Me vuelvo la mujer de mi tío (Parte 5)
Mi tío me prepara una gran sorpresa para el momento me acueste con él sea inolvidable.
Despues de tan espléndido momento no me quería separar de mi tío, queriamos seguir dándonos placer toda la noche, pero despues de media hora de estar besandonos logramos vestirnos y me acompañó a mi casa, pensé que sería como otras veces en las que solo entro y se va pero esta vez quiso entrar a hablar con mis papás. Nos sentamos los cuatro en la sala, mis papás en el sofá grande, mi tío en el mediano que estaba frente a ellos y yo en el individual enmedio de ambos.
-Ustedes saben que mi esposa está fuera por estos días y que mi sobrino me está ayudando en la casa-
-Asi es, Martín. Nuestro hijo está feliz de apoyarte en lo que mi cuñada regresa- Le respondió mi mamá sonriendo.
-La verdad es que hemos fortalecido el vínculo de tio/sobrino en estos días, platicamos de todo, nos tenemos mucha confianza, ustedes saben cuánto lo quiero desde que éra un niño y por eso quiero pedirles permiso para invitarlo a un viaje a la playa el fin de semana- Ese comentario nos dejó mudos a mis padres y a mi, no esperaba esa propuesta, menos sin que antes me lo comentara a mi.
-Wow, tío… eso es increíble, gracias-
-No creo que sea prudente, te agradecemos el cariño que le tienes y el gesto pero conociendote supongo que esa escapada a la playa no sería nada barata-
-Sabes que no me deparo en gastos cuando es para los que amo. Aparte es viaje de trabajo, estaré ahí por una junta para un proyecto y aproveche para pedir vacaciones y quedarme ahí unos días, no quiero dejarlo sin el trabajo, sin contar que estaría sólo y preferiría que el me acompañara-
-Le agradezco la proposición, tío. Soy mayor de edad pero vivo en casa de mis padres y si no cuento con su autorización me temo que será imposible-
-Lo entiendo, hijo. Dame unos minutos para hablar con tus padres a solas-
-De acuerdo, me bañaré y luego me iré a la cama. Nos vemos mañana, buenas noches-
Me subí al segundo piso y me fui a la cama después de tomar un baño me acosté y antes de dormir le mande un mensaje a mi tío.
-No debiste proponer eso sin antes consultarmelo… mis papás van a desconfiar de nosotros-
-Tranquilo, los convencí de que te dejen ir. No creo que sospechen nada de lo bien que la pasamos minutos antes, si no no te hubieran dejado-
-¿En serio? Wow, no sabes la emoción que me da pasar todo el fin de semana contigo-
-Queria que la primera vez que hiciéramos el amor fuera memorable y de paso pues pasar unos días lejos de todo y de todos para poder demostrarte mi amor y mi deseo sin preocuparnos de que alguien nos vea o se entere de que somos familia-
-Ya se, ya verás lo bien que la pasaremos. Y ¿A donde me quieres llevar?-
-Pues estoy pensando en el lugar ¿Te gustaría ir a Los Cabos?-
-Por supuesto que siiii, ese lugar es perfecto pero lo que va hacer inolvidable va ser que estaré contigo-
-Pues ahí iremos, mañana te dejaré impresas las opciones de hoteles, procure que no fueran lugares familiares para evitar problemas. Ya tu ves los lugares para que decidas en cual reservamos-
-De acuerdo, mañana te veo temprano. Gracias por esto-
-Y preparate porque pedí permiso para salir antes del trabajo e iremos a comprar trajes de baño y ropa de playa-
-Muy bien… descansa-
-Hasta mañana, precioso-
Al día siguiente me levanté muy contento, dentro de poco estaría en la playa, disfrutando del mar, la brisa y tendría a mi tío solo para mi. Me arreglé y salí a la casa antes de lo que solía hacerlo y aunque llegué antes mi tío no estaba pero, si estaban las impresiones con las opciones de lugares para que escogiera. Me puse a limpiar y a cocinar pero cuando termine recibí un mensaje de mi tío.
«Hoy iremos a comprar trajes de baño y ropa para playa, te voy a consentir todo lo que quieras, precioso».
Aunque yo no empecé esto con mi tío por interés me gustaba que gracias a mi relación con él me regalara cosas, me daba miedo admitirlo pero estaba empezando a sentir algo por él, estaba casi seguro de que él también sentía algo, lo veía en sus ojos y los besos que nos dabamos no eran solo de calentura, había algo más profundo pero no sabía como expresarlo. Además dentro de una semana sus esposa regresaría y ya no podría verlo más.
Terminé de limpiar y cocinar, puse música en mi teléfono y me acosté en la cama de mi tío mirando al techo, cerrando mis ojos empezaba a preguntarme ¿Cuándo fue la última vez que mi tío penetró a alguien?, ¿Fue en está misma cama?, ¿La última vez la tuvo con su esposa?, ¿Que se sentirá tener su verga adentro?, ¿Cómo sería acostarse con él?, empecé a imaginarme teniendo sexo con mi tío, me acosté boca abajo y comencé a mover mi pelvis contra la cama lentamente, mi mente empezaba a llenarse solo de pensamientos sexuales con mi tío Martín.
Dure unos minutos así, haciendo más presión con el colchón y parecía empezar a perder la consciencia del resto del mundo pero de pronto sentí un peso sobre mi, apoyado en mi pero no lo suficiente para sofocarme, un bulto estaba cómodamente posado en mis nalgas y empezaba a seguir mis movimientos, poco a poco sentía ese bulto endurecerse y restregandose en mi trasero en lo que parecía intentos por atravesar mis pants y ese pantalón de vestir de textura y olor inconfundible.
-Hola, chiquito. Vine para sorprenderte y creo que quien me sorprendió fuiste tu- Susurró en mi oído sin dejar de movernos contra el colchón.
-Estaba pensando- Contesté en voz baja.
-Me imagino… ¿En qué?-
-En ti, en mi, nuestros cuerpos, en acostarme contigo.
-Pronto, sabía que pedir lo de la playa era arriesgado, un tanto estupido e ilógico, incluso fantaseoso pero sabía que si lograba convencer a tu mamá de dejarte ir iba valer la pena-
-Que bueno que lo lograste, vamos a pasarla muy bien-
-Veras que sí, vamos a hacerlo por primera vez y en la playa, no te vas a arrepentir… sólo ve cómo nuestros cuerpos se acoplan perfectamente, estamos hechos para estar juntos-
-Ojala pudiéramos pasar la vida juntos… Tranquilo, sé que es imposible, pero al menos mientras podamos, te aseguro que solo voy a estar contigo, mi cuerpo será solo para ti-
-No sabes cómo me pone que digas eso, no he estado con nadie hace muchísimo, una vez fui con alguien cuando tu tía me dejó a un lado pero aparte de que fue un sexo horrible, mi esposa descubrió los mensajes y nunca más he vuelto a acostarme con alguien, solo contigo-
-Quitame la ropa y desnudate, quiero sentir tu cuerpo-
En cuanto acabe de decirlo ya estábamos casi desnudos, solo teníamos la ropa interior puesta, yo seguía boca abajo y me quité mi bóxer dejándole ver mi culo, sentí como se deshizo de su calzón y pasó su lubricada verga por la entrada de mi hoyo, pasaba la cabeza de su mástil de arriba a abajo masajenado con mis nalgas.
Poco a poco sus movimientos se hacían más constantes y veloces, sus enormes y grandes manos tomaban con delicadeza mi cintura. Tenía todo mi trasero lleno de líquido preseminal, y el pene de mi río parecía crecer cada vez más, luego de varios minutos hizo los últimos movimientos llenándome toda la espalda con su eyaculación.
Mi tío pasó la lengua desde mi culo y subió recogiendo con su boca todo su semen, cuando sentí que ya no había en mi espalda me coloqué boca arriba, me agarró el pene con su mano y empezó a masturbarme, le di un beso y para mi sorpresa su esperma seguía en su boca, nos seguimos besando pasandonos su semen de su boca a la mía y de mi boca a la suya, estaba tan caliente que a los pocos segundos me vine en la mano de mi tío, me dejo de besar con su esperma en mi boca, se llevó su mano a la boca y con mi semen en ella volvió a besarme, teníamos ambas eyaculaciones en nuestros labios, nos movimos de arriba a abajo haciendo que nuestros penes se rosaran, estaba demasiado excitado y con su miembro pegado al mío y nuestros cuerpos haciendo presión me vine enmedio de los movimientos haciendo que mi tío de viniera casi al instante. Nos pasamos el semen que teníamos en la boca y nos acostamos unos minutos.
Después de eso nos limpiamos con papel que mi tío tenía en la mesa de noche, nos cambiamos, comimos y salimos a comprar las cosas para nuestro viaje de amantes.
Llegamos a la tienda, era algo grande así que acordamos que cada quien buscaría por su cuenta, me dio una de sus tarjetas para pagar cuando terminara por si el aún no acababa. Nos separamos y yo fui a buscar algunos, de entre los estantes escogí unos que eran como unos shorts muy cortos y ajustados, otros que eran un poco más largos pero ajustados y por último uno que sabía que le iba a encantar a mi tío, uno tipo calzón muy ajustado en color rojo que sabia que resultaría mis pompis, aproveché para comprar bloqueador, unos pares de lentes de sol y sandalias.
Después de pagar fui a la entrada de la tienda donde mi tío ya estaba esperándome con los brazos abiertos, se ofreció a cargarme las bolsas y nos dirigimos a otra tienda.
Esta vez era para comprar la ropa de playa, me recordó que nos veríamos en la entrada de la tienda y que comprara ropa para una semana aunque solo iríamos un par de dias y que no me preocupara en cuanto dinero gastará y cada uno nos fuimos por nuestro lado.
Seleccioné lo que necesitaba y me dirigí al probador, puse la ropa en los percheros y empecé a probarme la ropa. Cuando iba por la mitad la puerta se abrió y mi primera reacción fue cubrirme pero para mi suerte era mi tío Martín.
-Vaia, qualquiera diría que estabas esperando a alguien, chiquito-
-Me asustasté, me olvidé del seguro, pensé que era un extraño-
-Por fortuna, soy yo. ¿Habrá espacio para este hombre en tu probador?- Solo rei y continué probándome la ropa que me faltaba, el llevaba un poco menos que yo y eso hizo que terminara más rápido, el espacio era algo reducido así que estábamos un poco apretados, eso no hacía nada fácil cambiarme, sobre todo porque mi tío no perdía oportunidad para tocarme o apoyar su paquete en mi trasero y cuando me quité el último conjunto de ropa sentí una mano entrar en mi bóxer acariciando mis nalgas.
-No te vistas todavía, hay que aprovechar que ya estamos aquí juntitos y sin ropa para hacer una travesura-
-No sé si sea buena idea, nos pueden oír y nos sacarán de la tienda-
-No importa-
Dicho esto bajó nuestra ropa interior y poniéndome contra la pared y levantandome un poco aprovechando el apoyo nos besamos unos minutos y luego con su mano tomó nuestros penes y empezó a masturbarlos,el suyo era basta te grueso así que uso las dos manos, la sensación de tener nuestros penes erectos, calientes juntos era maravillosa, podíamos sentir cómo palpitaba cada uno a su velocidad. Después de un rato de estar moviendo nuestras caderas y la mano de mi tío subiendo y bajando presionandolos nuestros penes expulsaron leda manchandonos de ella, con cuidado de no manchar nada nos limpiamos con un pañuelo que tenía en mi pantalón, el cual guarde en la misma bolsa para después divertirme con él.
Salí del probador con lo que iba comprar y despues de pagar esperé a mi tío en la entrada. Fuimos a su casa a llevar las cosas que llevaríamos al viaje porque no queríamos que mis papás vieran nada de lo que me compró.
Hicimos unas maletas y prepararé la cena, despues de media hora nos sentamos a la mesa y nos dispusimos a cenar, la platica era tan buena como antes, fue un rato bastante agradable entre conversación, risas, besos y miradas. Cuando no estabamos buscando sexo podíamos seguir hablando casual pero en un tomo más romántico e íntimo que antes.
Al fin llego el momento, era viernes por la mañana y salimos con las maletas rumbo al aeropuerto para llegar al hotel al medio dia, tuvimos que esperar un tiempo pero al fin abordamos, pasamos la mitad del vuelo conversando y la otra mitad acariciandonos la pierna en silencio cuando nadie nos veía.
Luego de poco más de dos horas de vuelo, aterrizamos en Los Cabos. Ese calor controlado por la brisa del mar era muy agradable al contacto con la piel y al respirar. Como no eran vacaciones el hotel y la playa estaban casi vacíos podríamos demostrarnos nuestro deseo en público, fuera de la casa de mi tío.
-La habitación que reservamos era perfecta para una parejita con ganas de pasar la noche sin dormir. Al fin mi tío iba a penetrarme, él disfrutaría de mi culo tanto como yo de su verga y teníamos unos días para complacer este deseo incestuoso que estaba matandonos y solo se calmaría cuando nos entregaramos a él.
-Estoy ansioso por darte todo mi amor y todo mi deseo en el cuarto, pero primero quiero que disfrutemos del sol, el mar y todo lo que podamos- Comentó poniendo su mano izquierda en mi contira mientras levantaba un poco mi cara con la derecha acercando su cara a la mía estando a punto de besarnos mientras esperábamos en la recepción del hotel.
-Sí, primero pasemos el día disfrutando del lugar y nuestra compañía y en la noche te prometo que no te haré esperar más… seré completamente tuyo-
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!