Me vuelvo la mujer de mi tío (Parte 7)
Continúan las vacaciones de incesto y lujuria en la playa con mi tío Martín .
Estando dormido en mi mente, o más bien dicho en mi sueño estábamos mi tío y yo… completamente desnudos caminando por la playa, llegando a una especie de media luna donde el agua era cristalina y el paisaje era para morirse… de pronto mi tío me empieza a hacer cosquillas comenzando a jugar corriendo por la arena hasta que nos acostamos en ella y después de besarnos y fajar llenando nuestro cuerpo de arena que se adhería un poco a nuestras espaldas por el sudor que teníamos, mi tío me la empezaba a chupar, lamia mis huevos y se los metía completos a su boca para después hacer lo mismo con mi pene.
Estaba disfrutando de ese placentero sueño cuando la sensación de unos labios en mi nuca que iban bajando lentamente hasta mis hombros me despertó.
-Buenos días, mi amor… ¿Como dormiste?- Fue lo primero que escuché al despertar con esa voz un poco ronca mientras sus grandes brazos me rodeaban y sus masculinas manos sujetaban las mías.
-Mmmm… Buenos días… en tus brazos duermo como un bebé-
-No puedo creer que sea real-
-¿Qué cosa?-
-Que después de tantos años de sentir que se me iba la vida solo y vacío, de pronto me vuelva a sentir un hombre completo… Vuelvo a sentirme contento, atractivo y capaz de satisfacer a alguien en la cama-
-Lo eres, eres muy guapo, divertido, tienes un buen trabajo y claro que puedes satisfacer a cualquiera… yo no sé que le pasa a la tonta de tu mujer porque yo teniendo a alguien como tu y con ese monstruo que tienes ahí abajo… no te dejarían ni dormir-
-Me va costar mucho dejarte ir, ¿sabes?-
-Y a mi irme, pero sabíamos que esto pronto terminaría… eres casado-
-Es extraño cómo te quiero siendo mi sobrino, siempre mi consentido, pero a la vez te amo y te anhelo como nunca podría hacerlo con un familiar-
-Me pasa lo mismo… no me explico cómo puedo olvidarme de que eres el hermano de mi mamá cuando te veo y que sin que desaparezca el cariño que te tengo porque eres mi tío querer tanto hacer el amor contigo-
-Bueno pues este tío tiene muchas ganas de desayunar… pero antes quiere comerse a su antojable sobrino favorito- Dijo coquetamente mordiendo mi lóbulo tomando mi pene con su mano derecha empezando a juguetear pasando la yema de su dedo por la punta haciéndome cerrar los ojos.
-Abre las piernas-
-Okay-
Obedeci y abrí las piernas, el abrio las suyas y me levanto un poco haciendo que quedáramos sentados frente al otro. Me acercó a él quedando nuestros penes juntos, sujete ambos miembros con mis manos juntandolos aún más. Mi tío me pasó el lubricante y poniendo un poco en las Ingles empecé lubricarlos mientras hacía movimientos de arriba hacia abajo.
Estuve unos minutos haciéndolo hasta que con su mano sostuvo nuestros penes desde la base y empezó a mover su cadera moviendo su verga en vez de la mano… empecé a hacer lo mismo. Estaba sintiendo un placer muy peculiar, lo ajustados que estaban nuestros penes retrasaron bastante nuestra eyaculación pero la hicieron mucho más intensa. El primero en venirse fue mi tío pero al sentir su semen caer en la cabeza de mi pene y ver como resbalan lentamente por el tronco dejando su calor por mi pito fue demasiado para mi y me vine al instante. Nos quedamos sentados viéndonos hasta que con su mano acercó tiernamente mi cara a la suya y me dio un dulce beso.
-Creo que ahora sí me acompañaras a la ducha… y no aceptaré negativas, ahora que te he tenido tan cerca no me voy a despegar de ti hasta que te vayas a tu casa-
-Está bien… vamos a bañarnos juntos-
Nos levantamos y en cuanto puse un pie bajo la cama un dolor apenas soportable recorrió mi espalda, empezaba desde el coxis y terminaba la altura de mis costillas. Solté un chillido y me dejé caer en la cama.
-¿Que te pasa?- Me preguntó preocupado acercándose a mi.
-Nada, creo que te tomaste literal eso de partirme en dos… me duele horrible-
-Quieres que vayamos al medico o algo?-
-No, solo dame un minuto-
Respire profundamente unos segundos, me puse de pie y caminé dando vueltas por el cuarto hasta que el dolor se hizo casi inexistente y al fin fuimos al baño, abrió la regadera y después de 2 minutos revisó la temperatura del agua y nos metimos a bañarnos. El agua era entre tibia y caliente, el jabón del hotel olía a avena, el shampoo a coco y el vapor empezó a esparcirse por todo el baño.
Nos pusimos shampoo uno al otro, nos pasamos jabón en la espalda para ayudarnos y continuamos cada uno en lo suyo a excepción cuando nos pasábamos el jabon.
-No estaría mal que se te cayera el jabón… sirve que me dejas ver como te quedó el hoyito-
-Jajaja ni creas, ese solo lo vas a ver hasta más tarde-
-Bueno, oye… ¿Y si me ayudas a enjabonarmelo?- Me miró con unos ojos que reflejaban tanta excitación que sin pensármelo dos veces tomé el jabón, lo frote en mis manos, me arrodillé y empecé a ponerle jabón a su pene y frotarlo suavemente con mis manos.
-¿Te gusta?-
-No tienes idea… no te olvides de bajar el prepucio para limpiarlo bien-
Bajé el pellejo que envolvía su miembro, usualmente prefería los miembros con circuncisión pero con mi tío era diferente. Lo lavé por debajo de ese pellejo que envolvía su miembro y cuando lo enjuagué le pase la lengua y vi satisfactoriamente como le temblaron las piernas.
-Bueno pues déjame hacer lo mismo por ti- Dijo sonriendo con un gesto fingido de pena arrodillandose frente a mi y haciendo lo mismo que yo hice por él momentos antes.
Salimos de la regadera y nos secamos con las toallas que estaban colgadas ordenadamente.
-Espera… dejame revisar… sí, aquí está- Sacó una pomada de una cajita sellada que estaba en el fondo de una vitrina sobre el espejo del lavabo, la abrió y sin decir nada puso un poco en su dedo y la pasó por mi trasero provocándole el dolor suficiente para sacarme una lágrima y un grito.
-Esto te va ayudar, ya verás que para la noche estarás como nuevo y las demás veces ya no te va doler… esta solo porque fue la primera vez… pero las siguientes solo las vas a gozar-
-Lo disfrute demasiado pero debo reconocer que hoy estaré un poco calmado porque me duele todo el culo y la espalda… Espero tengas razon y la siguiente vez ya no duela tanto-
-Considerando que ya te partí esa colita y que esta pomada hace milagros… La siguiente vez ni condón vamos a necesitar para que resbale-
-No estoy seguro-
-Igual déjame felicitarte, tu tía no la aguantaba mucho, no sabes lo que le costó cuando tuvimos a tus primos-
-No la culpo, la tienes enorme-
-Pero tu lo hiciste muy bien… Y no me puedes negar que te gustó… Si hubieras visto tu cara, al inicio solo veía dolor pero al final se notaba que estabas disfrutando como nunca-
-Bueno pues… Un buen pene con un buen hombre son una mezcla brutal-
-Tienes suerte, este día te dejare tranquilo para no lastimarte pero mañana… Voy a desquitar lo de hoy y mañana-
Pedimos room service y nos quedamos hasta las dos en el cuarto acostados simplemente besándonos y viendo la televisión. Después bajamos a la playa y tomamos el sol un rato y luego mi tío me convenció de meternos a la piscina. El agua estaba un poco fría pero soportable, empecé a temblar porque soy muy friolento y mi tío se acercó a mi, me abrazó ayudando un poco a calmarme, no sirvió para quitarme el frío pero si para pensar en otra cosa.
-Creo que era mejor que nos quedáramos en el cuarto-
-¿Por qué?-
-Porque quiero bajarte el bañador aquí mismo… además podríamos pasarla muy bien en el jacuzzi-
-Acabamos de bajar… además ya se me está pasandoo el dolor y creo que podríamos ir a caminar por la playa-
-De acuerdo-
Nos salimos de la piscina después de varias horas de estar jugando y nadando, teníamos la.poscina casi completamente sola para nosotros dos y al fin fuimos a dar un paseo, las olas golpeaban suavemente nuestros pies, el calor del sol nos envolvía pero la brisa nos daba la humedad necesaria para no sofocarnos. Todo era excepcional, caminábamos tomados de la mano y en momentos Martín me sujetaba de la cintura y me hacía caminar frente a él y caminábamos abrazados con las manos agarradas. Disfrute ese momento porque sabía que no se repetiría, aunque el año siguiente volviéramos a vernos, nunca podríamos salir a la calle y caminar de la forma en que lo estábamos haciendo. Nos tomamos un momento para sentarnos lo suficientemente cerca del mar para que en ocasiones el mar apenas nos tocara los pies.
-¿Crees que el siguiente año podamos…?-
-No lo sé. Pueden pasar muchas cosas y la vida cambia… aunque me gustaría decirte que sí-
-Pues, yo por mi parte te prometo que todos los años, si decides volver yo estaré más que dispuesto a retomar esto que tenemos, mi casa será tu casa-
-¿Me lo prometes?-
-Claro, cada año e incluso cada vez que tu tía se vaya con su familia te estaré esperando… sea un día o una semana, no será suficiente pero tendré que conformarme-
-No sé si pueda resistir los celos de saber que ella duerme contigo-
-Pero yo solo voy a pensar en ti, cada noche desearé que fueras tu quien esté en su lugar durmiendo conmigo-
-Martín… creo que será mejor no prometernos nada que no podamos cumplir-
-De acuerdo, pero entonces hay que dejar de hablar de esto al menos mientras estemos aquí, ya habrá tiempo para eso en el vuelo de regreso-
-Está bien-
-Mira, no hay gente y si…-
-No, nos pueden ver e incluso sancionar o algo peor-
-Andale, aún que sea una lamidita-
Sonreí y lo hice que se acostara poniéndome sobre el, lo besé y bajé por su cuerpo hasta su traje de baño, saqué su miembro aún flácido y me lo metí a la boca… el sabor estaba peculiar… no era como las otras veces, tenía un sabor ligeramente saladito que me resultó delicioso y continué con la mamada sintiendo como su miembro crecía en mi boca hasta ponerse como una piedra que de vez en cuando me daba chorritos de líquido pre seminal que disfrutaba pero que tuve que dejar cuando mi tío me apartó porque venía una pareja corriendo por la playa.
Me senté y acomodé el traje de baño de mi tío y lo sobe por encima. Nos seguimos besando y vimos el atardecer recostados sobre la suavidad del arena con nuestros cuerpos fundidos en un abrazo. Cuando se metió el sol nos pusimos de pie y caminamos de regreso, cenamos en uno de los restaurantes del hotel y de nuevo fuimos al bar, nos encontramos con la misma pareja de la noche anterior y conversamos con ellos.
-Hola, un gusto encontrarlos nuevamente- Dije saludandolos recibiendo un -Lo mismo decimos- como respuesta y después de saludar nos sentamos junto a ellos. Conversamos un rato y empezamos a hablar de la relación que teníamos cada pareja, era un poco difícil porque no teniamos tanto de estar juntos mi tío y yo pero nos dimos cuenta que ya teniamos una dinámica y cosas de pareja en ese corto tiempo y que nos conocíamos mejor de lo que pensábamos.
-¿Y qué hay de ustedes?- Cuestionó mi tío hacia la pareja de hombres, no muy atractivos a mi gusto pero se veía que tenían buena química.
-Estamos en una relación abierta… cogemos con más personas pero al final, siempre volvemos a nosotros… lo amo y el me ama, es lo que importa-
-Wow, que genial- Dije alegremente
-Podriamos intentarlo, amor- Comentó Martín tomadome de la mano.
-No sé si sea buena idea-
-Pero es lo mejor que podríamos hacer- Insistió sin obtener respuesta de mi parte.
-No me digan que hay problemas en el paraíso- Comentó uno de los hombres.
-No, estamos mejor que nunca y muy felices disfrutando del lugar y de nosotros… pero yo soy casado y creo que sería bueno para nosotros acordar que sin importar que o quienes, siempre volver-
-Oh, no me imaginaba eso-
-De hecho es la razón por la que estamos aqui… Pero ya hablaremos de eso despues-
-Si, mientras tanto disfruten de este viaje-
Continuamos la velada con ellos, tomando y conversando de todo tipo de cosas. Tomé demasiado y ya todo me causaba gracia, eran las dos y media de la mañana y cerraron el bar. Mi tío que estaba un poco entrado pero mucho menos que yo nos despidió de la pareja y nos fuimos la cuarto.
Entramos en el elevador y nos empezamos a besar con un desenfreno que nunca habíamos tenido, me puso contra la pared de espejo que había. Para nuestra suerte eran muchos pisos los que teníamos que subir. Me giró quedando ambos viendo al espejo, se lamió un dedo, metió su mano en mi traje de baño e introdujo un dedo mientras ambos veíamos la excitante escena atravez del cristal, empezó a acariciar mi próstata haciéndome gemir, me apoyaba su verga que ya estaba dura.
-Es… espera, Martin-
-¿A qué?… podemos empezar aqui-
-Nos…. ahh… nos puedenver-
-Ya no aguanto… con un poco de suerte apenas y resistiré no arrancarte la ropa aquí mismo-
Seguí moviendo su dedo masajenado mi punto g callando mis gemidos cubriendo mi boca con su mano. Las puertas del elevador se abrieron y salimos rápidamente, llegamos al cuarto y cerramos la puerta, le quité la ropa a mi tío ferozmente mientras él hacía lo mismo con la mía.
Nos tumbamos en la cama completamente desnudos, siendo nuestra piel y las suaves sábanas lo único que sentíamos, estábamos desatados, ya nada nos importaba y lo único que queríamos era entregarnos una vez más a nuestra calentura.
Lubricó su miembro y mi esfínter con saliva, me puso en cuatro y me metió la mitad de su verga en una embestida que fue sin duda dolorosa pero el alcohol había hecho su trabajo y amortiguó el dolor haciéndolo menor y hasta disfrutable.
Mis manos se aferraban a las sabanas mientras ese tronco abría mis caderas casi partiendolas a la mitad haciéndose espacio en mi interior cada vez más adentro. El dolor empezaba a mezclarse con placer con cada empujón.
-AHHHH… UYYYYY… MMMM… OHHH… GGHRHR- Era lo único que emitimos cuando hacíamos que la cama se moviera bruscamente al compás de nuestro concúbito.
Nos separamos un instante, lo tiré al colchón empujándo su pecho hacia atrás, me senté sobre su pene y empecé a cabalgar en él. Brincaba felizmente en aquel grueso e imponente miembro que adoraba porque me hacía ver borroso cada que lo introducía en mi recto.
Estábamos sudando, ver su cuerpo con el sudor en su cara, su cuello, hombros, los vellos que envolvían su pecho y su torzo era como ver el paisaje más hermoso jamás visto por alguien más. Me incliné a besarlo en un rápido movimiento nos hizo cambiar de posición, ahora estaba penetrandome de ladito, controlando el movimiento con su pelvis, parecía querer llegar aún más adentro de mi porque cada vez me acercaba a su cuerpo con más fuerza. Sentía la presión que hacían sus dedos en esos bien logrados intentos de juntar su pubis con mis nalgas.
Paramos unos segundos cambiando de posición, me acosté boca arriba y él se puso frente a mi elevando mis pies con sus hombros, acaricio mis piernas de arriba abajo, sujeto uno de mis pies y metió mi pulgar a su boca, por alguna razón ese acto me calentó un montón. Coloco nuevamente mi pie en su hombro e inserto su verga en mi culo volviendo a penetrarme con fuerza.
Mis gemidos ya eran muy ruidosos y agudos, mientras los suyos eran muy viriles, nuestros cuerpos empapados unidos eran lo máximo, lo mejor que nos podía pasar.
-No… no sabes… cuanto estoy disfrutando… de taladrar tu colita… mmmmm… apretadita… pero…. hoy te quiero coger toda la noche-
-Mmmm… siii, cogeme toda la noche… quiero que nos quedemos despiertos haciendo el amor-
-Ahhh… me voy a… a venir… tengo que… dete… detenerme-Dijo parando en seco todo movimiento que teníamos.
Estuvimos unos minutos en total calma, solo respirando aceleradamente, me sacó su pene y me besó. Estuvimos un buen rato besando y acariciando nuestros cuerpos sudados. Volvió a penetrarme en la posición en la que estábamos pero esta vez metió sus manos bajo mi espalda y me arrastró hasta la orilla de la cama, mis piernas se bajaron de sus hombros a sus costillas, me levantó sujetandome de la espalda con una mano y de la cadera con la otra.
Así sus movimientos eran menos ágiles, en parte por la posición y por el sudor que hacía que resbalar nuestra piel. Me penetró en esa posición con el sonoro choque de mis nalgas en su cuerpo.
Los gemidos ruidosos regresaron y empecé a masturbarme al compas de nuestros movimientos corriendo me en el pecho de mi tío que casi de inmediato me llevo a la cama, sacó su verga de mi año y se empezó a mastirbar, me arrodillé en el suelo frente a él abriendo la boca y a los pocos segundos recibí la abundante leche caliente y un poco espesa de mi tío recién salida de sus huevos. Rápidamente fue al baño y nos limpiamos el semen que teníamos, yo en la cara y el en su pecho.
-¿Nos metemos al jacuzzi?-
-Sí, pero hay que bañarnos primero-
Entramos de nuevo a la ducha y nos enjabonamos pero al levantar mi pierna para limpiar mi pie un ligero dolor en mi recto me invadió mientras veía un par de gotas de sangre caer al suelo para disolverse con el agua e irse por la coladera en cuestión de segundos.
-No lo notaste la última vez pero también sangraste… supongo que está vez fue porque no usamos tanto lubricante-
-Seguro que sí, aunque esta vez no dolio tanto, no se si es el alcohol en mi sistema, que ya me adapté a la bestia que tienes o ambas-
-Mas vale que ambas porque hoy vamos a hacerlo hasta que me canse o me quede sin semen-
-Sera muy interesante averiguar cuál pasa primero-
Nos enjuagamos y salimos del baño, aún escurriendo, eran las cuatro veinte de la mañana y ni Martín ni yo teníamos el mínimo interés en dormir. Prendió el jacuzzi y se sentó en la orilla, me puse frente a el y de una sola me metí su pene medio flácido a la boca, la mandíbula me dolía un poco porque realmente la tenía muy grande para mí. En realidad mi tío era muy grande en todos los sentidos.
Saqué aquel pene de mi boca y lamió sus velludo huevos que esta vez tenían un ligero olor a jabón y a hombre limpio, levanté mi cara, vi su rostro unos segundos antes de que ese cabezón y grueso miembro me golpeara en la cara un par de ocasiones.
-Ahora tu siéntate aqui- Dijo metiéndose al agua y haciéndose a un lado para dejarme sentar en donde el se encontraba -Ahora abre las piernas y agarrate fuerte de donde puedas-
Apenas iba a cuestionarlo cuando tomó mis piernas y las elevó a sus hombros, acercó su cara a mi trasero y empezó a recorrer mis nalgas con su boca y a jugar con su lengua en el exterior e interior de mi culo haciendo que mis brazos temblaban al punto que apenas y podía sostenerme de ellos.
-Para que me voy a caer-
-Jajajaja, está bien-
Me dejó y seguimos con el mareomo en el agua caliente que duró unos minutos porque lo siguiente que recuerdo es que mi tío se sentó poniéndome sobre el dejándome bajar lentamente metiendo su pene en mi aprovechando el flujo y la lubricación que nos daba el agua.
-Ahhh… no sé si estoy loco pero cada vez que vuelvo a tenerte dentro me dan ganas de que no me la saques nunca-
-No, y de ser así ambos estaríamos locos, con cada ocasión mi verga quiere quedarse más tiempo dentro de ti-
Nos besamos y continuamos con las penetraciones que ya eran más rudas pero el agua nos detenía un poco. Nos cambiamos de posición, incandome yo en el asiento del jacuzzi con las piernas abiertas recargando mis codos en la orilla y mi tío justo detrás de mi, apoyando un poco su cuerpo sobre el mío controlando los movimientos y la velocidad con su cadera. Siendo sus manos aferradas a mi vientre lo único que le impedía resbalar.
Duramos demasiado en esa posición aprovechando que en la facilidad que nos daba en ocasiones para detenernos y descansar cuando mi tío lo necesitaba o cuando uno de los dos se iba a venir… ya no sé cuanto tiempo había pasado pero el cielo ya no se veía exactamente oscuro.
Mi tío Martín siguió embistiendo con mucha fuerza lo más rápido que el cansancio le permitía, tomó mis manos desde la posición que estábamos y estiramos los brazos, y entre jadeos y burbujas recibí su semen.
-Cre… creo que solo podré ha… hacer…lo u… una vez más –
-Ah… ja… pues… hagá… hagamoslo o… otra vez-
Luego de unos minutos de estar en la posición en la que terminamos al fin logramos ponernos de pie. Fui por una sábana de la cama dejando un rastro de agua por donde pasaba. El reloj marcaba las cinco con quince de la madrugada, extendí la sábana en el suelo del amplio balcón a lado del jacuzzi y nos tumbamos en ella.
En cuestión de segundos la sábana ya estaba empapada de agua, estábamos escurriendo, me acosté boca abajo y mi tío se acostó sobre mi apenas logrando no dejarse caer pero luego de empezar a penetrarme pareció tomar impulso recuperando un poco la energía y velocidad.
El agua de su cabeza y su cuerpo caía sobre mi espalda al igual que sus agitadas y tibias exhalaciones que salían de él con mucha fuerza. El contraste de la frescura de la sábana mojada en el suelo que me rodeaba, con el calor de la respiración de mi tío sobre mi me resultaba muy cachonda.
-Ya… no puedo, llevo muchas… ho… horas-
-De… de acue… rdo-
Mi tío se dejó caer sobre mí tratando de no sofocarme y se giró saliendo de mi y quedándose boca arriba. Yo estaba cansado pero con energía suficiente para subirme en su pene y encargarme de los movimientos hasta que ambos terminaramos.
Me senté sobre su pene que lucía un tono un poco más rojizo de lo normal y moviendo mi cuerpo de arriba a abajo y de adelante a atrás, luego de un buen rato que consumió toda mi energía, ambos nos corrimos casi al mismo tiempo, mi eyaculación fue un poco escasa pero como mi tío ya se había corrido una vez más que yo, esta vez no expulsó mucho esperma y el que salió era un poco más líquido de lo normal. Estábamos exhaustos, sentía que mis ojos se cerrarían en cualquier momento.
-Hoooyyy… fue… fenomenal-Me dijo llevando sus manos a mi espalda.
-Estuviste fabuloso, me encantó- Le di un beso, me recosté en su pecho y nos quedamos dormidos con el sonido del mar y los movimientos de nuestros cuerpos al respirar viendo cómo la luz del sol aparecía iluminando la playa con sus tonos amarillos y dorados haciendo brillar el mar que parecía no tener final.
por favor, estoy esperando mas relatos
Recién terminé la parte 8, solo la revisaré para corregir errores y la publicaré… gracias por tu comentario, me ayuda a saber que hay a quien le gusta lo que hago y me motiva a no dejar esto por completo