Me vuelvo la mujer de mi Tío
Con su esposa de vacaciones, me ofrezco a ayudar a mi tío y terminamos enredandonos en una relación incestuosa.
Siempre lo vi solo como un tío más, había sentido atracción por hombres, incluso por otros tíos, pero nunca por mi tío Martín.
El es alto, blanco pero muy bronceado por su trabajo que lo obligaba a pasar horas en motocicleta bajo el sol; tiene unos kilos de más, 45 años, casado y con hijos. Siempre tiene algo de que conversar pero también sabe estar el silencio cosa que lo hace un buen conversador y no solo un tipo que habla y habla hasta que solo deseas que se calle.
Ya había tenido fantasías de que algún día pudiera estar entre los brazos de otros de mis tíos que eran un poco más atractivos pero el que todos tuvieran familia hacía aún más difícil tener un momento para siquiera empezar a coquetear y ver si era posible llegar a algo más.
Todo eso cambió un día en que la esposa de mi tío cumplió años y decidió celebrarla en nuestra ciudad e irse al día siguiente a pasar unas semanas a casa de madre a diferencia del resto de veces en las que se iba un día antes de su cumpleaños
Llegó la noche y celebrando el cumpleaños de mi tía me llegó un mensaje de alguien que conocí por Twitter y estábamos conversando un poco subido de tono cuando sin previo aviso sentí a mi tío detrás mío, no supe si leyó mi conversación o no pero me calmé pues no hizo comentario alguno y el resto de la noche siguió igual.
Mi tía se fue con mis primos al día siguiente como había anunciado, esos días en que se quedaba solo, mi tío Martín pasaba casi todo el tiempo en casa de mi abuela y en un sábado de reunión familiar que llegué a sala, donde solo estábamos mi tío y yo, nos saludamos y conversamos un poco, decidí sacar mi teléfono y entre a Facebook, de pronto en mi feed surgió un video en que relataban confesiones, algunas eran vergonzosas, otras graciosas pero hubo una en particular que me puso muy nervioso y podía sentir mi sudor frío conforme el video avanzaba. La historia relataba:
«Soy gay y hace ya mucho tiempo que utilizo una aplicación para ligar con otros hombres, en una ocasión me encontré con el perfil de un hombre más grande que yo con un cuerpo irresistible, hablamos por unos días hasta que me propuso que nos viéramos para conocernos ya que vivíamos en la misma ciudad y ninguno usába foto de su cara. Vaia sorpresa que me llevé cuando llegué a mi encuentro con aquel hombre que resultó ser mi tío. Pero eso no nos importó, había mucha química y terminamos teniendo sexo en un motel, fue espectacular y desde ese día no hemos parado y cada fin de semana vamos al mismo motel sin que nadie se de cuenta».
Con muchos nervios levanté la mirada y vi a mi tío en el otro sillón viéndome fijamente, no podía descifrar si en su rostro había asco, molestia, sorpresa, morbo. Me puse de pie y me dirigí a la puerta pasando frente a mi tío quien en ese momento se levantó rápidamente y me tomó de la muñeca, el era más alto que yo así que mi brazo quedaba algo alzado y al tenerlo de frente a tan solo centímetros de mi, mis nervios incrementaron; Parecía que quería decirme algo pero no se atrevía así que soltó mi muñeca y acarició mi antebrazo hasta que llegó al codo y dejó caer pesadamente su mano, lo miré por unos segundos y cómo no reaccionaba salí de la sala en dirección al patio donde se encontraban mis abuelos y algunos tíos y primos algo nervioso, mi tío no me parecía atractivo así que no sentía tensión sexual alguna y tenía miedo de que me dejara en evidencia con mi familia de que buscara algo con el.
A la hora de la comida estando todos en la mesa vi a mi tío mucho más tranquilo y decidí dar un paso más dejando de lado el incidente de la sala.
-Tío, y ahora que está solo en su casa ¿Quién se encarga de hacer las cosas que hacía mi tía?- Pregunté tranquilamente entre la conversación que había.
-Nadie, hijo… la verdad es que hace tiempo le pagaba a alguien para que limpiara y me cocinara las tres semanas que se va tu tía pero descubrí que me estaba robando y desde hace 3 años tu tía llegando de su viaje recoge la casa- Respondió algo apenado y con más tranquilidad en su voz y cara que hace un rato el la sala.
-¿Y no cree que sea muy pesado para ella?
-La verdad si, y más porque en estos días estaré mucho tiempo en casa y gasto mucho en comprar comida, pero no quiero meter a más extraños-
-¿Y que tal si yo voy y me hago cargo de eso?, la verdad necesito un poco de dinero y así usted ya no mete a gente desconocida a su casa y se evita preocupaciones y posibles robos- propuse sin alguna doble intensión.
-¿No te molestaría?-
-La verdad no, es como un trabajo de vacaciones y lo ayudo de paso, ademas me queda muy cerca-
-Bueno pues si te parece bien mañana puedes ir a darte una vuelta en la casa para explicarte todo lo que hay que hacer-
-Perfecto, mañana iré como a las 2 entonces-
Al día siguiente llegué puntual a la casa de mi tío que para mi suerte estaba a una calles de la mía, toqué la puerta y segundos después me recibió aquel hombre alto con solo un short gris que le marcaba su paquete, contemplé por segundos su cuerpo, para tener algo de peso extra se veía muy sensual, el vello en su cuerpo lo hacía verse muy viril, era como un oso pero un poco más lampiño. Ahí fue cuando por primera vez mi tío me pareció terriblemente sexy y lo deseé como hombre.
Nos saludamos y entré en la casa, era algo pequeña, lo cual agradeci porque no me tomaría mucho tiempo limpiar, a excepción de ese día que ya tenía 3 días sin limpieza.
Me ofreció asiento y conversó un poco. Estaba algo nervioso por lo que había pasado y porque se me hacía muy difícil no ver el bulto que había en su short sin que él notara que su sobrino no podía quitarle los ojos de encima.
Después de hablar unos minutos nos pusimos de pie y empezó a explicarme lo que me correspondía hacer, que la verdad me tomaría más tiempo del que pensaba, tenía que limpiar cada rincón de la casa todos los días al igual que el piso, incluyendo ventanas, vajilla y otras cosas.
-Si decidieras apoyarme cocinando te daría algo extra y comerías aquí conmigo para evitarte comprar comida-agregó mientras nos sentábamos en la mesa, yo ya estaba empezando a dudar de mi decisión de trabajar limpiando su casa hasta que me dijo la cantidad que me daría por semana y acepté en seguida, era mucho más de lo que esperaba.
-Y en caso de que cocines te daría dinero para que compraras lo que necesites o te acompañaría una vez por semana a hacer la despensa- Añadió dejándome ver la cantidad extra que me pagaría por cocinarlo que era bastante considerable.
-Me parece perfecto, ¿a qué hora tendría que estar lista la comida?
-Suelo llegar a las 4:30, me voy a las 5 de nuevo a trabajar y regreso como a las 10, ya tendría que estar la cena lista y espero me puedas acompañar-
-Claro-
-Puedes llegar e irte a la hora y las veces que gustes mientras cumplas con lo que acordamos-
-De acuerdo, tío-
-Bien, como descansarás los fines de semana a menos que quieras que vayamos por la despensa iríamos los domingos, pero mañana empiezas así que por hoy sería todo. Pero ven, vamos a comer a un lugar que abrieron hace unos meses que me dijeron que es muy bueno, yo invito-
-Okay, vamos-
-Espera solo me cambio y salimos- Dijo entrando a su cuarto, tomo una camisa y un pantalón y salió de nuevo a la sala, sin tapujos delante de mi se desistió y yo me esforcé en no tener una erección al verlo en ropa interior, al fin se puso su ropa y salimos al lugar que mencionó.
Era un lugar agradable al igual que mi tío, la verdad su esposa e hijos nunca fueron los más cariñosos con el, mi tía siempre parecía estar alejada de él y en lo que a mis primos respecta nunca los vi hablarle amablemente siquiera, cosa que me resultaba extraña ya que era muy bueno para hablar, su sentido del humor era ligero y aveces un poco tonto pero no incomodo, parecía saber mucho de diversos temas pero aún así sabía escucharte.
Me dejó en mi casa, se despidió con un abrazo y pude sentirlo cerca por primera vez desde que empecé a verlo de otra manera, el abrazo fue un poco largo y pude notar que él me olfateaba -Me la pasé muy bien- Dijo, eso me hizo pensar que le atraía al menos un poco cosa que confirmé cuando pasó su mano por mi espalda y la dejo en mi trasero unos segundos mientras seguía oliendome y empecé a notar una leve erección de su parte hasta que las luces de mi casa se encendieron y nos separamos antes de que mi mamá abriera la puerta.
El lunes fui a donde mi tío como acordamos, llegué 5 minutos antes del medio día, toqué la puerta y apresurado me recibió, estaba terminando de arreglarse para salir a trabajar.
-Buenos días, tío-
-Buenos días, hijo. Perdón pero anoche me dormí hasta tarde pensando en… en cosas del trabajo y me quedé dormido, tengo el tiempo justo. Me tengo que ir- Agrego acercándose a mi y dándome un beso entre la mejilla y las comisuras de los labios.
-A… adiós- Dije asombrado.
-PERDONAME, HIJO, PERDÓN, es la costumbre con tu tía de cuando salgo de la casa… no era mi…-
-No pasa nada, tío. Tranquilo jajajaja se le hace tarde-
-Jajajajaja que estupido, lo siento… por cierto, te dejé algo en la mesa- Dijo antes de salir por la puerta y arrancar su motocicleta.
Fui a la mesa y me encontré con dinero y una cajita junto a una nota que decia:
«Te dejo el dinero para que compres lo que necesites para cocinar, quédate con el cambio. Me la pasé muy bien anoche… toma este regalo como agradecimiento por tan buen momento».
Abri la cajita y era una pulsera de marca con detalles y colores sobrios que parecía ser algo costosa, era genial. Eso junto con el beso de hace unos momentos me confirmaban que le gustaba a mi tío como él a mi.
Hice lo acordado y a las 4:30 llego mi tío, terminando de comer nos quedamos en la mesa.
-¿Te gusto tu regalo?-
-Es increíble pero no lo puedo aceptar- Dije dándole la caja con la pulsera.
-¿Por qué no? Es tuya y no me puedes hacer ese desaire- Insistio colocando sus manos sobre las mías
-Me encantó pero no debo…- le decía cuando se puso de pie con la caja en la mano, se inclinó y me puso la pulsera en mi muñeca.
-Se te ve perfecta- Comento y después tomó mi mano y la besó mirándome a los ojos en silencio absoluto que el cortó.
-Me tengo que ir- Dijo poniéndose de pie y saliendo casi volando al darse cuenta de lo que acababa de hacer.
El resto del día estuve sin hacer nada, mi mamá me marcó para saber cómo iban las cosas y le aseguré que todo estaba perfecto, además el ayudarle a mi tío me iba ayudar a comprarme cosas extra ya que gran parte del dinero se iba en pagar mi carrera. Me preguntó a qué hora llegaría a lo que le respondí que no sabía pero que sería en la noche pues mi tío también quería que le hiciera la cena y por la cantidad que me ofrecía y las cosas que hacía en el día era toda una oferta.
Pase el resto de las horas en el teléfono, viendo la televisión hasta que dieron las 9 y empecé a preparar la cena.
Termine justo a tiempo para cuando llegara mi tío, llego y se sentó en la sala, encendió el televisor y desabotonó su camisa y cinturón. Salí de la cocina y serví la cena y nos sentamos en la mesa.
Estaba algo callado, parecía no tener muchas ganas de hablar así que al terminar la cena lavé la vajilla y me puse mi chamarra para irme, pero mi tío me detuvo.
-Perdón, hijo. Creo que hoy hice algunas cosas indebidas y no quiero incomodarte o que te sientas presionado a hacer algo que no quieras- Comentó tomándome de las manos algo apenado mientras nos sentábamos en el sofá.
-No pasa nada, tío… tu ya me dijiste que fue un accidente lo de la mañana y la pulsera pues fue un detalle que tuviste y lo agradezco mucho-
-Quería darte algo por el buen momento que pasamos ayer. Hace tiempo no me divertía así y quería demostrarte cuanto me gustó-
-Gracias, me encantó el regalo-
-Me alegra que te guste, tanto como a mi me gusta estar contigo-
-¿Conmigo?-
-Si… contigo-
-¿Y que le gusta de estar conmigo?-
-Me escuchas, te ríes de mis chistes… tu tía y tus primos nunca lo hacen y contigo todo es diferente. Ojalá tu tía fuera como tú, cocinas muy bien, eres divertido, y tienes unos labios muy dulces, eres perfecto- Dijo acercándose a mi y dándome un lento y suave beso que se iba intensificando. Rodee su cuello con mis brazos mientras sentía su lengua entrar en mi boca y cómo su miembro se iba endureciendo.
El momento estaba siendo muy erótico, pero para nuestra mala suerte, tocaron la puerta y de inmediato nos separamos, mi tío abotonó su camisa y abrió la puerta mientras yo iba a la cocina.
Era un amigo de mi tío, se llamaba Hugo si mal no recuerdo, salí y les ofrecí algo de tomar, me despedí de mi tío y su amigo y me fui a mi casa.
-Nos vemos mañana, tio-
-Sí, hijo, te espero aqui mañana-
comosigue gran relato
Coming soon 😉
Me encanto el relato, por favor continua contándonos
Claro… ya estoy trabajando la siguiente parte
Así no más ? Y la otra parte 🙁
A más tardar mañana la podrán leer😁
Uffff me ha encantado y reeeee calentado! Que rico relato, por favor, no demores con la continuación! Saludos!
Me alegra que te guste, ya la estoy redactando para ver si mañana o hoy la público
Sigo esperando 😞
Solo falta que lo.publiquen, desde ayer en la tarde lo envie
Todavía no han publicado nada