Me vuelvo la mujer de mi tío (Parte 8)
Regresa la historia de como me converti en la mujer de mi tío Martín .
Durante el par de días siguientes la rutina era prácticamente la misma a los últimos días de playa, dormirnos casi al amanecer por tener sexo toda la noche solo para despertarnos hasta tarde, volver a tener sexo a lo largo del día y bajar a disfrutar de la playa.
Siendo nuestro penultimo día en la playa, estando ya cansados pero no menos calientes nos dispusimos a despertarnos, hacer un mañanero rápido y pedir room service para después bajar a nadar en la piscina.
Cada día el hotel se veía más solo, eso hacía que mi tío Martin y yo nos sintíeramos con mayor libertad de juguetear, besarnos y tocarnos cuando parecía que nadie nos veía. Estábamos en uno de esos momentos en los que mi tío me tenía contra la pared de la piscina besándome cuando la pareja con la que solíamos hablar casi todos esos días apareció. A pesar de la edad que tenían su cuerpo era muy llamativo.
-Vaia vaia… nuestra pareja favorita en acción- Dijo Ernesto, uno de los hombres alegremente sujetando la mano de Javier, el otro sujeto.
Se les marcaba un buen paquete a ambos en los trajes de baño y me fue casi imposible no mirarlos delante de mi tío pero supongo que se dio cuenta, porque bajo el agua me dio una nalgada haciendo que apartara mi vista de aquellos hombres, especialmente de Ernesto que se notaba que era el activo y era más atractivo, además tenía el paquete un poco más prominente.
-¿Esto? Solo es el calentamiento… si vieran la verdadera acción- Exclamó mi tío en un aparente genuino tono de amabilidad y alegría que era casi creíble de no ser porque en su cara se veía su recelo.
-Uyyyyy se ve que eres territorial- Dijo Javier entre risas.
-Y ¿Cómo no? Ve nada más al jovencito que trae a su lado, se ve que es de esos que se la comen como pocos… claro que no quiere soltarlo- Afirmó Ernesto recorriendo con su mirada lo que se podía ver de mi bajo el agua pasando su mano con ligereza por su abultado bañador. Sentía como los músculos de mi tío se tensaron ante los comentarios de aquel sujeto que veía como una amenaza.
-Sí, no sabes cómo lo hacemos… siempre lo hago poner los ojos en blanco y a el le encanta que se la meta- Comentó mi tío Martín sujetandome con más fuerza.
-Jajajajajaja bueno, creo que ya fue suficiente de hablar de nuestras intimidades, Martín… ¿Por qué no se meten con nosotros?- Dije para romper la tensión.
Ya estando los cuatro en el agua Ernesto no paró su coqueteó durante la conversación provocando claramente los celos de mi tío. Me gustó verlo celoso, por lo que en ocasiones trataba de seguirle las miraditas sutilmente a Ernesto.
Después de una hora o poco más de estar conversando tuve que ir al baño, me disculpé con los 3 y salí de la piscina directo al baño del hotel que estaba hasta el 5 oto piso pero era mejor que el de la planta baja, lo sé porque en una ocasión entré con Martín porque no aguantamos a llegar al cuarto para quitarnos las ganas.
Llegué al cuarto de baño, me vi en el espejo enorme que estaba sobre el lava manos mientras entraba Ernesto mirando mi reflejo en el vidrio. Caminé hacia los mingitorios y me dispuse a orinar en el que estaba pegado a la pared, y mientras lo hacía Ernesto se colocó en el urinario de a lado, miré hacia la pared evitando hacer contacto visual, el sonido de la orina chocando con la pared de los mingitorios se hizo presente junto con la voz de el hombre que estaba a mi lado.
-Nada mal-
-¿Que cosa?-
-Tu herramienta… aún que no suelas usarla-
-¿Asumes que soy solo pasivo?-
-Todo tu lo grita… se ve que te encanta montar vergas-
-No sé si sea apropiado esto, ambos vinimos a este lugar con pareja-
-Tengo relación con acuerdos que me permite hacer esto y tu deberías tenerla también. Tu… «novio» es casado, jamás te podrá ser del todo fiel ¿Cómo me dijiste que lo conociste?-
La duda me estaba entrando, no recordaba la historia que les inventamos la primera vez que tomamos con ellos en el bar así que tuve que improvisar y como era de esperar no era la misma historia.
-Pues eso no fue lo que nos contaron- Dijo como si supiera todo lo que ocultabamos y al no tener respuesta verbal o corporal de mi parte prosiguió.
-Él es casado, eso es seguro… ¿Pero qué otra cosa le impide dejar a su esposa y darte la vida de pareja que llevan aquí?- Cuestionó haciéndome casi temblar, estaba muy nervioso pero a la vez tenía un impulso de contarle, total, no lo volvería a ver y nunca se lo había contado a nadie y realmente quería decirle a alguien en voz alta.
-No podemos estar juntos porque Martín es mi tío… ¿Contento?- Dije con la expresión facial más casual que pude sintiendo como una guerra de alivio y nervios empezaba en mi cuerpo.
-No lo puedo creer, pensé que me dirías que era tu jefe o algo así-
-De cierto modo… esto empezó porque me ofrecí a ayudarlo en su casa a cambio de un poco de dinero mientras su esposa esta fuera de la ciudad-
-Menuda historia morbosa se traen… Tío y sobrino-
-Pues si-
-Y ¿Por qué me lo cuentas?- Cuestionó aún con asombro en su rostro.
-Supongo que necesitaba decirlo- Respondi con una sonrisa fría.
-Nuestro cuarto está un piso arriba del suyo… todas las noches los escucho dándole duro… desde hace días tengo ganas de descubrir lo que escondes bajo esos ceñidos trajes de baño… saber como haces que Martín gruña de goce cada noche y hacerte gemir tanto como él- Dijo con la voz cortada recibiendo un gesto de interes junto con una relajación de mi cuerpo. -Son muy ruidosos… me das tanto morbo y más ahora que se lo retorcido que eres-
-No es para tanto- Dije con voz cortante pero mirada de depravación.
-Claro que sí, mira, ya la tengo dura de solo pensar en cómo fornican toda la noche sin parar siendo familia- Dijo girándose un poco mostrandome su pene lubricado en su fluido natural endureciendose, era claro, circuncidado, delgado, de unos 17 centímetros, bastante agradable a la vista.
-Nada mal- Comenté devolviendole el cumplido de hace unos minutos subiendo mi bañador.
-¿Por qué no la tocas?-
Preguntó tomando mi mano con agilidad conduciéndolo hasta su caliente pene dejándome mudo, rodeó mi mano y su miembro con su mano considerablemente más grande que la mía y empezó a moverlas a lo largo de su tronco. Estaba petrificado, el asombro y la excitación me abrumaban, una parte de mi quería incarse e introducirme ese pene en mi boca pero otra quería cumplir con el trato de que tenía con mi tío. Estaba inmerso en esos pensamientos cuando el falo de Ernesto empezó a hincharse y retiré mi mano impidiendo le terminar.
-¿Qué pasa?-
-Tengo un acuerdo con mi tío, mientras estemos en esta situación en la que podemos estar juntos por la ausencia de sus esposa no haremos nada con nadie más-
-Ya veo… ¿entonces no es solo sexo?-
-No olvido que es mi tío y tiene una esposa… sería estupido enamorarme de él, pero si siento algo, nada que no se me pase en unas semanas, y despues regrese el siguiente año-
-Se ve que eres practico ¿Él cómo ve las cosas?-
-Creo que esta un poco más entusiasmado… su esposa tiene años siendo solo su mujer de título… el deseo sexual es innegable pero lo que desencadenó todo fue que cuando empecé a estar en su casa cumpliendo lo que mi tía debía hacer y atendiendolo incluso más de lo que su misma esposa hacía… era como su esposa en la casa y no tardó mucho en mostrar que también deseaba que fuera su mujer en la cama-
-Y se nota créeme… pero, en estos momentos Javier debe estar seduciendo a tu tío, los maduros lo enloquecen y si todo sale bien podremos continuar con lo que empezamos- Dijo poniendo su mano en mi bulto y después en mi trasero.
Salimos del baño y ya estando a unos metros de la piscina estaban Javier y mi tío Martín a punto de juntar sus bocas, pero en cuanto mi tío me vio dejo de lado a la pareja del hombre que casi se termina corriendo en mi mano.
-Te tardaste mucho- Dijo un poco nervioso.
-Estabamos hablando, amor, Ernesto ya sabe todo- Dije metiéndome a la alberca y abrazando a mi tío apenas toqué el agua.
-Asi es… y les propongo un acuerdo para que ambos puedan experimentar con alguien más, tu con Javier y yo con tu sobrino por una noche y después de ese encuentro vuelven al trato que ya tenían-
De primero mi tío se negó inmediatamente pero luego de insistir por unos minutos dijo que lo consideraría y acordamos vernos los cuatro en el bar y daríamos una respuesta.
El día pasó con normalidad, nos separamos de la pareja dejando los en la piscina para ir a caminar por la playa y aproveche para insistirle en aceptar la proposición que nos hacía Ernesto, la verdad es que moría por mamarsela y dejarlo darse gusto conmigo.
Ya llegada la noche discretamente empecé a emborracharlo un poco para que aceptara cuando llegara la hora de decidir. A la hora y media hora de que empezó a tomar llegaron Ernesto y Javier, hablamos entre los cuatro un rato y después acordamos que esa noche cambiariamos de parejas, fue un poco difícil que mi tío cediera pero el alcohol y un par de toqueteos de Javier lograron doblegarlo.
Estaba ansioso por pasar una noche con Ernesto, de cierto modo se había vuelto un cómplice que estaba dispuesto a participar y disfrutar de este juego de perversión sexual que tenia en mi cabeza, era el amantes de mi tío y ahora de un hombre más.
Pusimos reglas, la más importante era usar condon, no habría besos en la boca ni podríamos pasarnos números de teléfono u otro medio para contactarnos; dormiriamos con la pareja con la que tendríamos sexo pero no habría un mañanero y al medio día siguiente nos veríamos todos en el buffet para regresar con nuestra pareja.
Tomamos unos tragos más y todo estaba bien pero tuve que presionar para que cada quien se fuera con su respectivo compañero de noche en ese instante porque noté que Martín estaba por empezar con dudas y peros. Y así fue como mi tío y Javier se fueron a nuestro cuarto y Ernesto y yo al suyo.
Apenas ingresamos me puso contra la pared y con fuerza me arranco la ropa y se deshizo de la suya, iba a darme un beso pero coloqué mi dedo índice en medio.
-Reglas son reglas, hay que portarnos mal pero no demasiado- Susurré tranquilamente.
-De acuerdo, jugaremos limpió pero no sé si vayamos a cumplir con que mañana en la mañana no pase nada… el que me prueba, me repite-
-No podré repetir si primero no pruebo, vamos… la cama nos espera-
Nos volvimos a juntar en un manoseo intenso, nos tumbamos en la cama haciendo que la cabecera chocará con la pared. Saco ansiosamente una tira de preservativos de un cajón mientras yo me acomode boca abajo con el culo parado mirando hacia el. Estaba esperando un beso negro pero solo recibí un dedo a secas, no para dilatar sino por el simple gusto de causar dolor, eso me hizo gruñir por el dolor mezclado con ansias de tener un pene adentro lo saco y de una me la metió sin piedad alguna.
-Aagh- Solté por la fricción que se hacia presente en mi ano cuando al instante de meterme empezó a moverse, intenté apartarlo un poco de mi haciendo mis brazos hacia atrás.
Siguió con la penetracion, en esas estábamos cuando escuchamos un grito muy fuerte que venía del piso de abajo, era Javier recibiendo el monstruo de mi tío por primera vez, nos inmovilizamos unos segundos mientras escuchamos los quejidos y llanto del pasivo en turno de Martín, eso al parecer puso muy caliente a Ernesto porque comenzó a moverse con firmeza y ritmo brutal tanto que a los segundos nos olvidamos de ellos.
Empecé a gemir fuerte, sus movimientos eran precisos parecía que seguía una agitada coreografía para destrozar mi trasero, era placentero sentir su agilidad en la cama, compensaba la diferencia de tamaño con mi tío y a la vez agradecía un poco un descanso de esa magnifica pero dolorosa vergota que tenia mi tío entre las piernas.
Cambiamos de posición y ahora yo estaba sobre el, su verga parecía tener un imán, por mucho que nos movieramos su verga nunca salía del todo, como si estuviéramos programados para nunca fallar cuando entrara y saliera de mi.
Llevó su mano cerca de mi pene, la hizo un aro en el que mi pene entraba y salia cada que restregaba su verga dentro y fuera de mi culo. Empece a sentir como el semen salia de mis huevos y subia por mi pito anunciando que pronto acabaría.
-Me voy a venir… aaah… Me vengo- Empecé a jadear.
-Sigue, no pares, ya casi termino, quiero acabar así-
Y segundos después terminé llenando la cara de Ernesto con mi semen mientras sentía como los mecos de él se regaban por el condon. Me solte y me quedé apoyado en sus piernas mientras lo veía llevando el semen que había en su cara hacia su boca.
Mire su verga, tenia el condon puesto y aun estaba erecta… le quite el preservativo, succiona el semen que había en su interior y lami la lefa que quedó en su pene logrando que se retorciera, tenía un sabor muy diferente al de mi tío, pero leche es leche y la disfrute al máximo.
-¿Cómo carajo cojes así?- Le pregunté.
-Clases de baile, si bailas bien, follas bien- Respondió alegremente.
Hablamos unos minutos y cuando se repuso volvimos a empezar… estaba disfrutando demasiado, esa segunda vez duro una media hora y lo que más me gustó fue que al final me puso rápidamente un condon y se metió mi pene y fui yo quien terminó de activo al menos unos 10 minutos que tuvieron sabor a gloria.
Ya nos sentíamos muy cansados, estabamos exhaustos pero queríamos más, eran como las 2 de la mañana y decidimos hacer algo más. Puso música a volumen bajo, apenas para que nosotros lo escucharemos y bailamos una bachata desnudos con el cuerpo del otro rozando nuestra piel delicadamente.
Nos volvimos a acostar en la cama y al ritmo de la música nos dimos un rebolcón, estabamos sudando, sentía que si no terminábamos pronto me quedaría dormido en plena acción.
-Métela de una vez- Dije en su oído y sin pensarlo en dos segundos ya tenía su pene en mi ano.
El estaba entre mis piernas, sujetando mis pies para que no los bajara del cansancio, después bajó su cuerpo empezó a meterla y sacarla. Nuestros labios se rozaban, un movimiento en falso y se juntarian, saber que estábamos a milímetros de romper una regla era muy excitante, con mi mano derecha me sujeté de un brazo suyo y con la otra me masturbe. Minutos mas tarde terminé y unos 30 segundos después Ernesto también.
Nos acomodamos mientras nos reíamos sin razón, lo único que sabia era que acababa de darme a un hombre más, que estábamos en un compromiso y Ernesto lo hacia increíble. Jugueteamos un poco y luego nos quedamos dormidos.
Al día siguiente abri los ojos, tomé mi teléfono y eran las 11:45, Ernesto estaba en la ducha, salio del baño minutos mas tarde y me dio un cepillo de dientes, extrañado lo observe, no era de los comunes, venía en un estuche, era de madera con diseño minimalista, sofisticado y tenia una E en la parte de abajo.
-Se la grave mientras dormías… no tendré como contactarme contigo pero confio que la vida pondrá tus nalgas en mi camino otra vez y mientras eso pasa este cepillo será testigo de esta noche-
-Que detallista, y un poco dramático… pero me gusta-
-Lavate los dientes y ponte la ropa que en unos minutos tu… tío estará ansioso por verte-
Me lavé los dientes y me vestí, guarde el cepillo en el estuche que venía, fui a mi habitación a guardar el cepillo en mi maleta para que mi tío no lo viera y salimos corriendo al buffet. Al llegar Martín ya estaba con Javier en una mesa con una cara de desagrado, nos sentamos y tratamos de conversar entre los cuatro pero ellos no tenían buena actitud así que nos despedimos y cada pareja nos fuimos por nuestro lado.
Estabamos caminando hacia el cuarto, tenia su teléfono en la mano y para poder tomarlo de la mano se lo quite y lo puse en una de las bolsas que tenia mi bermuda, intenté sujetarlo de la mano pero la retiro sutilmente.
-¿Y cómo te fue anoche?-
-Mal- Respondió sin mirarme, con un tono serio.
-¿Qué pasó?-
-Nada-
-Martín, dime porque estás molesto-
-Porque me emborrachaste para que aceptara el maldito trato y gracias a eso pasé la noche compartiendo habitación con un tipo que no pudo soportar ni 2 minutos porque a penas logró aguantar que le metiera la punta-
-¿O sea que no hicieron nada?-
-¿Ademas de escuchar como te la pasabas disfrutando con el imbécil de Ernesto? No, no hicimos nada-
-Lo siento pero no es mi culpa, si Javier se echó para atrás no es cosa mía-
-Cómo sea, solo quiero ir al cuarto y relajarme en el jacuzzi-
-Pero es la última tarde que vamos a pasar aquí, mañana a esta hora estaremos camino al aeropuerto-
-Si gustas puedes ir tu a la playa- Dijo abriendo la puerta del cuarto conmigo entrando tras el.
-Comprendo que estés de malas pero que no se te olvide que yo no soy cómo tu esposa para estar dispuesto a aguantarte esto… a mi no me vas a tratar asi-
-A veces te portas como ella-
-Eres un estúpido, quería pasar el día contigo como nunca, gracias por arruinarlo- Enojado sali del cuarto y me fui a caminar por la playa, estaba muy molesto y necesitaba despejarme, caminé un largo rato y luego volví al hotel, entré al spa y tome un masaje y me hice un facial… recién salía cuando el teléfono de Martín sonó, era Hugo.
-Alo…- Saludé al atender la llamada.
-¿Martín? ¿Donde mierda estás pendejo?-
-No es mi tío, Hugo, soy yo-
-Wow, ya veo… ¿Qué haces con el teléfono de tu tío?-
-Nada, está en el baño y me pidió que respondiera-
-¿Desde cuando se escucha el sonido del mar en casa de Martín?- Dijo en tono burlesco, lo había descubierto.
-Estamos de vacaciones, no se queria ir solo y me invitó-
-Si tu lo dices-
-Mira, Hugo… me estoy reponiendo de un coraje, así que si no tienes algo importante que decir…-
-Esperaaaa, ¿Que te parece si me das tu número para hablar después?-
-¿Y para qué?- Respondi mostrando una indiferencia que claramente ocultaba coqueteo.
-Para enseñarte como es tener sexo con un hombre y no payasos como tu querido tío-
-No sé que insinúas pero si pretendes llegar a un lado con esto será mejor que sueltes esas ideas de que mi tío y yo tenemos algo-
-Cómo prefieras…-
-Te mandó mensaje por mi teléfono cuando sea oportuno, sacaré el número de aqui-
-De acuerdo… confiaré en que eres lo suficientemente listo para no dejar ir esta oportunidad-
-Jajajajajaja ¿De que oportunidad hablas?-
-La de pasar una noche en mi departamento de soltero, conmigo, para conocernos mejor-
-No lo sé-
-Aunque te hagas del rogar, vas a caer y cuando te la meta no vas a querer que te la saque-
-Lo voy a pensar-
Colgué el teléfono
Fui al bar y me tomé unos tragos, ya eran las 4 de la tarde, estaba por ir a la piscina cuando la mano de mi tío Martín tocó mi hombro y se sentó junto a mi.
-¿Qué haces aquí?-
-Vine a buscarte-
-Ya era hora, te llamó Hugo-
-¿Qué quería?-
-No lo se-
-De que hablaron-
-Nada importante-
-Maldito infeliz, ese está buscando meterte a su cama-
-¿Y que tendría de malo eso?-
-No te atrevas a acostarte con ese imbécil-
-Si ibas a estar así te hubieras quedado en el cuarto-
-Ya, perdón, estoy muy celoso… sabes que te quiero para mi y si te metes con el no dudara un sehundo en contármelo y no resistire en partirle la cara-
Se disculpó y hablamos de lo que pasaría cuando volviéramos, acordamos vernos cada año que su esposa se fuera, mientras tanto seríamos como cualquier otro tio y sobrino.
Pasamos el resto de la tarde juntos, en el mar, bajo el sol, disfrutando de esa última tarde de playa que cerraría con ese viaje de escapé de la realidad, en la noche tomamos bastante y lo convencí de bailar unas cuantas canciones.
Ya entrada la noche volvimos al cuarto y me metí a la ducha, me puse shampoo y mientras enjuagaba mi pelo con los ojos cerrados escuché la puerta del baño abrirse, la ropa de Martín deslizándose por su piel y caer al suelo para después oír el ruido del cancel abrir y cerrarse. Sentí como mi tío se ponía detrás de mi, escuché como llenaba sus manos con jabón y las frotaba.
-Lo siento, soy un estúpido, solo estoy celoso… te quiero solo para mi, me enacantaria pasar el resto de mi vida teniendote para mi cómo estos días, que nadie nos separara- Me dijo en tono de arrepentimiento masajeando mi espalda con sus manos enjabonadas.
-Lo sé- Le dije sintiendo sus manos recorrer mi espalda, mis piernas, despues acarició mis nalgas con una mano y con la otra me detenía por el vientre.
-Dejame asegurar que no quede rastro alguno de ese imbécil en tu piel, dame esta noche para hacerte el amor, sentir que soy el dueño de tu cuerpo y te prometo que ya no volveré a celarte-
-No sé… convenceme- Dije abriendo mis ojos cuando el shampoo se fue por completo.
-¿Qué tal así?- Susurró en mi oído después de lamerlo y morder con suavidad el lóbulo- ¿O así?- Siguió besando mi cuello pasando su mano por mi espalda hasta mi trasero.
-Tal vez-
-Quiza lo que hace falta es… esto- Continuo metiendo la punta de su dedo en mi ano y luego empezó a hacer círculos en el, todo eso al tiempo que besaba mi cuello y hombros con delicadeza.
Me giré y lo besé con ternura, trataba de no resbalar al estar de puntas para alcanzar su boca.
Nos bañamos juntos, no dejo de seducirme en cada momento con sus labios, sus manos… Cada beso y cada caricia se sentía como la primera vez, su mirada proyectaba amor y deso. Salimos del baño y sin despegarnos fuimos aun mojados a acostarnos a la cama y entre todas las sabanas, colchas y almohadas juntamos nuestros cuerpos haciéndolos encajar perfectamente mientras destendiamos la cama.
-Lamento lo que te dije, no era cierto, no eres como ella-
-No te preocupes, lo sé… tal es así que tu mujer es ella y no yo-
-No digas eso, mi esposa es ella, pero te pertenezco a ti- Dijo mientras se acomodaba para penetrarme
-Sabes que no es así-
-Mis pensamientos, mis labios, mis manos, mi mente, cada parte de mi cuerpo, incluso mi pito te pertenece solo a ti, ya no puedo sacarte de mi cabeza, no se que me hiciste que me volviste loco… a partir de ese día que te metiste en mi casa yo soy tu hombre y tu eres mi mujer y siempre vas a serlo- Dijo abriendo un poco mis piernas posando su cuerpo entre ellas, acomodando sutilmente su pene cerca de mi orificio.
-Entonces demuestramelo, llename de ti, quitame el aliento, mojame con tus besos, arráncame el pudor con las caricias que solo tus manos me pueden dar, cogeme… quiero sentir a mi hombre, quiero entregarme a ti como si fuera la primera vez. Hazme tu mujer-
Nos besamos con ternura y pasión, me miro a los ojos sonriendo mientras introducia su miembro en mi interior con delicadeza, haciéndome cerrar los ojos y abrir la boca como gesto del goce que sentía al tener el enorme pene de mi tío abriendose paso en mi interior sin condon ni lubricante. Después de esa noche con Ernesto mi culo había descansado un rato de la bestia de mi tío Martín, por lo que me costo un poco no dar un grito al sentir como mi vista se ponía borrosa cuando el descomunal tronco iba abriendo mi culo una vez más para que su verga entrara y su glande llegara a mi esfinter.
Nuestra piel estaba en llamas y la única forma de que se apagara ese fuego era consumiéndose… no sabiamos si todo lo que nos dijimos era cierto, o si solo era el calor del momento, pero no importaba, despues de todo, los días anteriores estaba haciendo todo los que el esperaba de su esposa, dentro y fuera de la cama, estuve dándole lo que el tanto deseaba: atención, cariño y también sasiaba sus instintos carnales. Tener tan cerca a mi tío me embriagaba, me consumia el ansia de que me tomara entre sus brazos y me tratara como su esposa, cada arremetida de su falo en mi culo me calmaba un poco el ansia que tenía por tener su verga dentro de mi pero a la vez me hacía desearlo aun más. Estabamos demasiado calientes y aunque fuera un sacrilegio la lujuria que sentíamos, nada nos detendría de consumar el coito incestuoso una vez más, nuestro afán era tan fuerte que era irónico que cualquiera diría que teníamos una debilidad el uno por el otro.
Mi tío me continuo penetrando acostados por un buen rato hasta que salio de mi, puso su cara a la altura de mi pene y empezó a darme un oral memorable, al parecer quería complacerme más allá de como solía hacerlo, quería ir más allá y yo me deje hacer cuanto quiso. Me llevo a la orilla de la cama, sujeto mis pies y los elevo dejando mi culo a su disposición… mordió mis glúteos y empezó a besarlos moviendo sus labios de afuera hacia adentro hasta que estando su boca en mi culo, solté un gemido ahogado y con mis piernas rodee su cabeza dándole más libertad de moverse para hacer ese beso negro mejor de lo que ya lo estaba haciendo. Mi pene estaba a reventar de tanto placer, la textura y temperatura de su lengua despertaban sensaciones que aumentaban el goce.
Paró luego de varios minutos, ahora me tocaba a mi, use mi lengua, mis labios y toda mi cabidad oral para darle una mamada igual de buena que ese beso negro que me dio momentos antes. Estuve unos 15 minutos hasta que sentí mi mandíbula cansada, me senté a la altura de su miembro y sujetándolo con una mano me introduje ese mástil en mi culo, esta vez no hubo el mínimo dolor, tanto placer me había anestesiado todo el cuerpo. Elevó su torso, puse mis brazos en su cuello y continuamos con nuestro acto.
En esos momentos en los que sentía su inhalación y exhalación en mi rostro, con sus brazos rodeando mi cuerpo, las yemas de sus dedos recorriendome como si quisiera grabar mi cuerpo en su memoria, con el pene de el abarcando todo mi culo y escuchando sus gemidos por lo gratificantemente apretado que se sentía su pene en ni interior… ya nada me importaba, tenia a mi hombre dando lo mejor de él para matarme de placer, si era mi tío me importaba poco, tampoco si era pecado, si gracias a eso me iría al infierno habría valido la pena, estaba pasando una magnífica noche, estaba complaciendo a ese macho que vio en mi la oportunidad de sentirse un hombre de nuevo, y no le importaba si era su sobrino. Nuestra familia nos repudiaria, pero en esos momentos no entendia y no me interesaba entender como algo que era tan excitante, tan maravilloso, tan cachondo… podria causar desagrado en alguien.
La cama se movía al acelerado son de nuestro apasionado sexo, habían pasado más de 20 minutos de que empezamos, hacia 15 que sentía que iba a correrme pero por alguna razón no lo había hecho… la verga de mi tío parecía hacerse cada vez más larga y más gruesa, cada parte de mi cuerpo estaba entregada a mi tío, y tanta pasión me decía que él estaba tan entregado y lo estaba disfrutando tanto como yo.
-Ay sobrino, si pudiera detendría el tiempo para quedarme así, cogiendote para siempre-
-Tio, ahhh… no te detengas-
-¿Te gusta?-
-Mmmmm… ¡Si… ahhh… me encanta!-
-¿Quieres que pare?-
-¡No, por favor no… dame más, no te detengas, cogeme así, así de rico… mmm-
-Entonces dime que eres mio-
-Ohhh… si tío, soy tuyo… solo tuyo-
-Me fascinas hijito. Es una lastima que no te puedas embarazar porque si no… te embarazaria para que me dieras hijos-
-Ahhh… Mmmm… Tío, daría lo que fuera por tener a tus hijos-
-Jajaja entonces hay que intentarlo, ohh… te voy a preñar asi como estamos-
-Si, si tío, dámelo, acaba adentro, quiero tener tus hijos dentro de mi… ahhh… pero no pares-
Nos besamos y eso fue el detonante de todo, ya no aguante más, empecé a gemir con más fuerza, ya no podía decir palabra alguna, solo podía gemir cada vez más ruidosamente al igual que él. Enterré mis uñas en su espalda, él beso mi cuello y bajó hasta mi hombro. Y luego de tanto placer al fin terminamos, rasgué toda su espalda y él mordió mi hombro con mucha fuerza. Salpiqué todo su cuerpo con mi semen y mi culo quedo completamente lleno de su néctar de hombre, puse mi cabeza en su hombro y él en el mio.
Estabamos muertos de tanto, habían sido días de solo diversión y sexo, estabamos demasiado agitados, por su espalda empezó a derramarse un poco de sangre, también mi sangre empezó a emanar de la mordida. El semen empezó a escurrir por su cuerpo y a salir de mi culo cuando el pene de mi tío Martín empezó a volver a estar flácido.
-Gracias-
-¿Por qué?-
-Esta noche… la necesitaba, a partir de mañana seras libre, pero quiero que sepas que siempre voy a esperar a que volvamos a estar así… justo como ahora-
-Gracias, espero se repita en algún tiempo-
Nos besamos unos minutos más, acariciamos nuestros cuerpos y luego nos separamos y nos acostamos, queríamos ducharnos pero preferimos pasar la noche así como terminamos… quería su lefa en mis intestinos y el quiso quedarse con mi semen en su cuerpo. Dormimos abrazados sabiendo que al día siguiente todo terminaría.
Despertamos tarde y de inmediato tuvimos que desocupar la habitación y salir a tomar el avión, no nos soltamos de la mano en todo el vuelo, me recargue en su hombro, me abracé de su brazo y me quedé dormido… aterrizando recibió una llamada de su esposa y mientras la atendió yo me quedé pensando en lo que haría ahora. Colgó la llamada y me explico que su esposa le dijo que edtaba en el aeropuerto y la vería en el café por lo que no me podría llevar a mi casa. Me dio dinero para el taxi y me preguntó si aun tenía la llave que me dio, le dije que si y me pidió que fuera a su casa rápido ya que me había dejado un detalle antes de irnos en su casa y obviamente mi tía no lo podia ver.
-Será mejor que deje de llamarte Martín y vuelva a hablarle de usted y llamarlo «Tío»-
-No quisiera, pero es mejor así… te amo-
Nos abrazamos y besamos una vez más, la última vez en mucho tiempo.
Salí del aeropuerto, tomé un taxi y me dirigí a la casa de mi tío… llegué y tomé el paquete que estaba en la sala y salí de inmediato camino a mi casa.
El paquete era una tarjeta de banco, un perfume y una camisa suya que tenía su olor acompañada de su corbata favorita.
A lo largo de la tarde recibí un mensaje de mi tío que decía:
Perdón, no quería que mi esposa sospechara nada… realmente quería llevarte a mi casa, hacerte el amor una última vez, hacerte gritar de placer y que en mi cama quedara el rastro de que fuiste mio este día… que te tratara mi verga como solo tu puedes y darte el regalo personalmente. No me arrepiento ya que nuestra última vez aunque sin saber que era la última, fue la más especial y la mejor, no solo contigo, con todas las personas que he estado.
El perfume, la camisa y la corbata son para que me recuerdes… a la tarjeta cada mes le llegará una cantidad para que lo gastes en lo que quieras, no me malinterpretes… me cambiaste la vida y ahora quiero agradecertelo. Espero poder resistir no comerte a besos la siguiente vez que te vea.. con desesperacióndeswo que llegué el siguiente año para volver a juntarnos. Te amo, Chiquito.
Al siguiente año al irse su esposa con su familia nos juntamos de nuevo en su casa, tal como acordamos, lo atendía y al llegar cada día me volvía a hacer el amor. Pidió sus vacaciones y me llevó a un bosque, resto una cabaña a lado de un lago… era un lugar perfecto para poder tenwr seco al aire libre a todas horas sin preocuparnos de que alguien nos viera o escuchara… pasábamos toda la noche cogiendo y dándonos amor, por las tardes saliamos a pasear y de vez en cuando nos perdíamos por el bosque para complacernos al aire libre y marcar el lugar. Por los años siguientes mellevó de vacaciones algunos lugares exóticos y a otros muy apartados de la sociedad. Siempre era tan detallista y entregado, esos días la pasábamos más que bien. Hasta que me tuve que ir de la ciudad y perdimos el contacto por un largo tiempo pero desde hace unos meses hablamos de vez en cuando y nos mandamos nudes o hacemos vídeo llamada y tratamos de seguir con esta deliciosa historia.
!!!Muchas gracias a quienes leyeron la historia!!! Sus comentarios y votos me motivan a no abandonar los relatos, así que por favor voten y si quieren dejarme alguna sugerencia para mejorar los relatos o una fantasía/fetiche que les gustaría que incluyera en las próximas historias las tomaré en cuenta… ya empecé a escribir una nueva historia y por eso quisiera saber que cosas les gustan. Muchas gracias y espero pronto traerles más contenido.
Zay
Cuenta de Hugo por favor
me da curiosidad lo de hugo.
tal vez podrias agregar una historia de incesto de un padre y un hijo que despues tiene sexo con dos tios
Deberías de contar algo de Hugo desde que lo mencionaste anteriormente me causó mucho morbo y curiosidad
Acabo de leer esta historia, me mantuviste despierto toda la noche, y de pronto me encuentro con que aquí lo cortas… ¿Cómo es eso? ¿Qué pasó con Hugo? ¿Qué pasó con Ernesto? ¿Martin se divorció? Por favor… No dejes esos cabos sueltos…