Me vuelvo la mujer de mi tío (Parte 2)
Mi tío Martín insiste en que le de oportunidad de conquistarme aunque pongo distancia para darme a desear.
Después de lo ocurrido no cabía duda de que mi tío sentía atracción por mí, eso me daba paso a atreverme a hacer más por romper la relación tío-sobrino, pero no quería que el sintiera que me tenía seguro y mucho menos bajo su control, así que conseguí su número de WhatsApp y le mandé un mensaje
-Hola, tío-
-Buenas noches, hijo. ¿Todo bien?-
-Si, sólo que quería hablar con usted de lo que pasó hace rato-
-Yo también, ese beso fue lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo-
-Me alegro que al menos no haya sido algo de lo que se arrepienta, pero no es correcto lo que hicimos-
-Lo sé, somos familia pero hace tanto no sentía esto que siento por ti-
-Sin duda es muy intenso lo que está sucediendo, pero no puede volver a pasar… lo mejor será que mañana no regrese a su casa-
-No, no me digas eso, perdón si crucé un límite pero no me gustaría que te alejaras mí. Entiendo que tú eres joven y yo solo soy tu viejo tío, es normal que no te parezca atractivo y ese beso te haya disgustado, pero por favor no dejes de venir a la casa en estas semanas-
-No diga eso, usted es un buen hombre, y no es nada feo… No es que me haya disgustado, al contrario, fue un muy buen beso, el problema es que no debió pasar, usted es mi tío, si alguien lo supiera podría traer consecuencias terribles-
– Entiendo, Pero por favor piénsalo… podemos pasarla muy bien juntos si decides darme una oportunidad, pero sobre todo no dejes de venir aquí a la casa, aunque decidas que no ocurra nada entre los dos y tenga que controlarme-
-Okay, lo pensaré… mañana por lo pronto me quedare en mi casa, aprovecharé que mis papás se van a trabajar temprano para estar solo y pensarlo-
-De acuerdo, buenas noches, hijo-
-Buenas noches, tío. Que descanse-
Estaba casi seguro que al día siguiente antes de irse a trabajo me buscaría, así que en cuanto me quedé solo en casa me metí a bañar. Recién salía de la regadera escuché sonar el timbre, me puse un calzón ajustado negro, un poco de perfume, mi bata de baño y casi escurriendo salí a abrir la puerta y ahí estaba, con su camisa y pantalón de vestir, se notaba que estaba ansioso y el verme en esas condiciones no lo ayudaba a calmarse.
-Ho…hola hijo-
-¡Ay! perdón por las fachas, tío, pero justo salgo de bañarme-
-No te preocupes ¿Puedo pasar?-
-Claro, pase- Entró a la casa y se sentó en la sala y yo frente a él en la mesita de centro, la bata que llevaba puesta se abrió un poco de la parte de arriba, enseguida note cómo no despegaba la mirada de la apertura de mi bata.
-¿Qué es eso que quiere decirme?- Cuestioné sacándolo de su laguna mental.
-Vine a pedirte que vuelvas a la casa y que me dejaras demostrarte lo que siento por ti-
-No lo se, volvería a trabajar en su casa por estas semanas pero no puedo arriesgarme a que volvamos a cruzar la línea de lo indebido. Tio, lo que pasó y lo que puede pasar si seguimos con esto, es incesto y no quiero ni imaginar que va pasar si alguien se entera. Además no puede decirme que siente algo por mí si prácticamente no ha pasado nada entre nosotros.
-Sé que suena estúpido, pero el cariño que sentía hacia ti como el que siento por tus primos se transformó en algo más, el día que escuché el relato no pude dejar de pensar en cómo sería si tú y yo estuviéramos en esa situación, luego cuando te ofreciste a ayudarme me emocioné porque estaría cerca de ti, en la salida que hicimos me hiciste muy feliz con tu compañía, tu platica, tu humor, sentí la química, la atracción y el interés que hace años no tengo con nadie, ni siquiera con mi esposa- Confesó tomándome de la mano.
-¿A qué se refiere?- Contesté llevando la mano que tenía libre a su pierna haciéndolo tensarse y aparté mi mano pero la use para sujetar su otra mano.
-Ya sabes, tu tía no es la mejor esposa, casi nunca está en la casa y cuando está apenas y me dirige la palabra… hace 2 años que no tenemos una salida o un momento de pareja y ni se diga de cuanto tengo sin nada de intimidad, me siento muy solo y tu eres lindo, amable, atento conmigo… me estoy enamorando de ti-
-Lamento que se sienta solo, tío… volveré a trabajar en su casa pero no vamos a volver a hacer nada como lo de ayer-
-Okay… muchas gracias por esto, hijo. No te vas a arrepentir- Me puse de pie y mi bata se abrió completamente dejando ver mi aun húmedo cuerpo.
Mi tío Martín se quedó viéndome unos segundos completamente mudo e inmóvil hasta que mi risa silenciosa lo sacó de sus pensamientos, lamió sus labios y se puso de pie quedando a escasos centímetros uno del otro.
-Bueno, vamos a su casa que tengo mucho por hacer- Dije entusiasmado dejando caer mi bata al suelo y caminar hacia mi habitación, dejando la puerta abierta, claramente, por si mi tío no se resistía y deseaba ver cómo me cambiaba.
Entré a la habitación y tomé un pantalón y una polo ajustada, desvié mi mirada a la puerta y en efecto, ahí estaba mi querido y deseoso tío viéndome silenciosamente tocando su entrepierna, me incliné dándole vista completa de mi trasero mientras me colocaba mis jeans y mi playera. En cuanto giré para verlo él desvió su mirada y se alejó. Me encantaba y deseaba besarlo y tocarlo ahí mismo pero tenía que hacerlo sufrir un poco aunque yo también deseaba estar con el más allá de la dinámica familiar, Ya encontraría el momento de darle ase para acercarse nuevamente pero por ahora debía esperar.
Nos fuimos en su motocicleta a su casa y aproveché para tocar su pecho con el pretexto de sujetarme de él para no caer.
Llegamos y me despidió con un abrazo un tanto atrevido y salió camino a su trabajo, a la hora de la comida llegó y conversamos mientras comimos.
-Que rico está todo, hace tiempo no pruebo algo así de rico-
-Gracias, pero solo es una pasta, no es nada-
-No es eso, se ve que de vedad te esforzaste en hacerla… generalmente la comida que como la hacen por obligación-
-Se refiere a mi tía?-
-Sí, no cocina muy bien la verdad… y cuando compro pues solo es un producto hecho para obtener dinero-
-Bueno pues aunque estoy aquí porque me pague, la verdad es que limpio para que usted esté cómodo en su casa y la comida es para que la disfrute-
-Y lo agradezco enormemente pero y me tengo que ir, nos vemos más tarde-
-Adiós-
La tarde fue igual a la anterior, pase el rato en la TV y en mi teléfono. Cuando llegó la hora de preparar la cena empecé a cocinar una ensalada que termine minutos después de que mi tío Martín apareciera con un aspecto cansado y un poco serio.
-Hola, tío-
-Hola, hijo-
-¿Que tal el trabajo?- Pregunté sentándome junto a él en la sala.
-Un poco pesado, la verdad me duele la cabeza- Contestó llevando sus manos a su cara.
-Espere, debe haber algo en su cuarto para el dolor- Dije poniéndome de pie y después fui al cuarto, encontré una pastilla que sabía que era para dolores de cabeza, serví un vaso con agua y se lo llevé.
-Aqui está, esperemos con esto se le pase pronto-
-Gracias, habrá que esperar a que se me pase para la cena-
-Muy bien, igual es una ensalada así que no hay problema porque esperemos un poco-
Estuvimos un rato en silencio, se podia sentir la tensión sexual que había entre ambos, quería besarlo y dar rienda suelta al deseo, pero tenía que esperar, me tenia que conformar con oír su respiración y ver su cuerpo.
El me veía de arriba a abajo con mucho morbo y yo lo miraba a los ojos cada que podía y me mordía el labio cuando concentraba su mirada en mi rostro, su camisa tenía el primer botón abierto y eso me dejaba ver el inicio de su rojizo y velludo pecho, podía ver como subía y bajaba al ritmo de su respiración que cada vez era más profundo, de pronto estábamos acercándonos cada vez más y cuando estábamos a punto de besarnos volví a mi plan, le toqué la pierna bastante cerca de su entre pierna y en cuanto sentí el espasmo que tuvo su cuerpo me puse de pie dejándolo con ese beso en su boca.
-Ya es tarde y creo que debemos cenar, si usted está de acuerdo, claro-
-Po… por supuesto, vamos- Contestó levantándose y tocándome la espalda con una mano conduciendome a la cocina y mientras servía no dejaba de verme y en momentos notaba como se acomodaba su paquete.
-Preparé un poco extra de comida, pensé que su amigo vendría a acompañarnos a la cena-
-No, si cena aquí en ocasiones pero no siempre lo hace-
-Okay, igual estaré haciendo un poco más por si un día llega de sorpresas-
-Cómo tu gustes-
Cenamos y la platica estuvo algo apagada pero aún así la cena fue efímera, no parábamos de coquetearnos y sentía que en cualquier momento mi tío no resistiría, pero tal cómo prometió se controló y no hizo nada.
Era hora de irme y cuando estábamos en la entrada de la casa me despedí de él con un abrazo y aproveché para tocar lo más que pude de su gran espalda y pegarlo a mi cuerpo, nos apartamos, le di un beso en la mejilla y la comisura de los labios como despedida final dejándolo mudo e inmóvil y me fui camino a casa.
Llegando me fui a mi cuarto, me cambié y me acosté en mi cama, sonó mi teléfono, era un mensaje suyo.
-La cena estuvo deliciosa, pero lo mejor fue el placer de tenerte tan cerca en ese abrazo y en poder volver a probar tu boca con ese pequeño beso-
-Gracias, lo hice con mucho cariño para que lo disfrutara. Y aún que fue indebido, fue muy agradable tenerlo tan cerca nuevamente-
-¿Eso quiere decir que vamos a poder tratarnos de otra forma?-
-No lo sé, debo pensarlo-
-¿Qué tengo que hacer para que te decidas? Muero por comerme esa boquita y tocar cada centímetro de tu cuerpo-
-Cuando dos personas se entienden como nosotros, el tiempo es quien acomoda todo para que estén juntos, pero por lo pronto me iré a dormir porque mañana tengo que trabajar, tío. Buenas noches-
-Buenas noches… soñaré con tu cuerpo y tus labios-
El día miércoles estando en la casa con mi tío, solo se despidió porque estaba un poco retrasado y en cuanto se marchó empecé a limpiar.
Empecé por tender su cama y vi que en el suelo había papeles arrugados tirados, me agache para recogerlos y me encontré con una foto donde apreciamos toda la familia, levanté los papeles y la foto, puse la foto en la mesita de noche e iba a tirar los papeles cuando noté que tenían semen, creo que mi tío no solo soñó pensando en mi, también me había dedicado una corrida, por alguna razón eso me puso muy caliente, imaginar a mi tío tocando su verga mientras pensaba en mi hasta eyacular me resultaba muy morboso, seguí recogiendo y levanté ropa tirada, entre las que había una camisa, la levanté y la olfateé, entendía el olor a mi tío y estuve oliendo la como por 10 minutos, mi pene estaba muy duro pero no quería masturbarme en la casa de mi tío.
Seguí con el resto de la casa y prepararé la comida, al llegar él con más calma notó que en ese día llevaba puesto un short bastante corto que resaltaba mis nalgas, y claramente yo hacía lo que podía para que las notara, de reojo lo veía masajeando su pito por afuera del pantalón, cuando puse las cosas en la mesa ya no se quería poner de pie, su erección era muy notoria, fingí no verla y comimos normal, me puse de pie para llevar los platos a la cocina y se tomó la libertad de acariciarme una pompi cuando pasé a su lado.
El juego ya había empezado, poco a poco empezaríamos a hacer cosas para provocarnos hasta que uno de los dos explotara y diera el paso disfrutar uno del otro.
Cuando fue al sillón y se siento a ver la televisión hice una bolsa de palomitas de mantequilla que se meten al microondas y se lo puse en su entrepierna, me senté a su lado y empecé a ver la tele con el, nunca me ha gustado el fútbol pero era el pretexto para ver la tele y mientras comía palomitas tener mi mano cerca del paquete de mi tío Martín, cuando las palomitas se iban acabando sin mirar metía la mano en la bolsa y empezaba a hurgar entre las palomitas y con mis dedos rozaba su bulto que después de unas cuantas veces ya estaba duro hasta que cuando ya no hubo palomitas, metí mi mano por última vez y fingiendo buscar alguna apreté suavemente con mis dedos su pene y saqué mi mano de la bolsa.
-Creo que ya se acabaron ¿Quiere que haga más?-
-No, pero seguro quedó alguna en la bolsa si quieres vuelve a buscar-
-Creo que no, ya es tarde y me tengo que ir, nos vemos mañana-
-Hasta mañana-
El jueves llegué a la casa, mi tío estaba esperándo en su motocicleta ya listo para arrancar en cuanto yo entrara a la casa.
-Adios, hijo. Te veo más tarde-
-Adios, tío. Nos vemos-
Entré a la casa y escuché cómo la motocicleta se alejaba con gran velocidad, en la mesa me esperaba una bolsa de regalo que tenía mi nombre.
La abrí y era un anillo negro con toques plateados, junto a él, una nota que decía:
«Quiero todo contigo, solo espero que tu me des el si para darte todo lo que tengo para ofrecerte y mostrarte cuando te deseo y lo que estoy dispuesto a dar por ti».
Ya lo tenía, mi tío era mío y podría disfrutar de estar con el en cuanto quisiera. La hora de la comida pasó como la cena del día anterior, todo era miradas, tomarnos de la mano y coqueteo pero no di paso a más, la cena fue igual, la tensión se podía cortar con un cuchillo, estuvimos a punto de besarnos pero se lo impedí.
El viernes fue igual solo que a la hora de la cena, al terminar de comer me dijo que quería hablar conmigo.
-¿De qué quiere hablar conmigo, tío?
-Pues primero porque ya es tu último día de la semana que vienes a trabajar y quiero saber si prefieres que te siga dando una cantidad diaria para la comida o prefieres que el domingo vayamos a comprar cosas para que no tengas que salir diario-
-Me gustaría que me acompañara el domingo a comprar todo, creo que es más práctico y así podemos vernos un poco más y podemos platicar y así no esté solo el fin de semana-
-De acuerdo. Bueno, hoy es el día que acorde pagarte así que aquí tienes tu dinero- Comentó poniendo sobre la mesa una cantidad mucho mayor a la que me había prometido.
-Tío pero esto es más de lo que me prometió-
-Lo sé, decidí darte más porque valoro mucho que hayas sido tu quien se ofreció a hacer esto por mi, en segunda por lo bien que has hecho todo tu trabajo todos los días y en tercera, porque aún que sé que no te voy a comprar con esto ni con nada… quiero regresar de algún modo la energía, la vida, la pasión, la risa que me has devuelto con estos días que te he tenido aquí, siempre atento, alegre y espero que pronto, decidas si vamos a conocernos de otro modo y aunque decidieras que no, mis sentimientos hacia ti no van a cambiar. En esta semana me he dado cuenta de lo mucho que te deseo y de cuanto bien me hace estar contigo, no haré nada que te haga alejarte de mi-
-Gracias, yo también quiero seguir cerca, al menos mientras mi tía no esté… y prometo que la próxima semana tomar una decisión-
-¿En serio?- Preguntó con entusiasmo en su rostro y su voz.
-Sí, pero ya me tengo que ir… Lo veo el domingo a las 12 entonces-
-Muy bien, te esperaré ansioso-
Ya era hora, el domingo daría paso para poder acercarme a mi tío cómo algo más que su sobrino y tenerlo cómo mi hombre.
i need more!!!!!!
Muy pronto, trataré de subirlo hoy para que esté listo mañana
Por favor sigue contando, esta muy buena la historia
Gracias, trato de que cada parte sea mejor que la anterior y pronto estará la 3era
AHHHH, muero por leer como te da tu tío :c
Muy pronto