METAMORFOSIS 10

El cruce.
La familia unida en el sepelio de René, un hombre consagrado en parte al sufrimiento y la aberración terrenal era conducido a su última morada, en una tierra en la que no había nacido pero que lo había cobijado como suya, solo Lastenio y Luis conocían de sus pecadillos secretos, no era el momento para recordarlo, era más bien el momento de compadecerlo, cargaban el féretro Guillermo, Gumersindo, Lastenio, Gustavo y dos peones más, detrás de la caja iban sus tíos desconsolados junto a ellos sus hijas Andreina y Noelia, sus hijos iban adelante portando ramos y coronas de flores, la faena de sepulcro fue angustiante agotadora para todos los acompañantes que se hacían la pregunta de quién sería el asesino, se brindaron las tres noches de rezos, la vida continuaba, Andreina se llevó a Luis a la ciudad a la que también regresaron Noelia y el resto de su familia, la fiebre amarilla aún causaba algún estrago en la población campesina.

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Guillermo quedó solo en su estancia en recuerdo de Griselda, se angustiaba cada día que pasaba al no tener noticias, se iba resignado a perderla, su estancia iba devaluándose debido a su poca responsabilidad, de carácter débil, Guillermo se dejaba llevar por su inoperancia, Gustavo le propuso administrarle afirmando el criterio Don Rodolfo diciéndole que esa estancia era el futuro de su nieto, en un arrebato de cólera Guillermo en alta voz irrespetando a su suegro emitió palabrotas que golpearon la sensibilidad del anciano, Guillermo blasfemaba aseverando que Luis no era su hijo, que averigüen quien es el verdadero padre de ese niño de ocho años, indignado Don Rodolfo se levantó histérico con la intención de pegarle, fue contenido por Gustavo, la relación familiar con Guillermo se deterioró con la fría indiferencia.

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En la ciudad una turbada nana Dulce lloraba desconsoladamente la ausencia sin noticias de su nieta, parte de culpa era de ella que no la trajo a la ciudad cuando debía, a fin de cuentas, a su nieta la adoraba y pensaba triste en que lugares peligrosos su nieta desarrollaría la vida siendo tan joven e inmadura a sus catorce años, A leguas de ahí, en una humilde cabaña una jovencita estaba sentada haciendo chicha de pronto le vino vómito con frialdad en el cuerpo cayendo con mareos, Gumersindo preocupado la acostó en cama, trajo a una mujer de la comarca pasándole sales, la jovencita reaccionó abriendo los ojos viendo a la mujer que le asistía diciéndole que no se preocupe que por experiencia le decía que seguramente era que estaba encinta, la mulata al escuchar la noticia reaccionó tomándose el vientre saliéndole lágrimas de emoción, iba a ser madre, esperaba un hijo del hombre al que le había dado su virginidad y al que la vida le daba un reto de responsabilidad ante su inocente inexperiencia, la mulata le rogó a los presentes que guardaran el secreto de su estado ellos asintieron aceptando aquella petición.

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Al semestre de fallecido René, la vida de sus familiares en la ciudad seguía su curso, para Noelia la vida rutinaria cambiaría al conocer circunstancialmente por medio de unas amigas a Sandra que disimulaba su verdadera actividad de contrabando haciéndose pasar como agente de ventas a domicilio, cierta vez se encontraron en un parque ahí conoce a los hijos de Noelia y al pequeño Serafín con quien se encariñó desde el primer momento que lo vio, Sandra llegaba a casa por las tardes y salía de noche para preparar las actividades de contrabando, Hermógenes sentado en la mesa hacía deberes desconociendo esa actividad de Sandra y Carlos Felipe, el chico seguía triste cada vez que se acordaba de su hermanito a lo que Carlos Felipe le prometió que pronto lo tendría con él, el humilde pequeño se levantaba de la mesa abrazando a su benefactor con esperanza .

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Luis cumplió diez años, lo celebró familiarmente con amiguitos del sector sin la compañía de Guillermo, el ánimo del pequeño era de perfil bajo, desde la muerte de René había cambiado mucho su forma de ser que toda su familia lo notaba, para ellos es normal, creyeron que había quedado impresionado viendo el cuerpo asesinado y confiaban que pronto el nene mejoraría su ánimo pero lo que desconocían todos era que fue sodomizado por René, le pidió a su madre pasar el fin de semana con su padre, para ella era muy difícil negarle el deseo de estar con el hombre que a fin de cuentas no era su padre sin embargo le daba un poco de cariño, Lastenio lo acompañó de viaje en tren a la estancia cuando podía le hacía roces a las piernas de Luis al principio estaba receloso pero de a poco con la insistencia se dejaba tocar el pene vestido con disimulo, el recibimiento de Guillermo con el pequeño fue muy frio de cariño con algo de cortesía y atención, a pesar de aquello toda la mañana del día siguiente Guillermo y Luis cabalgaron juntos, se podría apreciar la decadencia de la estancia y por qué cada mes recibía menos dinero, ya por la tarde calurosa Luis y Lastenio caminaron por las riberas del río con intención de bañarse llegando a un lugar donde se encontraban una niña y un niño recogiendo agua ambos eran mestizos, sus nombres Casilda de 12 años y Mauricio de 5 años hijos de campesinos que trabajaban en la estancia vecina y vivían una cabaña a mucha distancia del río, Lastenio ya los conocía desde hace un par de años, saludándose cordialmente, estos nenes habían sobrevivido a la fiebre amarilla no así sus otros hermanos de 9 y 3 años, la niña le pidió a Lastenio que lo cuidara hasta su regreso llevando un par de baldes con agua a la casa, Mauricio que estaba desnudo siguió jugando alegremente en la arena con Lastenio, Luis metido en el agua miraba con detenimiento a Mauricio sentado abierto de piernas con el pene y el trasero sobre la arena mojada lleno de alegría, después Lastenio revolcándose en la arena con Mauricio a manera de luchitas abrazándose, Lastenio tenía el pene hecho bulto que se podía apreciar por la fina tela de su calzoncillo, ambos pechos unidos, Lastenio de espaldas acostado en la arena, la espalda de Mauricio descansando sobre el pecho de Lastenio, con una mano sujetaba encima de su cuerpo a Mauricio con la otra deslizaba su calzoncillo hasta que su pene quede al descubierto, ya hecho eso deslizaba el cuerpo de Mauricio girándolo boca arriba de tal manera que la nalga mestiza quede encima del pene mulato después empezaba desde abajo a moverse, las piernas del pequeño se abrían mostrando el pene al aire, después en esa posición el pene de Lastenio se unía al pene de Mauricio hacia arriba, Lastenio lo abrazaba y de a poco se sentaban sobre la arena quedando Mauricio delante de Lastenio aprovechando en besarle las mejillas, el cuello y la espalda después de un ratito se separaban viéndose frente a frente  ambos jalándose el pene mirándoselos entre sí muy sonrientes, Lastenio lo acostaba boca abajo sobre la arena arrodillándose detrás de Mauricio con el pene bien erecto frotando el glande entre las nalgas, el pequeño se dejaba nomás hacer, Luis que estaba en el agua bañándose viendo todo gozando muncho le hizo señas a Lastenio que ya de lejos se veía la silueta de Casilda, como un rayo Lastenio se acomodó el calzoncillo zambulléndose y Mauricio quedaba sentado jugando en la arena rascándose las nalgas, la hermana lo vio, recogió agua y siguió su camino a casa con otro viaje pidiéndole de nuevo a Lastenio que cuide a Mauricio, Lastenio salió del agua, lo sentó a Mauricio sobre sus hombros adentrándose en el monte alto, Luis los siguió, llegaron donde había un tronco de árbol caído en la arena, sin mucho diálogo Lastenio le dijo a Mauricio que se acueste boca abajo, obediente el nene se acostó encorvándose en el árbol con las piernas abiertas Lastenio le hacía cosquillas en el ano con el dedo ensalivado a lo que se sumó Luis que ya se le ponía erecto el pene Mauricio no paraba de reír, Lastenio se bajó el calzoncillo metiendo el glande entre las nalgas del pequeño frotándole el canal de las nalgas, le hizo un gesto a Luis para que hiciera lo mismo, Luis se bajó el calzoncillo y su pene de 10 años frotaba nalgas de 5 años, Mauricio estaba quietecito recibiendo esos movimientos, posteriormente Lastenio continuó frotándole el glande por las nalgas metiéndole poquito el glande por el ano, el pequeño fruncía la cara pujando y apretando las manos en el tronco con toda su fuerza, Luis miraba el glande grueso de Lastenio haciendo punteadas en el ano del pequeño Mauricio, al rato salía semen de la punta del glande con chorros intermitentes que mojaban la espalda y el pelo del pequeño, Lastenio por unos segundos se quedó quieto con su palpitante pene descansando sobre el exterior de las nalgas de Mauricio, se levantó apretando el glande botando las últimas gotas de semen después levantó a Mauricio del tronco, en su lugar lo acostó a Luis poniéndolo sobre el tronco, montándolo sobre su cuerpo a Mauricio que no paraba de reír con su pene chiquito que le pasaba por las nalgas de Luis, Lastenio gozaba viendo a Mauricio que lo cogía torpemente a Luis, momento después salieron del monte arreglándose los calzoncillos, Mauricio continuó jugando en la arena mientras Lastenio y Luis se abrazaban de frente dentro del agua frotándose los penes manoseándose las nalgas, lo puso detrás de su espalda rozándole el pene en el trasero a más diciéndole en el oído que lo esperaba esa noche de sábado en su cuarto atrás del establo, el pequeño Luis le sonreía moviendo la cara afirmativamente.

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Ese mismo sábado en horas de la tarde a kilómetros de distancia en un parque de diversiones una anciana de color hacía jugar a dos pequeños de 4 años, estaba concentrada observando a los niños jugando en la arena que no se dio cuenta la figura de un bien vestido caballero a su lado observando alegremente lo que hacían ese par de niños preciosos, al rato se percata de su presencia observando con la boca abierta abriendo los ojos cual si hubiese visto a un fantasma, el hombre no paraba de sonreírle hasta un abrazo le dio cordialmente, ella seguía como estatua de la impresión luego una mueca de risa, el hombre vio por unos instantes a los pequeños, le dio un beso en la frente a la anciana y se retiró, los ojos de la nana Dulce se llenaron de lágrimas viendo alejarse a Carlos Felipe.

Rato después llega Noelia con sus hijas Leonor de 7 años y Josefina de 5 años y meses con unos refrescos, la dama le pregunta a la nana el motivo de sus ojos llorosos, el justificativo es su vejez y el polvo, se sentaron a contemplar el juego de los pequeños a la vez que Leonor acompañaba a su hermana Josefina al baño público del parque muy lejos de donde estaban sentadas las adultas, Josefina entró quedando su hermana arrimada a la puerta, su sorpresa fue al observar a Sebastián acercarse presuroso al urinario , este era un chico que estudiaba el último año en la escuela en la que estaba también Leonor, el chico de 12 años creyendo no ser visto se baja los pantalones cortos y se saca su pene erecto desde su calzoncillo con gran necesidad de orinar relajándose viendo salir la orina de su pene este chico de reojo miraba sonriente la expresión facial de Leonor que no había perdido detalle de sus acciones, dejó de orinar pero no se guardó el pene, Sebastián miró de frente a la pequeña Leonor con una amplia sonrisa acercándose lentamente con el pene trigueño erecto agitándolo, sus pasos se detuvieron cuando escucharon golpear la puerta donde estaba arrimada Leonor queriendo salir Josefina, el chico se retiró subiéndose la cremallera, las dos hermanas siguieron su camino en búsqueda de su madre, Leonor quedó inquieta por lo que había visto.

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A los padres de Andreina les inquietaba las constantes salidas nocturnas de su hija, tomaba pretexto de jugar canasta con las amigas pero se sabía de ella acudiendo en cabarets tomando copas con amigas y amigos, era infaltable en la kermesse regresando a altas horas de la noche, gustaba mucho de hacer viajes de largo tiempo a la playa con amigas de su condición, ese sábado en que su hijo estaba en la estancia con Guillermo, Andreina decidió ir a la playa con un grupo de amigos en un camión, a Don Rodolfo le pareció de mal gusto de lo que su hija se exponía pero muy resignado la vio partir, luego de llegar a mediodía y almorzar mariscos decidió bañarse con sus amigas llevando las acostumbradas cervezas, a lo lejos divisó la figura solitaria de un hombre que jugaba en la arena con una tierna niña de dos años, pasó por su lado viendo de reojo al hombre, a una de sus amigas se le cae la botella de cerveza junto al hombre, éste se levanta solicito entregándole la botella, Andreina lo mira fijamente con sorpresa respondiendo aquel hombre de la misma forma quedando estáticos por unos segundos, las amigas notan aquello, momento después se acerca una mujer al hombre dándole un refresco de una manera cordial, Andreina les pide continuar caminando mientras aquel hombre asombrado la ve alejarse, esa noche de fiesta sabatina Andreina no era la misma en su estado de ánimo, estaba ida con poco deseo de diversión porque había visto al hombre que tiempo atrás le cambió la vida.

FINAL DEL DÉCIMO EPISODIO