METAMORFOSIS 196
Lugar.
Habían pasado cuatro meses desde su llegada, el tiempo fue dedicado a conocer el interior del país, Pedro Artemio y sus esposa recorrieron los lugares donde el hombre vivió en su niñez, conversó con sus amigos de la infancia, a unos las oportunidades de mejora habían sido las adecuadas mientras que a otros no tanto, en fin, Pedro Artemio recorría los lugares de su niñez con gran nostalgia, aquel hombre barbado de pelo rubio, descendiente de linaje europea tenía una congoja especial, su madre Noelia, le pesaba acercarse, temía alterar todo el orden de vida de esa familia, desde su llegada al país fue pocas las veces que paso por las inmediaciones de esa gran mansión, sabía que su padre biológico Carlos Felipe del Olmo pasaba por duros momentos económicos, se había enterados por sus allegados, que ironía, sin saberlo aquel descendiente de hidalgos apadrinó a la pareja en sus empresas para luego permitirles viajar a la gran manzana donde residieron, ahora de visita en el país de la canela Pedro Artemio viajaba hacia un lugar especial para él, aquel lugar entre las montañas donde su querida madre adoptiva lo salvó de aquel mal hombre que lo raptó apartándolo de sus verdadera madre una vez nacido sacándole del hospital, con mirada firme recorría el espacio, se inclinó a llorar, las manos de sus esposa daban ánimo frotándole la espalda; a los pocos días se encontraban ahora en el cementerio de la ciudad donde estaba enterrada su madre adoptiva, tenía presente que cerca de aquella tumba su madre biológica tenía al cuidado la tumba de su medio hermana que murió junto con sus hijos en un accidente de tránsito, Pedro Artemio dejó las flores que a la difunta le gustaban, se encontraba solo, se lo había pedido a su esposa, el viento soplaba con insistencia, las hojas secas caían en la fresca mañana novembrina anunciando el pase de estación, el pelo rubio lacio se movía al viento, de repente entre fuerte viento una mujer se acercaba a dejar un ramo de flores a la tumba, era ella, se dijo para sus adentros, era… su madre, Noelia, ahora acompañada de su último hijo, Pedro Artemio tragó saliva, una hoja rozó su poblada barba, irreconocible a su edad adulta, se preocupó de ver los movimientos de la mujer que sentada en la banca amplia recostaba en su regazo a su tierno hijo, mi hermano, se dijo para sí, allí estaba ella junto a su hermano Carlitos, apretó las manos haciendo puños, mordiendo los labios en forma de impotencia ante el instinto de acercamiento pero una fuerza se lo impedía interiormente, en su delante estaba su madre y hermano, quizá no se acercó pues vio los mimos de Noelia a su último hijo y cómo él le respondía algo cansado de tanto correr por el lugar acariciándole el rostro y cabellos, el viento no impedía esos movimientos de manos, era enternecedor aquellas escenas entre madre e hijo ante la tumba de sus familiares, la mujer quedó sentada leyendo un artículo religioso mientras el pequeño caminaba por los alrededores, pisaba con pausa aquel lugar, se acercó a un jardín improvisado en una tumba muy cercana a la que se encontraba Pedro Artemio, el viento bajó su intensidad, el polvo levantado cobraba visibilidad, a su espalda Pedro Artemio escuchó un saludo, giró para responderlo, se trataba del aquel niño, luego sonrieron cordalmente, el niño abiertamente dialogaba con Pedro Artemio, sin saber que se traba de su hermano, aquel hermano que su madre lo había perdido siendo un bebé de meses de nacido víctima de las inquinas de Sandra por aquel entonces amante de Carlos Felipe del Olmo, aquel hermano perdido que desde muy niño había escuchado la historia de su desaparición por parte de su madre Noelia, los dos siguieron dialogando cordialmente, lo que fue visto de lejos por Noelia, se puso en pie para acercarse donde ellos se encontraban pero se volvió a sentar pues su hijo se acercaba a donde ella se encontraba sentada mientras que Pedro Artemio emprendía su retirada, iba cabizbajo con sus ojos enrojecidos y las lágrimas que recorrían sus mejillas, había estado conversando efectivamente con su hermano de padre y madre, consideró que no era el momento, que no sería por ahora, difícil de hablar, prefirió apartarse de la vida de esa familia, ya se acercaría la hora de partir, mejor que su hijo nazca en otro país, así sería mejor, Pedro Artemio guardaba un resentimiento pensando en que quizá su desaparición fue provocada por aquella familia, mejor así estar lejos, mejor así retornar a la gran manzana, a las pocas horas estando recostado en el jardín de la casa de arriendo de Griselda la madre de su esposa Sara Guillermina, un amigo economista lo visitaba para pedirle consejos en un negocio de exportación que estaba por consolidar, fue invitado a su oficina para supervisar documentación y es en ese instante en que a puerta se abre mostrando la presencia de un avejentado Carlos Felipe del Olmo, el estrechón de manos entre ambos fue consolidado con un fuerte abrazo cordial, Pedro Artemio se limitaba con reservas a hablar de las acciones económicos, se enteró que Carlos Felipe era socio de su amigo, fue breve la charla retirándose a su lugar de descanso, ese día Pedro Artemio vio a sus padres, se lo contó a su esposa y ella pidió que para estar en paz con su conciencia prefería que estuviese en paz con su conciencia, que él era su hijo desaparecido, que no se blindase en su apariencia adulta de barba tupida que para muchos sería desconocido, Pedro Artemio asintió inclinando la mirada con las manos entrelazadas, le vino un suspiro pasando a una meditación profunda, solo el viento acompañaba en sus cavilaciones y pronto saldrían sus decisiones para bien de todos.
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Jasmani tuvo la idea de llenar la tina inflable con agua con la intención de que se bañe el pequeño Aarón, con ayuda de Jasmani el nene siente seguridad pero también esa seguridad provoca tantos brincos del niño que para Jasmani era muy dificultoso despojarlo de la ropa, la empleada desde la ventana que daba a la cocina observaba los pies descalzos a brincos del pequeño que salpicaba el agua en la ropa de Jasmani, la empleada de prudente distancia disfrutaba de la escena de los varones, Aarón sonreía brincando con su cuerpo humedecido viéndolo a través de la transparencia del agua que se escurría por la sedosa piel, el niño se recostaba para por fin despojarse de la ropa y así sobre la tina estaba alzando los piecitos siendo sujetos por las manos de Jasmani que al moverlos hacía que el cuerpo del niño se deslice por la tina así ya completamente desnudo, esa acción gustaba al niño desnudo y de igual forma a Jasmani que muy atento miraba la entrepierna del niño cuyo penecito se mostraba dentro del agua cristalina, asimismo que se agitaba, las manos se deslizaban con gusto sintiendo esa piel suave de niño hijo de rico potentado que seguía de visitas de negocios en la capital, la madre del niño a estas horas estaba disfrutando de la compañía de sus amistades en el pueblo mientras que pensaba ella su esposo estaba en la capital por asuntos de negocios ante la oleada de negocios agropecuarios referidos al banano, cacao, café y tabaco, de esa forma el pequeño Aarón tenía de custodios a la empleada y a Jasmani, a fin de cuentas era la pareja de confianza de los patrones, el niño acostado se movía sobre la tina inflable mostrando el traserito desnudo que sobresalía del espejo del agua, alzaba los piecitos estirando los brazos, así es como Jasmani le enseñaba a nadar desde fuera de la tina, el niño braceaba con fuerza sobre el agua, ya estaba muy agitado, liberado por estar desnudo así que esos movimientos eran adecuados, se afanaba en hacerlo bien delante del hombre al que le tenía confianza y guardaba ciertos “jueguitos” de “secretos de amigo” en cada encuentro que tenían, además, Jasmani era el iniciador de Aarón, el niño continuaba con sus movimientos y de vez en cuando a disimulo las manos de Jasmani rozaban el penecito de Aarón, así como el traserito, ante señas de la mujer Jasmani se le acercó yendo a un rincón a conversar sin dejar de observar los movimientos del pequeño, algo le susurró al oído a la mujer que de inmediato asintió obediente pese a ello no faltaban los besos y abrazos que Aarón desde distancia los observaba a los amantes, fueron hacia un rincón para manosearse y besarse con mayor placer, estuvieron así por un buen rato, mientras tanto el niño continuaba nadando en esa tina de mediano tamaño, los dos adultos salieron a motivar al niño en sus nados sobre la tina, lo sacaron envolviéndolo en una toalla amplia que pertenecía a la madre del niño, los piecitos mostraban el escurrimiento del agua por la piel, esos dedos alargados ahora tenían algo crecidas las uñas, la mujer dijo a Jasmani que ameritaba cortárselas, el niño resignado se limitaba a ver los rostros de sus cuidadores, Jasmani lo marcó y eso al niño le gustaba pues le hacía mover por los aires en forma de mimos corporales, le daba así mucha confianza y seguridad, le hacía mimos paternales, es que Jasmani ocupaba del padre ese amor paternal, lo llevaba marcado dándole mimos, subieron las escaleras, Aarón quedó sentado en la cama sobre la toalla tendida, le dijeron que se quede allí hasta un rato en que ya se secase, los dos adultos salieron de la habitación yendo a otra, a la habitación de los patrones poniendo seguro a la puerta, se desvistieron rápidamente abrazando sus cuerpos desnudos, para ese momento Jasmani ya estaba penetrándola con insistencia ante el pedido de la mujer de ser suya, Jasmani la penetraba con gusto, era una acción de atracción sexual total, la cama se movía ante los insistentes movimientos de la pareja de amantes, la mujer pedía más y Jasmani la complacía, ambos cuerpos desnudos estaban haciéndose el amor con gemidos y jadeos, para continuar se lamieron vagina y pene en un formidable 69, esta postura sexual era lo que más gustaba a la pareja, el pene de Jasmani se deslizaba por el trasero de la deseosa mujer, era un gusto sentir el deslizamiento de ese tronco de pene por el trasero femenino, sentir por parte de Jasmani la espalda de la mujer sobre su cálido pecho, y en un de repente se escuchó una voz muy conocida para la pareja, se trataba de la sobrina de la empleada, rato después la mujer se hacía a un lado de su amante saliendo de la cama con mucha para vestirse y poder salir pronto de la habitación con la idea de atender a su sobrina, allí quedó su amante totalmente desnudo acostado en la cama y le encargó la custodia del niño, Jasmani asintió mientras también se vestía tragando saliva viéndose el pene erecto, yendo posteriormente donde estaba el niño, allí se encontraba jugando con unos soldaditos y carritos en el piso, estaba totalmente desnudo acuclillado mostrando el traserito rosado, arrimado a la puerta vio pasar presurosa a la empleada por el corredor llevando ropa en sus manos, a la vez que dentro de la habitación infantil Aarón continuaba jugando, la mujer bajó presurosa las escaleras saludando a su sobrina sentada en el amplio sillón junto a su tierno hijo dejando la ropa en el mueble, de pronto al ver a su tía se descontroló en llanto informándole la desdicha por la que estaba pasando, el padre del hijo que espera se niega a ser responsable cuando nazca y asimismo no desea reconocerlo, la mujer contrariada pidió calma a su sobrina, pidió que la espere que ya retornaba, subió por las escaleras yendo al cuarto de Aarón donde efectivamente Jasmani y el pequeño hijo de los patrones estaba siendo vestido, la empleada le informó a Jasmani de su deseo de acompañar a su sobrina a arreglar un asunto en el pueblo, mientras informaba de aquello ambos bajaban las escaleras con el pequeño Aarón, la imagen pálida de la mujer llamaba al sobresalto en la tía que de inmediato tomó su cartera con rumbo al pueblo, fue llevada por uno de los peones que estaba encargado del mantenimiento de caballerizas, Jasmani ordenó que las llevasen, la empleada pidió comedidamente a Jasmani para que cuidase al hijo de la sobrina pues al lugar donde van no era adecuado que el niño escuchase, Jasmani marcó al niño que desde hace tiempo ya tenía confianza mutua dándole seguridad, ambos niños quedaron al cuidado de Jasmani, se decía irónicamente para lo que había quedado, un cuidador de niños, un niñero, un nano, la presencia de un peón hizo que Jasmani entablase un largo dialogo mientras los niños entraron a jugar en la sala a órdenes de Jasmani, el amigo de Jasmani sacó un poco de aguardiente con bebidas tropicales y unos cigarros, la conversación tomó un gran tiempo en la entrada de la casona, la constante forma de ingerir licor hizo que Jasmani fuese a arrimarse a un árbol a micciar, desde allí pudo ver a Aarón acostado sobre el niño uniendo sus caritas, la cadera de Aarón se alzaba y se bajaba sobre la de su amiguito más pequeño que para él seguramente era su primera vez, Jasmani entreabrió los ojos sonriendo ampliamente sin ser notada su sonrisa por su amigo peón, pasaron unos cuantos minutos, Jasmani pensativo por lo que había visto no tomaba muy en cuenta lo que el peón le decía, al poco rato decidió parar de beber, ambos se despidieron, el peón botella en mano fue donde estaba otro compañero peón a seguir libando junto en la parte posterior a la caballeriza, Jasmani entró a la sala, sentado en el sillón amplio vio a los niños que ahora jugaban acostados en el piso moviendo muñequitos y autitos de juguete, el pequeño mostraba en sus movimientos de manos el arreglo de su short ajustado a su cuerpo, no tenía interiores, solo un short algo raído por su condición de humilde, ante el caso contrario con Aarón que vestía un pantaloncito corto de fina tela con una remerita portando sandalias de cuero elegante digno de ser hijo de terrateniente, estaba bien peinado en contraste con el pelo despeinado del pequeño niño visitante, Jasmani notaba el contraste de las clases sociales entre los dos niños, al paso de un rato Jasmani se unió a los juegos haciendo de caballito montando a los niños en su espalda, asimismo hacía las luchitas dando giros sobre la alfombra, luego vino el juego de las escondidas en donde los niños se escondían de Jasmani por toda la casona de la estancia, de esa forma Jasmani aprovechaba cuando tocaba esconderse de algún niño y en los cuartos manoseaba al otro nene deslizando su mano por entre el short y el pantaloncito corto, sentía en sus dedos la tibieza de esos penecitos, sobre todo del niño de la sobrina de la empleada, los juegos continuaban y tenían mucho tiempo en realizarlo pues tenían la oportunidad de desarrollarlos en forma animada teniendo como referencia el lugar apropiado en esa gran casona, Jasmani continuaba con esos juegos con mucha alegría pues tenía a su disposición a esos dos hermosos nenes, subió con ellos por la escalera y se dirigieron al dormitorio de los patrones, allí se sacaron las sandalias, Aarón se sentó a quitarse los calcetines, ambos niños brincaban sobre la cama a orden de Jasmani, lo hicieron por un instante pues caían sentados sobre el colchón con un pequeño rebote haciendo que Aarón de mayor edad caiga sobre el pequeño hijo de la sobrina de la empleada, Jasmani aprovechó para deslizar las cortinas y asegurar la puerta quedando el lugar semi oscuro pues los rayos de sol se mostraban en la tela de las cortinas deslizadas, al girar su cuerpo con dirección a la cama vio a Aarón haciendo roles sobre la cama en varias veces acostándose sobre el niño que quedaba quietecito así Aarón acostado encima movía sus caderas arriba y abajo en movimiento sexual aprendido de su iniciador Jasmani, ambos niños descalzos rozaban sus pies, el niño quedó parado sobre el colchón brincando pues para él ese tipo de cama era muy especial con resortes para brincar, era la primera vez que hacía eso y no sería solo eso la primera vez, mientras el niño brincaba Aarón en cambio estaba acostado en el colchón recibiendo el movimiento y se metía sus dos manitos dentro del pantaloncito manoseándose el penecito lampiño, así aprovechaba para darse placer viendo brincar a su amiguito cuyo short se deslizaba a los muslos, se detenía en los brincos para alzarlos y continuaba brincando deteniéndose de nuevo para alzarlos y así sucesivamente, Aarón abría las piernas aún con sus manos dentro del pantaloncito corto agitando sus pies, el otro niño no paraba de brincar con su pelo lacio agitado al viento, Jasmani se unió a las luchitas tomando al niño haciendo roles en el colchón de esa amplia cama al lado de un autosatisfecho Aarón que ahora viendo a Jasmani se rascaba el traserito dentro del pantaloncito corto, ambos niños reían ante las cosquillas seguidas en sus costillas y piecitos que les daba Jasmani, el pequeño se bajó de la cama quedando en ella Aarón y Jasmani, el niño salió de la habitación tomándose el pene dentro del short con signos de micciar, el niño abrió el seguro de la puerta y salió dejándola entreabierta, de esa ausencia Jasmani y Aarón aprovecharon para dar roles en la cama, Jasmani le dijo para hacer el “jueguito”, Aarón sonrió de forma picaresca, se dejó deslizar la ropa al mismo tiempo lo hizo Jasmani, se acostó encima del niño con los brazos estirados uniendo las frentes y frotándose la nariz sacándole sonrisas al nene, mientras que daban giros en la cama, fue así que en cortos segundos ambos penes se frotaban alzando y bajando las caderas de Aarón que se encontraba ahora encima de Jasmani, así dieron roles, Jasmani quedó encima del niño con su pene bien erecto deslizándolo por el traserito, el mentón de Jasmani quedaba apoyado en la cabeza del pequeño oliéndole el pelo sedoso bien cuidado de niño rico, lamía y besaba el cuello del niño que recibía con agrado ese movimiento de lengua en su piel, a veces suspiraba al escuchar en sus oídos frases motivadoras de su iniciador, tenía un gran apego sexual por el niño diciéndole que el “jueguito” iba a seguir y que se acomode, para el niño esa orden significaba que debía relajarse ante los manoseos que le daba en la espalda, se puso en pie sobre el colchón mientras Jasmani se acomodaba, Aarón parado se agitaba el pene, así estaba desnudo parado sobre el colchón delante de Jasmani agarrándose el penecito, Aarón se estiraba el pene mostrándolo erecto, sus piecitos con dedos alargados estaban posando sobre el colchón con aquellas piernas rellenitas de un voluminoso trasero, Jasmani se paró junto al niño manoseándole el pene y las piernas, con gesto amable le repitió al oído que iban a hacer el “jueguito” mientras le lamía la oreja en forma repetida, la piel del niño se puso rosácea, al escuchar la orden se acostó sobre el colchón, Jasmani le ayudaba a poner esas piernitas rellenitas sobre los hombros velludos descansando allí los talones izquierdo y derecho, besó las piernitas repetidamente, llegó con su rostro a lamer el penecito para luego el pene erecto con liquido preseminal en el glande pueda deslizarse a la entrada del ano haciendo gemir al niño con sus ojos bien abiertos ante el movimiento de intento de penetración anal, fue en ese momento que el niño entró viendo a Jasmani Y Aarón en esa postura sexual, vio a Jasmani que tenía sujeta las piernas rellenitas de Aarón sobre el pecho algo inclinado rozándole el pene en el culito, Jasmani y Aarón vieron la presencia del niño visitante, de acuerdo a su edad no articulaba palabra ni juicio adecuado, así que ante eso Jasmani continuó con sus movimientos de pene diciéndole a Aarón que no tome en cuenta de aquella presencia así que Aarón se dejaba hacer, el niño inocente de aquello que significaba de lo que estaba viendo se recostó en el extremo de la cama con sus piecitos en el suelo, sus codos apoyados en el colchón y su carita apoyada en sus manitos viendo esos movimientos sexuales, Aarón no paraba de ver al niño y sus miradas se cruzaban con sonrisas, ante la mirada fija del pequeño Jasmani le decía al niño que con Aarón estaba “jugando” a las luchitas, las manos de Aarón se entrelazaron haciendo que sus brazos sujeten las piernitas alzadas así dejando mostrar a plenitud el trasero debajo del penecito, al quedar así de bien descubierto el traserito de Aarón a toda plenitud Jasmani con su pene rozaba de mejor manera el traserito, el niño seguía viendo con su carita apoyada en sus manitos el roce del glande del pene peludo de Jasmani que recorría la piel del traserito de Aarón que seguía encorvado su cuerpo sobre el cochón y encima de él estaba el cuerpo de Jasmani cuya cadera se movía con gusto y su glande ahora rozaba los testículos lampiños de Aarón, unieron las frentes, Aarón mostraba una sonrisa forzada ante la animación de Jasmani, el niño que a su edad no comprendía eso se limitaba a observar fijamente cuando ahora Aarón acostado de cara al techo recibía lamidos de lengua y chupadas de labios en su penecito, para luego acostarse Jasmani y ser Aarón quien le lamía y chupaba el pene a Jasmani, ambos hicieron luego el famoso 69 como le había enseñado Jasmani al pequeño Aarón, el adulto pensaba lo que pasaría si los patrones vieran esto, sonrió emitiendo una carcajada de sólo pensarlo, de pronto se escucha el ruido familiar de un motor, Jasmani presuroso se apartó de Aarón, golpeó la cama, estaba enojado al ser interrumpido otra vez en lo mejor que estaba haciendo y entonces desde allí fue a asomarse por la ventana con prudencia, era un automóvil de la estancia vecina del que se bajaba el único ocupante que era el chófer con un paquete, el peón ya mareado salió a su encuentro y llamaba a Jasmani a la casona, éste luego de vestirse con premura les dijo a los niños que no salgan de la habitación, Aarón quedó acostado en la cama mientras el otro niño se sentaba en la cama, Jasmani bajó presuroso las escaleras hasta entrevistarse con el visitante haciéndolo pasar a la gran estancia, le obsequió una bebida tropical bien fría ante el calor imperante, dialogaron por unos minutos, al rato Jasmani se despidió agradeciéndole su visita, desde la puerta principal de la gran estancia se despidió recordando que dejó a los dos niños en la habitación de los patrones, subió a toda prisa encontrando al niño con el interior y el short en los tobillos mostrándose el traserito al descubierto siendo frotado por el pene de Aarón que estaba acostado sobre el niño, Jasmani arrimado al marco de la puerta sonreía abiertamente manoseándose el pene vestido que de solo verles así en esa postura sexual se le puso erecto, la escena de los dos niños excitaba más al adulto, de solo ver un cuerpo sobre otro haciendo movimientos sexuales de caderas, eran tan pequeños e inocentes creyendo que lo que hacían eran un “jueguito”, Aarón se lo estaba enseñando al pequeño a manera de “luchitas” como así se lo había enseñado Jasmani, se acercó sentándose a su lado incitando a seguir, el niño no se movía ante los movimientos de cadera de Aarón cuya sonrisa mostraba confianza ante Jasmani, se acercó a la oreja de Aarón para decirle que continuaban con el jueguito, Aarón seguía con sus movimientos teniendo la confianza y seguridad de Jasmani, que siga, que siga, que lo estaba haciendo bien mientras el otro niño se resignaba a recibir quietecito esos movimientos, se resignaba a escuchar la voz de orden de Jasmani, al rato Aarón se apartó del niño que se sentó en el borde de la cama cabizbajo con su dedito viéndose el penecito muy rosáceo y se pasaba extrañado la manito por el culito producto de tanto frote recibido en ese “jueguito de la luchita”, a su lado, Aarón volvía a entrelazar las manos rodeando sus piernitas levantadas con sus brazos, mientras el niño miraba a Jasmani quitarse toda la ropa, el adulto vio cremas sobre el velador y tomó una poniéndose en el glande así acercándose al trasero del pequeño hijo de los patrones para rozarle el glande y tratando de penetrar en un suave movimiento de ese erecto pene grueso venoso y peludo a lo que el Aarón respondía con gemidos, la atención del niño se incrementó al ver y escuchar los gemidos que Aarón efectuaba al sentir ese pene deslizándose por crema en el trasero, para esta vez el ano de Aarón se dilató aún más metiéndole el dedo con crema hasta donde más pudo, Jasmani lo sabía, lo había sentido con su pene por eso ahora le rozaba el glande y en un lapso de tiempo largo dejó quietecito el pene en la entrada del ano dilatado, sentía la respiración de Aarón, unieron las frentes eso con el afán de ganar seguridad y confianza con el pequeño hijo de los patrones, Jasmani se había propasado con los movimientos de penetración de su pene y todo eso gracias a la crema puesta en la entrada del ano y sobre todo en el glande, lentamente fue apartando el pene del traserito, Aarón demostró incomodidad frunciendo su ceño, ahora la mirada libidinosa del adulto se posaba en aquel niño que con su mirada continuaba presenciando los actos sexuales, el niño aún tenía la ropa en los pies, lo puso en pie quitándole toda la ropa, Jasmani y el niño corrían por la habitación haciéndole cosquillas al pequeño una vez que lo atrapaba, Jasmani miró con fijación ese pene del niño, pensó en que cuando crezca será descomunal, asintió sonriente luego de pensar, y sonrió marcando al niño y fue acostándole junto a Aarón que tenía una pierna alzada y sus dedos recorriendo el ano dilatado sobándose la crema que Jasmani le había puesto antes, el adulto acostó al niño con mucha delicadeza, con los dedos agitaba el penecito hasta ponerse erecto, pese a las edades del niño con Aarón el tamaño de sus penes era casi similar, se notaba que ese niño visitante seguramente era hijo engendrado por un peón de pene muy aventajado, la boca de Jasmani ensalivó el penecito de tanto lamerlo y chuparlo, la sensación nueva vivida por el niño era única, suspiraba a ser su primera vez, a su corta edad Jasmani lo iniciaba, se mostraba la extrañeza del rostro que después se diluía en relajación, para Jasmani era otro de tantos niños a los que había hecho pasar por esto, sabía lo que hacía en forma atrayente, la lengua recorrió por el abdomen, por el pecho, llegando a los labios a darle los primeros besos, un instinto de apartado se sumó a su asombro aunque no sabía de qué se trataba pero Jasmani le estaba enseñando a esa corta edad, Aarón desde el rincón de la cama seguía rozando sus dedos en el ano viendo cómo se besaban adulto y nene, Jasmani lo acostaba de cara sobre unas almohadas mullidas de fina tela, por un instante vio ese cuerpito de espaldas con un voluminoso trasero de piel morena clara típico de los hijos de peones de estrato social humilde, las manos masajeaban la espalda del niño quietecito acostado sobre el colchón, olió ese aroma característico de niño sudado, ese pelo lacio de niño de piel morena clara, los dedos de Jasmani recorrían esa piel suave de aquellas piernas rellenitas de niño precioso, los piecitos con dedos cortos voluminosos gruesos típico de su raza nativa de aquella región agreste del país de la canela donde había nacido el pequeño niño hijo de la sobrina de la empleada, luego de tanto manoseo en la espalda y trasero del niño, el glande de Jasmani por vez primera se deslizaba con mucha delicadeza por la piel de los glúteos y más en la entrada del ano del pequeño niño que tenía crema puesta, sentir aquello por parte de Jasmani era fabuloso, más, sabiendo que seguramente él era el primero quien le hacía esto al pequeño, lo trató con dulzura, bajó su rostro a los oídos del pequeño diciéndole frases similares a las que le decía a Aarón para ganarse la confianza, Aarón desde su lugar escuchaba aquellas frases, se notaba relajado al niño pues mientras había el roce de glande también había caricias en la espalda del niño, Aarón observaba el deslizamiento del glande entre la separación de los glúteos, Jasmani alzaba la cadera quedando suspendido en el aire el pene erecto, le dijo al nene hijo de patrones que se acerque, así la manito de Aarón acomodaba el tronco del pene de Jasmani sobre el traserito del niño a lo que Jasmani se sentía cómodo aceptando la ayuda del niño, así Aarón se complacía viendo que por su mano y el trasero del niño se deslizaba el pene de Jasmani, así, así, así de movimientos por un lapso, los ojos de Jasmani cerrados sintiendo la manito del niño que le ayudaba a deslizar el pene con mayor fluidez, constantemente le besaba el pelo y lamía las orejas, Aarón reía ampliamente viéndose su manito sujeta al pene de Jasmani cuyo glande se deslizaba por entre los glúteos de aquel niño visitante cuya carita mostraba relajación, el glande continuaba su deslizamiento, Jasmani tenía los ojos cerrados sintiendo placer demostrándolo al morderse los labios, con su respiración acelerada producto del placer, sentía algo extraño al hacerle esto a ese niño, algo muy atrayente, algo que a ambos por igual sentían, efectivamente, sí, porque pese a que el niño se encontraba quietecito recibiendo ese roce de pene en su traserito sentía el despertar por vez primera de una atenta seguridad y naciente atracción, más Jasmani continuaba con sus roces, seguía mordiendo sus labios y el por qué lo era debido a que el semen salió del glande mojando la manito de Aarón que sujetaba el deslizamiento del pene en la piel del traserito del niño, el semen recorrió esa piel, Aarón sonriente separó la mano del pene viéndose mojada de semen de Jasmani, el pene del adulto fue apartado quedando quietecito el niño con el semen en la piel de los glúteos y en la separación con el coxis, cuidadosamente el niño visitante fue apartado de la cama para que no deje rastros de semen en la tela de las sábanas, Jasmani tomó la manito de Aarón que tenía semen, la pasó por el penecito del niño en pie descalzo sobre el entablado, le estiró el penecito lampiño ocasionándole placer como se lo había enseñado en muchas ocasiones para luego ubicarlo detrás del niño que estaba parado, acomodó el cuerpo de Aarón sobre el niño detrás rodeándole de la caderas y ese pene del hijo de los patrones se deslizaba sobre los restos de semen que habían quedado en la piel del traserito del niño punteándole el culito, Jasmani gozaba viendo el movimiento de ese penecito lampiño, la mano de Jasmani ahora ayudaba al traserito del niño a que se moviera de mejor forma, se escuchaba los pujes del niño con cierto tono de irritabilidad en su rostro, Jasmani se sentó en una silla, llamó a Aarón para que se siente sobre su pene, el niño visitante se sentó en el piso viendo que Aarón que estaba moviéndose el traserito en desliz con su pene, se delataban las manchas de semen en la piel, ambos estaban sentados con las piernas abiertas, Aarón cabalgaba deslizándose su culito sobre el pene humedecido de semen del adulto, posteriormente se limpiaron y tuvieron tiempo para vestirse, Jasmani desde el sillón miraba los movimientos de los niños jugando en la amplia sala, al rato llegan las dos mujeres a preparar la comida presurosamente, Jasmani se retira a descansar, allí en su pequeño cuarto meditaba sobándose el pene viéndose el glande y repitiendo pausadamente los nombres de aquellos niños maravillosos: Aarón y Zoilo.
FIN DEL CENTÉSIMO NONAGÉSIMO SEXTO EPISODIO
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