MEMORIAS DE UN EX-PREPAGO VENEZOLANO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola a todos, mi nombre es Tobías, tengo 27 años, Venezolano oriundo de Puerto Cabello, y después de 8 años les contaré varias experiencias durante 5 años que tuve en el mundo de la prostitución masculina, pocos saben acerca de la existencia de esto, pero sí, existe o según por lo que ya he escuchado ya eso tiene años que desapareció y no es precisamente lo que muchos se imaginan, es un ámbito bastante odiable cuando las cosas no salen como uno las espera o uno cree que van a ser y que gracias a Dios pude abandonar.
Bien comenzaré por contarles como llegué hasta ahí y como fue que me percaté que servía para este tipo de vainas. Soy un pana afro-latino con estatura de 1.73, ojos color marrón claros, simpaticón, con cuerpo de pelotero ya que eso era lo que practiqué mientras crecía casi para hacerme profesional pero determinadas circunstancias y mi baja estatura provocaron lo contrario y bien para ese momento estaba papi, jejejeeeeee… con buenas nalgas y una considerable herramienta que aunque muchos ya le han perdido “entusiasmo” aún conservo.
Como mencioné para ese momento gozaba de buen cuerpo tuve chamas hasta decir ya basta y metí el guevo hasta que más no pude, vivía bien, no me faltaba nada hasta que el inteligente de mi papá decidió unirse al paro de PDVSA del 2002; Ok! Todo bien, hasta que se comenzaron a agotar las reservas y empecé a conocer el hambre y todos sus derivados; quería encontrar trabajo pero, verga, no sabía hacer nada que no fuera la pelota. Entre la crisis y la Universidad estaba en 3 y 2; no hallaba qué hacer.
Una vez, trotando en el Polideportivo cerca de mi casa vi a, vamos a llamarlo Ismael, un pana que estudiaba en la universidad conmigo y me preguntó el por qué había dejado la universidad y le conté lo que pasaba y que iba a dejar los estudios porque a pesar de que estudiaba en una universidad pública igual los gastos por los materiales y toda la mariquera, no me los podía costear. Él me recomendó que no abandone la universidad y que si necesitaba dinero, me presentaría a alguien que sabía como conseguirlo sin trabajar que si me decidía lo buscara. Al momento pensé: “CSM eso me suena a delincuencia y vainas malas” Pero me extrañó que al momento de hacerme la propuesta no fue discreto, por lo que pensé que a lo mejor era algo menos delictivo y después de una semana regresé a la universidad pero no a ver clases sino a hablar con el tipo que me presentaría por la propuesta en cuestión y… para mi sorpresa ya conocía al pana se llama aquí en la historia Kenny y, de una, no tenía buena reputación ya que todos sabían que no andaba en vainas decentes, pero… ¿Qué coño? Yo estaba era “resteao”.
Ismael le indicó que me llevaba ante él porque necesitaba echarle bolas a algo para conseguir plata, Kenny si me confesó que nunca pensó que tuviera intenciones de hacer eso y aceptó informarme. Me explicó que trabaja como prepago y que así es que se costea los estudios de Odontología, una de las carreras más caras de la UC, yo quedé loco, sabía que esa paja existía para las mujeres incluso conocía varias, pero que los hombres le echen bolas a esa vaina, verga, a cualquiera le cae de sorpresa, pero aun así no tambaleé y decidí escucharlo, siéndome claro, dice que trabaja con gays, ya que son los que mejor pagan y mejor tratan, también señoras maduras y una que otra mujer joven que necesita compañía, pero el negocio se daba mejor con los gays siendo muy enfático en la parte de que si no era capaz de lanzarme con los gays no llevaría vida ya que entre más placentero era el servicio, más plata pagaban.
Al principio, estuve renuente solo le limité a decirle que si me decidía lo llamaría.
Luego de como un mes esperando en las afuera de PDVSA para que nunca me llamaran para trabajar y que un sindicalista me pidió 680BSF para “hacerme la segunda”. Decidí llamar a Kenny, el hombre dijo “Estaba esperando tu llamada, mira ya les hablé de ti a los que “la mueven”. Llégate en la tarde para presentarte” y colgó. Esa misma tarde me citaron en la plaza de “Montes de Oca” de la Av. Bolívar de Naguanagua, donde conocí a los fulanos, que por razones de ética no diré los nombres, me vieron y me examinaron, luego le dijeron a Kenny que me “entrenara” de una vez y se marcharon (al menos eso creí yo). El pana estaba activao y yo no sabía qué hacer, préstale mucha atención a esto: Kenny me ordena que me quede recostado en el poste de luz mientras él cruza la calle, no pasaron ni diez minutos cuando se le estacionó un carro recuerdo que era un Fiesta Power amarillo y se monta. Yo me quede como un guevón esperando a que apareciera y el desgraciao no apareció; cuestión que me puso nervioso y estaba que me iba hasta que se estaciona frente a mí un malibú rojo, se baja la ventanilla del copiloto y me dicen: – Hola, ¿Estás trabajando? (Algo) así y CSM, no sabía que contestar, el tipo era evidentemente amanerao y me quedé congelao, por lo que el tipo subió la ventanilla y arrancó.
A pesar de que debí actuar de otra forma la vaina lo que me dio fue risa, pero quince minutos más tarde el tipo volvió, haciendo lo mismo, pero esta vez me dice (lo recuerdo claramente): – Si no estas trabajando, entonces quítate de ahí quiero que llegue el macho que me reventará por (para aquel entonces) éstos 300Bs – enseñándome la paca de billetes, verga eso me activó en banda, y lo que alcancé a decirle fue “Yo mismo soy”, entonces dijo “Súbete”.
Mi vida straight cambiaría, yo estaba claro, porque todos sabemos que para “tirar” no hace falta ver estudiar cómo se hace y todos los hombres sabemos metérselo a quien sea, eso nunca se les olvide.
Retomo, en lo que arrancamos, el hombre me hablaba cosas de que me iba a exprimir y vainas así, yo solo oía como el corazón me latía con más velocidad, porque mi boca no hablaba, mientras el sujeto sobaba más intensamente mi pierna izquierda y el guevo se me despertaba instantáneamente; lo notó y sin perder tiempo lo tocó, mientras manejaba hacia una parte de Valencia que no podía reconocer, pero… ¿Qué coño? Si estaba concentrao era en echarle bolas, eran 300 lucas las que me ganaría; paramos en lo que parecía ser la vía a Yagua… cerca de la entrada de lo que parecía ser una fábrica o algo así, me sacó el guevo que estaba era activao y me empezó a chupar hasta los pocos vellos que me quedaban… se daba duro como todo un campeón, la manera de cómo me lo mamaba era mundial, cosa que me hizo bajarme más el pantalón y el interior hasta los muslos y dejé que “el penco” se viera poderoso frente a aquella boca que lo lamía como la chupeta que “el chavo” nunca se comió completa, así que se afincó más y se atragantaba con mi colaboración cuando con mis manos lo agarraba por la cabeza y se la empujaba para que el “mío” le llegara hasta el pecho, XD! (Disculpen el dialecto pero estamos en Venezuela).
Algo en mi mente “straight” me decía: “Marico, esto no es correcto”, pero mis venas prensadas por semejante succión de pene que me estaban dando, me decían: “Sí, si es correcto, disfrútalo, cállate y déjate”…
Ahí lo tome de los hombros y le metía el guevo en la boca con toda mi fuerza, tanta, que se le salió un “Por favor negro trátame como una puta”, y estaba ahí para complacerlo, por lo que lo volteé y le bajé el mono que cargaba y le vi ese culito blanquito y afeitaíto como a mí me gustan y lo ensalivé como se debe y el tipo se me puso en cuatrico, y no dudé en arrecostárselo pa’que se basilara lo que se iba a meter mientras lo abrazaba respirándole en la nuca y él se abría el culo llamándomelo para que le dé comida, estaba vuelto loco pero yo no sé si yo estaba más demente que él, lo cierto que eso era un desnalgue.
Después de ponerme el condón le puse la puntica nada más y él hizo todo lo demás empujándose sobre mi guevo templao que se le metió sin problema hasta la patica (había llevao duro el condenao), lo saqué y eso estaba limpiecito, cosa que me alegró más de lo que ya estaba y se lo metí con todo, se me meneaba como toda una bicha, mientras yo le arremetía pa’ reventarlo, verga, me habían hablado que los gays eran unas bestias para tirarse a los tipos supuestamente héteros, y tenían razón, luego me senté en el asiento del copiloto pa’ que cabalgara… maldita sea, que vaina tan arrecha, me iban a explotar las bolas con esa brincadera tan rica que agarró, se lo sacaba y se lo metía y se meneaba para sentirlo hasta lo más profundo que podía y yo sudao con la cara agachada, tratando de no besarlo por supuestamente “macho” ya que buscaba eso cada vez que podía, y así estuvimos ese bochinche, mientras lo clavaba como él quería, pero en un descuido logró besarme y me detuve; coño eso si no me gustó (creía yo), y le dije que se parara y el desgraciao no se paró, siguió ensartándose como loco, cuestión que me hizo olvidar el detalle y le seguí dando, hasta que no pude aguantar más y acabé tan arrechamente que temblé. Maldita sea, así es que se tira.
Después de descansar un rato, arrancamos hasta donde me subió, yo estaba preocupao porque le pedía la plata y me ignoraba o chalequeaba cambiándome el tema, cuando llegamos a la plaza, estaba Kenny esperándome; antes de bajarme Kenny se acerca y le pregunta: ¿Dígalo jefe, sirve el pana pa’ la chamba? El hombre le respondió que sí, “cagao e’ la risa” pero que me enseñara que al cliente hay que darle hasta besos; yo quedé congelao, no tenía ni idea que ese era uno de los que tenía el control de ese mundo.
Me dio la plata diciendo: “Ve pornos de gays para que crezcas en este negocio”.
Me dio la mano, me bajé del carro y arrancó. Kenny me preguntó que si le iba a echar bolas y le dije que sí, ya que gané plata por un momento delicioso y arrecho.
Pero aquí entre nos, yo ya estaba decidido a hacerlo y ya me habían dado un ligero entrenamiento, pero ese ya es otro cuento.
Saludos.
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