Me vuelvo la mujer de mi tío (Parte 3)
Al fin mi tío Martín y yo empezamos a pasarla bien.
El sábado estuvo muy aburrido, me la pasé solo en mi cuarto todo el día pero la noche me regaló un buen rato porque mi tío me llamó
-Hola, hijo-
-Hola, tío-
-¿Quería saber si no te has arrepentido de ir a comprar las cosas mañana-
-Claro que no, mañana nos vemos-
-Muy bien… muero por que me digas que podré tenerte conmigo-
-Jaja aún lo estoy pensando-
-Bueno, pasaré por ti en el carro a la hora que me digas-
-Pues al medio día está bien, cómo habíamos acordado-
-Muy bien, a las 12 pasaré por ti, precioso-
-Tíoooo… jajajaja lo van a oír-
-Si por mi fuera gritaría af_ lo feliz que me haces y las ganas que tengo de estar contigo-
-¿De verdad?-
-Sí, muero por volver a probar esa boquita, abrazarte, tocar todo cuerpo… no sabes lo feliz que me hace estar en el trabajo y saber que tengo una alguien en mi casa esperando por mi-
-Pues por lo pronto tendrá que esperar a que le diga que si… y creo que ya es algo tarde para que estemos platicando, además mis papás nos pueden oir-
-De acuerdo… pero mañana te diré lo que siento cuando te vea-
-Okay, buenas noches, tío-
-Descansa, precioso-
Me fui a dormir pensando en que al día siguiente pasaría todo el día con él y que en cuanto se lo dijera, podríamos tener más contacto fuera del familiar.
En la mañana siguiente me levanté, me duché, me puse uno de mis mejores perfumes, me arreglé para estar mejor que los demás días sin que fuera demasiado y tal cómo prometió, a las 12 tocó la puerta, me despedí de mi familia y me fui con mi tío Martín hacia un centro comercial, me paseó por varias tiendas de supermercado y compraba lo que le pidiera, le preguntaba si no era demasiado a lo que el con una sonrisa y acariciando mi brazo respondía -Nada es demasiado si es para ti- y yo me alejaba diciéndole -Espere, estamos en público- y continuamos con las compras. Terminamos con bolsas repletas de despensa y cuando nos subimos al auto me tomó de la mano y me miró a los ojos
-Ya no puedo esperar más… ¿Qué decidiste?-
-No fue fácil decidirlo, hay muchas personas que pueden salir lastimadas, tenemos nuestra familia en juego, pero… no soporto estar lejos de ti- Respondí besándolo poniendo mi mano libre en au pecho.
-No sabes cómo esperaba a que lo dijeras, no podía soportar tenerte tan cerca y a la vez tan lejos-
-Lo sé, también era muy difícil para mí estar todo el día pensando en ti y cuando te tenía frente a mi no poder hacer nada estando a solas en tu casa-
Nos seguimos besando unos minutos más, no soltaba mi mano pero con la otra empecé a acariciar su pierna, de la rodilla hasta su ingle.
-No hagas eso porque no resistiré, no me importará que estemos en un lugar público-
-Jajajaja okay… creo que es mejor que vayamos a casa-
-Muy bien, vamos-
Llegando a su casa colocó las bolsas en la mesa y fue directo hacia mí, me besaba con mucha pasión, sus manos se posaron en mi trasero y las mías rodeaban su cuello. El momento era perfecto, estaba tan cerca de él que podía sentir su erección. Después de unos minutos sin dejarme de besar puse mis manos en su pecho y el rodeaba mi torso con sus grandes manos, me sostenía firmemente con ellas y me pegaba lo más que podía a él.
-Hijo, te deseo tanto-
-Y yo a ti-
-Quisiera que este día no se acabara y quedarme así, besándote toda la vida-
-Pues, no puede pasar eso pero podemos disfrutar lo que dure esto- Volví a besarlo y puse mi mano sobre su bulto y el volvió a acariciar mis nalgas.
Continuamos unos minutos, safe los botones de su camisa y pude sentir su pecho caliente y palpitante con mis manos y metí una mano en su pantalón, no podía creer que estaba tocando el pene de mi tío y mi sorpresa creció cuando sentí su mano entrar en mi bóxer y sus dedos pasaban por mis pompis y rozaba mi culo con sus dedos mientras subía un poco mi playera cuando acariciaba mi espalda.
Empecé a acariciar su verga con mi mano y el hacía más presión con sus dedos sin meterlos en mi. Estábamos desatados, nos llevábamos contra la pared, los muebles y finalmente terminamos en su sillón, me puso sobre él y cuando estaba bajando la cremallera de su pantalón recibió una llamada, se negaba a responder pero aúnque moría por ver su pene, podía ser algo importante, además, quería hacerlo esperar, y si lo dejaba así al día siguiente estaría loco de ganas por que volviera a tocarlo. Lo convencí de responder la llamada y aunque no quería finalmente lo hizo poniéndose de pie.
-¿Qué quieres, Hugo?… No sé, eso se suponía lo iba arreglar Fernández… ¿Y para eso llamaste?… Es domingo, eso lo veríamos mañana… eso lo arregló yo con la jefa cuando la vea… Estoy ocupado, adiós-
Volvió acercarse y nos besamos lentamente pero su celular sonó de nuevo y esta vez algo molesto respondió rápidamente llamada.
-¿Y ahora qué?… está bien… pero que sea la última vez… sí, aquí te esperó, pero ven rápido-
Colgó la llamada y guardó su celular en el bolsillo trasero de su pantalón y se sentó a un costado de mi cubriendo su cara y frotando su corto cabello.
-¿Pasa algo?- Pregunté para ver que tenía.
-Nada, asuntos de la oficina, Hugo viene para acá… tengo tantas ganas de pasar un rato íntimo contigo y hoy que al fin puedo tenerte me lo echa a perder-
-Tranquilizate, ya habrá más oportunidades- Dije acariciando su pecho y empezando a abotonar su camisa-
-Lo sé, pero faltan dos semanas para que regrese tu tía y ya no podremos vernos tan seguido- Refutó poniéndonos de pie para terminar de acomodarle la ropa.
-Entiendo, pero son cosas del trabajo, además Hugo es tu amigo y creo que deberías pasar tiempo con el fuera de las oficinas- Repliqué terminando de fajar su camisa metiendo mi mano en su pantalón por última vez y acariciar su pene por encima de su calzón.
-Me encanta cuando me hablas de tu, te siento más cerca y más si haces eso… quiero tenerte solo para mi- Dijo acercándose a mi y juntar nuestros labios.
-A mi también me gusta tocarlo, sentir que cada vez estamos más cerca del otro… ojalá después pueda verlo y tocarlo sin nada que lo cubra-
-Asi sera-
-Pero por ahora tenemos que guardar las apariencias, será mejor que me vaya antes de que llegué tu amigo-
-No, espera, no me dejes solo… quedate un poco, al menos hasta que Hugo llegue y sirve que podemos estar más tiempo juntos-
-No no no, bueno… pero sólo hasta que llegue y después me voy-
Seguimos besándonos, ya con menos energía ya que pronto vendría Hugo y no queríamos que sospechara nada.
Empezaba a olvidarlo cuando el sonido del timbre me hizo separar mis labios de la boca de mi tío Martín, me puse de pie y fui al baño antes de que abriera la puerta.
Cerré la puerta del baño tras de mi y me enjuagué la cara, me vi en el espejo y pude escuchar a mi tío y su amigo saludarse con un abrazo con las típicas palmadas en la espalda y empezar a conversar.
Hablaban de cosas sin importancia, o al menos que no me interesaba saber así que salí, tomé mi chamarra y me despedí de ellos, de Hugo con la mano y de mi tío con un abrazo muy tranquilo y discreto.
-Ya me tengo que ir- Comenté
-¿No quieres quedarte a conversar un rato?- Preguntó el amigo de mi tío ofreciéndome un asiento a su lado.
-Si, te llevo a tu casa en auto pero quédate un poco más- Insistió mi tío.
-No, mejor otro día… un gusto verlos. Hasta mañana, tío- Dije caminando a la puerta, y escuchando a mi tío pedirle un momento a su amigo para acompañarme a la entrada.
Sin mirar atrás escuche la puerta de la casa cerrarse tras de nosotros y ya en la cochera mi tío me tomó de la cintura y me dio un beso húmedo en el cuello.
-Jajajajaja basta, tu amigo está aquí y puede vernos-
-No, en este momento seguro está buscando algo de alcohol-
-De todos modos, debemos ser discretos-
-Me hubiera gustado que te quedaras más tiempo, si Hugo se iba rápido podíamos estar solos un poco más-
-Ya es tarde, otro día les invento algo a mis papás para quedarme hasta tarde, pero por hoy tienes que portarte muy bien y mañana nos vemos- Dije acariciando su brazo y luego dándole un breve beso.
-Hasta mañana, precioso-
Me fui a mi casa y justo al llegar recibí un mensaje de mi tío:
«Buenas noches, hoy fue un día muy especial, es un nuevo inicio y no te arrepentirás de darme esta oportunidad».
Lo tenía vuelto loco, ya ansiaba tener algo más con el, besarlo, tocar y chupar ese pene que seguro estaba desesperado por entrar en mi. Pero no quería acabar con la diversión tan rápido así que me propuse ir más lento para disfrutar poco a poco con los días hasta que se diera la oportunidad de tener sexo con mi tío Martín.
Al día siguiente al agarrar mi celular lo primero que vi fue un mensaje de mi tío donde me decía que dejaría la puerta emparejada para que pudiera pasar ya que su amigo antes de irse le dijo que debía llegar una hora antes a la oficina y no podría esperarme.
Llegué a la hora de siempre y cómo me dijo, la puerta estaba emparejada, entré cerrando las puertas y empecé a limpiar.
Ahí estaba, esa rosa junto a una bolsa de regalo sobre su cama. La abrí y venía un perfume que mi tío sabía que me gustaba, unos lentes de sol y un juego de llaves con una notita que decía:
«Ahora que estamos juntos, soy tuyo y todo lo que tengo también lo es, te dejo estas llaves para que puedas entrar y salir de la casa cuando quieras, espero te guste la sorpresa, mi precioso».
Me encantaba cuando me llamaba precioso… Fui a llevar el regalo a mi casa aprovechando que la casa estaba sola y no tendría que explicar a mis papás de dónde salió el regalo. Regresé y continué limpiando, preparé una carne que recordé que mi abuela mencionó que le gustaba a mi tío.
Cuando llegó lo primero que hizo fue ir hacia mi y empezamos a comernos a besos, solo se podía escuchar el sonido de nuestros labios y nuestra respiración.
-Te extrañé tanto, la noche fue larga y deseaba tenerte en mi cama-
-La espera fue eterna, moría por que llegaras-
-Huele delicioso-
-Preparé la carne que te gusta-
-Eres maravilloso-
-Te lo mereces-
-¿Te gusto tu regalo?-
-Me fascinó… ese perfume es muy caro-
-Para ti nada lo es, quiero darte todo lo que mereces por hacerme sentir tan bien como me siento ahora-
-Basta, tenemos que comer y se te va hacer tarde-
-De acuerdo, pero en la noche promete que te quedarás un rato-
-No lo sé, ¿qué tal si me convences?- Respondí
-¿Así?- Cuestionó empezando a besar la parte trasera de mi cuello y superior de mi espalda, sujetándome de la cintura recibiendo una profunda exhalación como respuesta a sus apenas firmes manos sobre mi cuerpo y su húmeda y tibia boca en mi piel.
-¿O tal vez de esta forma?- Susurró en mi oído pasando su lengua por mi oreja y acariciando mi pierna. Me puse de pie, lo senté en la silla y me apoyé en sus piernas quedando frente a él.
-Está bien, me quedaré un poco más- Terminé accediendo y después lo besé por unos minutos.
Estábamos envueltos en nuestro calor, nuestro aliento y labios. Ya podía sentir su miembro ponerse duro entre mis piernas pero como se estaba haciendo costumbre su teléfono nos interrumpió
-Puta madre- Exclamó sacando su teléfono.
-¿Quién es?
-El estúpido de Hugo, no le voy a contestar, mejor me iré a la oficina y allá hablo con el, estoy muy caliente y molesto como para hablarle en este momento-
-Okay, aquí te veo en la cena-
-Te juro que la proxima vez que nos interrumpa lo golpearé-
-Jajajaja basta, es tu amigo y tienes que atender tu trabajo-
-Tienes razón, vuelvo pronto-
Nos pusimos de pie y caminamos a la puerta donde me acercó a él, le acaricie su bulto y me dio un beso antes de cruzar la puerta.
Preparé la cena una hora antes de la hora que llegara para recibir mi tío con la comida lista y así tener unos minutos extra para poder estar juntos, sobre todo si su amigo decidía aparecerse. Recibí un mensaje avisando que llegaría media hora antes así que justo estaba a tiempo para estar listo todo y después de 30 minutos escuché la puerta de la casa abrirse.
-Hola ¿Hay alguien aquí?- Pregunto mi yo en un tono de burla como saludo.
-No, vuelva más tarde- Respondí desde la cocina.
Llegó y me dio un beso de pico en la boca, me apartó de la cocina y me llevó hasta el sofá. Estando ya sentados en el empezó a acariciar todo mi cuerpo con muchas ansias.
Le quité su camisa dejando solo su camiseta cubriendo su torso, se veía muy sexy así pero se deshizo de ella y su cinturón mientras yo me quitaba mi playera.
Me incliné sobre el besándolo y haciendo que se acostara quedando yo sobre el. Estábamos muy calientes, su cara y pecho estaban rojos, nuestras frentes ya empezaban a ponerse húmedas y nuestros labios hinchados por tantos besos.
-¿Como te fue en el trabajo?- Le pregunté tratando de hacer tiempo mientras acariciaba sus brazos y pecho.
-Bien, a pesar de que hubo algunas complicaciones, saber que estabas aquí esperándome me ayudó-
-Y no sabes para qué te estaba esperando-
-¿Ah si? ¿y para que me esperabas?-
-Para esto-
Al fin, baje mi mano rápidamente y empecé a acariciar su pene por encima del pantalón, lo desabroché sin dejar de besarlo y metí mi mano en su calzón.
No podía creer lo que sentía, su pene aún no estaba del todo erecto y su grosor era impresionante, su largo era bastante promedio pero si duda lo grueso compensaba eso. El me regaló un profundo gemido en el momento que con la mayor firmeza que pude tomé su pito en mi mano.
Baje su calzón y pude ver por primera vez esa verga, era majestuosa, gruesa,con algo de vellos, sin circuncisión y sentía entre mis manos como palpitaba con fuerza.
-Quiero mostrarte lo que puedo hacer con mi mano-
-Ahhhh si, enséñame, tocame-
Empecé a subir y bajar mi mano haciendo mayor presión en la orilla de su glande. Comencé con lentitud pero después fui aumentando muy lentamente la velocidad, conforme incrementaba la rapidez y el ritmo de la paja que le estaba haciendo incrementaba, su respiración y pequeñas convulsiones se hacían notar más. Mi mano subía y bajaba rápidamente a lo largo de su grueso y caliente tronco.
-¿Te gusta?-
-Siiiii, no te detengas-
-No lo haré, haré que termines, quiero ver a este pito explotando en mi mano-
-Ahhhhh… Ahhhh… Ahhhh… me vengo… me vennnnnggg…ohhhhh- gritó expulsando chorros de semen que me salpicaron un poco en la cara pero la mayoría quedó en mis dedos.
-Ahhhh… Dios, que bueno fue eso- Exclamo recuperando el aliento mirándome con satisfacción.
-Me alegra que te gustara- Respondí llevando mis dedos a la boca limpiandoles el semen que tenía en ellos contemplando su cara de morbo mientras me veía hacerlo.
-No sabes cuánto me calienta verte hacer eso-
-Me imagino- Dije apoyando mi mano en su pecho.
-Quiero hacerte lo mismo-
-¿Seguro?-
-Si, después de esto es justo que te haga sentir placer y quiero hacerlo-
-De acuerdo- Accedí bajando mi pantalón.
-Solo que, estuve investigando un poco y quiero intentar hacerte algo que vi y me dijeron que te llevaría a las nubes- Comentó bajando mi bóxer y poniéndose de pie conduciendo nos hasta la cama.
-Necesitare un poco de crema y que te relajes-
-¿No estarás pensando en…?-
-No, muero por hacerlo pero quiero primero que experimentemos… confía en mí, relájate y cierra los ojos-
-Okay-
Obedecí y me puse cómodo, sentí sus manos abrir mis piernas, escuché como presionaba el bote de crema corporal, traté de relajarme y de pronto el frío de la crema y un dedo de mi tío invadieron mi esfínter haciéndome soltar un quejido entre dolor y placer.
-Esperare a que te sientas cómodo- Comentó sin mover su dedo.
-Esta bien, continua- Respondí segundos después
-Aqui voy-
De pronto su dedo hacia movimientos circulares, sacando la mitad de su dedo para introducirlo todo nuevamente cuando sin aviso sacó su dedo por completo para meter dos de una sola vez haciéndome gemir más de placer que de dolor, la verdad sus dedos eran algo grandes por su altura y su peso.
Siguió masajeando mi año y después sacó sus dedos volviendo a introducir solo uno. Lo movía como si estuviera buscando algo dentro, iba a preguntar que hacía pero de pronto hizo presión en mi próstata haciéndome brincar y dar un pequeño grito de placer.
-Creo que lo encontré- Dijo con una notoria alegría y excitación en su voz.
Siguió tocando ese punto, haciendo distintas presiones, masajeando de arriba a bajo, de un lado a otro, en círculos. Mi pene estaba muy lubricado en pre seminal y sentía que pronto reventaría. Y así fue cuando hizo un movimiento circular pero ejerciendo presión con su dedo y entre movimientos y gemidos termine eyaculado chorros y chorros de semen.
-Wooowww… No me imaginé que pudieras hacer eso… fue increíble-
-Que bueno que disfrutaras tanto como yo-
-Asi fue… me hiciste gozar demasiado-
Fundimos nuestros labios en un profundo beso, estábamos sudando y llenos de semen pero igual nos revolcamos por toda la cama besándonos y acariciándonos por varios minutos hasta que revise el reloj, me di cue ta de que ya era muy tarde, me vestí y el me acompañó a la puerta completamente desnudo, nos despedimos con un beso.
-Hasta mañana, que descanses-
-Tu también, mañana vengo-
-Muero por saber que haremos mañana-
-Quiero tener ese trozo de carne en mi boca, así que prepárate-
-Tu igual porque hoy fue día de tocarnos y mañana será de comernos-
comos igue