Me vuelvo la mujer de mi tío (Parte 6)
Mi culo prueba la verga de mi tío Martín por primer vez.
Cuando nos dieron acceso a la habitación no lo podía creer. Mi tío Martín no había dudado ni un segundo en asegurarse de que nuestra primera noche juntos fuera perfecta. En la habitación había un baño enorme, muy elegante con un vestidor fabuloso. Una cama king size que lucía extremadamente cómoda, un mini bar con una mesita para dos, un sofá bastante grande y confortable; una gran ventana tamaño pared que podíamos recorrer por completo para tener acceso al amplio balcón donde además de tener vista directa al mar teníamos un jacuzzi y una especie de hamaca a nuestra disposición.
El bell boy llevó nuestras cosas y cuando nos quedamos solos recorrí con mi tío la espectacular habitación donde dormiriamos durante nuestra estancia.
-Wow, no puedo creerlo, es perfecta-
-Me alegra que te guste, planeé este viaje para que estemos felices, tu y yo… completamente solos sin interrupciones- Dijo mi tío abrazándome por detrás.
-Ya quiero que estrenemos la cama… pero quedamos en pasar un día tranquilo y en la noche acabará la espera-
-No sabes lo que me va costar verte en traje de baño sin dejarme ir sobre ti-
-Tendras que hacerlo. Porque si te atreves no me voy a poder detener y dejar que hagas conmigo lo que quieras-
-Adelantame la noche, por favor, chiquito-
-Será mejor que nos duchemos para bajar a la playa, anda-
-De acuerdo. ¿Primero tú?-
-No, mejor métete tu y luego yo, conociendote… eres capaz de meterte conmigo a la regadera-
-Está bien, pero no olvides que eres bienvenido por si te arrepientes y quieres venir a acompañarme a bañarme-
Mi tío se metió al baño y aproveche para ver a más detalle la habitación. Me dejé caer sobre la cama; era perfecta, las sábanas frescas y suaves con ese colchón que te tentaba a quedarte acostado en el toda la vida, la habitación era muy sobria, colores neutros y decoración minimalista pero con ese toque tropical que caracteriza la playa. El jacuzzi era bastante grande al igual que la hamaca, me imaginaba los buenos momentos que pasaríamos ahí mi tío y yo.
Escuche la puerta del baño abrirse y salió mi tio con una toalla en la cintura, se quedo en la puerta para tratar de agarrarme cuando entrara al baño pero logré entrar rápido y poner el seguro antes de que entrara conmigo, realmente quería bañarme con él pero no estaba seguro de aguantar a tener sexo con el hasta la noche si entraba conmigo al baño y aunque sonara estupido, quería hacerlo esperar y que deseara más ese momento.
Salí de la regadera, me sequé y me puse uno de los trajes azules estilo bóxer apretado, me envolvió en una bata y salí del baño. Mi tío Martín estaba ansioso sentado en la cama con una camisa y una bermuda de colores pastel.
Bajamos a la playa y estando en la orilla le pedí que nos metieramos al mar. Se quitó su ropa dejándome a la vista su sensual cuerpo velludo, era tan seductor… me deshice de la bata que me cubría y disfruté de ver como me recorría con su mirada de pies a cabeza con un intenso deseo en sus ojos. Nos miramos a los ojos y sonreímos, miramos a los lados y como había gente nos limitamos a dejar la ropa en un camastro del hotel y caminamos en la orilla del mar hacía donde se veía menos personas.
Caminando empezamos a conversar de los planes que teníamos, él para su casa y su trabajo y yo para mí carrera. Me tomó de la mano y después de un rato con uno de mis brazos lo sujete y el me abrazo con su enorme brazode lado sin dejar de caminar, era muy placentero sentirnos sin tanta ropa estorbando.
Llegamos a un punto donde no se veía nadie a mucha distancia, me sujetó de la cintura y me dio un apasionado beso que claramente le correspondí, elevé mis manos hasta su nuca, nos acercamos más y gracias a lo felxibles y delgados que eran los trajes de baño poadiamos sentir nuestros penes endurecerse, sin parar de besarnos caminamos adentrandonos en el mar, el agua estaba un poco fría pero al instante nos acostumbramos.
-Gracias por darme la oportunidad de tenerte estos días… Quiero darte todo, mi dinero, mi vida, mi tiempo. Eres mi sobrino pero ya no puedo verte como mi familia… Te deseo más que a nada-
-Gracias a ti, me dejaste ver a ese Martín que nadie más puede ver, y haremos que estos días sean inolvidables para ambos-
Nos seguimos besando por un rato, podía sentir su lengua entrar en mi boca dejándome su deliciosa esencia, sus manos firmes me pegaban a él y no me contuve y tomé su pene bajo el agua, baje nuestros bañadores de la parte de enfrente para no perderlos y poder juntar nuestros miembros. Aprovechando la ausencia de gente y el movimiento del mar nos empezamos a acariciar y frotar con desesperación procurando hacer fricción con nuestros penes y luego de un rato entre tanta agua sentí por unos breves segundos el calor del esperma de mi tío. Seguí moviéndome sin despegarme de el, no faltaba mucho para correrme y mi tío me ayudó pegándose más a mi cuerpo y metiendo su mano en mi traje de baño y empezó a masajear el exterior de mi ano haciéndome terminar. Nos quedamos un momento juntos sin movernos más que por las olas y cuando nos sentimos más cómodos y nuestras erecciones bajaron, subimos nuestros bañadores y salimos del mar.
Caminamos de regreso al hotel y noté que había varias parejas gays y lésbicas así que me sentí con más confianza para tomar de la mano a mi tío. Llegamos y fuimos a comer algo, la comida era exquisita y la vista, el clima y mi compañero solo mejoraban la situación.
Salimos a conocer los al rededores e hicimos una que otra actividad típica de turistas; volvimos al hotel ya en la noche porque mi tío me dijo que había reservado una cena en un lugar especial del hotel exclusivo para parejas. La cena estuvo riquísima, la brisa cada vez más fresca era perfecta para el ambiente romántico que había y aún que éramos la única pareja gay nadie parecía percatarse o incomodarse así que después de un rato me sentí cien por ciento cómodo e incluso nos llegamos a tomar de las manos y darnos unos picos en medio de la cena.
Después de la cena fuimos al bar del hotel y nos tomamos unos tragos mientras charlabamos con una pareja de dos hombres de entre 30 y 40 años. Fue increíble poder decir que nos queríamos y estábamos juntos en un viaje de pareja sin miedo a que nos juzgaran, ahí nadie sabía que detrás de esa imagen de pareja había un parentesco familiar.
Como a eso de las 12 nos subimos a la habitación, convencí a mi tío de bañarnos por separado una última vez, accedió pero con la condición de que nos meteríamos al jacuzzi antes de dormir a lo cual no me negué. Se bañó primero él y después yo, aproveché para ponerme ese traje de baño ajustado color rojo que resaltaba mis glúteos.
Sali del baño y mi tío ya estaba esperándome dentro del jacuzzi. Se quedó mudo cuando me vio con aquel bañador apretado, me metí y me senté en sus piernas.
-Me encanta ese modelito… ¿Por qué no lo usaste cuando llegamos?-
-Lo guardé para este momento, sabía que te iba gustar-
-No te imaginas cuanto, pero lo que yo quiero es quitartelo… Mira, yo ni me puse nada- Dijo risueño abriendo sus piernas debajo del agua y en efecto, estaba completamente desnudo.
-Bueno pues siéntete con toda libertad de quitarmelo cuando quieras-
-Pues ahora mismo te dejare sin nada para que la playa contemple lo bello que eres y frente a ella voy a hacerte mío-
-Asi será, seré completamente para ti-
Empezamos a besarnos cómo nunca lo habíamos hecho, podía sentir en sus labios esa pasión que ya no estaba dispuesto a contener. Sus enormes manos me sujetaban con desición, mis manos recorrían su pecho, podía sentir la velocidad de su corazón y su respiración que solo aumentarían conforme avanzábamos.
Salimos del jacuzzi luego de un rato y nos tumbamos en la cama sin dejar de besarnos. Me gustó sentir cómo su pene se metía entre mis piernas mientras mi tío me levantaba unos centímetros del piso para poder tener nuestras bocas a la misma altura.
Ya en la cama empezamos a explorar nuestra anatomía, en medio de toda la pasión y romanticismo recorrimos con nuestras manos cada rincón de nuestros cuerpos y no dejamos centímetro de nuestra piel sin besar.
Mi tío se acosto boca arriba, me senté sobre el, acaricié su pecho nuevamente y empecé a lamerlo, yendo cada vez más abajo hasta toparme con su hombligo y dando besos fui descendiendo hasta su vello púbico en el cual restregué mi cara. Tomé con mis manos su pene, estaba más caliente y palpitaba más fuerte de lo que nunca lo había sentido, empecé a masturbarlo lentamente, luego se la mame como la primera vez… Empezando por lamer la base subiendo hasta la punta y de regreso, luego envolviendo con mi lengua lo más que podía para finalmente abrir mi boca y meterme la punta a la boca, mi tío estaba gimiendo y eso me motivaba a seguir, cada vez metía más profundo su pene en mi boca, lo largo no era tan difícil, lo complicado era abrir lo suficiente pues era demasiado gruesa.
Mi cabeza subía y bajaba cada vez más rápido, mi lengua pasaba por todo su tronco haciéndolo retroser su cuerpo de placer.
-Detente que aún no quiero acabar… Hoy todos mis mecos van a acabar en tu colita-
Me tomó y me colocó frente a el dándole la espalda, empezó a besar mi cuello, luego mis hombros, acarició mis brazos y siguió con los besos por mi espalda, bajando mi torso cada vez más con sus manos inclinándome hacia enfrente hasta dejar mi espalda recta con mi trasero hacia él. Tomó un cubito de hielo de la champañera que estaba junto a la cama con unas copas y me lo dejo en la espalda, el frío me quemaba pero él lo aplacó pasando su lengua por la entrada de mi ano y no pude evitar soltar un gemido, mi tío se abría paso por mi culo con su lengua lamiendo de formas en las que jamás me imaginé.
Sentia que no podía tener más placer pero era porque no sabía lo que me esperaba. Luego de un rato mi tío metió un dedo en mi, empezando a acariciar mis paredes anales con un dedo que después se hicieron dos y luego 3, me dolió ese tercer dedo pero tenía que aguantarlo ya que su verga era demasiado gruesa y era mejor prepararme.
Me tumbó boca arriba, se acostó sobre mi y saco una tira de condones y lubricante que seguro puso ahí cuando me duchaba.
-Quiero ver tu cara cuando te la meta por primera vez y quiero que tú veas la mía mientras te penetro- Dijo con la respiración cortada colocándose el preservativo para después poner lubricante en la orilla de mi esfínter y en sus dedos y sin decir más metió 3 dedos sin avisar haciendo que gritara pero me calló con un beso y metiendo su lengua hasta mi garganta.
Hizo círculos con sus dedos unos segundos, mi cuerpo estaba humedo, el agua del jacuzzi había sido secada por las sábanas pero del dolor ya estaba sudando.
-Me vas a matar con eso- Dije con un poco de miedo cuando me sacó sus dedos de mi ano y la lengua de mi boca.
-Te va doler, mucho… Pero te juro que después sentirás que tocas las estrellas- Me respondió acariciando mi cara y colocando su miembro en mi entrada.
-Okay- Respondí nervioso pero excitado.
-Si te pregunto si te duele mucho o quieres decirme que tanto estás dispuesto a aguantar o cuando quieras que me detenga… 1 es que no tienes problema, 2 que te duele mucho pero lo resistes y 3 es que ya no aguantas y me detendré por completo-
-Muy bien-
Hizo varios intentos de meterme el pito pero no lo lograba así que colocó más lubricante
-Creo que ahora sí va entrar… 1… 2…3-
Y por fin entró el glande generando un dolor espantoso en mi culo y mi cadera junto con un gemido de mi tío y unos quejidos míos que ahogué apretando las sábanas con mis puños y pujando sin lograr que ese mástil saliera de mi, deformando mi cara en gestos de dolor.
-OHHHHH… que ricooo… Esto quería ver… Tu carita sudada mientras la recibes por primera ocasión-
-La tienes demasiado grande- Dije muy agitado.
-Y tú con tu colita tan apretadita… No sabes lo rico que estoy sintiendo y eso que apenas entró la puntita… ¿Cómo vas?-
-2-
-Okay-
Después de quedarse quieto unos momentos hizo un movimiento en el que saco un poco la punta y volvió a meterla, esta vez hasta una tercera parte de su pene.
-¡Auuuuchh! ¡Ohhhhh!-
-¿Cuanto?-
-2-
-¿Quieres cambiar de posición?-
-Sí- Mi tío me la saco liberandome unos momentos.
Me puse en 4 apoyándome de mis rodillas y mis codos para ayudar a qué entrara más fácil.
-Aqui va de nuevo-
De una sola me metió la mitad de su pene volviendo el dolor haciéndome hundir la cara en las sábanas y me pasó una almohada
-Ten por si quieres morder algo… A partir de ahora sí quieres que me detenga ya sabes que decir-
Me la saco casi por completo dejando solo la cabeza adentro y de una sola embestida inserto toda su verga de 18 cm de largo y 15 cm de grueso soltando ambos un fuerte gemido que se unificaron, el suyo de placer y el mío de un dolor inexplicable. La mayoria de sus gemidos parecían gruñidos y uno que otro eran genuinos gritos de goce.
-!Mmhh! ¡Ahh!… ¡Me vas a partir en dos!-
-Solo hasta donde resistas… Quiero cogerte tan duro que todo el hotel se va enterar de que hoy hicimos el amor… Pero si me lo pides pararé de inmediato-
-No… Quiero pasar la noche contigo, como pareja… No te detengas que aún aguanto, solo empieza lento ¿Si?-
-De acuerdo-
Empezó a moverse lentamente agarrando mi cadera con sus manos evitando que me separara de él.
Sentía el sudor empezando a correr por mi frente y un calor que me envolvía más cada segundo que pasaba. Su verga era demasiado gruesa y cuando entraba en mi era como si me rompieran la cadera. Me costó varios minutos empezar a dejar de soltar quejidos cada vez que mi tío me embestía pero al final empecé a disfrutar de la cogida que me estaban dando.
-¿Cómo vas?-
-2, no, casi… 1-
-Jajajaja se ve en tu cara, ya no cierras con fuerza los ojos cuando te entra-
-Creo que ya me acostumbré-
-Pues entonces empecemos-
Las embestidas de mi tío empezaron a hacerse más rápidas, al inicio siguió doliendo un poco pero después de un tiempo el dolor se fue y apareció el clásico sonido cuando mis nalgas chocaban con su pubis.
Empecé a gemir haciendo evidente que empezaba a disfrutar y él lo tomó como una carta abierta para empezar a ser menos cuidadoso y me encantó.
Enderecé mi cuerpo quedando de rodillas como él y ahora solo eran nuestras pelvis las que se movían de adelante a atras, cada vez con más fuerza.
Me aparte de él interrumpiendo el momento para pedirle que se sentará en la cama, lo hizo y me acomodé para quedar frente a él viéndolo a los ojos, acomodé su verga con mi mano y empecé a bajar mi cuerpo introduciendo lentamente su miembro en mi. Era increíble sentir cómo su pene se abría paso en mi cabidad anal separando mis piernas y mi interior con su enorme tamaño.
Empecé a subir y bajar lentamente incrementando poco a poco el ritmo hasta que sin darme cuenta ya ambos estábamos moviéndonos al ritmo que nuestros gemidos y la lujuria nos indicaban.
Estabamos gimiendo como locos y ahora ambos sudabamos y sentíamos nuestros alientos mezclarse. Besaba mi cuello y rodeaba mi cuerpo con sus brazos y yo hacía un intento para poder acariciar su ancha espalda.
-Ohhh… Puta madre… Que pinche rico… Tu culito apretado es perfecto-
-Tú enorme verga es lo mejor que hay en el mundo… No hay una igual-
-Ufff… Si pudiera me casaría contigo, eres mil veces mejor que mi esposa en todo, eres atractivo, gracioso, cocinas mejor y cómo amante eres mucho mejor de lo que ella ha sido en toda su vida. Te haría el amor todos los días si fuera tu esposo-
-Y tú eres un hombre increíble, detallista, macho, vergon… Mmmm… Y eres increíble en la cama… Ay tío… Mmmm… No me puedo casar contigo, pero soy completamente tuyo-
-Exacto, te estoy haciendo mío, ahora eres mi mujer, esta es nuestra luna de miel… te voy a echar mi semen en tu culito para que tengas a mis hijos dentro de ti-
-Mmm… Sí, quiero tener tus hijos en mi interior… No te detengas, por favor… Dame más… Ahhh-
-Eres todo un glotón, chiquito- Dijo metiéndo su pulgar a mi boca el cual lamí viéndolo a los ojos. Sus enormes manos acariciaban con mucha fuerza mi espalda, bajando y subiendo sus dedos
-Me encantas, sobrino. Esto es lo mejor que me ha pasado, está mal porque somos familia pero el que lleves mi sangre hace que te deseé aún más-
-Ya se, el saber que eres mi tío y ahora mi hombre me excita como no te imaginas-
-Me tienes loco, chiquito… No falta mucho para que me venga y te deje preñada esa rica colita-
Me empecé a masturbar y me vine disparando varios chorros de semen que quedaron en el pecho y cuerpo de mi tío, creo que eso lo excitó porque casi de inmediato, entre gruñidos, besos, mordidas, caricias y gemidos mi tío Martín se corrió dentro de mi mientras gemía fuertemente mi nombre.
Nos dejamos caer en la cama y recargué mi cabeza en su sudado pecho, rodeé su cuerpo con mi pierna y acariciaba su cuerpo con mi las yemas de mis dedos y el me abrazo con uno de sus brazos, con la mano que le quedaba libre tomó mi barbilla y la levantó para darme un dulce y húmedo beso en la boca. Nos quedamos un rato así recuperando el aliento mientras nos acariciabamos.
-Hay algo que quiero darte- Me dijo mi tío mientras se levantaba un poco de la cama y saco de uno de los cajones de las mesas de noche una cajita.
-¿Qué cosa?-
-Abrelo- Puso la cajita en mis manos y me abrazo por detrás.
Abri la cajita y eran dos anillos, parecían de matrimonio y tenían la fecha de ese día gravada en el lado interior.
-Ahora que eres mi mujer y yo soy tu macho quiero que tengamos esto-
-Es igual a mi anillo de bodas, me gustaría usar uno diferente contigo pero así podré llevarlo sin que nadie se de cuenta de que en lugar de anillo de mi boda, tengo uno con la fecha en la que me hiciste el hombre más feliz cuando te entregaste a mi-
-Me encanta… Tendré que llevarlo discretamente, no sé que diría la gente si me ven con un anillo igual al del hermano de mi mamá… Lástima que nunca nadie sabrá que para mí eres más que eso, eres el mejor amante que he tenido-
-Me alegra porque tenemos unos días más para repetir lo de hoy las veces que queramos-
Me puso uno de los anillos en mi dedo anular izquierdo y me besó la mano, se quitó el anillo de su boda y lo lanzo al balcón, se puso el nuevo y me abrazo rodeandome con sus fuertes brazos desde atrás dejándome sentir su aun húmedo cuerpo y su verga tibia, besó mi espalda y llevé mi mano a la suya, nuestras manos juntas lucían perfectas con los anillos.
-Gracias por este dia, mi amor… Quisiera nque nunca te alejaras de mi-
-Yo tampoco quiero que esto termine… Pero eres mi tío y no podremos vernos, es muy arriesgado, además estás casado-
-No sabes cuánto voy a aborrecer dormir con ella después de hoy que voy a dormir contigo… pero ya no pensemos en eso y mejor disfrutemos esto-
Y viendo hacia el mar con el sonido de las olas me quedé dormido con mi tío Martín abrazándome, sabiendo que al día siguiente tendría q la playa y a mi tío para pasar unos días llenos de incesto y sexo con mi tío… el hombre con la verga más gruesa que había tenido para mí y que me deseaba tanto como yo a el sin importarnos que ademas de la cama, compartiamos lazos sanguíneos.
He de admitir que me encanta tu relato, pero dices que se corrió dentro de ti pero habías mencionado que había condon
Sorry jajajaja estoy acostumbrado a trabajar relatos más cortos y este lo hice un poco más extenso y se me fue ese detalle… Gracias por tu comentario, cuidaré esos detalles en los próximos relatos😉😁
Me encanta y más porque son largos y explícitos jajajaja pregunta tendrá sexo con el Amigo de su tío? Espero que sí
Saludos.
Por lo pronto habrá una o dos partes más con el tío que espero les gusten y lo de Hugo lo decidiré en el proceso de publicar las partes restantes… cuando pregunté por la idea de relatar un encuentro con Hugo no recibí muchos comentarios, pero lo voy a considerar