al muslo de las de silicón y una tanguita negra de triangulito muy chiquita, arriba solo llevaba una blusita pegada de manga larga negra, y abajo un pants holgadito, y zapatos de piso
Siempre he sido nalgona y piernona pero en ese entonces mi cintura era talla 30, por eso me hacía sentir así, femenina y deseada, fuimos a tomar un café a la calle de independencia en el centro y cuando salimos caminamos hacia la alameda central, nos sentamos en una banca apartada y esperamos que poco a poco se empezara a ir la gente, hasta que ya por ahí de las 11:30 pm. eran muy pocos los que pasaban cerca de donde estábamos, empezamos con los besos y caricias de costumbre, y después él metía sus manos adentro de mis nalgas buscando mi hoyito para lubricarlo con sus dedos, yo correspondía agachándome y sacándole su deliciosa verga del pantalón para llevarla a mi boca y lamerlo como si fuera un rico caramelo, así estábamos gozando de lo lindo, hasta que un tipo dio señas de acercarse, de inmediato suspendí la mamada que le hacía a mi macho, y me senté muy modosita a su lado para disimular esperando que el tipo pasara de largo y se fuera, pero para mi sorpresa se sentó justo en una banca que estaba frente a la nuestra, le dije a Beto vamos a buscar otro lugar, pero él me repelo diciendo: No, esperemos a que se vaya, pero el tipo no se iba, eso no impidió que Beto me siguiera metiendo mano debajo del pants, y acariciando mi cintura y mi espalda por detrás, yo solo me retorcía para no darle señales al tipo de enfrente de lo que hacíamos, pero entonces Beto me tomo de la cabeza y me plano un beso de esos buscadores, hurgando con su lengua cada resquicio de mi cavidad bucal, me separe de él y le dije no, porque nos están viendo, si pero ni nos pela, y si, el tipo estaba sentado como si nada impávido,
Entonces Beto me siguió besando y empezó a bajarme el pants, yo oponía un poco de resistencia, pero al final sentía que lo traía en la cadera, el me miro y me dijo levántate, me levante y me bajo el pants, dejando a la vista mis medias con body de liguero y tanguita mis piernas depiladas y lisitas, se apreciaban muy apetecibles con la escasa luz del parque, y después de que me quito el pants, se saco el pene del pantalón y me dijo, híncate mami y sigue haciendo lo que hacías, por un instante me olvide del tipo de enfrente y me hinque metí su enrome verga a mi boca y empecé a saborearlo de arriba a abajo como una poseída, no tenía ni dos minutos haciendo eso cuando sentí unas manos en mi cabeza tratando de voltearla, me separe del pene de Beto y vi que era el tipo que ya tenía el pene de fuera justo a la altura de mi cara, mire a Beto como pidiéndole permiso y asintió con la cabeza diciendo acábatelo mami, así estuve mamando por primera vez dos vergas al mismo tiempo alternándolas, ambas de muy buen tamaño pero honestamente la de mi macho estaba mejor, más grande y más gorda, después el tipo me levanto y me empino pero Beto le pidió que se pusiera un condón, me pregunto quieres que te cojan chiquita? siiii le dije, entonces el tipo se puso el condón, me empino y me la dejo ir sin miramientos, quedándome la verga de Beto enfrente, así estuvimos buen rato, también era la primera vez que me tenían ensartadita por mis dos hoyitos al mismo tiempo, el tipo empezó a hablar, que rica está tu vieja, mientras me seguía bombeando de manera frenética, yo de vez en cuando me sacaba la verga de Beto para pedirle que siguiera, asiiiii asiiii mas cogeme ricooo, asiii, no pares, duroo durooo, Beto me miraba a los ojos y me decía te gusta la verga del Señor? siiiii le respondía yo, ME ENCANTAAAA entonces Beto me preguntaba ¿Que eres mamita? y sin dudar le respondía tu putitaaa, pero en esa ocasión me miro, y me dio una cachetada leve, y me dijo: No, mi puta no, solo eres una puta y te gusta la verga, eso quiero que digas,
Yo sentía al mismo tiempo las embestidas del invitado, estaba riquísimo, me nalgueaba y al mismo tiempo me decía que rica putita que culote gande pero apretadito y qué manera de moverse, me vas a hacer venir, entonces Beto me volvió a preguntar, ¿Te gusta la verga del Señor? siiiiiii siiii me encanta, ¿Que eres chiquita? UNA PUTAAA, HAAAAA HAAAA SOY UNA PUTAAAA Y ME ENCANTA LA VERGA, ASIIII ASIIII no pareees cógeme rico, ¿Asi te gusta puta? siiiiii siiiii de repente, nos deteníamos, y me callaba porque mirábamos gente a lo lejos, cuando veíamos que se iban apara otro lado, seguíamos cogiendo de lo lindo, así me tuvieron hasta que el invitado me sujeto fuerte de la cintura y dándome unos fuertes empujones, se vino dentro, yo moví mis caderas en circulo para exprimir hasta la última gota de semen, con cuidado me saque su verga para no quitarle el condón, y una vez que se fue me senté en la verga de Beto, hasta hacerlo venir, como era la primera vez que había hecho algo así, y me había gustado muchísimo, quise demostrarle mi felicidad y agradecimiento a mi macho, limpiándole su pene con mi boca una vez que termino su riquísimo orgasmo.
Pase muchas anécdotas con Beto, como esa, o que a veces llevara amigos a su casa y me preparara una orgia para mi solita, cogimos en muchas partes, en cines pornos, en parques, en baños de vapor, y a veces me compartía con otros que se apreciaban buenos y tranquilos tipos, por el se me hizo un habito ponerme lencería debajo de la ropa normal siempre, incluso para venir a la oficina, y también por él, acostumbre a depilarme y limpiarme el culito por dentro antes de ir a una cita en donde se que me van a coger, desafortunadamente él se fue a vivir a Miami, desde el 2007, y desde entonces no he vuelto a tener pareja estable, cuando sabia que se iba a ir, de México me presento antes a un amigo suyo de nombre Arturo pero él solo fue el primero de de muchos hombres que me harían suya
Después de Beto, ahora entro a paginas para tener contactos, y voy a sitios de encuentro cuando tengo ganas, ya no siento la necesidad de estar solo con un hombre, me fascina cuando me toman dos o mas, por eso mismo sé, que no podría ser hembra de un solo macho, sé que soy muy puta y podria ser fiel a nadie, jamás imagine, que después de haber sido un hombre de familia, hace poco mas de 15 años, ahora me sienta toda una puta, me encanta, no le hago el feo al físico, sigo tenido mis nalgotas y mis piernotas, ya no soy talla 30 de cintura he subido a 33 pero sigo teniendo las mismas nalgas y el mismo culito limpio y depiladito, para recibir solo vergas sanas y limpiecitas, he gozado de cosas que siendo hetero jamás imagine sentir, y creo que cuando menos unos 8 o 10 años mas o hasta que el cuerpo aguante seguiré disfrutando de una buena verga por donde sea que me la quieran dar.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!